La mayor parte de los quinientos dólares que le robó a Bruce Wayne se destina a sus uniformes, y tiene suerte de conseguir cinco camisas, dos pares de pantalones y un solo blazer con el logo de Gotham Prep cosido en el bolsillo del pecho. La tela ni siquiera es tan buena, lo que le molesta más de lo que debería. Aparentemente, la gente rica pagará mucho dinero por barriles de baja calidad. Él y la tía May podrían hacer uniformes de mejor calidad con una máquina de coser y un fin de semana.

Usa el resto de su efectivo en una tienda de segunda mano para comprar más ropa y algunas mantas raídas, luego visita una gran tienda genérica para comprar un rollo de lona y la estufa de campamento más barata que puede encontrar, además de utensilios para acampar. El tipo robusto que de alguna manera logra ser tres cosas separadas a la vez.

La mantequilla de maní a temperatura ambiente está empezando a volverse rancia y deprimente como comida. Reparte una fracción de lo que queda (la friolera de $20) para comprar una olla pequeña y frijoles secos y arroz. Eso esencialmente borra su cuenta bancaria hasta el depósito del estipendio el viernes.

Después de eso, hace que la choza de su ocupante ilegal sea más apetecible: la lona se coloca en su lugar en la esquina cerca del baño, creando una pequeña «habitación» debajo. Su saco de dormir y sus mantas están metidos dentro, con su mochila sirviendo como almohada. Los frijoles y el arroz se guardan dentro de la mochila para mantenerlos fuera del alcance de los ratones que viven en las paredes de la estación de bomberos.

Le toma dos días poner en orden su espacio vital. Es lo suficientemente cómodo. La lona atrapa el calor que de otro modo perdería, la bolsa de arroz dentro de su mochila es una almohada bastante decente y las mantas adicionales ayudan a suavizar el suelo, que de otro modo sería duro como una roca. Nada mal.

Y luego lo golpea la segunda peor parte de la pobreza absoluta: el aburrimiento y la soledad absolutos.

***

Como antes, el aburrimiento lo lleva a los tejados. Si va a estar solo, puede estarlo por encima del smog de la ciudad donde el aire no sabe a escape ni a gas de alcantarillado.

Y como antes, Nightwing lo visita.

—¡Hola, Pete! —Nightwing dice, dejándose caer en la azotea. Se acerca y se apoya en un sistema HVAC oxidado—. Buena noche, ¿eh?

—Bastante bien —dice Peter, levantándose de la cornisa y caminando hacia él. Nightwing siempre se tensa cuando Peter se acerca demasiado a él—. ¿Cómo va tu patrulla?

Nightwing pierde un poco de tensión en los hombros cuando Peter se aleja de la cornisa.

—Ha estado tranquila esta noche. Estoy aburrido de mi mente.

—Sí, yo también —dice Peter.

Se sientan en silencio durante unos minutos antes de que Nightwing se vuelva hacia él.

—Oye, ¿quieres aprender algo de parkour? —él pide.

Peter sonríe.

Comienzan simples. El equilibrio de Peter es impecable cuando no se balancea sobre una mano. Toma las lecciones de Nightwing como pez en el agua, dominando fácilmente los conceptos más simples. Al final, puede saltar y correr sobre obstáculos sin perder velocidad. Una habilidad bastante útil para aprender para alguien que no tiene sus lanzadores de telarañas. La velocidad de Peter casi siempre proviene de sus redes. Aprender a mantener ese impulso cuando está corriendo es una buena idea.

Al final, está exhausto. No ha tenido un entrenamiento como este desde Titán, y se nota.

Peter se deja caer contra el sistema HVAC.

—Oye, ¿qué es lo más extraño con lo que has luchado como superhéroe?

—¿Lo más extraño? —Nightwing entrecierra los ojos en el aire por encima de la cabeza de Peter, frunciendo el ceño mientras piensa—. Si lo estamos limitando al pasado, eh, ¿año? Probablemente el Killicorn.

Peter lo mira, inclinando la cabeza.

—Un unicornio gorila mutante con pelaje rosa —explica Nightwing, sentándose a su lado—. Confía en mí, fue una pelea interesante.

—Estoy casi celoso. Solo peleo con asaltantes y ladrones de bicicletas —dice Peter, divertido.

—Sería mejor que huyeras y me dejaras eso a mí —dice Nightwing. Se queda en silencio por un momento, luego inclina la cabeza hacia Peter—. ¿Qué te trae por aquí hoy? Parecías un poco deprimido.

—Supongo que estoy un poco nostálgico —admite Peter—. No es que importe. No puedo ir a casa.

Nightwing lo observa, y Peter casi puede escuchar al hombre sopesando sus palabras.

—¿No puedes ir a casa?

—No estoy seguro de que haya un hogar al que pueda ir —corrige Peter—. Fuera de Gotham, eso es.

Al menos, no en este universo.

Peter niega con la cabeza.

—No es que importe. Estoy aquí. Estaré aquí por un tiempo. Extraño Nueva York.

Nightwing se queda en silencio durante unos segundos.

—¿Qué es lo que más extrañas de tu hogar?

—¿Ahora mismo? —Peter pregunta, pensando.

Su respuesta inmediata «recibir un abrazo de May y dormir en mi propia cama» es demasiado honesta. Tiene miedo de que si admite eso, se eche a llorar, y eso es lo último que quiere hacer frente a Nightwing.

—Sándwiches de Delmar.

—¿Sí?

—Delmar dirigía esta pequeña bodega en mi barrio. Los mejores sándwiches en Queens. Conseguía un número cinco después de la escuela, todo aplastado, y me lo comía mientras deambulaba por la ciudad —dice Peter. Dios, extraña esos sándwiches. Era el equilibrio perfecto entre carne, pimientos y aceite. Apenas aceite y vinagre, pero una tonelada de pimientos y carne.

Nightwing inclina la cabeza, divertido.

—Tal vez lo busque la próxima vez que esté en Nueva York.

—Deberías —dice Peter. Se pone de pie y se estira—. Mejor me voy. Estoy cansado.

—Buenas noches, Peter.

—Buenas noches, Nightwing.

***

El estipendio se deposita en su cuenta ese viernes y, lamentablemente, no llega tan lejos como esperaba. Es suficiente para alimentos para su metabolismo superior, viajes a una lavandería y algunos artículos de tocador, pero apenas. Queda muy claro que sus márgenes presupuestarios serán muy reducidos para su estadía en Gotham.

Se salta una comida o dos para recoger algunos aparatos electrónicos. La mejor parte de pasar hambre es que te puedes acostumbrar. Eso también pasa a ser la peor parte, pero lo que sea. Él vivirá. De todos modos, el arroz y los frijoles para cada comida empiezan a ser aburridos.

Tiene suerte y encuentra una tienda de electrónica cerca de la estación de bomberos. Recoge un pequeño panel solar, un soldador, cables, un cable de carga, una batería y una lámpara LED recargable. Es suficiente para dar un poco de luz, pero la batería es barata y no es eficiente en lo más mínimo. Incluso cuando se aprieta el cinturón, se salta algunas comidas y paga por una batería supuestamente de primera línea, está muy decepcionado. Dura cuatro horas, ya veces ni siquiera entonces.

Sin embargo, es mejor que nada. Y la luz ilumina su estado de ánimo y hace que el lugar parezca menos lúgubre.

Le pasa otra semana. Él usa su estipendio para un balde hermético para mantener su comida adentro. El cubo se dobla como un taburete, que usa en el escritorio de la oficina en ruinas. Aburrido y terriblemente solo, desarma la radio rota y comienza a arreglarla.

Es vintage, con madera lisa y cromo en el exterior. El receptor en el interior está roto sin posibilidad de reparación, pero eso es fácil de arreglar con sus restos electrónicos.

Es realmente relajante trabajar en un proyecto como este. Le recuerda el Complejo y el laboratorio de Tony, y la memoria se forma en su mente.

—Tengo un proyecto para ti, Underoos.

—¿Estoy condenado a tener ese apodo para siempre?

—Sí. Hora del proyecto: constrúyeme una radio.

—¿En serio?

—En serio. Quiero ver cómo funciona tu cerebro antes de darte acceso a todas las herramientas de laboratorio altamente avanzadas.

—Bien, bien. Voy a la vieja escuela con eso.

—¿Vas a la vieja escuela en un proyecto en el taller de un futurista?

—Sí.

—Esto es porque te llamé Underoos, ¿no es así?

—También sí.

El recuerdo es familiar. Es el primer paso que dio Tony para convertirse realmente en el mentor de Peter, y la primera vez que encontraron un verdadero terreno común entre ellos. Tony había estado nervioso e inseguro, pero alentador. Cuando se dio cuenta de que Peter tenía algo de talento en ingeniería (que sus lanzatelarañas no eran solo un golpe de suerte), entró por completo en su elemento. El nerviosismo desapareció y los consejos y trucos del oficio salieron con toda su fuerza.

Pasaron horas en esa radio. No porque fuera una tarea difícil, sino porque ambos se distraerían con la conversación y los diferentes trucos que usaban en sus propios procesos separados. Peter le había dado esa radio al final del día y Tony la había guardado en su escritorio en el laboratorio. Probablemente todavía esté allí, acumulando polvo.

Peter se hunde en el recuerdo con facilidad. Parece más claro que de costumbre. Estafador. Y está bastante seguro de que el Dr. Strange, Sam Wilson, Bucky Barnes y otras personas no estaban allí en ese momento. Se amontonan en los bordes del recuerdo, algunos observan con curiosidad, otros miran hacia otro lado como para darle privacidad. Es difícil concentrarse en ellos, así que no se molesta en intentarlo.

Termina con la radio al atardecer, saliendo de su ritmo de trabajo y se recuesta para ver el resultado. Lo que había sido un desastre rayado y roto ahora es una radio de estilo art deco con la palabra Stark en el frente. Lo enciende y el Stark se enciende, parpadeando al ritmo de la estática. Juguetea con el dial y encuentra una estación de música antigua que parece cambiar de género a voluntad; en un momento es pop de los 80, al siguiente es rock de los 90, y en un momento cambia directamente a música de big band de los 40.

No es su reproductor de mp3, pero es agradable volver a escuchar algo de música, incluso si solo escucha una canción por cada cinco anuncios que se reproducen en el aire. Lo deja en ese canal y lo escucha mientras se prepara para la escuela mañana. Necesita levantarse temprano si quiere tomar el tren a tiempo.

***

En Midtown, Peter es conocido como un perdedor; un idiota entre idiotas. Su ropa está pasada de moda en el mejor de los casos, sus movimientos son torpes (primero por naturaleza y luego porque piensa demasiado tratando de parecer normal), y tiene la reputación de ser un escama. Aún así, puede mezclarse entre una multitud entre sus compañeros de estudios y nadie le da una segunda mirada o piensa.

En Gotham Prep, sobresale como un pulgar dolorido. Claro, hay un uniforme, pero eso solo significa que los destellos de riqueza cambian a la calidad de la tela para el uniforme, luego las joyas y luego, la muestra más obvia de riqueza, los zapatos.

Sus zapatos, desgastados y de un gris sucio, están fuera de lugar entre los zapatos de cuero pulido y las llamativas zapatillas nuevas que otros usan. Eso sin mencionar su evidente chaqueta de uniforme de segunda mano, sus pantalones demasiado grandes y su camisa holgada. Se ve francamente andrajoso en comparación con todos los demás. Incluso los profesores lo miran por encima del hombro, y algunos de los profesores no se ven mucho mejor que él. Para ellos es aceptable la excentricidad o la rebeldía. Para él, es la pobreza. Y no hay nada más ofensivo para los ricos y acomodados que la pobreza.

Y eso ni siquiera toca su acento o el hecho de que no tiene absolutamente nada en común con ninguno de los estudiantes aquí. Es el pobre niño raro con un acento de clase baja que deambula por los pasillos llenos de gente discutiendo cómo deberían llamar a su tercer yate. La gente literalmente le ha vuelto la nariz hacia él cuando pasa junto a ellos.

—No les muestres debilidad, niño.

Otro de esos extraños pensamientos-como-una-voz. Esta vez, suena como Loki Odinson.

—Ponte de pie, pequeña araña —esta es más joven, mujer, wakandiana. Princesa Shuri—. Eres más inteligente que todos ellos. Tú perteneces aquí.

Sí, excepto que literalmente no. Aún así, pierde su tímido encorvamiento, se endereza en un paso confiado que ha visto a Tony usar antes, y camina hacia su casillero. Se abre con facilidad, y guarda su mochila adentro justo cuando suena la primera campana.

Bien. Él puede hacer esto.

***

La escuela es la escuela. Por momentos aburrido, agotador e interesante. La única diferencia real en Gotham Prep es que no tiene a Ned cerca.

Su primera llamada de atención ocurre en la clase de historia.

—Está bien, ¿quién puede decirme el año en que se formó la Liga de la Justicia? —pregunta el profesor. Es un hombre de aspecto severo, calvo en la parte superior, con espesas cejas grises y una mirada casi perpetua en su rostro—. ¿Señor Parker?

Peter sale de su aturdimiento posterior al almuerzo, de repente se da cuenta de que todos los demás estudiantes lo miran expectantes.

—Yo... lo siento, ¿qué?

—La Liga de la Justicia, señor Parker. ¿Cuándo se formó?

Oh, Dios. La Liga de la Justicia no suena tan diferente a los Vengadores, en realidad, y es un universo paralelo, así que tal vez...

—Uh. ¿2012?

Hay una breve pausa y luego el profesor suspira. Las risitas estallan alrededor de la habitación.

—No. ¿Quién tiene la respuesta? ¿Señor Bright? Señor Parker, quiero un ensayo sobre la Liga de la Justicia en mi escritorio para el viernes. Tres páginas mínimo. Espaciado simple.

Excelente.

***

La cafetería es menos cafetería y más como un elegante buffet. Huele celestial. Cubre su bandeja con comida; rosbif, panecillos, verduras al vapor, puré de papas y todo lo que pueda encontrar. Le gana más que unas pocas miradas graciosas, pero tiene demasiada hambre para que le importe. Francamente, ya es un perdedor a los ojos de la mayoría de la gente aquí. Bien podría ser un perdedor bien alimentado.

No se molesta en tratar de sentarse con ningún grupo, optando por una mesa en la esquina trasera, lejos de todos los demás. Lo marca firmemente en los estratos de perdedores sin amigos de la población escolar, pero lo que sea. Ni siquiera sabría cómo iniciar una conversación con la mayoría de las personas en esta escuela de todos modos.

Y es más fácil meter panecillos en los bolsillos de su chaqueta cuando nadie lo está mirando.

***

Homeroom es justo después del almuerzo. Opta por un pase al laboratorio de computación y comienza a buscar la Liga de la Justicia.

Debería haber investigado esto más a fondo. No hay Vengadores, ni Batalla de Nueva York, ni Acuerdos de Sokovia. Las personas no están mejoradas, son metahumanos (lo cual es objetivamente más genial en la opinión de Peter), y no hay tanta tensión entre la población sobre ellos. Probablemente por eso no hay Acuerdos de Sokovia. Superman ha tenido una impresión tan duradera y positiva que el gobierno ha tomado un enfoque de no intervención por el momento.

Interesante. Probablemente debería encontrar una forma de llamar a ese tipo algún día. Aunque solo sea para hacerle saber que Peter no está muerto.

Por primera vez en su vida, Peter se interesa tanto por la historia como por la química o la física. Imprime tantos artículos como puede encontrar e incluso se las arregla para esbozar un esquema para su artículo. Escribirá su informe a mano y lo mecanografiará durante la clase durante la semana.

El resto de su día es, afortunadamente, aburrido y tranquilo. Su única prueba real es mantenerse despierto después de una comida completa durante el almuerzo.

***

Se mete en su estación de bomberos con un gran suspiro de alivio y se quita la chaqueta tan pronto como está dentro. Agarra uno de los panecillos que llevó a casa de contrabando del almuerzo y comienza a roerlo mientras se prepara para comenzar con su informe. El viaje en tren es largo y el sol se pone temprano en Gotham, por lo que se queda con su pequeña lámpara más temprano que tarde. Solo ha terminado la mitad de su papel cuando la lámpara LED que armó parpadea y lo sumerge a él también en la oscuridad.

—En serio, ¿qué pasa con la tecnología aquí? —murmura, mientras la lámpara parpadea—. Es un paquete de baterías. Debería durar doce horas. Incluso la imitación más barata usa algo del diseño de Tony...

Se detiene en seco, una comprensión repentina lo golpea.

No hay Tony Stark en este universo, y los extraterrestres no han invadido y dejado atrás su tecnología para que alguien juegue con ella y haga ingeniería inversa. Por supuesto, su tecnología de energía no es a lo que está acostumbrado. Suspira y se frota la frente. Toda la tecnología aquí probablemente esté atrasada dos décadas o más.

—Correcto. No Tony, no hay fuentes de energía baratas y confiables —dice. Mira fijamente su informe inacabado y luego mira hacia afuera.

La farola afuera todavía está encendida. Una de esas grandes bombillas de sodio que solo ha visto en las partes más antiguas de Nueva York. La luz que emite es de un extraño verde teñido de blanco, lavando todo lo que hay debajo y de alguna manera haciendo que la calle parezca más siniestra y solitaria que si estuviera completamente a oscuras.

Pero está funcionando. Y necesita terminar su informe.

Toma sus cosas, se encoge de hombros, se pone el abrigo y sale a la calle. El viento lo golpea, fuerte y frío, y él se agacha mientras cruza la calle. Se sienta debajo de la lámpara y comienza de nuevo su tarea.

El viento se levanta y el aire se vuelve francamente frío después de que el sol se pone por completo. Su mano está temblando y pálida cuando termina, y le castañetean los dientes. Pero terminó. Y honestamente está lo suficientemente cansado como para dormir esta noche.

Un pensamiento entra en el fondo de su mente y le suena muy parecido al Soldado del Invierno.

—Vuelve adentro —dice—. Hace demasiado frío aquí afuera para ti, niño.

Está oficialmente lo suficientemente frío como para alucinar.

Bueno, el tipo tiene razón. Hace demasiado frío aquí para él. Regresa arrastrando los pies a la estación de bomberos y se mete debajo de las mantas, el abrigo, los zapatos y todo. La lona ha hecho su trabajo; el viento no llega del todo a su dormitorio, aunque una breve ráfaga agita los bordes de vez en cuando.

Cuando cesan los escalofríos, cae en un sueño inquieto. Unos minutos más tarde, la energía roja en forma de mano se materializa sobre él, se presiona contra su frente y entra en un verdadero sueño por primera vez desde que despertó en esa horrible máquina.

***

Su sueño es horrible. Se las arregla (porque qué otra opción tiene), pero es difícil. El piso de cemento está helado, el viento atraviesa la chaqueta de su uniforme y pasa la mayor parte de la noche temblando.

Y cuando duerme, sueña con la muerte, el fracaso y el polvo.

Tony está empalado, aplastado, convertido en cenizas como lo hizo Peter, todas las formas de muerte con las que su mente puede soñar. A veces, Thanos apuñala a Peter. A veces los Guardianes, a veces la tía May o Ned o...

En un momento, ve a Star Lord aplastado por rocas de la luna que Thanos le arrojó a Tony. Peter mira su cuerpo y se horroriza cuando Star Lord se despierta y lo mira.

—¡No es así como sucedió! ¡Nos salvaste!

Peter se congela, atrapado en un torbellino de confusión y culpa. Más voces gritan a su alrededor, aunque solo puede ver a Star Lord.

La voz de Star Lord, distante y molesta, interrumpe.

—¡Haz algo para ayudarlo, doc! ¡Averígualo!

—Spaceman tiene razón —dice Falcon—. Él no puede seguir así.

—Bien —dice el Dr. Strange.

La pesadilla de Peter se congela y luego desaparece en una ola de luz verde. Peter se queda en la oscuridad. Gime, medio dormido, dando vueltas y vueltas, con los dedos agarrando la gruesa tela de su manta...

Espera. ¿Manta?

Abre los ojos y mira hacia abajo. La manta es gruesa. Pesado, rojo y cálido, y no una manta en absoluto. Es una capa.

Él conoce esta capa. Es el amigo del Dr. Strange.

Cuando mira hacia arriba, descubre que no está en la estación de bomberos. Está en una biblioteca. Las estanterías se alinean en las paredes, se extienden hasta el techo, cada centímetro de ellas está cargada de gruesos tomos encuadernados en cuero.

—Señor Parker. Bienvenido —dice una voz, profunda, rica y familiar.

—¿Dr. Strange? —pregunta Peter, sentándose y frotándose la frente. La capa sigue sus movimientos, manteniéndolo caliente, y siempre estará agradecido por eso—. ¿Dónde... es esto real?

—En cierto sentido. Esto es un sueño, y como un sueño, se desvanecerá cuando te despiertes —responde Strange—. Los demás y yo pensamos que te merecías una noche de sueño decente. No podremos hacerlo todas las noches, pero podemos intervenir de vez en cuando.

—¿Los demás?

—Yo, los Guardianes, un cierto número de Vengadores, el Rey T'challa, la Princesa Shuri, el Director Fury, María Hill y...

—¿Por qué te molestas en desperdiciar tu aliento? Esto ya es una pérdida de tu poder, hechicero. El niño no recordará un momento de esto cuando despierte —dice otra voz, burlona y aburrida.

Un hombre sale de las sombras, vestido con túnicas verdes. Tiene uno de los tomos más grandes encuadernados en cuero en sus manos.

Peter mira a Loki. Strange suspira.

—Y Loki Odinson, Príncipe de Asgard.

—Encantado, aunque ya nos conocemos —dice Loki, distraído por el libro que tiene abierto frente a él—. Tu historia en el Anshega es ridículamente incorrecta, hechicero.

—¿Por qué estás aquí de nuevo? —pregunta el Dr. Strange.

—Porque quiero estar aquí, y aunque tus poderes son ciertamente impresionantes, tu habilidad deja mucho que desear. Continúa —dice, agitando una mano desdeñosamente—. Habla con la araña. No te interrumpiré.

La expresión de exasperación en el rostro de Strange imita tan bien la expresión de enfado de Tony que Peter sale disparado brevemente.

—Como estaba diciendo, Peter —dice Strange—. Estás a salvo aquí. Te despertarás por la mañana, renovado y cómodo. Todos vamos a turnarnos con esto.

—¿Pero no lo recordaré?

—No del todo. Puedes oírnos y reaccionar ante nosotros en algún nivel subconsciente, pero no lo recordarás. No hasta que empieces a aprender a usar la piedra.

—¿Es eso algo que debería aprender? —pregunta Peter.

—Tal vez —dice el Dr. Strange lentamente—. Habría consecuencias. No lo recomendaría en este momento.

—Bueno, tú eres el mago. Lo sabrías.

—Hechicero —corrige Strange—. En cualquier caso, estás a salvo. Estás caliente. Te despertarás descansado. Hasta entonces, tus sueños parecerán mucho más lúcidos de lo normal.

—Entonces, estoy dormido en la vida real, pero despierto aquí —Peter piensa, mirando alrededor de la biblioteca. Se siente tan real como cualquier otra cosa, pero hay un brillo sutil en las esquinas más lejanas—. ¿Qué debo hacer hasta la mañana?

—Lo que quieras. Solo estarás atrapado dentro de un reino de bolsillo de nuestra propia creación mientras dure.

Peter mira la estantería más cercana.

—¿Tienes una copia de El Señor de los Anillos?

Strange ríe, y el libro aparece en las manos de Peter. Loki levanta la vista de su propio libro, frunciendo el ceño con curiosidad.

—Disfrútelo, señor Parker.

***

Termina su informe temprano y lo entrega antes de tiempo. El ceño fruncido permanente en la expresión del profesor de historia se suaviza en una cantidad microscópica después de eso. Peter también deja de ser un objetivo para las preguntas difíciles. Lo cual es bueno.

El resto de sus clases pasan como de costumbre. Está tomando una variedad de clases normales este semestre: ciencias físicas, química, literatura, historia moderna y gimnasia. Su clase de química solo se reúne dos veces por semana durante los períodos de bloque, pero se las arregla para iniciar el proceso de creación de su fluido de red, lo cual es bueno.

Todavía tiene que hacer un solo amigo. O ser reconocido por cualquiera que no sean sus maestros. Eso no es sorprendente. Su único amigo real en Gotham es un tipo en mallas que salta de los edificios por diversión, quien probablemente también lo llevaría a la cárcel si supiera que Peter es un ladrón.

La escuela le da una especie de estabilidad a su vida que él necesita, por lo que no puede quejarse demasiado.

***

Los depósitos de estipendio al final de la semana. Peter podría ir a buscar una cena decente en alguna parte, o más aparatos electrónicos con los que jugar, pero viajar en tren y caminar varias cuadras desde el metro hasta la escuela lo ha agotado. También es de noche, y los asaltantes siempre se vuelven más valientes cuando se pone el sol. Lo último que necesita es perder una comida ante un grupo de imbéciles que se esconden dentro de uno de los muchos callejones oscuros que salpican el Bowery.

En lugar de cenar, opta por los tejados. Y no se sorprende cuando Nightwing hace otra aparición.

Nightwing sube a la azotea y se deja caer a su lado. Le ofrece a Peter un sándwich envuelto en papel pergamino, aplastado.

—Probablemente no sea la calidad de Delmar, pero...

Peter podría abrazar al tipo.

—No me estoy quejando. ¿De dónde sacaste esto?

—Lo hice —dice Nightwing fácilmente, sacando su propio sándwich—. El cielo está lo suficientemente despejado como para que podamos ver estrellas esta noche. Oracle dice que hay una lluvia de meteoritos que se supone que comenzará pronto.

—¿Crees que podremos verlos en la ciudad?

—Definitivamente. Se supone que esto es grande. Mi hermano se ha estado volviendo loco por eso durante semanas —dice Nightwing, tomando un poco de su sándwich—. Ha tenido su telescopio preparado durante horas.

—¿Tu hermano?

—Red Robin —dice Nightwing—. Probablemente no lo hayas visto todavía.

—Estoy sintiendo un tema de pájaro aquí.

—Es un buen tema —dice Sam, distante.

Nightwing sonríe.

—Los pájaros son geniales.

Peter sacude la cabeza y se vuelve hacia su sándwich. No es la calidad de Delmar, pero está muy cerca. Y es una de las mejores cosas que alguien ha hecho por él desde que llegó a Gotham. Se toma su tiempo para comerlo.

Se sientan juntos en la azotea, observando la lluvia de meteoritos sobre la ciudad.

Por el momento, Peter conoce la paz.

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Notas:

En el borrador original, Peter no conoció a Nightwing hasta el capítulo siete. Pero eso hizo que algunos de los últimos capítulos fueran menos interesantes.

Publicado en Wattpad: 17/06/2023