|||-3 𝒂ñ𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒖é𝒔-|||
Tres años habían pasado desde que vikingos y dragones comenzaron a convivir juntos, y aunque para Amelia fue un poco difícil aceptar y olvidar las viejas costumbres que tenía, al final terminó aceptando la nueva vida que estaba llevando
La chica se encontraba dando un paseo con Sareth un hermoso dragón grande de color azul, un dragón nórdico, el mismo que la salvó cuando se lastimó el brazo hace tres años, como era de costumbre para ambos salieron a dar un paseo mañanero, era algo que les gustaba mucho a ambos
—Es un hermoso día ¿No Sareth?— la pelirroja acaricio la cabeza de su dragón— Y pensar que hace tres años quería matar a los dragones— Sareth movió bruscamente su cabeza en forma de desaprobación— Sabes que nunca te haría daño hermoso, eres un compañero increíble— afirmó la jinete con una sonrisa
Todo el camino estaba muy silencioso y tranquilo, la vista era hermosa, Amelia estaba perdida en sus pensamientos cuando alguien la sacó de ellos
—Veo que no me quisieron invitar en su vuelo— dijo Hipo dándole una hermosa sonrisa
—No le agradas a Sareth y tampoco a mi— respondio burlona la chica
—Ahh claro mientras Chimuelo y yo los adoramos, ustedes nos desprecian y nos dejan a un lado— dijo triste y dramático como siempre
—Nunca incluí a Chimuleo, ¿O sí?— la ojiazul comenzó a reír un poco por la cara que Hipo había puesto
—Esta bien tu ganas, ya no te molestare más— habló con su típico tono dramático—
Solo quería que supieras que Brutacio y Burtilda nos reemplazarán en la vigilancia de esta noche ¡Adiós linda!— se despidió el azabache
—Linda... — murmuró su "amiga", y si, aunque ambos hace tres años confesaron sus sentimientos ninguno de los dos se atrevía a dar el siguiente paso
Amelia por su lado sentía que Hipo no estaba seguro sobre sus sentimientos hacia ella, creía que tal vez no la quería para algo serio asi que había decidido no presionarlo, Hipo por otro lado se sentía inseguro respecto a los sentimientos de la chica, pues el la quería demasiado pero sentía que no era suficiente para ella y que no le daría lo que ella merecía, claramente ambos estában muy mal informados acerca de los sentimientos del otro, pues ambos chicos se querían demasiado solo que no los sabían
[•••]
Habían pasados unas horas y la chica se encontraba en el comedor para desayunar
—Hola preciosa— saludo su mejor amiga con una sonrisa y beso en la mejilla
—Hola— murmuró Amelia perdida es sus pensamientos como siempre
—¿Estás bien?— preguntó Astrid preocupada
—¿Vamos a nuestro lugar después del desayuno?— preguntó la pelirroja con una sonrisa, a lo cual su amiga asintió, ambas sabían que se venía una platica
Llegaron todos los demás chicos y se sentaron donde estaban sus amigas saludandolas a ambas
—Que hermosa que te vez hoy Astrid— halago Billy con una sonrisita nerviosa
—Gracias Billy, igual tu— respondió la rubia con una sonrisa antes de ruborizarse
Billy miró a su hermana quien le dio una señal de aprobación, ella sabía de los sentimientos que tenía su hermano hacia su mejor amiga, se lo había confesado unos meses antes, confesandole que estaba enamorado de ella, y que le ayudara a conquistar a la rubia
Hipo se sentó a un lado de la chica saludandola con un beso en la mejilla, ambos jóvenes se encontraban hablando con sus amigos de cosas triviales, nada nuevo, solo las vigilancias y nuevas islas que Hipo y Chimuelo encontraban cada día
—¿Amm podríamos hablar en la tarde?— pregunto Hipo dirigiéndose a la pelirroja, la chica volteo a mirarlo
—Claro— dijo con una sonrisa— ¿A que hora? ¿Y en donde?— pregunto con duda
—Amm a las seis, más al rato te lo diré donde ¿esta bien?— respondió Hipo nervioso
La chica no quería quedarse con la duda, así que decidió preguntar aunque para su mala suerte la interrumpieron
—Hola Amelia— dijo un joven con una sonrisa coqueta
Thomas, un vikingo de ojos azules, alto y cabello rubio, dos años mayor que ella, era un joven muy cotizado, muchas chicas querían con el, aunque el solo le gustaba la atención que las mujeres le mostraban
—Hola Thomas— saludo indiferente la ojiazul
—Por favor, dime Tom linda, no seas tímida— una sonrisa egocéntrica apareció en su rostro— Quería saber si te gustaría salir a dar un paseo en mi dragón hoy por la tarde— se pregunto, estaba seguro que la chica le diría que si
Hipo por su parte escuchaba como intentaban invitar a salir a su chica que todavía no era "su chica", Chimuelo se acercó a él mientras él azabache lo saludaba cabizbajo
—¿Un paseo?— cuestionó Amelia, el rubio solo asintio con una sonrisa coqueta— No gracias no estoy interesada— respondió, Thomas miro confundido a la chica
—¿Qúe?— miro incrédulo a la joven— Muchas chicas estarían muertas por que las invitara a salir ¿Sabías?— reclamó el rubio
—Que bueno... invita a otra pero no a mi, piérdete— lo miro con enojo, no era la primera vez que el rubio se acercaba a ella con el afán de invitarla a salir
El chico con enojo se fue, mientras sus demás amigos se burlaban de cómo rechazo la chica al rubio que se sentía "inalcanzable"
—¿Entonces... ¿Esta bien a las seis verdad?— preguntó Amelia con una sonrisa a Hipo, quien estaba aún más inseguro con lo que paso hace un momento
—S-si si a las seis — sus nervios estaban a flor de piel— Me tengo que ir mi padre quería hablar conmigo, adiós— se despidió el chico de sus amigos
La pelirroja lo veía confundida, su actitud era rara, más que de costumbre, por otro lado miro al rubio que le habia hablado hace un momento, la chica no mentiría, Thomas era un vikingo muy guapo y fue el su primer beso, eso paso hace ya tres años, ella no le dio importancia pues ella sólo sintió atracción física por el rubio, en cambio con Hipo era distinto, no solo le gustaba su físico que mejoro considerablemente, si no que también su personalidad era algo que a la chica le encantaba
[•••]
Ya eran las 5:00 pm de la tarde, Astrid y Amelia se encontraban en una colina alejada de la aldea, era su lugar para encontrarse sin que nada ni nadie las interrumpieran
—Habla— dijo Astrid, quien miraba a su mejor amiga con intriga
—Tengo muchas dudas— comenzó a decir la pelirroja— a veces siento que Hipo me quiere pero otras veces siento que no, es como si... el no estuviera seguro de estar conmingo— dijo cabizbaja— Astrid dime una cosa y quiero que me contestes con la verdad— su amiga asintió— ¿Hay algo mal en mi?- pregunto con tristeza
—¿Qué?— respondió su amiga sin entender a lo que se refería su amiga
—¿Acaso no soy lo suficientemente bonita para el?, o ¿No soy tan valiente o fuerte como a él le gustaría?— dijo rápidamente, cosa que le sorprendió bastante a la rubia
—Por Odín— vocalizo sorprendida su amiga— Amelia eres la mujer más hermosa que mis ojos han visto y estoy segura que Hipo jamás verá a una mujer más hermosa, fuerte y valiente como tu— aseguro su amiga dándole una sonrisa— Y si el no quiere nada serio contigo es porque es un idiota, aunque... estoy segura que el te quiere más de lo que te imaginas— continuaba dándole ánimos su mejor amiga— Eres una mujer increíble y no necesitas de ningún hombre para saber lo mucho que vales, además, si Hipo no te quiere... sabes que ambas podemos huir de Berk y casarnos— terminó dándole una linda sonrisa
—Entonces Billy me odiaria— la chica se río un poco— Gracias Astrid, enserió eres la mejor amiga de todo el mundo— agradeció la pelirroja, ambas se dieron un abrazo
—Ahora mejor dime ¿Qué es lo que se traen tu y Billy? ehh— habló la chica con una sonrisa pícara
—Mejor vamos a la aldea de nuevo, Hipo seguro ya te esta esperando— respondió nerviosa la rubia
—Sabes que esta conversación la tendremos mañana ¿Verdad?— afirmó Amelia
Astrid dio un suspiro— Lo se lo se, ya vamonos— dijo subiéndose a su dragón— Vamos Tormenta-
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Por otro lado Hipo se encontraba junto a Chimuelo, Billy y Preciosa (el dragón de Billy) en el mismo lugar donde Amelia le su primer beso en la mejilla a Hipo, la noche que ella descubrió todo
—¿Estás bien amigo?— le preguntó Billy a Hipo al ver que estaba demasiado nervioso
—¿Y si me dice no? ¿Y si me dice que solo me ve como amigo? ¿Viste como rechazo a Thomas?... mejor no...— Hipo comenzaba a hablar demasiado rápido
—Tranquilo— Billy lo tomo de los hombros— Conozco a mi hermana... ella te dirá que si— eso tranquilizo al azabache
—Gracias— respondió Hipo— ¿Podrías entregarle esto?— le entrego un pequeño sobre— Por favor— Billy asintió con diversión
—Bueno yo me tengo que ir— se despidió Billy— Suerte con mi hermana— dijo mientras se alejaba
Mientras tanto Hipo estaba preparando los detalles finales, osea estaba controlando sus nervios, al fin había llegado el día
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