Veinticuatro cartas
noventa poemas,
cientos de palabras
millones de letras.

Amaba esperarte hasta la madrugada,
amaba pedirte que te cuidaras,
amaba contarte del clima por la tarde,
para asegurarme de que te abrigaras.

Contigo lo tenía todo,
tu existencia me llenaba de vida,
tu voz me tranquilizaba,
era eso lo que mejoraba mis días.

Amaba que me contaras tus penas,
amaba que confiaras en mí,
amaba ser tu primera opción
amaba que conmigo podías reír.

No mentí cuando dije que era tuya,
yo no puedo buscarte en otra persona,
siempre quise que fueras tú
el único que me enamorara.

Siempre tuya, siempre para ti,
amaba estar con mi única mitad,
siempre tú, siempre fue así
tú el amor de mi vida, juntos, por fin.

Amaba que me dijeras la verdad,
amaba que no ocultabas nada,
amaba que me buscaras sin dudar cuando estabas mal,
amaba estar con quien yo amaba.