Sacaste lo mejor de mi,
te di todo lo que podía,
aunque yo me quedara sin nada
aún así te di mi vida.

Mis ojos, mis oídos, mi voz,
mis manos, mis caderas, mi rostro,
mis hombros, mis brazos, mis piernas,
todo te di, aunque de mi ya nada existiera.

Me hundí, me lastimé, me perdí,
me menosprecie, me olvidé, me jodi.
No me queda nada bueno, siento que no valgo la pena,
para ser sincera me siento como una completa mierda.

Me quedé, me atendí, me arreglé,
me esforcé, me arriesgué, me tropecé.
Te adoré, te amé y te perdí,
¿Ahora qué se supone que deba hacer?