El sol salió lentamente esta mañana,
yo ni siquiera me percaté de ello,
mantuve hasta tarde mi cortina cerrada,
deseando que este día se fuera igual que un sueño.

Lloré hasta caer dormida,
mi nariz sangró un poco,
el motor latente de mi pecho se contrajo
quería gritar que esto me dolía tanto.

Te busqué entre la multitud,
quería encontrar tus ojos,
esperé al final del evento
pero sólo salí muriendo lento.

Descubrí que estabas en otro lugar,
con desconocidos que te dicen amar,
supe que no valía llorar
pues tú ya no me recuerdas más.

Padre de una familia ajena,
me tratas como si yo no existiera,
te odio con todas mis fuerzas
me cansé de esperar a que volvieras.

Me rompes el corazón en más de mil pedazos,
es mi error seguir creyendo que cambiarás,
que extrañas tenerme en tus brazos,
pero cómo un sueño nada se vuelve realidad.