San y su abuela se encontraban en la sala, el pelinegro viendo la televisión y Dami tejiendo un gorro para su nieto.

—Abuelita, quiero contarte algo. —San apagó el aparato y se sentó junto a la omega.

—Que pasa, mi algodón ¿es algo malo? —Dami dejó de tejer y le prestó atención al alfa.

—Yo...eh, me gusta alguien. —Dami se sorprendió al escuchar aquello. —Encontré a mi omega destinado, estoy muy feliz abuelita. —San sonrió y abrazo a la omega.

—Cuéntame ¿Quien es la o él afortunado de tener el corazón de mi algodón? —Dami estaba contenta, ella tenía mucha comunicación con el alfa, en las llamadas que tuvieron nunca le habló sobre parejas. Pero ahora ver la sonrisa enamorada de su nieto, se sentía demasiado feliz.

—Es un él y tal vez tú lo conoces. — dio un pequeño suspiro. —Es de aquí. —

—No me dejes con las ansias, dime ¿quien es? —

—Se llama Wooyoung. —al alfa se le pusieron sus orejas rojas al decir el nombre de la persona que tenía su mundo de cabeza.

—¡Oh, si lo conozco! el pequeño Wooyoung,  él es un niño muy tierno y amable. Algunas de veces me hace compañía y lo invitó a comer galletitas. —la omega sonreía enternecida.

—Lo conocí en el bosque, fue un encuentro muy divertido y vergonzoso. —San le contó todo a su abuelita, la omega pudo ver el brillo en los ojos de su nieto, estos brillaban siempre que mencionaba a Wooyoung.

Pero Dami estaba un poco preocupada. Wooyoung era un omega demasiado inocente y con un corazón puro. Pero de la persona que no confiaba era la madre de este, era una mujer muy hermosa, pero sus ojos eran fríos y actitud algo tosca, no dejaba que ningún alfa se acercara a su hijo, ella alejaba a todos. Por eso el pequeño omega desde que se mudaron al pueblo hace dos años, no había tenido ningún amigo.

Y rogaba para que ninguno de los dos chicos saliera lastimado.

Wooyoung se encontraba bajo el árbol leyendo un libro, estaba tan concentrado, que no pudo sentir la presencia de alguien más. Sintió unas frías manos tapar sus ojos, al principio se asustó, pero sintió el conocido aroma de cierto alfa.

—Ya sé que es usted, hyung. — tomó las pálidas manos y las quitó de su rostro.

San con una sonrisa se sentó frente al Omega, pero esta desapareció al ver el rostro pálido del otro. —Hadita ¿te sienten bien? te vez un poco pálido. —

—Estoy bien, hyung, solo tenía un resfriado, por eso no pude venir dos días, hoy quería tomar aire fresco y por eso salí, además quería verlo. — San asintió, pero se sintió extraño, no quería hostigar con más preguntas, así que se las guardo.

—Algo me dijo que hoy si te vería, te traje galletas, mi abuela me ayudó a prepararlas. — San tomó la pequeña canasta y las coloco en las manos de un sorprendido Wooyoung.

—Oh, muchas gracias hyung. — el lobo de Wooyoung se removió feliz en su interior, tomó una galleta y la mordió, rápidamente reconoció ese sabor.

— ¿No te gustaron? — el alfa estaba nervioso, el se esforzó mucho en aprender la receta de su abuela, para que estas salieran perfectas y así sorprender a su Omega.

"Tal vez no le gustan las chispas de chocolate" pensó. 

Wooyoung vio la cara desilusionada del alfa, terminó de comer y habló. —Están deliciosas, pero me sorprendió algo, el sabor es igual a las galletas de la amable señora Choi. Ella es mi única amiga y me invita a su casa. —

—Te cuento algo increíble. —el Omega asintió curioso. —La señora Choi, ella es mi abuelita. —

— ¡¿Que?! esto me sorprendió, así que tu eres el famoso nieto del que ella siempre me habla. — el Omega muy feliz siguió comiendo las galletas.

—Si, ese soy yo, el guapo San. —el alfa infló su pecho con orgullo.

—Claro, "algodón" — el Omega río al ver el rostro avergonzado del alfa.

—Como... ¿Cómo sabes? —San tapó su rostro con sus dos manos.

—Cuando ella me contaba de ti siempre decía " Mi algodón esto" "Mi algodón el otro" y tú eres su único nieto. — Wooyoung se acercó y le quitó las manos del rostro. —Algodón es muy tierno. —

San se moría de la vergüenza pero al ver la bella sonrisa del Omega lo reconfortaba. Se acercó más al pelimorado y beso la punta de la nariz, Wooyoung se sorprendió un poco cuando el alfa lo beso, no le disgustaba, al contrario quería que San le regalara muchos besitos, pero claro, eso no se lo diría, se lo guardaría para el mismo.

—Woonie también es muy tierno y lindo. —

Sus miradas conectaron y sus lobos saltaban de la felicidad. Y el Omega comprendió todo, el chico frente a él era su alfa.

San era su dulce alfa...

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¡Hola! Volví.

Espero hayan pasado unas felices fiestas. Les deseo un próspero año 2020 y que todas sus metas se cumplan.

Nota actual 2020: No fue un buen año :c  Cuídense mucho por favor, laven sus manos, coman bien, todo esto es difícil pero hay que ser positivos :3 ♡

Gracias por leer (๑'ᴗ')ゞ♡