𝓟𝓻𝓸𝓽𝓮𝓬𝓬𝓲ó𝓷
Os recomiendo ir a mi tiktok para nuevos spoilers, ya que veo a muchos muy tristes jsjsjs
tiktok: its.yaayi
(un poco aburrido, no tenía ideas, pero largo)
Esa misma noche Bella le avisó a su hermana para que supiera a que hora podrían venir los lobos, al parecer los Cullen iban a ser los primeros en hacer las rondas para que luego pudieran cazar con comodidad.
Blair se dio cuenta, al mirar por la ventana, que quien tenían la ronda esa noche eran Alice y Emmett, quien al verla en la ventana no apartó la mirada. Alice la saludó siendo correspondida, pero Emmett no hizo nada. La chica volvió a sentir ese dolor en el pecho, se puso una mano allí con una mueca de dolor viendo por el rabillo del ojo como Alice daba un paso al frente por la preocupación.
Escuchó gruñidos cuando Alice dio ese paso y miró por la ventana para ver a Sam y a Paul llegando entre los árboles, relevando así a los Cullen. Blair abrió la ventana y lanzó dos pares de pantalones para ellos, no tardaron mucho tiempo cuando los dos hombres entraron por su ventana con una sonrisa. Sam levantó su brazo y pudo ver que traía una cesta llena de comida, Paul hizo lo mismo pelo con películas.
Así estuvieron toda la noche, haciendo maratones de películas de miedo y de acción, mientras comían la deliciosa cena que había preparado Emily. Eso era lo que necesitaba Blair, a sus mejores amigos para olvidarse de todo, y así fue.
Blair olvidó por esa noche todo lo relacionado con lo sobrenatural. Estuvieron riendo, comiendo y viendo películas toda la noche, hasta que la chica se quedó dormida sabiendo que estaba a salvo. Sabía que su familia ahora era mucho más grande, pero no la cambiaría por nada.
Hoy le tocaba la guardia a Jacob con Bella, los ojos de todos los Cullen estaban muy negros y se notaba que llevaban tiempo sin comer bien. Por ello decidimos que Jacob estaría con Bella todo el día mientras los demás hacíamos las demás guardias, así los Cullen podrían comer sin preocuparse de la protección de Bella.
Blair estuvo todo el día en la reserva, entrenando a Seth y ayudando a los demás con las guardias. Cuando llegó la noche Blair ayudó a encender el fugo con su magia y repartió comida junto a Leah, hoy tocaba noche de historias.
Minutos después pudo ver como Seth saltaba de su sitio para ir a saludar a Jacob y a Bella, quienes acababan de llegar. Blair se sentó entre Sam y Paul, notando como Paul pasaba un brazo alrededor de sus hombros para darle apoyo, sabía que historia contarían hoy.
—Hoy contaremos una historia de nuestra mayor heroína. — empezó Billy mirando con atención a Blair.—"Hace siglos, cuando los inviernos eran largos y crueles, la manada Quileute enfrentó su mayor amenaza. Los fríos, aquellos seres inmortales que se alimentaban de sangre, habían llegado a las tierras que los lobos protegían. Estos vampiros, tan pálidos como la luna misma y con una velocidad aterradora, se movían en la noche, acechando a los aldeanos indefensos. La muerte los seguía como una sombra, y en pocos días, muchos Quileutes cayeron bajo su mortal sed de sangre.
Los licántropos, guardianes de su pueblo, habían sido invencibles por generaciones. No había enemigo que pudieran temer, pues su fuerza y ferocidad en batalla eran incomparables. Sin embargo, los fríos eran distintos. Eran más veloces que el viento, más fuertes de lo que jamás habían enfrentado. Por primera vez, los lobos no pudieron seguir el rastro de su enemigo. En el campo de batalla, los golpes de los vampiros eran como relámpagos. Cada embestida de los lobos era respondida con una velocidad que nunca habían conocido, y pronto la desesperación se apoderó de ellos. Uno a uno, los guerreros de la manada caían, y tras horas de lucha, los Quileutes, agotados y abatidos, se rindieron, creyendo que su destino estaba sellado.
Pero en medio del caos, cuando las sombras de los fríos parecían consumarlo todo, apareció una figura inesperada. Era una mujer, de piel tan clara como la de los vampiros, pero sus ojos brillaban con una determinación que ningún frío podía igualar. Nadie la había visto antes, y su presencia desconcertó a ambos bandos. Sin dudar, se lanzó contra uno de los vampiros con una fuerza sorprendente. Su lucha era distinta, precisa y letal. Mientras los lobos habían sido derrotados por la velocidad de los fríos, ella parecía bailar con ellos, anticipando cada movimiento, y en cuestión de minutos, logró lo que nadie más había podido: derrotar al vampiro.
Los fríos, por primera vez, sintieron temor. ¿Quién era esta mujer que poseía una fuerza capaz de igualar la suya? ¿Cómo podía derrotarlos tan fácilmente? En silencio, retrocedieron, y pronto, desaparecieron en las sombras de la noche, dejando atrás una aldea devastada pero viva.
Desde ese día, la guerra entre vampiros y licántropos quedó marcada en la historia de la manada Quileute. Aunque continuaron enfrentándose en batallas futuras, jamás olvidarían a la mujer que apareció de la nada y los salvó cuando todo parecía perdido. No era una de ellos, pero su valentía y poder habían salvado a la manada, cambiando para siempre el curso de su destino."
—Didyme nos salvó. — habló ahora Sue Clearwater. — Una vampira que no tenía nada que ganar protegiéndonos luchó con firmeza contra los suyos para salvarnos.
Bella levantó la mirada al entender que la historia trataba de la madre de su hermana, Blair seguía apoyada en Paul escuchando y sonriendo al escuchar las aventuras de su madre. Didyme, después de eso, se quedó una temporada con la manada y cuando nació Blair todos los Quileute estaban en el hospital nerviosos por la niña que venía.
Siguieron contando varias historias más, entre ellas el sacrificio de la tercera esposa de uno de los alfas más poderosos que estuvo en la tribu. Paul y Seth intentaron comerse toda la comida, provocando varios gruñidos de todos los presentes y risas de los mayores y de Bella.
Blair suspiró feliz sabiendo y notando que se había olvidado de Emmett durante toda la noche, sin mencionar que se había dormido entre Paul y Sam y se despertó en la habitación de invitados que tenía la casa de Emily para situaciones como esta.
Esa misma mañana Blair estuvo como la anterior, entrenando y protegiendo su propia casa. Entrenó con Sam y después lo hizo con los hermanos Clearwater, quienes no consiguieron nada más que un simple golpe que casi les rompe la mano.
Estuvo mensajeando que con su hermana, ella le contó que estuvo toda la mañana en la casa de los Cullen y que no pensaba volver hasta el anochecer. Blair llegó antes que su hermana a casa y estuvo toda la tarde estudiando en su habitación recibiendo de vez en cuando comida de su padre.
Escuchó cuando llegó Bella, lo que habló con su padre y cuando subió a su habitación, también escuchó la intromisión de Edward y se obligó a irse a la cama para intentar dormir, no quería escuchar nada de lo que dijeran ellos dos. Pero no funcionó.
Blair descubrió que su hermana le estuvo ocultando todo el tiempo su amor por la inmortalidad y su deseo de convertirse después de la graduación.
Blair ya estaba harta de estar protegiendo a su hermana y más cuando ella no parecía lista para ser protegida. La castaña pensó que Isabella no apreciaba lo que tenía, una manada y un clan de vampiros unidos solo para protegerla a ella, quien pudiera.
Estaban las dos hermanas Swan con Jacob caminando por un lago precioso al que les había traído el lobo para pasar el rato, Bella no quería quedarse en casa por lo que tuvieron que cambiar de plan con rapidez.
La hermana menor caminaba junto a Jacob un poco más adelante mientras que Isabella se quedaba atrás al estar parándose para poder admirar las vistas. Los dos lobos ya habían estado allí, fue una de sus primeras citas en ese lago y Blair se sentía algo incómoda al saber que la había traído allí para que recordara su primera vez. Porque sí, su primera vez fue con Jacob en un lago después del picnic.
—Oye Jake. — los dos lobos se detuvieron para girarse y mirar a Bella, quien solo miraba a Jacob. — Alice a preparado una gran fiesta de graduación, estas invitado.
—¿Y yo no? —preguntó Blair con un puchero fingido, lo último que quería era ir a una fiesta en donde estaba su imprimación.
—Seguro que Alice ya te lo ha comentado e invitado. — habló Bella sabiendo que era verdad, Blair asintió y dejó que siguiera hablando cuando vieron la cara de diversión que tenía Jacob, eso era un no. —Si, me lo imaginaba.
Blair se alejó cuando escuchó los pensamientos de Jacob, iba a empezar con el tema de elegirle a él y la castaña ya estaba harta de escucharlo incluso en los entrenamientos matutinos. Se alejó unos pasos para ponerse al final del puente, escuchando vagamente a los dos que tenía detrás, hasta que su nombre salió.
—¡Le estás ocultando todo a Blair! — la mencionada giró la cabeza para ver a Jacob señalándola mientras Bella negaba con la cabeza, rogando que no mencionara nada más.
—Basta Jake. —murmuró Isabella intentando detener la palabrería de su amigo al ver como su hermana les prestaba atención.
—¡No! ¡Ella tiene que saber!— Jacob se giró a mirar a Blair con un gesto de enfado. — Tu querida hermana no piensa en los demás y quiere convertirse en una fría, después de su graduación.
Blair hizo una mueca extraña, anoche ya había escuchado todo eso pero oírlo decir de la boca de Jacob y ahora sabiendo que es cierto es algo que le impactó bastante. La castaña ya notaba que su hermana quería convertirse, solo tenía que analizar las miradas mortíferas que le lanzaba después de convertirse ella.
—Te dije que se lo contaría yo Jake. —balbuceó Bella sin atreverse a mirar a su hermana.
—¿Y cuando sería eso? —atacó de nuevo. —¿Cuando ya estuvieras muerta? ¿Cuando ya no pudiéramos soportar tu hedor?
—Blair lo puede soportar...— susurró Bella mirando a su hermana.
—En realidad no, pero supongo que mi opinión no importa. — Blair se encogió de hombros, no iba a discutir por la vida de su hermana, no era su vida la que estaba en juego y no pensaba reprocharle nada a no ser que le afectara a ella. Lo cual no era así.
—¿¡Has pensado si quiera en tu padre?! ¡¿Tu madre?! — gritó Jacob temblando de furia y Bella retrocedió un paso, Blair no tuvo más opción que adelantarse hacía ellos e interponerse entre los dos.
—Callate la boca. —gruñó la castaña mientras protegía con su diminuto cuerpo a Bella. —Es su vida, ni tu ni nadie va a decirle lo que puede o no hacer con ella ¿entendido? —señaló a Jacob, pero este no dijo nada. —Me da igual lo que pienses Jake, papá lo entenderá y ya ayudaré yo con su madre. Tú no te metas.
Blair se apartó cuando vio que el licántropo había dejado de temblar, pero no se pudo esperar lo que vino después.
—¡Te dije que le diría yo! — gritó Bella enfurecida y, antes de que su hermana pudiera pararlo, ella ya había impactado su puño en la mejilla de Jacob, soltando un grito por ello. —¡Joder, mierda!
Bella sacudió su mano intentando amortiguar el dolor, pero todos los presentes sabían que su mano estaba fracturada. Blair soltó una carcajada después de analizar lo que había ocurrido y la reacción de su hermana, Bella miró a su hermana y se fue hacía la camioneta con paso firme. La castaña supuso que se fue para esperarles.
—Creo que se enfadó. —murmuró Blair sin apartar la vista de su hermana.
—¿Tú crees? —Blair volvió a reír e hizo un gesto para que empezaran a andar, cosa que Jacob no hizo. — Te quería comentar algo.
La chica se giró confusa, tampoco le dio mucho tiempo a reaccionar cuando los labios de Jacob estuvieron sobre los suyos con gran rapidez. ¿Otra vez? pensó Blair y al segundo apartó a Jacob y esta vez, en el puñetazo, Jacob estuvo en el suelo por el impacto con un gran hematoma que empezaba a sangrar.
—Nunca aprenderás.
Cuando cayó la noche Jacob ya había aparcado en coche en la entrada de la casa Swan, lso tres estaban bajando de su asiento cuando Blair se dio la vuelta para ver a un coche a toda velocidad aparcar detrás de ellos, no pudo evitar soltar una risa.
Ella se quedó atrás mientras Jacob y Bella dieron dos pasos hasta que Edward se interpuso en medio agarrando del cuello de la camiseta a Jacob. Edward le estaba ladrando que no volviera a provocarla o cosas por el estilo, Blair no pudo escuchar demasiado cuando notó a una figura apoyarse al lado de ella en el coche.
—Hola.
Blair juraba morirse allí mismo. No recordaba haber escuchado nunca su voz, pero pudo jurar que sus bragas se mojaron en ese instante y su cabeza daba vueltas solo de oler su aroma.
—Hola.
Intentó sonar lo más seca posible, viendo con una sonrisa la pelea entre Edward y Jacob. No podía evitar que le divirtiera como Edward protegía a Bella, lo que más le impresionó fue la calma con la que llevó todo el asunto Jacob, cuando minutos antes estaba temblando de la rabia.
—Alice ¿no? — preguntó Blair al darse cuenta de que ninguno de ellos tres había llamado ni contactado con nadie.
—Si. — ella asintió, no quería hablar mucho con él, se había prometido ser solo su protectora, pero no podía aguantar las ganas de querer seguir escuchando su gruesa voz.
—Menos mal que no vio más. — rió ella mientras seguía viendo a los otros tres, ahora Bella intentaba tranquilizar a los dos hombres.
—Lo hizo.
Blair se giró sorprendida, había dejado de reír y ahora estaba mirando por tercera vez a los ojos a Emmett. La mirada del hombre en frente suyo no mostraba nada bueno ¿enfado? ¿dolor? ¿celos? Ella no sabía como definir la mirada, pero otra pregunta la invadió. ¿Cuánto tiempo la había estado mirando hasta que ella giró la cabeza?
—Bueno, dudo que Edward le pueda dar una paliza mayor que yo a Jacob. — sonrió orgullosa ella volviendo su vista a los tres individuos que seguían discutiendo, solo que ahora su padre empezaba a salir de la casa. —Esto se pone mejor a casa segundo.
Blair despegó su espalda del coche y se aproximó por fin al pequeño grupo que se había formado. La chica se colocó al lado de su padre para intentar separarlos junto a él, algo que solo consiguió su padre cuando ella se colocó allí. Cosa que él notó.
—¿Alguien me quiere contar porque gritáis a estas horas? — preguntó Charlie mirando de Edward a Jacob, pero luego desvió su mirada a su hija menor cuando notó que está se puso rígida. Emmett se había puesto detrás de ella, muy cerca.
—Bueno. —empezó Blair para distraerse al ver que nadie respondía. — Al parecer Bella me ocultaba un gran secreto y Jacob me lo confesó sin el permiso previo de ella, lo que provocó furia y ¡pum! mano rota.
—¿Mano rota? — Charlie miró alarmado la mano que, ahora notó, que sostenía Bella.
—Sipi. — respondió son una sonrisa. — Lo que pasa es que Bella golpeó a Jacob al revelarme ese secreto. Supongo que se olvidó de que no puede golpearle.
Charlie entendió todo en ese momento, Blair no decía nada de ese secreto porque no le correspondía decirlo, pero Charlie sabía lo de la piel de los sobrenaturales. Algo que le descolocó cuando vio la cara del lobo.
—Pero tiene un gran hematoma, creo que veo sangre seca también. — intentó mirar más de cerca con una mueca.
—Esa fui yo. — colocó una mano en su pecho demostrando orgullo. — Me besó y le golpeé.
—Esa es mi hija. — chocó los cinco con Blair con una sonrisa, después giró la mirada a Bella y la vio de brazos cruzados con una cara enfadada. — Digo... Blair, mal, muy mal.
Blair sonrió con diversión y pudo ver como Jacob empezó a temblar para después correr al bosque, en donde supuso que se transformó. Edward se acercó a Bella y le colocó una mano en la espalda baja para dirigirla a su coche.
—¡Eh! — llamó la atención de los dos Charlie. —¿A donde te crees que vas?
—Me voy con Edward. — respondió simple Bella mientras seguía su camino.
Charlie negó con la cabeza, no quería pelear con su hija mayor. Supuso que estaría a salvo en la casa Cullen, pero igualmente los lobos iban a tener que vigilar la casa al estar él allí dentro. Charlie entonces miró al hombre restante, que no se había movido de su sitio, ahora delante de Blair a unos pasos de los dos.
—¿Y tú? — preguntó con una ceja alzada. — ¿Has venido como refuerzos o...?
—Papá. — carraspeó su hija menos dándole un codazo para que la mirara, lo cual hizo. — Él es ese él.
—¿Eh? — Charlie entonces empezó a pensar ¿ese él? Allí lo entendió todo. Blair le habló de la imprimación lobuna y ahora al ser vampira también de los compañeros, al parecer había un chico que era su impronta y por eso llegó un día llorando a casa, pero nunca supo el nombre. Ahora sabía que era un Cullen quien rechazó a su amada hija. Miró a Emmett con una furia interna— ¿Tú?
—Papá callate. — murmuro ella sabiendo que Emmett no sabía nada de la imprimación y quería que siguiera siendo así, después del rechazo no quería dar muchas explicaciones.
Charlie señaló con advertencia al vampiro, le dio igual que sea más fuerte que él, defendería s su hija aunque tenga que atravesar miles de guerras. Charlie volvió sobre sus pasos y entró a su casa, dejando a los dos solos.
—Te esperan. — habló Blair viendo como el coche de Edward no se había ido aún.
—¿No vienes? — preguntó él sin querer irse de ahí.
—¿Debería? —preguntó de vuelta con una sonrisa, fue entonces que giró con brusquedad la cabeza hacía el bosque, notando que allí estaba Sam esperándola. —Mierda, no, perdón, hoy tengo guardia.
Emmett dio un paso al frente, tenía la intención de despedirse, pero Blair empezó a correr hacía la oscuridad del bosque al ver las intenciones del otro.
Ser solo su protegida.
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