∞JungKook ∞

11 de Julio; año 2019 

Ya son tres semanas desde que deje de ir a verte al hospital, durante la segunda semana llamé a Jin hyung para saber cómo estabas, sin imaginar que tú mismo me lo dirías. Hubieras visto mi reacción hyung, estaba paralizado, no sabía que decir ni que hacer, de pronto empecé a llorar y tuve que cortar la llamada. 

Me falto el valor para decirte que soy tu Kookie, tu Jungkook-ah, tu mocoso molesto que insistía en llevarte a casa en su bicicleta, pero había asumido que si interfería en tu nueva vida volverías a salir lastimado, y era eso lo que trataba de evitar. 

“Era un 23 de mayo del año 2017, íbamos a comenzar una nueva vida juntos, estaba ansioso por mudarnos al departamento, parecía un día como de esas películas románticas…Aunque no todo había sido pleno romanticismo en nuestra relación, no tenías una buena relación con tus padres, y los míos no estaban muy felices con la decisión que había tomado, a pesar de eso éramos felices en nuestro pequeño mundo, solo tú tocando el piano y yo observándote como el más fiel espectador. 

Todo parecía ideal, perfecto, demasiado rosa para ser real… 

Me había alistado muy temprano para esperarte, solo tenías que llegar a la esquina y cruzar la calle para que yo te abrazara e insistiera en llevar tu bolso. 
Sonreí frunciendo la nariz cuando reconocí tus zapatos, levante la mirada, lucias precioso con la boina y el chaleco de lana, un sueño hecho persona. 

Te detuviste justo en la esquina, esperando a que los vehículos terminaran de pasar, me sonreíste y mi corazón pego un salto de felicidad.
Más ese salto no duro mucho, no se en qué momento terminaste tendido en el suelo, los bolsos volaron, derramados por toda la calle, tú no te movías, tenías los ojos cerrados, y yo tenía miedo de no volver a verte. 

Nuestros amigos me dijeron que un auto te había atropellado, pero fue atrapado a pocos metros después de darse a la fuga, no me importaba, pensaba día y noche como podía hacer que tú volvieras.” 

Deseaba una oportunidad para volver el tiempo atrás, y me fue concedida en tu cuaderno, ¿Cómo habría de imaginar algo así? Con tan solo arrancar esa página y esas fotos, despertaste contra el peor diagnostico, y casi ileso. 

Después de hablar con el médico entendí cual había sido el precio, tu vida era más importante que el haberme conocido. Algún ente celestial me concedió el deseo más doloroso que jamás haya pedido: Dejar de existir para ti. 

Envuelto en ello descubrí que el destino es un enigma, aunque yo me alejara de ti, tú continuabas viniendo hacia mí.