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Capítulo 56

Capítulo cortito pero necesario
(a mi parecer, pero igual espero que les guste)

.

— Bueno, creo que Sunyoul y yo deberíamos ir a comprar el resto de las cosas para la cena.

Levantó la ceja mientras miraba a Jungkook.

— ¿De verdad estas usando ese pretexto una segunda vez para déjanos a solas a Soo-il y a mi?

— Si.

Sunyoul no pudo contener su risa aún cuando cubrió sus labios, y eso por supuesto le ganó una mirada de advertencia de Soo-il.

— No estoy enojado con mi hyung, ¿por qué deberían de dejarnos a solas?

Bueno… ya es tiempo de decirte.

Tenía una semana de ser novio de Jungkook y aunque había tratado de hablar con Soo-il, su hermano nunca paraba de hablar cuando tenían alguna llamada y eso lo dejo sin oportunidad de decirle.

Además quería hacerlo en persona.

Dese esa brusca despedida en él ascensor en realidad no habían hablado más que por llamada.

— Si~, claro~… Por eso no se han visto en persona por más de una semana.

Soo-il no perdió tiempo en gruñirle a Jungkook, aunque Sunyoul lo abrazo antes de que avanzara. Se notaban las ganas que tenia de darle un buen golpe. Aunque Jungkook también era bueno molestándolo.

— De verdad que gruñen igual.

Al parecer le encantaba molestar a Soo-il.

— Gatito, iremos rápido, ¿si?

Ahora podía ver que los Jeon ya se habían puesto de acuerdo, una vez más.

Se contuvo de rodar los ojos solo porque de verdad quería poder hablar con Soo-il a solas.

Le agradecería a Jungkook, pero en realidad no tenía ni idea de como hacer eso. Era su primera relación y aún estaba averiguando si debía de actuar de cierta manera, lo cierto era que seguían siendo igual que siempre, con la excepción de que ahora Jungkook lo besaba cada que podía. A veces solo besos cortos antes de que alguien los viera, y luego estaban los qué le daba cuando estaban a solas en la oficina o en el penthouse. Esos siempre terminaba poniéndolo duro. Y él verdadero problema era que ninguno quería quitarse las manos de encima, su lobo no dejaba de querer marcar a Jungkook con su aroma, desde el celo había estado de esa manera. Solo quería buscar a Jungkook todo el tiempo. Se estaba volviendo frustrante porque estaba interfiriendo con su concentración.

En el trabajo y fuera de el.

Apenas y podía evitar ir directamente al penthouse de Jungkook para estar a solas y solo porque el maldito mocoso seguía insistiendo en ir a comer con su mamá, porque la mayor siempre lo invitaba.

Estaba seguro que el menor ya parecía mejor hijo que él, que solo estaba pensando en arrastrar a Jungkook dos pisos más arriba.

— Hyung, veamos una película.

Parpadeo distraído mientras miraba a su hermano sentarse en el enorme sofá.

Ni cuenta se había dado cuando los Jeon se fueron. Así de distraído estaba todos los malditos días y aún más si estaba caliente porque el maldito mocoso no dejaba de tocarlo.

Basta de pensar en Jungkook, tienes que hablar con Soo-il.

Se sentó junto a su hermano después de tomar una larga bocanada de aire.

— Soo-il, antes de eso podemos-

— ¡Hyung! ¡Mejor hagamos un postre mientras vuelven!

— Eh… claro. Pero primero quiero deci-

— De-Después me dices.

Soo-il se levantó de un brinco, pero antes de que pudiera avanzar un paso lo tomó por la muñeca. Ahora era evidente qué trataba de evitar que hablara, incluso había un puchero que abultada el labio inferior.

— Vamos a hablar. — Su lindo hermano solo volteo hacia otro lado. — ¿Por qué no te sientas?

— No quiero.

Trató de buscar el rostro del menor, pero seguía volteando al lado contrario para evitar su mirada.

Aun no soltaba la mano del menor, pero dejo que el silencio se entendiera unos segundos antes de volver a intentarlo.

Aunque fue Soo-il quien rompió el silencio.

— Me vas a decir… que tienes una relación con Jungkook… ¿verdad?

Soltó la muñeca delgada lentamente.

El tono de su hermano no parecía molesto, solo fue bajo. Pero se estaba poniendo ansioso porque no lo miraba.

— ¿Ya lo sabías?

— …Escuché cuando Sunyoul estaba hablando por teléfono… estas saliendo con él.

Ya no era una pregunta, pero igual respondió con un “si" bajito qué apenas se escuchó.

— ¿Te molesta?... ¿O solo te desagrada la idea de que… dos alfas estén juntos?

— ¡N-No! ¡Ninguna de las dos cosas, hyung!

Soo-il no solo se dio media vuelta al fin. También se sentó y lo abrazo fuerte mientras escondía él rostro en su pecho.

No sabia cuanto necesitaba escuchar eso, que a Soo-il no le molestaba o desagradaba, hasta que el alivio lo llenó y relajo por completo.

Abrazó a su hermano y olfateo tratando de buscar ese cambio en su aroma por el embarazo, pero solo Sunyoul tenia ese privilegio por su buen olfato, aún faltaban algunas semanas antes de que él pudiera oler el cambio. Aunque aún le encantaba él aroma principal a naranja de Soo-il, no era demasiado dulce como otros omegas, solo fresco y familiar.

— Hyung… perdón por como me comporté… te hice dudar…

— ¿Puedo saber por que parecías tan molesto con Jungkook? — preguntó acariciando él desordenado cabello del menor.

— …Yo…. No me gusta como te llevas con Jungkook… parecen muy cercanos… Si son novios solo pasarán más tiempo juntos. Yo quiero pasar más tiempo con hyung porque a penas comenzamos a hablar de nuevo… no quiero que me ignores por estar con Jungkook.

— Jamás te ignorarla, Soo-il. — Aunque no podía negar que parecía que solo quería estar más tiempo con Jungkook. — Tu tampoco me ignoras a pesar de ser pareja de Sunyoul, será igual. ¿Me crees?

— Si… pero hyung… cuando comencé a salir con Sunyoul… nada más existía, solo quería estar con él.

Se bien a lo que te refieres.

Tenía que ser cosa de ese par de hermanos.

O de Soo-il y él.

— No pasará, Soo-il. Yo también acabo de recuperarte, solo quiero saber más de ti, de como eres ahora.

— También estoy celoso por eso… Jungkook te conoce de solo hace unos meses y parece que te conoce mejor que nadie. Yo también quiero saber como eres ahora, hyung.

Sonrió un poco porque estaba feliz de saber que querían lo mismo, conocer más de su hermano en esos años que su relación no había sido buena.

Beso la frente de Soo-il. Eso hacia siempre cuando su hermano era un cachorro y solo quería dejarse de incomodidades y tratarlo como de verdad quería, para qué él menor viera que en realidad no había cambiado, solo se había escusado detrás de horribles palabras, que nunca debieron de abandonar sus labios para dirigirnos a Soo-il y su madre.

— No he cambiado, Soo-il. Me gustan exactamente las mismas cosas.

— Mentira. — Su hermano se separó para mirarlo con un pronunciado puchero. — Quiero saber aunque sean cambios pequeños. La última vez te hice un café, pero con Jungkook tomas chocolate caliente en lugar de café. Puede parecerte insignificante pero yo quiero saber cosas así.

— Sobre eso… — No pudo contener su sonrisa por su hermano siento tan lindo como un cachorro. ¿Cómo podía hacerse a la idea de que pronto sería papá cuando aún le recordaba ese pequeño de mejillas regordeta y rosas qué siempre le mostraba una linda sonrisa o adorables pucheros? — En realidad es por Jungkook. Solía beber café pero he visto como él hace muecas cuando lo toma. Creo que no le gusta tanto como aparenta, pero lo bebé porque yo le pedía que lo hiciera. Por eso cambie al chocolate.

— Oh... — La sonrisa de Soo-il fue contagiosa. — Yo hago lo mismo con Sunyoul.

Estaban ambos con una sonrisa grande cuando volvió a extender sus brazos para qué su hermano fuera en medio de ellos para otro abrazo.

Le encantaba haber recuperado a Soo-il.

— Hyung, ¿aún nos quedaremos a escuchar lo que hablan? — Miró la puerta del penthouse, hacia cinco minutos qué Yoongi y Soo-il ya no hablaban sobre Sunyoul o él. — Ahora solo están viendo la televisión. Deberíamos de ir a comprar las cosas para la cena.

— No quieres escuchar más a tu omega.

Sunyoul rodó los ojos, pero tenía una sonrisa y no podía ocultarle ese emocionado latido cada vez que se mencionaba a Soo-il.

— Quizás tu eres quien quiere escuchar más a su novio.

— Tiene una voz asombrosa.

Su hermano solo negó con un gesto mientras lo tomaba del brazo y lo jalaba hacia el ascensor, lejos de la puerta.

— Ahora sabes que Soo-il hyung solo estaba celoso, no tienes que preocuparte, hyung.

— Oh, pero eso ya lo sabía. Cuando la señora Min dijo que estaba celoso y el lo negó pude escuchar qué mentía.

— Lo supuse. — Cuando las metálicas puertas dobles se abrieron, Sunyoul entró con una sonrisa en su rostro. — Comenzaste a molestarlo mas después de eso.

— Es divertido molestar a los Min. Parecen gatos molestos y se ven adorables, por eso seguiré fingiendo que no escuche la conversación, así puedo molestar un poco más a Soo-il hyung.

— Solo te aviso que esta embarazado y muy irritable. Sus dos mejores amigos se han llevado bastante de ese mal humos, pero si decide usarlo contra hyung, yo no voy a intervenir.

— Sunyoulie~

Su hermano solo se rio.

— Mamá.

La mayor al fin dejó el chocolate caliente frente a Jungkook y le prestaba atención.

Ya era bastante noche, su mamá no tardaría en irse a dormir, igual Soo-il y Sunyoul ya se habían ido unos minutos antes, así que la mayor y Young-sun no tardarían en irse a sus habitaciones.

— ¿Qué pasa, cariño?

Su corazón latió rápido bajo esa mirada aparecida a la suya.

— Solo quería decirte algo antes de que fueras a dormir. — Su mamá se apoyo en la isla de la cocina en la qué estaban reunidos. La mayor no se sentaría porque los asientos le parecían muy altos así que supuso qué eso era lo mejor que conseguiría. — Es solo que la última vez que me preguntaste de verdad no lo hacía, pero ahora ya estoy saliendo con alguien.

La tos de Jungkook llenó toda la cocina y el chocolate caliente que antes había estado en la boca del menor salpicó gran parte de la superficie lisa.

— Oh, querido, ¿estás bien? ¿Esta muy caliente?

— N-No, esta bien.

La voz un poco más ronca y la piel rojiza definitivamente decían que no estaba del todo bien.

Young-sun se encargó de limpiar, y negó con una sonrisa cuando intento ayudarla. No dijo ni una sola palabra pero no fue necesario para entender que lo estaba alentando a que continuará contándole a su mamá.

— ¿Podre conocer a tu pareja, cariño?

Ya lo conoces.

— Dijiste que no te importaba qué no fuera omega.

— Mientras te haga feliz.

— ¿Aunque tampoco sea un beta?

Su mamá parpadeo un par de veces. Pudo ver como esos ojos parecidos a los suyos iban y venían de Jungkook a él.

Nunca había visto al menor esquivar la mirada de su madre.

Sería algo para burlarse si no estuviera a la espera de la reacción de la mayor.

Fueron unos eternos segundos, hasta que vio esa sonrisa de la mayor agrandarse.

— Oh, vaya, que agradable noticia. Ahora es par de hermanos guapos son parte oficial de la familia. — La mayor extendió sus manos hacia ellos, una a cada uno. Ambos fueron rápidos en tomarlas y Jungkook al fin volvía a ver a su madre y sonreírle. — De verdad no me importa y a ustedes tampoco debería de importarles. Uno nunca sabe en que casta vendrá esa pareja qué te hará feliz o de que edad. — Una sombra de tristeza atravesó los ojos de su mamá. — Solo sean felices. — Su mamá le dio un apretón fuerte en su mano antes de soltarla y pedirle a Jungkook sostener la otra mano. — No se que tanto te contó Soo-il sobre nuestra familia o sobre mi, y no quiero contar nada que el no quiera, pero si te puedo decir que asumió bien su papel como alfa para protegernos a Soo-il y a mi cuando fue necesario. Y la verdad yo no le hice las cosas fáciles. Así que no te voy a pedir que lo cuides o protejas, se que aprenderán a hacerlo el uno por el otro, pero si qué le des todo el amor que se merece. — El nudo en su garganta le hizo apartar la vista. — Y a cambio él también te mostrara su amor. Si ya entiendes su manera de ser entonces estoy segura de que sabes lo mucho que puede amar y lo sincero que es aunque el piense que es poco expresivo. — La risa feliz de su madre resonó en sus oídos. — Y si tienes dudas, pregúntale a Sunyoul, porque mis dos cachorros son bastante similares en ese aspecto cuando conocen a alguien.

Su madre al fin soltó las manos de Jungkook, pero solo fue para rodear la isla de cocina e ir a abrazar a Jungkook.

Y después fue su turno.

Su nariz fue a esa glándula en el cuello qué ya no desprendía más que un aroma qué indicaba qué la 9mega de su mamá estaba aletargada, pero igual podía recordar lo floral y ese toque de vainilla qué siempre le llenaba los pulmones cuando era un cachorro.

Ya no le importo que unas lágrimas escaparan de sus ojos.

Solo quería abrazar a su mamá por un largo tiempo.

Espero que les haya gustado al menos un poquito. No quería poner esta parte y solo explicar lo que había sucedido, pero quería mejor qué lo leyeran bien.

Los/as quiero mis Makis, tengan un bonito inicio de semana 😘💖💕💞💓

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