Capítulo 31
El nudo en su interior comenzó a hacerse más pequeño pero eso no ayudó con su adolorido cuerpo, si Jungkook pensaba hacerlo una vez más tendría que pensarlo dos veces porque le arrancaría el pene si lo intentaba meter. Su espalda baja lo estaba matando, ya había perdido la cuenta de las veces que lo habían hecho, aunque en realidad todo ese tiempo estaba un poco brumoso porque su lobo había tomado el control, sus momentos más lúcidos había estado comiendo o despertando porque el nudo que los mantenía unidos se desinflamaba y Jungkook estaba duro y listo para hacerlo una vez más. Esperaba que esa no fuera una de esas veces, su trasero ya no lo soportaría.
Aunque en realidad ya no podía oler las fuertes feromonas en de celo en el aire, solo el rastro de lo que habían sido horas antes.
Miró por encima de su hombro izquierdo.
Si, él alfa seguía totalmente dormido y no sentía el pene en su interior poniéndose dijo nuevamente.
Quizás el celo había terminado.
Se movió tratando de sacar el pene ablandado de su trasero, pero él brazo que le rodeaba la cintura no cedió ni un poco. Y de nada sirvió que forcejeara, el menor parecía ser igual de fuerte despierto y durmiendo.
Resopló molesto. Necesitaba ir al baño, se sentía pegajoso y húmedo entre sus piernas, había semen seco en todo su pecho y su hambre se estaba haciendo presente recordándole que apenas y había comido unos cuantos bocados. Además sentía un calor inmenso, la temperatura corporal de Jungkook era muy alta y la suya no se quedaba atrás, a pesar de la temporada de invierno y la única cobija que arropaba sus cuerpos desnudos, el sudor se acumulaba en su cuerpo.
— ¡Jungkook, despierta!
— No~. — La voz de Jungkook fue un poco más aguda, infantil, y eso lo sorprendió un poco. Nunca pensó que vería una faceta similar en alguien como él. — Duerme, aún es temprano.
El pecho del menor se pegó por completo a su espalda, pudo sentir la nariz restregándose contra su nuca antes de descansar enterrada entre la almohada y su cuello.
Su piel se erizó.
Un gruñido bajito escapó de sus labios cuando intento liberarse una vez más y no consiguió nada.
— Ni siquiera sabes que hora es, no has visto un reloj.
— Si lo hice. — El aliento soplando caliente en su nuca cuando Jungkook suspiró hizo que su pene luchará por erguirse, pero tenía que estar tan acabado como el mismo se sentía porque se mantuvo flácido. — En cuanto terminó mi celo busque mi celular, vi la hora y llamé a recepción para dejar instrucciones de que me trajeran el desayuno temprano, y después volví a la habitación-
Mierda. Su cuerpo reaccionaba a cualquier movimiento que hacia Jungkook, por pequeño que fuera. Sólo basto que el menor moviera unos centímetros su pierna para que toda su piel volviera a erizarse, estaba siendo muy consciente del otro alfa.
Apenas y pudo concentrarse en seguir la conversación.
— Tu celo acaba de terminar.
— No, lo hizo hace tres horas.
Miró una vez más por encima de su hombro cuando sintió que Jungkook alejó su rostro un poco.
El rojo realmente se había ido de los iris. Sólo quedaban los mismos ojos de un castaño casi negro que le devolvían una mirada divertida y adormilada.
— ¿Y por que estabas anudándome recién?
— Porque cuando volví a la habitación me atacaste.
— ¿Qué?
Dejó que su tono incrédulo se notará en esa sola palabra, pero en realidad estaba cuestionándose a sí mismo porque no recordaba nada de lo que estaba diciendo el menor, así que no podía asegurar si estaba mintiendo o no.
— Si, apenas di algunos pasos en la habitación cuando te levantaste y comenzaste a besarme y después me empujas te a la cama. Apenas tuve tiempo de poner mi celular en la mesita de noche antes de que te subieras encima de mi-
El calor subió a su rostro. Realmente no recordaba pero el menor no parecía estar mintiendo a pesar de su sonrisa ladeada de siempre.
— No es verdad.
— ¿De nuevo tienes perdida de la memoria?
— Así es — respondió volteando su rostro sonrojado y separándose finalmente del cuerpo de Jungkook.
El gemido pequeño que resonó en su garganta lo sorprendió cuando el pene de Jungkook salió por completo. Estaba adolorido, pero también demasiado sensible. Podría no recordar muchos detalles pero las sensaciones de sus orgasmos no los olvidaba.
— Pues yo si me acuerdo. Follamos, te anude y te quedaste dormido, revise la hora una vez más y apenas dormí el tiempo que mi nudo tardó en desinflamarse cuando me despertaron tus movimientos.
— ¿Por qué volvimos a hacerlo si ya había acabado tu celo?
Gruñó cuando se colocó sobre su espalda, no había sido buena idea, de esa manera su espalda baja dolió más, sería difícil levantarse, pero no estaba dispuesto a pedirle ayuda al menor, prefería rodar hasta estar en la orilla de la cama si fuera necesario.
— Te tenía todo atractivo y deliciosamente desnudo sentado sobre mi, la única manera de que no reaccionará sería que me estuviera muriendo, en un estado lo suficientemente crítico como para no poder moverme.
Jungkook elevo la cabeza y colocó la mano debajo para mirarlo, se acomodó con tanta facilidad que estuvo tentado a darle un golpe.
— Deberías de haberlo hecho. — Frunció su ceño cuando se giró para mirar al menor, pero él sólo mostraba su sonrisa. — No siento mis piernas y tengo que ir a trabajar mañana. Te mataré si no puedo caminar correctamente.
— ¿Mañana? — preguntó confundido el pelinegro.
— Si, Jungkook — respondió exasperado. — No puedo faltar, tu tampoco. Será la sesión fotográfica con Taehyung y Hye-jin y tenemos que estar ahí.
— Pero esa sesión es hoy, en tres horas.
Resopló. No fue educado y era lo más infantil que había hecho frente a Jungkook, y frente a cualquiera en muchos años, pero estaba adolorido, con sueño y hambriento, su actitud no iba a cambiar hasta que tuviera al menos su estómago lleno y una siesta, madre podía culpable del tono de regaño que uso cuando le explico al menor algo que ya debía saber.
— Es el lunes a las ocho de la mañana. Por la Luna, no importa que tan cerca estabas de tu celo, debiste de poner atención a la junta, eres uno de los tres presidentes a cargo.
Jungkook sonrió, una sonrisa de verdad divertida que hizo que sus ojos se entrecerrados y unas arrugadas aparecieran en su nariz y en las comisuras de sus ojos.
— Yoongi-hyung, hoy es lunes y la sesión es en tres horas. — Volvió a resoplar, pero antes de decir cualquier palabra el menor siguió hablando. — Mi celo no es de un día como los demás alfas, es de dos y medio.
Su mente proceso las palabras lentamente. Sólo pudo ver a Jungkook por varios segundos en silencio antes de que la comprensión le hiciera entrar un poco en pánico.
En tres horas tenía que estar en el trabajo, caminando de un lado a otro mientras se llevaba a cabo la sesión fotográfica, la primera y una de las más importantes en ese proyecto de publicidad. Tenía que estar muy despierto y atento de cualquier mínimo error después de no haber dormido más que en pausas cortas por dos días y medio, y caminando cuando ni siquiera estaba seguro de poder ponerse de pie.
Mierda, mierda, ¡mierda!
Se sentó en un movimiento solo para volver a caer sobre su espalda con la misma rapidez mientras su espalda baja se quejaba demasiado.
— No debiste de haber hecho eso.
Fulminó con la mirada al menor y le gruñó fuerte, pero eso solo provocó una risa.
— Si no dejas de se un lobo gruñón te envejecerás más rápido. — Volvió a gruñir, porque sus futuras arrugas era lo que menos le importaba en ese momento. — Cálmate, Yoongi-hyung. Con la comida me traerán pastillas para el dolor y unos parches para tu espalda, y mientras llegan pondré agua caliente en la bañera para que te sumérjase al menos una hora, ¿si?
— No puedo, tengo que ir al departamento por ropa.
— Solo toma algo de mi ropa, así puedes ahorrarte ese esfuerzo y esos minutos.
Eso podía darle in poco más de tiempo en la bañera y realmente no quería encontrarse con su madre y Yong-sun esa mañana. Además la ropa de Jungkook debía de quedarle bien, tenían musculatura parecidas, el único problema seria el largo de sus piernas pero confiaba en que nadie lo notaría, todos estarían demasiado ocupados con la sesión de fotos.
Aunque igual le costó un poco de trabajo aceptar lo que él menor ofrecía. Él era un alfa, se supone que debería ser quien cuidaba a otros no se supone que tenía que estar a la espera de dejarse cuidar por alguien más. Pero no estaba seguro de lograr nada en ese momento.
— Esta bien.
— Iré a poner el agua para la bañera.
Cuando Jungkook se inclinó más cerca él ya estaba esperando el beso, no lo pensó mucho, su cuerpo no le dio tiempo para ser racional, solo acomodó su rostro para facilitar que sus labios se juntaran y llevó su mano a las largas hebras azabache despeinadas que no dejaban se ser suaves a pesar de que parecía todo lo contrario cuando estaban tan enredadas. Le permitió la entrada a esa lengua ajena, la suya se movió casi al mismo tiempo, su mano libre fue a la espalda amplia, en medio de los omóplatos, y jaló más cerca a ese cuerpo.
Estaba seguro de que su lobo tenía que ver con gran parte de su comportamiento porque en su mente no dejaba de aparecer el mismo pensamiento.
“Jungkook, ese alfa, olía a él y eso le gustaba”.
— ¿Dónde mierda dormiste? ¿De quién es esa ropa?
Mierda.
Había escapado de Jin por gran parte de la mañana, por la sesión de fotos y porque el alfa había estado fuera de su vista. Creyó que se libraría de hablar con su mejor amigo pero se había distraído.
Por culpa de Jungkook.
No podía hacer que el menor pasara desapercibido para su mente, se había encontrado con la mirada de Jungkook tantas veces en esa mañana que realmente se preguntaba si servía de algo mantenerse en el lado opuesto de la habitación.
Además no podía dejar de pensar.
Las pastillas y los parches de dolor habían hecho buen trabajo aliviando su dolor en la espalda baja, pero no podía evitar sentir extraño cada vez que caminaba. Se sentía adolorido pero también había un cosquilleo que lo había mantenido semi duro, sobretodo cuando captaba el aroma de Jungkook cuando estaba lo suficientemente cerca.
Y ahora tenía que lidiar con Jin, obviamente el mayor se iba a dar cuanta de algo que los demás no habían notado en toda la maldita mañana.
Su amigo podía ser irritante cuando menos lo necesitaba.
— ¿A qué te refieres?
— Esa camisa no es tuya, ese pantalón tampoco, estoy bastante seguro de que solo los zapatos y el cinturón son tuyos.
Tienes razón.
— ¿Ahora se supone que te conoces de memoria toda mi ropa?
— No, pero te conozco muy bien y hay dos razones por las que se que no es tu ropa. — ¿Por qué no podía tener un amigo que se interesará menos en su persona? — Primero, esa ropa no es de tu talla, nunca comprarías un pantalón demasiado largo porque te gusta tener una imagen impecable en el trabajo. Y la segunda razón es porque, aunque admito que te gusta usar ropa de marca, esa camisa es de las mismas que yo compro y recuerdo claramente que dijiste que "nunca pagarías esa exagerada cantidad por una sola camisa" cuando te mostré el costo.
Maldito Jungkook.
El menor le dijo que podía tomar cualquiera de las camisas nuevas que había en el cajón, que todas eran simples camisas.
Ja, si claro.
¡Una maldita simple camisa con costo de seiscientos setenta dólares!
Por eso la maldita prenda se sentía tan irrealmente cómoda contra su piel.
— …De pronto me dieron ganas de comprar una… solo para saber por que gastas tanto en ellas.
Jin lo miró mal.
— Oh no, no me convencerás con eso. Soy tu mejor amigo, me siento en el derecho de saber que paso realmente en tu fin de semana y porque llegas hoy vestido con ropa tan costosa.
— ¿No tienes que ir a buscar a Jimin y estar cerca de él ahora que huele como un gamma?
— No me cambies la conversación… — El ceño de su amigo paso de molesto a un poco inseguro. — Además estoy manteniendo mi distancia con él.
— ¿Por qué? ¿Qué sucedió?
— No me cambies el tema.
— Realmente quiero saber. — Y parte también estaba evitando el tema de la camisa. —Eres mi amigo, Jin, pero sinceramente estoy esperando a que seas un completo idiota con Jimin.
— ¡Oye!
— ¿Por qué mantienes tu distancia con él?
— Porque esta tarde comeré con él y su tía y les diré mi decisión.
El mayor evitó mirarlo y ya podía adivinar porque lo hacía.
— No quieres que vivan juntos — no fue una pregunta, podía verlo escrito en el rostro del mayor.
— Me haré responsable del cachorro obviamente, pero no amo a Jimin. No me gusta y me siento profundamente dependiente de que este a mi lado y no quiero que estemos juntos solo porque debamos hacerlo.
— ¿Estás seguro de eso? ¿No crees que es mejor pasar más tiempo con él y después decidir? Solo han pasado tres semanas juntos, no puedes tomar una decisión tan importante cuando ha pasado tan poco tiempo, ni siquiera puedes conocer a alguien de manera adecuada en tres semanas.
Su amigo rodó los ojos.
— Ese es parte del problema, se supone que estamos destinados, se supone que debo sentir algo pero la única vez que tuve alguna clase de sentimiento fuerte de pertenencia fue cuando él estaba en celo.
Fue su turno de suspirar.
— Jin, yo te apoyaré en lo que decidas, pero mi pensamiento de que te tomes un poco más de tiempo para convivir con Jimin se mantiene, por lo menos hasta que se lo digas a él porque entonces ya habrás dado a conocer tu decisión y te conozco, una vez que dices tu decisión en voz alta no hay nadie que te haga arrepentirte de ello.
— Lo sabes bien. Es obvio que me conoces tan bien como yo a ti. — La sonrisa perversa del mayor apareció en su rostro. — Por eso sigo esperando que me digas la verdad de esa ropa.
Mierda.
Miró alrededor, buscando cualquier cosa que distrajera al mayor.
Se estaba dando por vencido cuando en una esquina vio a U-jin y Taehyung. Los dos betas conversaban, nada estaba fuera de lugar, pero él conocía al peliazul y podía ver como actuaba nervioso frente al beta rubio, no lo miraba a los ojos por más de unos segundos y su risa era nerviosa, además se acomodaba constantemente el cabello. Y si él lo notó Jin lo haría también.
Lo siento, U-jin hyung.
— U-jin parece que se lleva bien con Taehyung.
Jin volteó ligeramente para verlos y continuó mirándolos con una expresión extraña hasta que una sonrisa traviesas apareció en su rostro.
— No pienses en esconderte de mi, te interrogarse justo después de que hable con U-jin y Taehyung.
— Claro.
Era mejor ser complaciente para deshacerse rápido de su amigo, y una vez que Jin dio sus primeros pasos hacia los betas el dio media vuelta y fue al lado contrario, hacia los baños.
Ahora tenía dos alfas que evitar.
Su día no podía ser más cansado y raro.
Quizás mejoraría si se mojaba un poco el rostro y se reiniciaba como si apenas su día comenzara.
Aunque tengo que tener cuidado de no arruinar la maldita camisa negra de casi setecientos dólares.
Ahora sentía que esa camisa corría peligro en un lugar con tanta gente, no quería que se arruinará.
Sería extra cuidadoso. Solo tenía que mantener la mayor distancia posible de cualquier ser vivo que se encontrará en ese edificio.
Fácil.
Si, claro.
Empujó la puerta del baño con su humor más irritable de lo que había estado en todo el día.
— Yoongi-hyung. — Su mirada se alzó hacia los espejos frente al tocador de mármol y quedó viendo fijamente el reflejo del par de ojos oscuros de Jungkook. — ¿Cómo sigue tu trasero?
Y mi día no deja de mejorar, pensó con sarcasmo.
Y también irritación porque su tonto cuerpo confundido no dejaba de asocia a Jungkook con sexo. Ahora su piel hormigueaba, su pene se sacudió y su esfínter se contrajo.
Además, ¿por qué mierda no dejo de recordar como se veía desnudo?
Nuevamente los dejo en suspenso, tan típico de mi, creo que ya no es sorpresa 🤭
Solo no me maldiga mucho porque quiero dormir el mayor tiempo posible para mañana no ser un zombie en mi trabajo 🥲
Si sirve de algo, los quiero mucho mis Makis 🤗💜
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