－La verdad pensé que seria mucho más lejos. －opino Yeonjun muy contento al ver el nuevo departamento.

－Es verdad, no caminamos mucho. － animo Kai mirando el gran edificio frente a su ojos.

－Bien, entremos...

Estiro su mano para que esta fuera tomado ansiosamente por la contraria y entonces ambos pudieron ingresar, primero al vestíbulo para preguntar por Bangchan, quien es el que ayudo a buscar un depa cerca de su casa, para luego meterse en el ascensor y esperar.

Estaba feliz, el lugar ya de entrada parecía atractivo pero no sofisticado, era como algo medio pero perfecto, además, caminaron pocas cuadras para llegar y eso era lo mas le aliviaba a ambos chicos.

Se miraron tímidamente para luego reírse nerviosos, parecían ansioso por ese lugar nuevo y era algo de lo Kai se sentía más que entusiasmado, si bien quería estar todo el tiempo con Yeonjun, pronto pudo entender que este seguiría las ordenes de sus padres, que aun no lo conocen, para luego unirse con el en algún futuro.

Claro, si su relación, que aún no estaba confirmada, funciona y tenia fe de eso sin duda.

Pronto llegaron al piso deseado y el Omega agradeció internamente que este no fuera el de los últimos o de los primeros, por lo que salió contento del aparo de metal para ser arrastrado por el Alfa que mensajeaba a su amigo.

Una puerta fue abierta dejando ver a otro Alfa, pero no parecía ser de los comunes, no tenia los músculos de Yeonjun, pero parecía demasiado alegre que juro quedarse ciego si seguía viendo esa deslumbrante sonrisa.

－Bangchan Hyung, te presento a Kai. － hablo el pelirosa, provocando que ambos nombrados formaran un saludo con sus manos. －Bangchan es mi amigo y Kai es-...

－¡Tu Omega! －una voz femenina a espaldas del pelinaranja sorprendió a los tres, pero el más sorprendido fue Kai ya que fue rodeado por unos brazos que no conocía.

Chunga lo estrello en un abrazo, causando un poco de ternura a los dos Alfas que venían como las mejillas del acanelado se encendían al ser tocado por las mejillas por la Omega ansiosa.

Eso le causo algo de celos a Yeonjun, pero dado a que Chunga era solo una y que sea Omega, no lo alarmaba tanto como sus amigos, Alfas y Omegas, abalanzándose sobre Hueningkai como esa vez.

Cuando la chica agarro el brazo a un avergonzado pelinegro, lo llevo dentro del departamento a que vea cada uno de los detalles, no evito soltar una risa cuando este con la mirada le pedía algo de ayuda pero calculando que Chunga era un amor de persona, sabia que pronto se iba a acostumbrar a ella.

－Así que ese es el adorable Kai. －la voz de Bangchan logro sacarlo de sus pensamientos, mientras cerraba la puerta al pasar por completo al lugar.

－Si, el será mi Omega. －lo dijo con tanto pero tanto orgullo que se le inflo el pecho de tan solo imaginárselo.
－Parece que ahora se esta dejando llevar, ¿no crees?

La mini risa de ambos amigos fue a causa de ver como Hueningkai poco a poco entablaba una conversación con Chunga quien dejo de hostigarlo de cerca para hablarlo como lo hacia la gente normal y pronto se sonrieron mutuamente.

－Serán buenos amigos, te lo aseguro. －aseguro el pelinaranja invitando a su amigo a ver el lugar por otro lado diferente al de los Omegas. －el padre de Chunga dijo que este era perfecto para una o dos personas, tiene cocina, dos cuartos, un baño, una sala, si te das cuenta no es tan grande pero tampoco es tan pequeño, los muebles vienen incluidos y-....

－Es perfecto y parece que a el le gusta. －interrumpió el pelirosa al ver las expresiones del pelinegro cuando veía algo nuevo que le mostraba su amiga
－¿Cómo conseguiste que el padre de Chunga nos ayude?

－Oh, bueno, también eres amigo de ella y sus padres cuando escuchan tu nombre no tardaron en mandarle un montón de opciones. －contesto recordando la chala seria con sus suegros.

－Es bueno que decidieran cambiar por su hija, ya sabes, nos aceptan poco a poco. －expreso agradecido con los padres de su amiga.

Bangchan sonrió asintiendo a lo que había dicho.

No mentía, era real, Chunga justo tenia de amigos a los chicos más raros del instituto, desde dos Alfas que eran pareja a un Alfa que vestía de mujer y claro, uno con poco estatus social que era el enamorado de su hija.

Sus padres no permitían que su hija estuviera o se juntara con ellos tan seguido, pero cuando vieron lo triste que se ponía al no estar con su Alfa o con sus amigos, pudieron comprender poco a poco, aceptando de a poco a todo el circulo social de su hija, si eso no fue de un día para el otro ya que el que más sufrió fue Bangchan por años al no verla seguido, pero tan pronto eso paso ahora parecían estar mejor que nunca con el apoyo de sus suegros.

－¿Cuánto crees que le llegue a cobrar?, porque Kai tiene dinero pero no se si el suficiente. －pregunto mirando ahora si a su amigo.

－Oh... no, sus padres fueron claros, el descuento esta dado e incluso te dieron dos meses hasta pagarlo, por eso puedes si quieres traer sus cosas y mudarse ya. －contesto Bangchan, calmando a su amigo quien suspiro aliviado.

－Eso es genial. －debia de llamar a los padres de Chunga y agradecerles personalmente por lo que estaban haciendo.

－¿Te mudaras con el? －hablo su amigo otra vez, viendo la expresión ahora enamorada del Alfa que se imagino de inmediato vivir con su Omega en cuanto pronuncio esa pregunta.

－Primero tengo que esperar a que vengan mis padres y decirles todo lo que paso en su ausencia. －dijo con la voz algo decepcionada, ya que no sabia como reaccionarían sus padres con el tema. －Después de eso ver si me dejan, eso si, vendré todos los días habidos y por haber, no lo dejare solo...

Bangchan lo miro sonriente, se acerco a rodear y abrazarlo, estaba contento por su amigo.

－No se quien de los dos es más afortunado, la verdad...

－Gracias...

－¡A Hueningkai le gusta! －grito entusiasmada la Omega, atrayendo consigo al mencionado que se avergonzó por eso una vez más. －Le gusta el lugar, ¿a que si, Kai?

－Amor, espero que no hayas manipulado a Kai con su decisión. － aparto delicadamente a su Omega del de su amigo, para besar las mejillas de la chica que tenia el ceño fruncido por lo que dijo pero rápidamente se le paso y lo beso.

Kai le había gustado esa escena, pero luego se encamino hasta estar frente a Yeonjun, por alguna extra razón también quería mimos del Alfa, pero se le hacia todavía mas complicado con gente a su alrededor, ya que si o si moriría de vergüenza.

Pero su lobito también lo quería.

－¿Te gusta el lugar, pingüinito?

Ahs, no lo digas así como así.

El pelinegro primero escaneo la cocina y luego freno frente a los ojos hermosos del Alfa para asentir con entusiasmo, junto a una sonrisa que hizo estallar a Chunga.

－Entonces este será nuestro hogar. － pronuncio sin pensar, pronto se dio cuenta de lo dijo cuando las mejillas contrarias se pusieron de un color rojo intenso junto a las orejas.

Se le había escapado, pero no era algo inventado, el de verdad quería que ese fuera su hogar pero por obvias razones aun no cantaba victoria, aún así se acerco y beso la nariz del tímido mayor quien lo miro con los ojitos brillosos tras su acción.

Kai miro hacia al lado suyo, tomando valor para perder la vergüenza y medio temblando estiro sus manos pero aun agachando la mirada, esperando que el contrario entendiera lo que quería.

Yeonjun primero ladeo la cabeza, pero fueron solo segundos para luego comprender lo que en realidad su Omega quería, por lo que no tardo en elevarlo en un abrazo, donde rodeo con las piernas su cintura, enterrándose en su cuello para ocultarse y agradecido por ser correspondido como había querido.

Se sintió tan protegido en ese momento, entre los brazos de ese hermoso Alfa que lo consentía en todo y a cada momento, incluso con gente junto a ellos, se sentía feliz como relajado ahora que aspiraba su aroma a menta con chocolate.

Tan bueno, Yeonjun era muy bueno con el.

－Si me gusta, Alfa...

－Entonces esta decidido, aquí será...

Beso su cabecita y asintió hacia sus dos amigos para confirmar la petición de mudarse, mientras que ellos miraban fascinados la escena que ambos habían montado.

・・・

Habían decidido mudarse al día siguiente, ya que Hueningkai debia comprar un poco más de cosas para no tener tan vacío el departamento, claramente Yeonjun le iba regalar un colchón extra que tenia en la casa pero el quería muchas otras cosas más para la cocina y así.

Se la pasaron por el centro calle arriba y calle abajo.

El menor se sorprendió por la cantidad de plata ahorrada que su Hyung poseía, al parecer tenia planeado escapar lo más antes posible de esa casa y la verdad que le daba mucha lastima lo que paso, por eso trataba de cooperar lo mejor posible, aún que a veces el contrario se negaba a aceptarlo.

El día de hoy usaba una falda junto a uno de sus busos enormes, por otro lado el Omega usaba uno de sus busos color crema junto a unos jeans que le quedaban muy grandes y lo hacían ver por demás adorable.

Obviamente llamaron la atención de muchas personas, además, de que se la pasaron por todas partes pero aún no recibieron insultos o alguna mala mirada, solo ojos curiosos.

Esta vez pararon en un lugar donde vendían cerámicos, al parecer esos le llamaron la atención al pelinegro que entro directamente a esa tienda, mientras que el menor lo seguía por detrás como perrito faldero.

Un juego de tazas fue lo que llamo la atención del mayor, pero eso se desvaneció con ver el precio, si bien iba a ser solo y Yeonjun, también le gustaría tener mas para cuando lleguen invitados o los amigos del Alfa.

Inevitablemente se puso triste y el contrario estaba listo para abrazarlo pero un grito en la parte de atrás llamo la atención de los dos, que al darse la vuelta encontraron a Beomgyu con una sonrisa oreja a oreja llamando a alguien con la mano a la vez que se les acercaba.

－Kai-shi, Yeonjun-shi, mis nenes, ¿Cómo están? －hablo entusiasmado el rubio, cuando estuvo lo suficientemente cerca de los mencionado, e incluso estaba a punto de abrazar al Omega pero su mejor amigo no lo dejó. －Que celoso. —mostro un puchero.

Hueningkai dejo salir una risita por la escena.

－Protejo lo mío. －soltó un gruñido atrayendo por la cintura al ahora avergonzado Omega.

－¡Oh, por favor!, este Alfa tiene Omega, cariño. －se señalo obviando su punto de vista, además, Yeonjun sabia cuando amaba Beomgyu a su novio, así que no debia preocuparse.

Pero Choi Yeonjun se hizo muy posesivo.

－¡Hola! －la voz de Felix interrumpió su pequeño e infantil enfrentamiento.

Los tres pudieron ver como entraba la pareja de Alfas agarrados de la mano, atrás de ellos Taehyun hablando con Chunga y más atrás Bangchan, escondiéndose de la mirada de Yeonjun, ya que sabia que estarían en el centro comprando cosas y le aviso al grupo de amigos.

Obviamente el Alfa de pura sangre soltó un pequeño gruñido, pero rápidamente desvió su mirada hacia el Omega que tenia entre sus brazos, notando como este acariciaba su mejilla intentando calmarlo y la verdad que si funciono, entonces lo pudo soltar poco a poco.

－¿De compras para el nuevo departamento? －ahora hablo Taehyun, posicionándose frente a su Alfa quien lo apapacho gustoso. －Bangchan nos conto algo...

－Si, Kai estaba viendo como rellenar el lugar con cosas para la cocina o cosas necesarias para el dormitorio. －hablo el pelirosa más relajado sorprendió a todos por el poder que tenia el Omega con el grandulón que con una falda lograba intimidarlos un poco.

El pelinegro asintió a lo que había dicho el menor, quien beso su mejilla importándole poco los ojitos curiosos de sus amigos quienes juraron morir de diabetes si seguían viéndolos.

Chunga y Taehyun se acercaron al tímido Omega quien les sonrió acostumbrándose a recibir ese tipo de atención de sus nuevos amigos, si así se podría decir, entonces los tres Omegas admiraron lo que antes había deseado poseer.

－Ese juego de tazas es hermoso. － halago Chunga haciendo poner feliz al de ojitos grises.

－¿Ese te gusta? －señalo ahora el pálido viendo como el Kai asentía. －¿Y por qué no te lo llevas aún?

－E-Es que... es caro y prefiero llevar algo para Yeonjun y para mi solamente. －contesto con un tono de voz algo bajo pero no lo suficiente para todos a su alrededor.

Todos se miraron entre todos con unas miradas que hablaban por si solas, logrando confundir a Kai quien a veces no entendía el grupo de amigos de Yeonjun, pero sospechaba que algo se les había ocurrido cuando todos se fueron por diferentes direcciones dejándolo solo.

Estaba a punto de preguntar lo que pasaba, pero Yeonjun se acerco sonriente a besar sus labios, lo que funciono como distracción ya que estiro su mano para tomar la caja donde se encontraba el juego de tazas que tanto le había gustado para luego separarse y dar un ultimo beso en sus labios con una sonrisa juguetona.

Esa sonrisa no traía nada bueno.

Pronto todos volvieron pero con muchas cosas en sus manos, como una alfombra, toallas, más cosas para la cocina y etc, algo que lleno de calidez el corazón del Omega que con su cabecita negaba porque había entendido lo que querrían hacer.

－N-No tienen... no-no deben hacer esto, pu-puedo pagarlo, yo-...

－Queremos hacer esto Kai, además, ya eres parte del grupo. －hablo Beomgyu mientras todos asentían junto a el.

Los ojitos grises del Omega empezaron a llenarse de lagrimas ya que todos parecían querer ayudarlo y nunca nadie, además de Yeonjun, quiso ayudarlo, se encontraba bajo las ordenes de sus padres todo los años anteriores que todo lo que veía parecía irreal, casi como un sueño.

Si había más personas como Yeonjun y esos eran sus amigos, que ahora también eran lo suyos.

Una sonrisa se formo en su rostro mientras las lagrimas seguían cayendo y eso por muy triste que pareciera, lleno de ternura los corazones de todos, por alguna razón, ya que no sabían la historia del Omega, sabiendo que el necesitaba su ayuda.

－Gra-Gracias... a t-todos. －pronuncio como pudo tratando de borrar las lagrimas mientras intentaba mantener la calma en aquel lugar.

Todos miraron a Yeonjun quien sabia lo que querían y dejando sus celos de lado, asintió con la cabeza para que todos en un rápido movimientos abrazaran a Kai quien se quedo sorprendido por la muestra de afecto.

La sonrisa en el pelinegro se ensancho mucho más y sus ojitos brillaron cuando los logro conectar con los verdes del Alfa que lo estuvo cuidando desde que se conocieron.

Sin duda no se arrepentía de haberle pedido ayuda a Yeonjun aquel día de su escapé y de su celo.

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