
LVII: EL NUEVO DIARIO
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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟱𝟳:
𝗘𝗟 𝗡𝗨𝗘𝗩𝗢 𝗗𝗜𝗔𝗥𝗜𝗢
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- ¿se encuentran bien? - nos pregunta Tony, mientras nos ayuda a ponernos de pie. Nos encontrábamos en una casa. Mas bien, en el patio de esa casa. Supongo que aquí vive alguno de los dos. Queenie, ya que traía unas llaves en su mano.
- no debimos irnos. - dije caminando lejos de ellos pero ambos me siguieron. - pudimos haber ayudado.
- por si no te habías dado cuenta, Charlie. - me dice Tony muy molesto, alcanzándome. - nadie estaba ahí para ayudar, todos se enfocaron en salvar sus vidas. Inclusive Fred quería que te fuera de ahí.
- si bueno, nos hemos ido y ¿ahora? - le grité. Se que esto no hacía nada bien a Queenie, que odiaba vernos discutir. Por ello respiré hondo y me traté de calmar. - ¿cual es el plan?
- no hay plan. - dice Queenie. - mis padres no están viviendo aquí... así que, aquí nos quedaremos.
- ¿dónde están? - le pregunté pero ella tan solo me mira sin decir nada. - ¿Queenie?
- no lo sé, Charlie. - levanta ambos hombros. Parecía que contenía sus ganas de llorar. - no lo sé y la verdad no quiero que mi mente divague pensando en su muerte. - ella no dice nada mas y se mete a la casa. Dejándonos a mi y a Tony Longbottom afuera.
- ¿tu sabías de esto? ¿por qué no me lo dijeron?
- ella todavía piensa que en algún lugar están sus padres. - el dice negando con la cabeza. - piensa que eventualmente los verá.
- y no es así ¿cierto? - el asiente. Me tomé unos segundos para pensar bien lo sucedido. Y es que yo estaba siendo de lo mas egoísta pensando solamente en mi y en lo que quería hacer cuando Queenie solo buscaba el salvarnos, como no pudo con sus padres. Sabía que algo había pasado con ella una vez que se dejó el cabello por primera vez de su color natural. Café. No lo vi como algo preocupante y pensé que solamente buscaba un cambio. - bien, entremos.
La casa de Queenie era todo lo que alguna vez había imaginado. Era de color gris por fuera pero una vez que entrabas, se mostraban en colores extravagantes. Llena de utensilios mágicos y muchos marcos. Con fotos de su familia creo yo. Al entrar, ella se encuentra buscando algo en unos cajones.
- ¿que buscas? - le pregunta Tony mientras se acerca a ella. Yo tan solo me quedo helada frente a una Queenie destrozada y con los ojos llorosos. Me sentí muy mal en ese momento.
- esto. - se aleja de el y me entrega una especie de cuaderno. - toma.
- ¿que es? - se que mi pregunta fue de lo mas tonta, puesto que se lo que era, pero no entiendo el por que de ello.
- mi plan era regarte la en navidad. - dice mientras limpia de su nariz. - pero es necesaria ahora. Y sabía que así sería así que, en la boda, le entregué a Harry una libreta igual.
- ¿es cómo la que me dio Fred?
- no, esta funciona muy parecido a el diario de Tom Riddle. - cuando dice eso, no pude evitar respirar mas hondo. Sentí muy extraño. - podrás comunicarte con Harry así, sin que alguien se de cuenta. Lo que escribes se borra.
- brillante. - le dice Tony muy sorprendido. - pensaste en todo.
- no se cual es el plan de Harry. - dice ella ahora mirándonos a ambos. - pero se que tu si lo sabes, Charlie. Por algo te pidieron que fueras con ellos.
- Voldemort tiene su alma dividida en siete. - ambos me miran confundidos. - lo cual significa que, ellos deben buscar esas siete cosas. Horocruxes.
- leí de eso alguna vez en la sección prohibida. - nos dice Tony. Me siento mal por ello pero a veces olvido que es un Ravenclaw. - es muy peligroso.
- lo es. - dije y tomé del bolso que Dumbledore me había regalado para mostrárselos. - no se el porque de esto pero, Dumbledore me lo ha regalado.
- es un bolso. - dice Tony algo decepcionado. - al parecer quería que vistieras bien.
- es un bolso con infinidad de espacio. Donde las cosas solo pueden ser tomadas por mi. - A Queenie parecía gustarle lo que veía. - creo que de alguna manera... el sabía que haríamos algo al respecto.
- ¿que es exactamente lo que quieres hacer? Nosotros te ayudamos. - dice Queenie. - como podrás ver, no tengo nada que perder.
- nosotros también te ayudamos. - escuché detrás mío la voz de Fred y de George y me voltee de inmediato para poder abrazarlos.
- ¿cómo rayos sabían que estaríamos aquí? - me solté de ambos y noté que tenían demasiados rasguños y se encontraban sucios. - ¿Están bien?
- Queenie nos lo dijo. De alguna manera. - dice George algo confundido. - estábamos en la fiesta y nos dijo que siempre que algo malo pase, podríamos contar con ella.
- y que en su casa siempre estarían las respuestas. - dice Fred.- creo que eso sonó como un acertijo.
- la verdad es que lo decía para invitarlos algún día. - dice Queenie y verla sonreír fue bueno. - no era una indirecta pero si les funcionó... increíble.
- ¿cómo están todos allá? - interrumpe esa conversación Tony.
- estuvieron interrogándonos a todos si es que habíamos visto a Harry... - empieza a decir George.
- y a ti. - dice Fred.
- ¿por qué a mi? - me crucé de brazos de inmediato. Negando el hecho de que realmente me estaban buscando.
- pues piensan que eres la culpable de la muerte de Dumbledore. - miré a Fred con el ceño fruncido sin poder decir nada mas. - estuviste ahí y ahora... están en contra tuya.
- seguramente fue Malfoy quien hizo que pensaran eso de ti. - dice Tony muy molesto. - claro, para el librarse de eso.
- no creo que Draco me hubiera hecho algo así. - cuando dije eso, noté como Fred pone los ojos en blanco. - lo digo en serio.
- ¿Aún y con todo lo que ha pasado, sigues sintiendo compasión por el? - me dice George también molesto.
- solo digo que si un Malfoy fue el que me traicionó, entonces no fue Draco sino Lucius. - todos me miran confundidos. - ah por si no lo sabían, noticia del año, al parecer la persona mas clasista del mundo y que no tolera a los muggles, esta perdidamente enamorado de mi madre.
- ¿que? - dicen al mismo tiempo.
- el esta con Narcissa. - me dice Fred.
- si bueno, yo no hago las reglas del amor. - me senté en el sofá. Aun me dolía mucho la pierna. - inclusive el asegura y perjura que soy su hija.
- tu hermano te beso. - dice George entre risas pero Fred lo mira y muy molesto. - lo siento, no es el momento.
- por supuesto que no soy su hija, George. - dije algo desesperada. - soy la viva imagen de mi padre. No hay persona que piense lo contrario. - pasé mis manos por mi cabello para poder soltar de la liga que me apretaba demasiado. Prefiero honestamente en estos momentos traer el cabello suelto aunque me tape de la cara. - pero el se niega a creer eso.
- ¿tu madre sigue con tus abuelos, cierto? - asentí. - espera un minuto... - dice Fred.
- ¿qué?
- el cree que tu eres su hija. - asentí de nuevo. - ¿el llego a salir con tu madre? o solamente la quería.
- según me dijo mi mamá, ellos se conocieron pensando que el era un muggle y si salieron. Pero que después conoció a mi padre y bueno, el resto es historia.
- rechazaron a Malfoy. - de nuevo dice George riendo y todos lo miramos. - lo siento, alguien tiene que romper la tensión aquí.
- ¿cual es tu punto aquí, Fred? - le pregunté y este se sienta a un lado mío. - ¿por qué en interés en el tema?
- bueno, si el creyera que tiene una hija con tu madre, en todo caso sería Vivian. Puesto a que nació primero que tu. - no puedo creer que fui tan tonta como para no haber entendido eso. - eso solo nos dice que...
- que mi madre estuvo con el una vez casada con mi padre. - pensar en eso me molestó demasiado. - no puedo creerlo.
- no lo sabemos. - dice Queenie a la defensiva. - quizá el solo piensa eso porque ha perdido la cabeza. ¿que no nos dice que no piensa exactamente eso de Vivian? y por eso ella se fue con ellos.
- ¿y si Viv realmente piensa eso? - dije preocupada. - siempre pensé que ella se había ido por Maddie pero y si ¿lo hizo por Lucius?
- bien, esta es mucha información por menos de cinco minutos. - dice George poniendo ambas manos en su rostro. - ¿cual es el plan?
- no hay plan. - dije. - pero... ahora podremos comunicarnos con Harry gracias a Queenie. - le sonreí. - le preguntaremos en que podemos ayudar y... esperemos.
- vengan, les prestaré algo de ropa de mi padre para que puedan descansar. - dice Queenie mientras se sale de la sala y va a subir las escaleras. Tony y George la siguen pero yo me quedo con Fred.
- no puedo creer eso de mi madre. - dije quitándome el vestido, aprovechando que no había otra persona ahí a excepción de mi pareja. Saqué del bolso algo de ropa que había guardado. Me puse los pantalones y la sudadera color negro. - no entiendo porque...
- tranquila. - saca de mi cabello el cual quedaba por debajo de la sudadera. - como dice Queenie, no sabemos realmente si el loco tan solo no se lo esta imaginando. - no dije nada. - si tu hubieras una hija con alguien mas, yo creo que también perdería la cabeza y daría por hecho que es mía. - cuando dijo eso por fin lo miré y no pude evitar abrazarlo de la ternura. - lo cual yo se que no pasara porque obviamente tu querida futura hija...
- o hijo. - lo interrumpí.
- tiene que ser una criatura de cabello pelirrojo. - reí ante ese comentario. - o bueno, si saca los buenos genes de su madre quizá si nos sale bonita...
- o bonito.
- con sus ojos azules y cabello oscuro. - me sonríe. - tienes que descansar.
- ¿te vas a quedar? - el asiente. - ¿pero y Molly? Ginny.
- me parte el alma no poder estar con ellos en estos momentos pero... Percy ha ido. - lo miré sorprendido. - el esta ahí, Charlie también y Bill y Fleur estarán ahí. - eso me alivia un poco. - y yo quiero estar contigo.
- puedo estar sola. - afirmé.
- lo sé pero a mi me pesa el estar sin ti. - no supe que decir y es que esta más que claro que ahora era el momento menos indicado para decirle lo que tenía planeado en la boda. Tan solo tomé see su mano y besé de su mejilla. - tengo que admitir que eso del diario fue una muy buena idea. - dice cambiando de tema.
- que bueno que me recuerdas. Es momento de preguntarle a Harry cómo están y en qué podemos ayudar. - tomé de la libreta y empecé a escribir.
- lamentó mucho el que no pudieras haber nada con lo libro, Lottie. - le había contado que ya había terminado mi novela y que quería publicarla.
- en verdad no es problema. Creo que es lo que menos me importa en estos momentos. - cerré de la libreta y me puse de pie. - ahora, vamos por tu ropa cómoda.
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