Three. 🔞🔥
NamJoon no se imaginaba que tenía la posible muerte muy cerca, así que tranquilamente salió del baño, apagó la música e inicio a buscar su ropa para ir a buscar ese juguete.
— ¡Kim NamJoon! — Gritó.
NamJoon se quedó totalmente quieto.
— Esa voz. — Dijo. — No puede ser, ya estoy alucinando. — Tragó fuerte saliva.
— ¡Kim NamJoon!
— ¡Ay, no, no estoy alucinando! — Tembló y miró hacia la puerta.
— ¡Ven aquí de inmediato, sé que estás en tu habitación! — Gritó nuevamente. — ¡Mueve tu trasero y ven aquí Kim NamJoon!
Eso fue necesario para que NamJoon sin pensarlo, saliera corriendo a la habitación de su amigo, la parálisis que tuvo hace un instante se le fue, hasta se le olvido que solo llevaba una toalla enredada en su cintura. A pasos rápidos llego a la habitación de SeokJin. Al verlo la parálisis volvió, y se acordó que el juguete no estaba, ahora sí iba a morir.
— Adiós mundo cruel. — Pensó.
Un furioso SeokJin lo miraba, aunque apartó la mirada al verlo otra vez semidesnudo. Respiró profundo y volvió a mirar a su compañero de apartamento.
— ¡¿Tú entraste a mi habitación?! — Cuestionó alzando una ceja.
Silencio.
— Contéstame Kim.
Nuevamente silencio.
— ¡Kim NamJoon! Entraste a mi habitación y tomaste mí...
Ya había sido descubierto, su muerte era inminente, el regaño ya lo estaba teniendo, sin dar vueltas al asunto habló.
— Perdón, SeokJin, perdón. — Bajó su cabeza.
— Entonces si lo hiciste...
— ¡SeokJin! Rompí tu consolador.
SeokJin dejo de gritar y observaba a NamJoon, tenía la esperanza que el chico no hubiese roto esa regla y que mucho menos hubiese tocado sus cosas, en el fondo quería creer que quizás en la revisión de su maleta en el aeropuerto se hubiese extraviado su consuelo. No deseaba que él supiera que contaba con esos artefactos, eso era su secreto.
— No quise hacerlo, es solo que no encontraba un libro y la única parte donde me faltaba buscar era aquí. — Habló bajito, tratando de explicar lo sucedido. — No pensaba invadir tu privacidad y mucho menos fisgonear.
— Pero lo hiciste.
— No. Bueno sí. — Dijo nervioso. — Pensé mucho en si debía entrar, ya sabía tu regla, pero quería leer el libro. — Acomodó su toalla, ya que sintió que se aflojaba el agarre. — Pero cuando encontré el libro... También encontré esa cosa, y bueno ya sabes como es mi mala suerte, y como si estuviera hechizado. — Dejo salir un suspiro profundo. — El juguete cayó a la trituradora y pues ya no tenías ni trituradora ni juguete.
— También dañaste mi trituradora. — Dijo totalmente serio. — NamJoon, la regla estaba clara y tú solo no la cumpliste sino que también destruiste mi juguete favorito.
NamJoon parpadeo dos veces, le pareció o su amigo estaba enojado era por el bendito juguete.
— Espera, SeokJin...— Habló y miró al contrario. — Tú estás furioso es por tu maldito juguete, ni siquiera te importa que hubiese roto tu primordial regla.
— La verdad sí. ¡Sí! — Respondió. — Es mi favorito, me da placer y tu árbol con patas lo destruiste. — Se acercó al semidesnudo NamJoon y lo empujó con su dedo índice.
NamJoon se quedó callado, no lo podía creer. Estaba recibiendo la furia de SeokJin por un pedazo de plástico. Cuando él podría darle más placer que ese maldito juguete salido del infierno.
— ¡¿Ese pedazo de plástico es tan importante para ti, para que me regañes así?! — Le dijo. — Ni si quiera te importo tu regla número uno.
— Sí, sí y sí. — Respondió. — Ese pedazo de plástico me iba a dar placer en este momento y por tu culpa, árbol ambulante ya no puedo. — Respondía sin pensar en que estaba dando información de más.
NamJoon sonrió ladino. Si SeokJin quería placer, él se lo daría, no era necesario ese maldito juguete.
— No me digas así. — Demandó. — Por ese juguete no me trataras así, bonito. — Agarró fuerte la cintura del contrario y lo apegó a su cuerpo.
— Te digo como quiera. — Contra ataco. — Y su-suéltame. — Trató de separarse de NamJoon. Ahora estaba nervioso.
— Ah no bonito, no te suelto. — Lo miró a los ojos. — Y si quieres llamarme árbol ambulante. — Humedeció sus labios. — Hazlo, ahora mismo este árbol ambulante te clavara una astilla que te dará más placer que tu maldito juguete.
— No te expreses así, patán. — Dijo, poniendo sus manos sobre los pectorales de NamJoon. Se dio cuenta que tenían muy poca ropa. — Suéltame y vete. — Trató de empujar nuevamente al contrario, pero le era imposible.
— Me expreso como quiera, no soy patán... — Contra ataco. Observaba como el de sonrisa peculiar luchaba por separarse de su cuerpo. — Además esto es lo que te ganas por andar de caliente y decir que te ibas a dar placer con un juguete. — Acercó su boca a la contraria.
— Claro que eres un patán y yo veré con que me doy placer. — Aléjate y suéltame. — Yo no soy caliente, ¡Es culpa tuya!
— Mírate y sigues. — Sonrió ladino. — Con que es mi culpa. — Dijo alzando una ceja y lamiendo sus labios.
— ¡Claro que le sigo, tendrás que pagarme mi consolador! — Gritó. — Sí, es tu culpa si no fueras tan sexy y no te hubiera visto ese día casi desnudo. — Hizo una pausa, ay Dios ya había soltado toda la sopa. Bueno ni modo, ya que, tendría que continuar.
— ¿Qué? Ay bonito. — Sonrió y negó con su cabeza. — Me viste hace unos días y ahí te salió lo caliente. — Acarició sobre la bata de baño aquella cintura que ansiaba besar lentamente. — Debiste decirlo. — Tomó aire. — Lindo, si yo te gusto, debiste decirme y no alejarme, porque yo...
— Cállate y sí, sí te vi casi desnudo. — Termino de confesar. — Desde que te vi salir del baño no puedo con esa imagen, y permanezco caliente por tu culpa. — Siguió hablando, ya no había vuelta atrás. — Y con los tragos en mi cabeza hice lo que no tuve valor de hacer en mis cinco sentidos.
NamJoon no aguantó más, SeokJin le estaba diciendo que despertaba cosas en él, su sueño se estaba volviendo realidad. Lo tomó de la nuca y juntó sus labios. El contrario forcejeaba pero pasaron unos segundos y correspondió el beso. Sus labios se movían lento, pausado, no había prisa, se separó de aquel beso y con su pulgar delineó esos dulces labios que la mayoría del tiempo lo regañaban.
— Viéndolo así, no te pagaré ningún maldito juguete. — Sentenció. — Ya no lo necesitaras, bonito. — Lo atrajo más a su cuerpo, si eso era posible. — Me gustas SeokJin. — Dijo dejando un pequeño beso en los labios contrarios. — No, no me gustas... Me encantas.
— ¡Claro que lo pagarás! — Gritó. Hizo una pausa, no entendió la última parte. — ¿Cómo que no lo necesitare? — Cuestionó, y NamJoon sonrió. — Espera, acabas de decir que... T-te gust...
— No, no pagaré nada, no lo necesitaras y por supuesto que me gustas. — Dijo interrumpiendo al de sonrisa peculiar. — Yo me encargare de complacerte, te gusto y tú me gustas, eso no me lo vas a negar más...
— Árbol con patas claro que me gustas, pero eso no quita que quiero mi juguete y como no lo vas a reponer, entonces serás mi consuelo.
Sin más que decir NamJoon sonrió ladino, agarró fuerte la cintura de SeokJin y esperó lo que fuese a hacer su controlador caliente y gruñón. Ya había aceptado que le gustaba, así que al diablo todo y que pasara lo que tenga que pasar.
SeokJin posó sus manos en la nuca de NamJoon, juntó sus labios con extrema urgencia; mientras lo llevaba a su cama, caminaban durante el beso, no se separaban. NamJoon mantenía los ojos abiertos para ver el camino a la cama y así no caer al suelo a causa de algún obstáculo. Cuando se tropezaron con la orilla de la cama, SeokJin se separó del beso y lamió lentamente la saliva que se encontraba en sus labios, pasó lentamente su lengua en los labios contrarios.
Agarró las muñecas de NamJoon y lo sentó en el borde de la cama, lo miró a los ojos. El alto separo sus piernas para que SeokJin entrara en esa perfecta "V" que se formaba, posó sus manos en la cintura ajena y acarició por encima de esa bata. Demonios esa tela estorbaba. SeokJin cerró los ojos ante el contacto y juntó sus frentes, dio un paso hacia el frente y se subió a horcajadas sobre el regazo ajeno.
— Sí vas a pagar mi consolador. — Le susurró en el oído y lamió el lóbulo de la oreja izquierda. — Pero tranquilo lo disfrutaremos los dos. — Sonrió.
— Quiero ver, como lo cobraras. — Dijo pasando su lengua por la quijada ajena. — Muéstrame bonito.
Y con eso se unieron en otro beso en donde las traviesas manos de NamJoon buscaban desatar ese estorboso nudo de la bata de baño de SeokJin. Sus lenguas tenían una guerra por el control, SeokJin pasaba su lengua por los labios ajenos antes de dejar pequeñas mordidas. NamJoon soltaba pequeños siseos al sentir las mordidas, pero de inmediato con sus dientes apresaba el labio inferior de su SeokJin.
Las caderas de SeokJin hacían movimientos circulares tratando de buscar más contacto con la pelvis ajena, pasaba sus manos por aquellos hombros desnudos y gemía ante tal contacto, se sentía en el cielo y solo estaba tocando un poco.
En un rápido y un poco brusco movimiento empujó a NamJoon hacia el colchón, lo quería, no, más bien lo necesitaba acostado en la cama.
— Nam~, ponte en el centro de la cama. — Ordenó.
Y como una orden directa, NamJoon se ubicó justo en el centro de la cama, sonrió al ver el desastre que eran los labios de SeokJin y esperó paciente lo que haría el contrario. Aún estaba esa estorbosa bata de baño cubriendo el cuerpo de SeokJin.
Frunció el ceño, esa tela se estaba convirtiendo en su enemiga.
SeokJin se subió a la cama, a horcajadas ya se encontraba nuevamente encima de NamJoon, se inclinó para dejar un fugaz beso y se enderezó para pasar sus manos por todo el abdomen y bíceps del contrario. NamJoon también quería tocar, así que posó sus manos en la cintura de SeokJin y lentamente dirigió sus dedos a ese nudo de la bata que se negaba a soltarse.
SeokJin sonrió al ver el desespero del contrario por quitarle lo poco que cubría su casi completa desnudez.
— Aún no, Nam, aún no. — Frenó los movimientos de las manos contrarias.
— Pero también quiero tocar.
— Lo sé, pero todo a su tiempo. — Sonrió con malicia, ya tenía el castigo perfecto para el destructor de consoladores. — Tenemos toda la noche, no desesperes.
Con eso último tomó las muñecas de NamJoon y las subió hacia la cabecera de la cama, el contrario se dejó hacer, se besaron nuevamente, estaban amando esos besos que les daba vida y al mismo tiempo les robaba el aire. NamJoon estaba tan concentrado disfrutando aquel beso, estaba perdido en cada roce, cada hormigueo, mordisco y caricia de la lengua contraria; que no se dio cuenta cuando SeokJin sacó unas esposas forradas en terciopelo negro y con ellas lo esposó a la cama.
Abrió los ojos cuando escucho el "clic" del seguro de aquellas esposas. SeokJin se separó del beso y con su pulgar limpió la comisura de su boca, tenía una línea de saliva que escurría a causa del beso. NamJoon miró hacia arriba buscando ver lo que le imposibilitaba bajar sus manos y allí vio esas lindas esposas, volteó a ver a SeokJin y este lo miraba con una sonrisa y sus ojos brillando en lujuria y deseo.
— ¿Qué haces, bonito?
— Nada, mi querido Nam sexy.
— Entonces suéltame. — Demandó. — Quiero tocarte lindo.
— Uy, eso no podrá ser. — Sonrió en grande. — Vamos a jugar un rato.
— ¿Jugar?
— Sí, jugar. — Acarició suavemente de arriba hacia abajo el abdomen de NamJoon.
— Podemos jugar sin esas cosas. — Dijo, refiriéndose a las esposa. Él quería tocar el cuerpo de SeokJin y esas cosas se lo imposibilitaban.
— No, Nam, yo quiero jugar así. — Se inclinó y besó los labios contrarios. — Así pagarás mi consolador y tú dijiste que querías ver cómo te lo cobraba. — Pellizcó el pezón derecho. — Y aquí inicia el pago.
— No, bonito, así no. — Dijo.
— Sí mi arbolito ambulante. Así sí. — Le dijo. — Lo vas a disfrutar~ además no te pasara nada si no me puedes tocar. — Con sus dedos acarició el nudo de su bata e inició a desatarla. — Tú rompiste mi juguete, yo te romperé a ti. — Declaró. — Solo disfruta, ya te dije que disfrutaríamos los dos... No más no te me asustes.
NamJoon forcejeaba para sacarse las esposas, pero era inútil, tendría que romper la cabecera de la cama para lograrlo.
— Mira Nam, vamos a disfrutar esto. — Desató su bata y dejo ver su piel. NamJoon se quedó quieto, observaba ese cuerpo sobre el suyo, sus clavículas, sus hombros. Deseaba morder, tocar y lamer cada parte de ese cuerpo.
— Bo-bonito~ — Gimió al sentir como el contrario desataba la toalla que tenía en su cintura.
— ¡Pero mira no más! — Exclamó lamiendo sus labios. — Estás todo desnudo, que exhibicionista me saliste. — Con su dedo índice acarició la longitud del pene de NamJoon.
— N-no soy exhibicionista. — Tartamudeó, ese toque en su miembro lo dejo casi sin habla. — E-estaba recién salido del baño... Recuerda que me llamaste a gritos.
— Oww, cierto, fue mi culpa. — Hizo un puchero fingido y acarició con la yema de su pulgar la cabeza goteante de pre-semen del contrario. — Levanta tus caderas. — Ordenó. — Quitare por completo esa estorbosa toalla y prepárate para disfrutar.
NamJoon obedeció, levantó sus caderas y la toalla fue retirada.
— Muy bien, arbolito. — Llevó el pulgar que acariciaba la cabeza del miembro contrario y lo chupó. — Sabes rico~. — Dijo en un gemido. — Ahora sí vamos a jugar.
Se retiró completamente la bata y la arrojó a alguna parte de la habitación, movió sus caderas creando una fricción con el miembro expuesto de NamJoon y el suyo que aún tenía su bóxer, se inclinó a besarlo con parsimonia, sus labios se movían lentamente, las lenguas se acariciaban con gentileza, de vez en cuando gemían en excitación, se separaron por la falta de aire, un hilo de saliva los unía.
SeokJin agarró entre su diestra a aquel miembro grande, venoso, grueso y palpitante, lo apretó pero no con tanta fuerza, recibió un quejido de satisfacción como respuesta. Inició suaves movimientos de arriba hacia abajo, lentamente bajaba y subía y en cada movimiento veía como aquella cabeza rosaba y brillante lubricaba cada vez más, se lamió los labios, ya quería probar toda esa extensión, pero aún no jugaba lo suficiente. Acercó su boca a aquel miembro y la abrió un poco, un jadeante NamJoon movía sus piernas en excitación y desesperación. Sacó su lengua y antes de darle una lamida con su lengua húmeda, sopló muy suavemente, cuando vio que el cuerpo debajo suyo se estremeció; pasó la lengua por aquella húmeda cabeza, hundió la punta de su lengua en la abertura de ese gran pene.... Porque sí, era más grande que su consolador y ahora lo degustaría sin restricciones.
— Umm~ SeokJinnie~ me vuelves loco, sigue así.
— Nam~ enserio sabes delicioso~.
— Suéltame por favor, yo te quiero probar bonito.
Se apartó de aquel miembro y subió a darle un beso apasionado.
— No, Nam, aún falta.
Se estiró y buscó en el cajón donde estaban sus demás juguetes, NamJoon solo observaba atento lo que hacía el contrario. SeokJin seguía buscando hasta que lo encontró, sonrió con picardía y NamJoon se tensó.
— Mira arbolito, jugaremos con esto. — Le mostró el lubricante y la bala vibradora.
— ¡Ay, no, no mi bonito! — Exclamó mientras se removía. Necesitaba quitarse las esposas. — No me vas a ukear. — Sentenció y SeokJin soltó una carcajada fuerte.
— Te dije que te rompería y eso haré. — Agitaba la bala vibradora y el lubricante frente la cara de NamJoon. — Y amarrado no podrás hacer nada.
— No, bonito, eso no es gracioso, no me voy a dejar ukear. — Otra carcajada se escuchó.
— Shhh, sexy arbolito. Ya te dije que lo disfrutaremos los dos. — Besó los labios del contrario y dejo una lamida en la clavícula. — No te asustes, solo relájate.
SeokJin se puso de pie, no sin antes dejar la bala vibradora y el lubricante a un lado del cuerpo de NamJoon. Abrió sus piernas estando encima de NamJoon, con sus dedos acarició el borde de su bóxer, lentamente se los fue bajando hasta quedar totalmente desnudo, con la punta de los dedos de sus pies agarró el bóxer y lo lanzó a la cabecera de la cama. NamJoon observaba cada movimiento, parecía que iba en cámara lenta, y carajo como le gustaba esa vista, aun así tenía miedo de que lo fueran a ukear.
SeokJin acarició su extensión hasta pasar dos de sus dedos por la cabeza palpitante del miembro propio, deslizó sus dedos por toda la cabeza dejando que se humedecieran con su pre-semen. Cuando vio que ya estaban bastantes húmedos se sentó sobre la pelvis de NamJoon y metió sus dedos en la boca del contrario.
— Chupa, Nam. — Ordenó. — Confía en mí, no te haré nada que no te guste. NamJoon chupó esos dedos como si de una chupeta se tratase, se decía que si así sabían sus dedos, su cuerpo sería más exquisito.
Sacó los dedos de la boca contraria y los chupó. Movió sus caderas buscando sentir el pene del contrario en su trasero desnudo, ambos gimieron ante el contacto. Se inclinó para besar a NamJoon, daba mordidas suaves y sus lenguas danzaban en una coordinación casi perfecta, la saliva escurría por la comisura de sus labios, se separaron por falta de aire. NamJoon seguía luchando por zafarse de las esposas.
SeokJin besaba y lamia la barbilla del contrario. Inició un lento recorrido con sus labios y lengua; bajó por el cuello, se detuvo un momento para dejar un pequeño chupón, el contrario siseo ante la sensación, su cuerpo sentía fuertes descargas eléctricas, estaba con sus sentidos al mil por ciento. Continúo su recorrido y lamió la clavícula, bajó por los pectorales y abdominales de NamJoon, se detuvo cuando se encontró con el miembro goteante y palpitante de su sexy arbolito. Sonrió con picardía.
— Te voy a probar Nam~— Dijo. — Y quiero que termines en mi boca, solo así quizás te libere de las esposas. — Habló en un tono tan sensual y caliente que NamJoon pensó que con solo esa idea se correría.
— Hazlo, bonito, pero no intentes cosas extrañas. — Respondió y SeokJin sonrió con satisfacción.
Abrió su boca lamiendo sus labios, sin pensarlo metió todo el miembro de NamJoon en su boca, se quedó quieto, juró sentir como el miembro en su boca creció un poco más. Movía su cabeza con movimientos de arriba hacia abajo y con su mano acariciaba los testículos ajenos, mordisqueaba aquella punta rojiza, de vez en cuando hundía su lengua en la abertura de aquel palpitante miembro. NamJoon se deshacía en gemidos y gruñidos, esa boca hacia maravillas.
SeokJin apresuro sus movimientos, delineada con su lengua el miembro del contrario, estaba gozando cada sonido que salía de la boca ajena... De un momento a otro mordió levemente la cabeza del miembro y lo sacó de su boca, dejando escuchar un "pop" por la acción, miró hacia arriba y se encontró con la mirada de NamJoon. En sus ojos se veía la desesperación pero más el placer que lo invadía.
— No pares~ sigue bonito~.
Con una sonrisa en sus labios volvió a tragar aquel miembro, chupaba, mordía e incluso con su lengua acariciaba toda la extensión. Le encantaba como sabia, quería más, necesitaba más, así que apresuro sus movimientos y empezó a chupar ese pene como si su vida dependiera de ello. De arriba hacia abajo movía su cabeza, por la comisura de sus labios se escapaba la saliva; ahí fue cuando sintió el cuerpo ajeno tensarse, ya venía, estaba seguro, empujó todo el miembro hasta lo profundo de su garganta, escuchó un fuerte gemido gutural, seguido sintió como toda la esencia blanquecina de NamJoon le llenaba la boca, tragó hasta la última gota, con sus ojos llorosos levantó la mirada y ahí observó como NamJoon apretaba sus ojos, se había corrido tan fuerte que necesitaba un poco de aire, sentía que se desmayaría.
— En definitiva sabes exquisito~. — Lamió sus labios para retirar los rastros de la corrida.
— ¡Diablos, SeokJin! — Exclamó. — Esa boca tuya hace maravillas. — Sonrió satisfecho. — Pero lindo ya suéltame.
— Por lo visto te gustó. — Acarició el cuerpo ajeno. — No, sexy arbolito. Te dije que quizás te soltaría. — Sonrió y presionó con sus dedos el pezón ajeno. NamJoon se tensó de nuevo. — Aun quiero hacer algo...
SeokJin agarró el lubricante y la bala vibradora.
— No hagas cosas extrañas, bonito y suéltame.
— No son extrañas. — Hizo un puchero. — Ya casi te rompo Nam. Relájate, esto es el final y lo vas a disfrutar.
Destapó el lubricante y esparció su contenido en su miembro, se masturbó bajo la atenta mirada de NamJoon. Gimió ante la sensación, quería liberarse pero aún faltaba un juego... Agarró la bala vibradora y la encendió, la pasó por el miembro de NamJoon como si lo estuviese acariciando. El contrario se estremecía, las vibraciones se sentían extrañas pero satisfactorias.
SeokJin esparció lubricante en el miembro contrario. Un gemido se escuchó. Masajeaba ambos miembros sin aun juntarlos, sentían caliente toda su extensión y era maravilloso.
— ¿Te gusta? Nam~ — Cuestionó con un leve gemido. NamJoon solo asintió con su cabeza frenéticamente. — Qué bueno que te gusta. Esto es un lubricante con sensación de calor. — Dijo. — Se siente delicioso~ — Volvió a gemir. — Ahora espera a que utilice esta cosita, lo vas a amar. — Mostró la bala vibradora. Y NamJoon abrió los ojos en grande.
— Me va a ukear. —Pensó — ¡No vas a usar eso en mí! — Exclamó. Ejerció más fuerza para liberarse de las esposas.
— Claro que lo haré.
Aplicó lubricante en la bala vibradora, con una mano la deslizó por el miembro ajeno, mientras se masturbaba con la otra mano. Pasaba la bala por toda la extensión ajena hasta llegar a los testículos, disfrutó en grande la cara de NamJoon cuando se le ocurrió rozar la entrada del contrario con la bala.
— Te voy a romper~. — Mordió su labio.
— ¡Nooooo! — Gritó con pánico.
SeokJin tomó entre sus manos los dos miembros bañados en lubricante y junto a ellos colocó la bala vibradora. Masturbaba los miembros en rápidos movimientos, gemía en alto y mordía sus labios. NamJoon se quedó en blanco pensó que enserio seria ukeado. Pero al sentir lo que hacía se desesperó por tocarlo y no aguantó más, así que con toda la fuerza de sus grandes brazos se liberó de la cabecera de la cama.
— Bonito~ ya no aguanto más, vas a ser mío.
SeokJin sonrió, quería llevar al límite a NamJoon y con lo que pronunciaron los labios contrarios sintió que logro su cometido.
— Viste te rompí~, eso era lo que quería logr...
Un fuerte crujido hizo que SeokJin abriera los ojos ya que los había cerrado al estar masturbándose.
— ¡Rompiste mi cama! — Gritó al ver que NamJoon no tenía sus manos esposadas a la cama y ahora parte de la baranda de la cabecera de la cama colgaba de las muñecas esposadas de NamJoon.
— Sí, me rompiste y yo rompí tu cama. — Buscó las llaves de las esposas y se las quitó. — Ahora es mi turno bonito, voy a tocarte y saborearte hasta el cansancio.
Arrojó las esposas al piso junto con parte de la baranda de la cama. Sobó sus muñecas y en un ágil movimiento tumbó a SeokJin debajo suyo, lo observó directamente a los ojos, paseó su mirada por esos labios que hacían maravillas. Lo besó tiernamente, acariciaba su cadera con delicadeza.
— Creo que ya fue suficiente el pago por tu juguete. — Mordió el labio ajeno estirándolo con sus dientes antes de alejarse.
— C-creo que sí, ya me pagaste mi consolador, pero ahora me debes una cama. — Dijo lamiéndose los labios mientras acariciaba los brazos de NamJoon.
— No hay problema bonito... — Acarició suavemente el abdomen del contrario. — Puedes dormir conmigo hasta que pague tu cama. — Sonrió en grande y con picardía.
SeokJin se quedó callado esa idea era muy llamativa, así que no replico más. Se dedicó a disfrutar de las caricias que NamJoon le estaba regalando.
— Ahora, dejemos eso de lado y vamos a continuar. — Habló con su voz ronca. — Bonito~ quiero escucharte gemir. Tomaré todo tu elixir y ahí sí después enterrarme en ti hasta que te quedes sin voz de tanto gemir mi nombre.
SeokJin tragó grueso, pero le encantaba lo que escuchaba, quería, claro que quería. Su cuerpo moría por ser uno solo con NamJoon.
— Hazlo Nam~. — Gimió seductoramente. — Soy todo tuyo... Mi sexy arbolito.
Sin más que decir los labios de SeokJin fueron apresados con lujuria y demencia, su saliva se mezclaba en una sola, gemían entre el beso. NamJoon jalaba con sus dientes ese delicioso labio inferior que le sabia a gloria, chupó la lengua de SeokJin como si le estuviese haciendo una mamada. Dios, si eso hacía con su lengua, no se imaginaba lo que haría con su miembro necesitado.
Se separaron para respirar, y NamJoon paseaba su lengua por aquellos labios, se inclinó hasta llegar al oído contrario. Lamió y mordió el lóbulo hasta dejar un pequeño chupetón en aquel lugar.
— No te vayas a contener bonito, quiero que me des todo tu elixir. — Susurró.
Sacó su lengua y la deslizó por el cuello ajeno, mordió esas clavículas que ansiada marcar desde días atrás, con su mano izquierda aprisionó un pezón de su chico bonito, lo pellizcaba suavemente sin hacerle daño, quería que disfrutara y vaya que si lo hacía. Pudo sentir como el miembro de SeokJin daba pequeños espasmos y salía pre-semen sin restricciones. Con su boca chupó el pezón libre, se deleitaba con los gemidos y ronroneos que salían de esos labios.
Dejó de torturar aquellos pezones. Siguió su camino hacia su cometido, hizo una pausa para dejar pequeños besos en el abdomen de SeokJin, el otro solo gemía y mordía sus labios, sentía quemarse con cada roce de la lengua y labios de NamJoon en su cuerpo.
NamJoon bajó hasta ese lindo pene, era igual de hermoso que su portador, eso pensó. Pasó su lengua repetidas veces por la cabeza húmeda y brillante, dejó un pequeño beso antes de que de un solo empujón se lo enterrara hasta el fondo de su garganta. Un gemido ahogado se escuchó salir de su garganta y SeokJin solo temblaba por la sensación de calidez que cubría su pene.
NamJoon succionaba ese pene con lentitud, su boca abrazaba toda la extensión y disfrutaba cada gruñido de SeokJin, decidió que ya no lo torturaría más cuando sintió que el contrario araño su espalda, eso fue una señal para que apresurara sus movimientos y así hacerlo llegar al clímax... Ansiaba tanto saborear su elixir, movió su cabeza rápidamente de arriba hacia abajo y con sus dientes hacia leve presión en el recorrido, con su dedo buscó camino hacia la entrada de SeokJin. Acarició ese anillo sin llegar a penetrar, eso bastó para que arqueara la espalda y con un fuerte grito con su nombre saliendo de esas cuerdas bucales; su chico bonito se corrió, tragó todo su elixir como si se tratara de la bebida más deliciosa. Para NamJoon eso era, una bebida de Dioses. Lentamente fue abandonando aquel miembro, con su pulgar limpió la mínima línea de semen que escurrió por la comisura de sus labios y lo chupó, no quería desperdiciar nada de aquel manantial.
Subió dando besos suaves al cuerpo de SeokJin y cuando llegó a sus labios, dejó un suave beso en sus labios y nariz. Sonrieron como un par de enamorados.
— Bonito, necesito un condón.
— En el cajón están.
NamJoon buscó dentro del cajón, cuando lo encontró lo sacó dispuesto a ponérselo en su erecto miembro. Pero SeokJin se lo arrebató.
— Nam~ déjame y yo te lo pongo. — Pidió. — Pero no te lo pondré como es acostumbrado.
NamJoon lo miró con intriga, se preguntaba ahora que se le había ocurrido.
— Está bien bonito. — Dio un pequeño beso en la nariz ajena.
— Bien, entonces acuéstate. — Le dijo jalándolo suavemente hacia su cuerpo para luego dejarlo recostado de espaldas en la suave cama.
NamJoon se dejó hacer, observó como SeokJin se subió a ahorcadas sobre él, le acarició la cintura y esperó el movimiento del contrario. SeokJin abrió con cuidado el condón, arrojó a algún lado de la cama el envoltorio. Entreabrió sus labios y ubicó el condón en ellos, trataba de que no se cayera. Bajó lentamente hasta el miembro de NamJoon, con una mano lo sostuvo y con su boca fue deslizando lentamente el látex en toda su extensión, llegó hasta la base. Realizó una mínima mamada y liberó aquel miembro de sus labios, con su mano verifico que estuviese bien puesto y sonrió victorioso ante su acción.
— Ahora si Nam, soy todo tuyo.
NamJoon lo miró con maravilla, no se esperaba que su chico bonito tuviese esa otra habilidad con su boca. Definitivamente era perfecto y no lo decía solo por lo que hacía en la intimidad. Para Kim NamJoon ese chico era la perfección pura, el solo hecho de existir era el regalo más lindo que le habían dado.
Lo tomó por la cintura y con delicadeza cambiaron de posición, besó sus labios y acarició sus muslos. Hizo que abriera las piernas en una perfecta "V" y se posicionó dentro de ellas.
— ¿Estás listo, Bonito? — Preguntó.
— Sí, Nam, mi sexy arbolito.
Con aquella repuesta se apoderó de aquellos labios, masturbó el miembro de SeokJin. La habitación se llenó de gemidos, gozaban cada roce, beso, caricia y respiración, se estaban entregando mutuamente, sentían que ya se pertenecían. NamJoon derramó un poco de lubricante en su dedo y buscó el musculo de anillos, lo masajeo suavemente e introdujo su dedo lentamente. Lo movía con parsimonia, necesitaba preparar a su chico, cuando observo que aceptaba bien ese dedo, ingresó un segundo dígito. Los movía en tijeras, luego en movimientos circulares y así iba alternando cada movimiento. Se deleitaba con cada gemido del contrario, hasta que decidió que era suficiente, abandono aquel lugar sacando sus dedos, recibiendo como respuesta una queja por SeokJin. Queja que no duro mucho cuando alineó su miembro en la entrada palpitante y recién preparada que pedía ser llenada. Presionó levemente, aún no ingresaría, pero el de sonrisa peculiar tenía otros planes. Empujó su cadera de una estocada y se auto penetró. Ambos gruñeron ante la sensación.
— No hagas eso, bonito. — Regañó dulcemente, retirando un mechón rebelde que estaba pegado en la frente sudorosa del contrario. — Te puedes lastimar. — Dejó un beso en la frente. — ¿Estás bien? — Una sonrisa y un asentimiento de cabeza fue su respuesta.
NamJoon amaba la sensación de calor que abrazaba su pene, se sentía tan estrecho, pero a la misma vez tan gratificante. Todo en el cuerpo de SeokJin se amoldaba perfectamente a él.
— Muévete, estoy listo.
NamJoon inicio con estocadas suaves, movía sus caderas en círculos tratando de buscar cierto punto de placer que sabía que si golpeaba; su chico bonito vería estrellas. Aumentó la velocidad en sus estocadas a pedido del contrario. De vez en cuando salía lentamente y luego ingresaba de golpe. En cada estocada masturbaba el miembro de SeokJin, se escuchaban jadeos, gruñidos y una que otra maldición cuando NamJoon al fin encontró el punto dulce del contrario.
— ¡Ahí, justo ahí! Nam~. — Gimió en alto. — Creo que me vendré pronto~. — Tensó sus piernas y con el musculo de anillos apresó aún más el miembro de NamJoon.
Estocada tras estocada fue recibida por SeokJin, cada gemido alto tenía como respuesta una estocada más profunda y fuerte, tocando ese punto que lo hizo ver estrellas. Un fuerte espasmo y temblor fue percibido por NamJoon, eso le indico que ya llegaría a su clímax, rápidamente dejó de masturbar aquel miembro y presionó la punta del miembro del contrario.
— ¡Nam! — Gritó. — Suéltalo, déjame venir.
— Espera bonito. — Dio una mordida en aquellos labios rojizos a causa de tantos besos y mordidas desenfrenadas. — Vamos a venirnos juntos. — Lamió los labios impropios.
— Pero hagámoslo rápido, ya no aguanto más.
NamJoon sin dejar de presionar la cabeza del pene de SeokJin, con cuidado le levantó una pierna y se la subió a su hombro, deslizó su miembro hacia afuera sin llegar a salir por completo. De una estocada ingresó tan profundo, que de los labios de SeokJin solo salió un fuerte grito lleno de placer, sintió que le penetró hasta el alma. Una, dos, tres estocadas más bastaron para que NamJoon sintiera que ya dejaría salir toda su esencia, los espasmos que abrazaban su miembro le indicaban que el contrario ya estaba al límite.
— Vente para mi bonito~.
Dejó de presionar la cabeza del miembro de SeokJin, no sin antes seguir masturbándolo y con dos estocadas más, ambos estallaron en placer. Chorros de la esencia blanquecina fueron derramados en el abdomen de ambos chicos, la mano de NamJoon estaba empapada en ese maravilloso elixir. SeokJin sentía como era llenado, podía disfrutar como el semen de NamJoon era derramado en aquel látex que cubría el miembro ajeno.
Con cuidado NamJoon salió del interior de SeokJin, pero antes chupó el blanquecino elixir que tenía en su mano hasta dejarla completamente limpia.
— Definitivamente, eres lo más delicioso de este mundo. — Besó la frente de SeokJin. Bajó de la cama, se retiró el condón y le hizo un nudo para ir a tirarlo.
Se dirigió al baño y buscó una toalla húmeda para asear a su chico bonito. Lo limpió con delicadeza, una vez relativamente limpios; se recostó al lado de SeokJin, lo atrajo a su pecho cubriendo su desnudez con las sabanas, acarició las hebras azabaches dejando castos besos en el proceso.
— Eres lo más hermoso de este mundo. — Dijo tomando la barbilla de SeokJin para así hacer que lo mirase a los ojos. — Te he amado desde nuestro primer encuentro. — Sonrió dejando ver sus hoyuelos.
— Tú eres mi tentación más grande. — Sonrió tímidamente. — ¿Sabes? También me enamoré de ti desde que me tacleaste por distraído. — Le dio un casto beso.
— Viendo esto, entonces... — Respiró profundo, dejo un beso en la nariz contraria. — Kim SeokJin... ¿Quisiera concederme el honor de ser mi novio?
— ¿Qué son esas preguntas? — Levantó su ceja. — Mira... Dios de la destrucción, árbol con patas... — Dejo salir una carcajada y besó los labios ajenos. — Obviamente quiero ser tu novio.
NamJoon dejó salir un suspiro pesado, por un momento pensó que lo mandarían para la porra.
— Pero no creas que no debes reponer mi juguete favorito. — Sentenció. — Lo necesito.
— ¡¿Qué?! — Cuestionó con asombro. — Ya no necesitas ese pedazo de plástico si me tienes a mí.
— Eso puede que sea cierto, pero...
— Pero ¿Qué?
— Pero el pedazo de plástico no me embarazaría.
— ¡¿Q-qué?!
— Lo que escuchaste Nam... — Se separó del contrario. Ahora tenía miedo que el otro se alejara de el por su condición. — Yo puedo llevar vida en mi vientre. — Agachó su mirada. No quería que NamJoon lo alejara por eso.
NamJoon sonrió como bobo y se abalanzó sobre SeokJin para abrazarlo. Ahora su chico lindo era más especial y único para él, no lo dejaría ir ni muerto.
— Ahora por primera vez en mi vida me alegro en haber roto algo. — Dijo con notable felicidad y dando besos en todo el rostro de SeokJin.
— Te volviste loco Nam, ¿Por qué dices eso?
— Me volví loco de felicidad, bonito. — Lo besó en los labios. — Tú me podrás dar hijos, unos hijos iguales de bellos a ti.
— Si te volviste loco. — Sonrió. — No te has puesto a pensar que terminarías dejando caer al bebé de la cuna, sería un milagro si sobrevive a ti.
— No, bonito yo tendría mucho cuidado, hasta amueblaría todo el apartamento con almohadas extra suaves, así sí se me cae no será duro el golpe.
— ¡Estás demente! — Exclamó. — Aun así es muy pronto para pensar en bebés.
— No estoy demente, solo te digo mi plan maestro. — Sonrió en grande. — Lo sé, bonito, aún no, pero te haré un bebé tarde o temprano.
— Te amo, mi Dios de la destrucción.
— Te amo, mi chico bonito y controlador.
— Pobre bebé, si algún día llegas a este mundo, te desearé suerte. Tu futuro padre es un desastre andante. — Pensó.
Ambos se abrazaron, entre caricias y besos tiernos, cayeron en los brazos de Morfeo.
Fin...
Capítulo dedicado a _Anbho_ Purple_JKV . Patricia de mi vida 🥺, ¿Viste lo que hiciste? Jajajaja no mentiras 🤭. Pero gracias por darme la idea de la amarración y apoyarme en esta locura, te amito muchito. Se me descontroló tantito 🤏, creo 😅. Gracias por tu apoyo y darme fuerzas, no te imaginas cuánto te quiero 🖤
Nota: es mi primera vez escribiendo Smut. Hice lo que pude 👉👈.
Sin más que decir Tsunade_Dark se va de por acá y no sabemos si regresará 🏃♀️.
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