Ya habían pasado unos cuantos días desde lo sucedido y el pianista no sabía nada sobre aquella chica que le robaba el sueño. Hasta hace unos minutos, Sabito le había dicho que ella se encontraba en un hospital que se ubicaba en el centro de la ciudad.

¿Realmente él merecía ir a visitarla?, Interrumpir el ambiente con Sabito y ¿ser el mal tercio?.

-Ve tú solo, no quiero ir a verla- Le comenté mientras bebía mi jugo, sólo recibí un golpe por parte de él.

-¿Eres idiota?, Ella necesita la ayuda de sus cercanos y ¿qué tal si quiere verte?.

-¿Por qué querría verme de nuevo?, Lo único que hice fue arruinar la presentación en la que tanto práctico.

- Se nota desde lejos que a ella le agradas demasiado...

-...- El silencio invadió nuestro alrededor al ver a Sabito tan ¿Decepcionado?, Lo mejor es no ir, no quiero interrumpir nada entre los dos.

- Makomo también irá, supongo que Mitsuri se encuentra ya en el hospital junto a su novio.

- Menos iré con esa serpiente en el hospital, es un amargado y un inseguro.

- Sé que no se llevan del todo bien, pero ¿Por qué no hacerlo por ella?. Nadie te había hecho sonreír así, hasta el día de la presentación.

- No quiero hablar sobre ese día.

Sabito tomó a Tomioka y se lo llevó a la fuerza para ir con Makomo. Ella los esperaba en la salida de la escuela, los saludo a ambos con una falsa sonrisa la cuál notaron al instante.

-¿Sucede algo Makomo?- Preguntó Tomioka.

Sin embargo ella no respondió, tomó silencio y bajó su cabeza. El camino hacia el hospital era incómodo y había un ambiente muy pesado.

Nadie quería dar la primera palabra para romper el hielo, hasta que le llegó un mensaje a Sabito.

Hola Sabito, quería saber
Si no te sería molesto traerme
un postre de mi pastelería favorita.
No está muy lejos del hospital y tengan cuidado con los doctores.

...

-Sigan caminando, pasaré a la pastelería por un postre para Shinobu, el hospital no queda tan lejos.

El chico de cabellos durazno salió corriendo hacia el lugar dejando solos a Tomioka y Makomo.

-Has estado callada desde que nos vimos, ¿Qué te molesta tanto?.

- Eso a ti no debe de importarte, al menos que sea Shinobu-san eso sí te importaría.- Dijo un poco molesta.

-¿Qué te sucede?, Tú no sueles hablar de esa manera y siempre sonríes- Tomioka acarició sus cabellos alborotados- Dime qué sucede tonta- Le dijo con cariño.

-¿Qué es lo que sientes por Shinobu-san?- Cuestionó directamente.

Él calló y el sonrojo de sus mejillas era bastante evidente.

- Es una conocida, sólo eso.

A ella le costó creerle por aquel sonrojo. Ambos siguieron caminando y él cambio de tema completamente.

Al llegar se encontraron con la popular parejita de toda la escuela.

-¡Makomo-san!- Dijo alegre la chica de cabellos rosados- Me alegra tanto verte por acá, Shinobu-san nos estaba explicando como la compañía de sus padres se va a integrar oficialmente en el continente americano. Es impresionante, empezarán a vender productos farmacéuticos.- Explicó felizmente.

Shinobu profundizó el tema sobre la empresa que su padre habia decido fundar. Le cosotó un poco pero le sorprendía que ya se estaba haciendo conocida y muy recomendada por sus productos de calidad.

A pesar de tener bastante dinero en su cuenta a ella le gustaba una vida tradicional, lejos de lujos de gente con mucho dinero. Esa educación la había recibido de sus padres, ellos venían de la pobreza extrema y crecieron juntos hasta lograr tener una gran empresa.

-Mis padre intenta tener el tiempo para pasar un rato con nosotras, pero se la pasa en la oficina o en su trabajo- Ella soltó una pequeña risa- Les agradezco por tomarse el tiempo de venir a verme.

-¡No hay de que Shinobu-san!- Makomo por primera vez había hablado, su alegría carácteristica estaba había vuelto.

-En unos días podré estar con ustedes para los exámenes- Ella se estiró un poco, estar sentada en la cama de un hospital no era nada divertido.

-Yo necesito un poco de ayuda con Álgebra Shino-san. No es lo mismo estar en esa clase sin ti.-Mitsuri hizo un puchero.

-Hai, hai cuando salga te ayudaré, espero que hayas tomado todas las notas.

-Yo las tengo todas Shinobu-san, Mitsuri-chan no ha entrado a ninguna clase por estar con Iguro-san- Makomo la había expuesto, Shinobu parecía una madre enojona porque Mitsuri solía saltarse a las clases por estar con su novio.

-¡Eres una traicionera Makomo-san!- Lloriqueó la pobre mientras abrazaba a su novio.

Una mirada demoniaca se posó en Mitsuri, así es era nuestra querida Shinobu.

-¡Perdoname Shino-san, es que Iguro es tan lindo que no puedo dejarlo solo!- Ella intentaba defenderse del regaño que se venía por parte de su mejor amiga.

Aún así la regañó, Iguro dejó que la regañaran porque realmente se lo merecía. Su amada se estaba sobre pasando con el hecho de faltar a clases.

Ella daba miedo cuando regañaba, pensaron todos.

Después del regaño a Mitsuri, continuaron platicando hasta el atardecer.

-Tomioka puede quedarse contigo Shinobu-san- Dijo Sabito- No puedo quedarme contigo, tengo una junta del equipo de fútbol a la que no puedo faltar. Además Tomioka es el único desocupado de todos nosotros- Todos se despidieron dejándolos solos a los dos.

La habitación había tomado un ambiente pesado, a ambos les costaba tener una conversación.

-¿Es la primera vez que te desmayas?- Cuestiono seriamente.

- Hai, Hai nunca me había desmayado. Anteriormente me detectaron anemia uuhm quizá sea por eso la razón de mi desmayo- Mintió, otra pequeña mentira no haría daño ¿verdad?.

-Te sigues sintiendo mal por dentro ¿no?.

-Ara, Ara~ de repente estas preguntando muchas cosas Tomioka-san. No sufro así que no te preocupes por mí, mis padres suelen exagerar mucho con mi salud. - El silencio se apoderó de la habitación- Pensé que serías más hablador Tomioka-san.

Todo era silencioso nuevamente.

-¿Te apetecería ir a comer conmigo?- Ella miraba el suelo, estaba un poco pálida y con mirada cansada. Tenía un poco de ojeras y se miraba deprimida- Quiero que me perdones por hacerte tocar ese piano sabiéndo que estabas mal, la oportunidad de conocerte y que el concurso de Towa Hall se acercaba... Fui una egoísta, es lo único en lo que pienso al estar en esta cama de hospital todo el día. Si es por esa la razón por la cual no me dirijes la palabra... Ya no deberíamos de tocar juntos.

Él tomó sus cosas y salió de la habitación.

Shinobu no era muy sencible pero molestar a la persona que admirabas de pequeña dolía, fue tan egoísta, nunca debieron tocar los dos juntos. Ahora debía avisar que necesita un nuevo acompañante.

Entre lágrimas y sollozos, ella se había quedado dormida.

Tomioka se encaminaba a su hogar, su mente er un desastre. Los pensamientos de estar en un hospital habían regresado. Los recuerdos de su hermana, de la señora Mónica en urgencias regresaban una y otra vez a sus recuerdos.

Tan sólo quería llegar a su hogar, no quería volver al hospital en un largo tiempo. Todos estos años con su terapeúta no habían servido de nada.

Él seguía huyendo de ese estúpido lugar, cada vez que él va a uno siempre es lo mismo.

No quería que Kocho pensara mal las cosas, tan sólo él quería salir de ese lugar.

"-Mi última petición es algo egoísta...

-Dímela.

-Sé el mejor pianista, quiero que tu talento natural cautive a más personas, quiero que sonrías, quiero que vivas, quiero que me presentes a tu esposa, quiero conocer a mis sobrinos. Quiero que vivan felices después de mi partida."

-Tsutako, creo que ese deseo no podrá cumplirse. Mamá también viene a mi mente y me siento horrible.- Se dijo a él mismo- Señora Mónica le agradezco lo que hizo por mí y Tsutako.

Él se paró arriba del puente Doryoubashi, quería saltar. No quería que Makomo lo empujara como siempre. Había dejado sus pertenencias en el puente, él tomó un respiro.

¿Debería saltar?, no... él debía saltar.

Ese viejo río lo esperaba debajo del puente, sentía que era la única forma de soltar lo que él tenía dentro de sí mismo.

Los niños saltaban de ahí para demostrar su valentía ante la vida.

Recuerdos pasaban por su mente... Verse a él mismo de pequeño le hacía feliz, ese niño llorón cada vez que Makomo lo empujaba.

Tomó el valor que no pudo tener cuando era un niño.

Él había saltado, al caer abrió los ojos en el río habían unas vistas muy lindas. Se quedó así hasta que sus pulmones le exigieron aire. Se acercó a la orilla y se tiró del puente una y otra vez.

-¡POR QUÉ NO PUEDO SUPERARLO MALDITA SEA!- Gritó con frustración mientras lágrimas salían de sus ojos.

Así fue la noche de nuestro Tomioka Guiyuu.

Estuvo así hasta media noche, su respiración era rápida y necesitaba mucho oxígeno. Estaba muy empapado y decidió regresar a su casa.

Al estar en su puerta Makomo lo estaba esperando.

-¿Guiyuu?...

AAAH lamento tanto por hacerlos leer nuevamente, me dí cuenta que este capítulo mejorado escrito se había borrado por completo. Este capítulo me gustó más, ¡hasta luegooo!.