—¡Cierren la boca todos! —gritó la líder de las brujas del aquelarre y todas se callaron. Eran en total nueve contando a la líder—. Ese humano sobrevivió varios días con los vampiros, eso solo puede significar dos cosas.

—¿Cuáles?

—La primera es que planean transformarlo.

La líder era una mujer pelirroja muy hermosa, pero era más astuta de lo que parecía.

—¿Y la segunda? —preguntó Carolina.

—Es importante para ellos, y si es importante para los vampiros Jeon entonces lo quiero.

—¿Lo quieres? —preguntó una bruja rubia.

—Sí, quiero hacerlo sufrir. Eso malditos siempre se dan aires de grandeza. Es evidente que son inferiores a nosotras porque fueron creados por brujas. —Sonrió—. Iré a ver esta noche al fiscal del pueblo y lo convenceré de que ese joven es un asesino serial.

»Lo meteremos en la cárcel para ver la reacción de los Jeon. Si lo quieren convertir lo harán al instante y si es valioso para ellos entonces tratarán de negociar para sacarlo de prisión y los tendremos de los huevos. No más temor a esos asquerosos inmortales.

Jimin compró un boleto de autobús para regresar a Seúl, era hora de buscar nuevos horizontes y dejar atrás la tristeza de la pérdida de su hermano mayor. Con el ánimo más elevado esperaba que llamaran a los de su línea, sin embargo fue sacudido por una espiral de emociones cuando distintos oficiales de policía lo rodearon y le pusieron esposas en las manos.

Jimin sintió cómo su corazón se aceleraba mientras los oficiales de policía lo rodeaban. El boleto de autobús en su bolsillo se volvió insignificante frente a la gravedad de la situación. ¿Qué había hecho? ¿Por qué lo estaban arrestando?

Las palabras resonaron en su mente: "Tiene derecho a guardar silencio". Pero Jimin no podía quedarse callado. Necesitaba respuestas. ¿Por qué lo acusaban? ¿Qué había sucedido?

Los recuerdos de su hermano mayor, Taehyung, afloraron. Taehyung siempre había sido su protector, su guía en ese mundo oscuro y misterioso. Pero ahora, Taehyung ya no estaba. Jimin se sentía solo y vulnerable.

Los oficiales lo condujeron hacia una patrulla estacionada cerca. Las luces parpadeaban, iluminando la noche. Jimin miró a su alrededor, buscando una pista, una razón para todo esto. ¿Había sido testigo de algo? ¿Había cometido algún delito sin darse cuenta?

El viento soplaba frío, y Jimin se aferró a sus pensamientos. Algo en su interior le indicaba que había olvidado algo importante. ¿De qué se trataba?¿Había algo más en juego aquí? ¿Estaba siendo arrestado por algún crimen que sí cometió?

El oficial a cargo le leyó sus derechos, pero Jimin apenas escuchaba. Su mente estaba en otro lugar. ¿Qué era eso desagradable que había olvidado? Sabía que había algo importante en sus recuerdos, pero no podía recordar por más que lo intentaba. Las preguntas se agolpaban en su cabeza, amenazando con desbordarse.

La patrulla se puso en marcha, y Jimin miró por la ventana. La central de autobuses se alejaba y con ello su oportunidad de alejarse de los recuerdos de su hermano perdido, la oportunidad de comenzar desde cero. Ahora, estaba atrapado en una espiral de misterio y peligro.

—Oficial... ¿Por qué me están arrestando? —preguntó finalmente.

—Es principal sospechoso por las muertes y desapariciones del pueblo.

—¡¿Qué?! —cuestionó en un grito agudo.

Jimin se encontraba en una habitación opresiva, rodeada de espejos unidireccionales que parecían observarlo desde todos los ángulos. El suelo blanco y pulido reflejaba su propia ansiedad, y la única fuente de luz provenía de una lámpara de techo que parpadeaba intermitentemente.

El detective, con una mirada penetrante y una expresión imperturbable, estaba sentado frente a Jimin. Las arrugas en su frente sugerían años de experiencia en la resolución de casos complicados. Jimin se preguntó qué había hecho para merecer esta situación. ¿Qué secreto oscuro lo había llevado a este interrogatorio?

Sus manos sudaban mientras reposaban sobre la mesa de madera gastada. Las piernas de Jimin se movían inquietas, como si quisieran escapar de allí. El licenciado, un hombre mayor con gafas de montura gruesa, permanecía a su lado, observando cada movimiento con atención. Su presencia era reconfortante, pero también recordaba a Jimin que estaba en una posición vulnerable.

El detective comenzó a hacer preguntas. ¿Dónde había estado la noche anterior? ¿Con quién había hablado? ¿Qué sabía sobre el incidente en el bosque? Jimin respondió lo mejor que pudo, pero sus palabras parecían insuficientes. No tenía respuestas claras, solo vagos recuerdos y emociones confusas.

El licenciado intervino en varias ocasiones, recordándole a Jimin sus derechos y asegurándole que no estaba solo. Pero la tensión en la habitación era palpable. Jimin sentía que estaba atrapado en una telaraña de acusaciones y misterios.

El detective se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en Jimin.

—¿Qué sabe sobre las brujas del bosque? —preguntó. Jimin parpadeó sorprendido. ¿Brujas? ¿Qué tenía que ver eso con su situación?

El licenciado le dio una mirada significativa.

—Responda —instó suavemente.

Jimin tragó saliva. Recordó las historias que su hermano Taehyung solía contarle sobre el bosque. Las brujas, los vampiros, los secretos ocultos. ¿Había algo de verdad en esas leyendas?

—No sé nada sobre brujas —dijo Jimin con voz temblorosa—. Solo quiero saber por qué estoy aquí, dicen que soy el principal sospechoso de las muertes y desapariciones del pueblo. Quiero saber por qué creen eso.

El detective sonrió de manera siniestra.

—Pronto lo descubrirá, Park Jimin. Pronto lo descubrirá —dijo colocando una carpeta en la mesa—. Háblame de tu hermano. ¿Cuándo desapareció?

—Hace dos años.

—¿Y por qué no lo buscaste?

—Gasté todo mi dinero buscándolo, incluso vendí mi casa.

—¿De verdad? Porque investigué un poco y se te ha visto utilizando drogas y empeñando electrodomésticos.

—Eso fue porque gasté todo mi dinero, en cuanto a las drogas comencé a consumirlas por depresión. —Bajó la mirada.

—Hay algo sucio en usted, señor Park y lo voy a averiguar.

—Pues busque, no va a encontrar absolutamente nada. —Miró al detective a los ojos, Jimin estaba furioso—. Creo que si no hay pruebas en mi contra no debería estar siendo interrogado, exijo mi libertad. Esto va en contra de mis derechos.

—¿Cree que si no tuviera pruebas lo tendría aquí? —El detective sonrió—. Hay pruebas.

—¡¿Qué pruebas?! —cuestionó casi en un grito, estaba perdiendo los estribos.

—Usted mató a su hermano porque descubrió hace dos años que era el asesino de los jóvenes en el bosque. ¡Dígame si miento!

—¡¿Qué?! —preguntó con ojos llorosos—. ¡Yo  adoraba a mi hermano, no podría hacerle daño!

Carolina alimentaba a las palomas en el cementerio cuando el clan de los Jeon completo se acercó a ella, era plena luz del día. ¿Qué hacían los vampiros afuera de la mansión? ¿Y quién era ese nuevo vampiro que los acompañaba?

—Su sangre huele asqueroso. ¿Cierto? —le preguntó Jungkook a Taehyung.

—Huele a azufre —murmuró Taehyung tapándose la nariz.

—Es una bruja, las hijas del diablo apestan a mierda. —Yoongi escupió con asco.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó nerviosa, dejando la comida de las palomas en la banca.

—Estamos buscando al humano. ¿Sabes donde podría estar? —preguntó Seokjin.

—Escuché que compró un boleto de autobús para irse del pueblo. Tal vez ya se fue.

Namjoon entrecerró los ojos sin creer sus palabras.

—Estás mintiendo —canturreó Hoseok.

—También noto la mentira en sus expresiones —dijo Namjoon.

—Voy a preguntar una última vez. ¿Dónde está Jimin? —cuestionó Seokjin.

Carolina se rascó el cuello nerviosa, después se tocó la pulsera que llevaba en la mano para asegurarse de que estaba protegida de los vampiros. Después tragó saliva mirando a los seis vampiros que no le despegaban los ojos de encima.

—En prisión, es sospechoso de asesinato.

—Ese niño no mataría una mosca —masculló Yoongi.

—Y bien... —Jungkook dio dos pasos hacia enfrente acercándose más a Carolina—. ¿Sabes por qué es sospechoso, brujita?

—No...

—¿Sabes cuántos años tengo viviendo en esta tierra? —Alzó las cejas—. ¡Odio que me mientan, así que dime la verdad antes de que te arranque el corazón y te obligue a tragártelo!

La bruja dio un paso hacia atrás, a esas alturas ya estaba temblando de miedo.

—Seokjin, dile a tu hermano que no le estoy mintiendo...

—También sé que mientes, tu respiración y ritmo cardiaco lo indican... —Alzó los hombros alejándose de ellos.

—Eres mi amigo, Seokjin...

—Jungkook es mi hermano. —La miró con desdén.

Carolina se encontraba en contra de la espalda y la pared, sabía que si intentaba correr aunque no podían tocarla por el amuleto que llevaba en la muñeca, tal vez podrían raptarla o atacar a algunos inocentes. Ellos eran seis, ella era una, estaba prácticamente acorralada.

—Bien. —Suspiró—. Las brujas del aquelarre quieren saber si es importante para ustedes porque planean amenazarlos con hacerle daño si no hacen lo que ellas les piden.

—Bien hecho, así me gusta que digan la verdad. —Jungkook sonrió mirándole la pulsera—. ¿Y dónde lo tienen?

—En la fiscalía, una de las brujas hechizó a los oficiales para que lo arrestaran.

—Quiero saber algo —dijo Taehyung acercándose—. ¿Cómo supieron que mi hermano tenía contacto con vampiros? Se supone que Jungkook le borró la memoria.

—Valiste mierda brujilla... —susurró Seokjin negando con la cabeza.

—Yo... Yo les dije.

—Ish... —Jungkook chasqueó la lengua.

—¡No puedes matarme! Me debes un favor y dijiste que no olvidabas.

—¿Quieres que te perdone la vida? —preguntó Jungkook haciendo emerger las garras de sus dedos.

—Sí, además tengo amuletos, no pueden tocarme.

Los cinco vampiros más viejos se carcajearon.

—Los amuletos no sirven con un vampiro original. ¿Verdad Nam? —preguntó Hoseok y Namjoon asintió con la cabeza.

—Y yo soy un vampiro original. —Jungkook oscureció la mirada.

Se acercó más a Carolina, tomándola de la muñeca y arrancándole el amuleto con las garras. Obviamente le quemó la piel, sin embargo a diferencia de sus hermanos podía tolerar el tacto. De manera audaz se colocó atrás de la bruja abrazándola y tomándola con la mano izquierda por la cintura mientras que con la derecha hacía un corte fino con la garra de su dedo índice de la mano derecha cerca de la yugular.

—Sigues oliendo asqueroso, no pienso probarte... Tampoco voy a matarte porque es el favor que te debo.

—Gra... —Tragó saliva—. Gracias.

—Pero... ¿Ves a ese vampiro neófito? —Carolina asintió con la cabeza—. Es el hermano mayor de Jimin, él no te hizo ninguna promesa y supongo que querrá vengarse por lo que le hiciste a su hermanito menor.

En ese momento Jungkook miró a Taehyung a los ojos para ejercer el poder que tenía en los vampiros que convertía, para ordenarle:

—Taehyung, mátala.

El neófito hizo emerger sus colmillos, abalanzándose al cuerpo de Carolina, encontró su yugular con precisión. La sangre fluía, caliente y tentadora, como un manantial en el desierto. El vampiro la absorbió con avidez, sintiendo cómo su fuerza aumentaba con cada gota. La bruja, luchó débilmente, pero sus esfuerzos fueron en vano. La vida abandonaba su cuerpo, dejándola pálida y sin aliento.

Jungkook esbozó una enorme sonrisa cuando dejó de escuchar los latidos del corazón de la bruja y palmeó la espalda de Taehyung para que se detuviera. Este obedeció.

—Lo merecía —dijo Jungkook, después dejó caer el cuerpo sin vida de Carolina en el piso y palmeó las mejillas de Taehyung como si fuera un cachorro.

—Blah, la sangre de bruja es asquerosa —se quejó Taehyung.

—Ya vamos por tu humano, esto comienza a aburrirme —se quejó Yoongi.

—Si quieres puedes irte, Yoongi —dijo Jungkook mirándose los zapatos para cerciorarse de que no estuvieran manchados de sangre—. Pero si lo haces no voy a ayudarte si algún día lo necesitas.

—No necesitas nuestra ayuda —dijo Hoseok—. Eres suficientemente fuerte.

—¡Son mis hermanos y la familia se apoya mutuamente! —gritó furioso.

—Jungkook tiene razón, somos familia —intervino Namjoon.

—Tú lo dices porque te sientes en deuda por los ojos de Jimin —se burló Seokjin.

—¿Qué le pasó a Jimin? ¿Qué tienen que ver sus ojos en todo esto? —preguntó Taehyung preocupado.

—Nada —murmuró Hoseok—. Pasado pisado, vámonos que no quiero pelear...

—Bien, vamos a la fiscalía.

Jungkook corrió tan veloz que muy apenas podía verse su sombra. El resto de vampiros lo siguieron.

RIP CARO

REPITO, RIP CARO🤌🏻🥺 Hoy el grupo está de luto, vayan y díganle que la mató el papiricodetaehyung

☕️☕️☕️☕️☕️☕️Les traigo seis tazas humeantes de sangre porque sé que les encanta.

🍪🍪🍪🍪🍪🍪Y galletitas😭