Yoongi termino de arreglar el bolso del bebé y tomó a Byeol en brazos, listo para salir de allí, Jungkook lo espero en la puerta, con la silla de ruedas preparada.

―Adiós hospital, por fin a casa. ―sonrió hacia el omega mayor.

―Es algo bueno, dormiré en mi cómoda cama otra vez. ―devolvió el gesto, ahora sentado en la silla, con el cachorro acunado en sus brazos.

Jungkook tomó las manijas de la silla y empujó esta hacia adelante, conforme avanzaba el pasillo quedaba atrás, el omega pálido beso la frente de su bebé, miró al omega menor levantando la cabeza.

―¿Crees que pueda despedirme de Jimin? Le prometí que vería a Byeol cada que pudiera. —dijo parpadeando.

Jeon asintió, por supuesto lo llevaría.

―Es posible, además, la doctora dijo que debes comenzar fisioterapia, quizás consigas algun permiso para verlo en esos momentos.

El blanquecino sonrió ante la idea, de alguna forma quería encontrar la solución a su distancia, y que ambos pudiéran ver a su cachorro el tiempo que esto dure.

―Genial, me agrada la idea. ―asintió.

El pelilargo lo condujo un rato más por el pasillo, hasta el área psiquiátrica, donde les informaron que Jimin se encontraba realizando un paseo con su enfermera personal.
Ambos muchachos se alejaron hacia el parque, pronto divisaron al alfa que buscaban, el mismo se veía muy risueño con la enfermera castaña, aquella escena hizo gruñir al lobo de Yoongi, su bebé se removió balbuceando, al notar su incomodidad decidió ignorar los celos y concentrarse en el infante.

—Ya nos vamos, le acaban de dar el alta. —intervino Jungkook, quien tampoco sentía buena espina hacia la escena. Más que nada, su desconfianza iba hacia la incomodidad repentina que experimentaron el omega y el cachorro.

―Qué bueno, cuídense mucho. —habló ignorando al maknae.

Yoon le entrego a Byeol para que pudiera sostenerlo unos instantes, su nariz se alertó al sentir un aroma diferente en el ambiente. El recién nacido apenas estaba desarrollando su primer aroma, con lo cual no tenía nada que ver, pronto se dio cuenta que las feromonas de la castaña eran las causantes de su alboroto. Incluso él niño en brazos de Jimin comenzaba a sollozar debido a la mezcla de aromas intensos y desconocidos.

—Dame a Byeol, las feromonas lo están abrumando. —dijo a duras penas, ya que el mencionado no era el único afectado.

Park intentó liberar sus propias feromonas, por desgracia estaba tan impregnado de la otra fragancia, que el café se volvía igual o peor que hace un momento. La sensación era similar a un café que fue endulzado en exceso y te empalaga, invadiendo tus sentidos de una forma muy molesta.

―Toma un baño, Ggukie me traerá para empezar fisioterapia mañana, espero huelas mejor que ahora. —comentó sin animos de seguir aguantando.

Dicho sea de paso, la castaña cuyo nombre "JinRi" se leía en su gafete ni se daba por aludida con la situación. Min estaba asombrado, pensaba en si la conversación del día anterior había tocado algún cable indebido en su alfa, respiro profundo y recibió a su bebé en brazos. El pelinegro lo despidió con un dulce beso en la mejilla.

Luego de aquel incómodo encuentro se marcharon, Yoongi miró un segundo hacia atrás, notando que el alfa volvió a la misma pose en que se encontraba antes.

—La manta de Byeol huele a esa mierda de aroma, ¿Será que ya fue hora de su medicina o algo así? Parece que ni se dio cuenta que estaba frente a su familia. —el mayor refunfuñaba irritado.

―Puede ser, igual no tiene sentido, se supone que los medicamentos deben darte sueño, no ponerte idiota. —opinó, haciendo reír al bajito.

―Como sea, hasta mi pobre hijo se sintió asqueado ¿Verdad que si cariño? —habló tierno acariciando los deditos del aludido.

―Le pregunte a la doctora sobre el aroma, ella dice que hay una pomada para su nariz, le colocas apenas un poco rodeando sus fosas nasales y listo, no se sentirá mal. —sonrió.

―Buena idea, pero hay que ponersela con algo pequeño, no quiero lastimarlo.― dijo preocupado.

Mientras tanto, Jungkook freno su andar en la puerta del hospital, allí tomó primero al recién nacido y extendió su mano al castaño. El chico camino lento, hasta sentarse en el interior del vehículo, retomo a su hijo en brazos y espero a que el omega más joven devolviera la silla.

―Podemos usar un hisopo, comprare la pomada en el camino. —aviso poniendo en marcha el auto.

Una media hora más tarde, el par de omegas se hallaban en la casa que Min solía compartir con su alfa. Las cosas estaban tal como podía recordar, claro, agregando el detalle de que su maleta seguía tal como esa mañana.

―Decidimos dejar tu maleta intacta, pero dime si necesitas alguna cosa y te ayudaré a buscarla. —aseguró sonriendo.

Yoon asintió y camino hacia su habitación, los aromas permanecían en cada rincón, impregnados. No podía negarse cuando extrañaba a Jimin, y en misma medida cuanto lo había desconcertado su comportamiento. ¿Todo estaba realmente bien?
Recostó a Byeol sobre la cama, luego se acostó a su lado, contemplando al pequeño.

―No se que tendrá el destino para nosotros, pero nunca te dejaré solo. —le sonrió.

Hundió la nariz en la almohada, disfrutando del aroma y la suave textura, cerró sus ojos poco a poco, conciliando el sueño.

_________________________________________

Holaaaa! Por fin un nuevo capítulo! Y un encuentro muy desconcertante, ¿Qué habrá pasado con Jimin? ¿Y esa enfermera? Ahora nos toca ver que pasará fuera del hospital, Yoongi tomará fuerzas para iniciar el armado del rompecabezas mientras se rehabilita.

Jin, Nam y Hoseok serán cruciales para los capítulos siguientes. Sólo ellos individualmente tienen claves que dejaran la mente de Yoongi mucho más clara, y por su puesto podremos oir su versión de la historia.

¿Emocionadxs?

Espero que hayan disfrutado la lectura, gracias por todo su apoyo. Lxs amo♡