
𝟼𝟻. 𝑅𝑒𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛_𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑜𝑚𝑎𝑠 𝑠𝑢 𝑐𝑖𝑛𝑡𝑢𝑟𝑜́𝑛
Pareja: Enhypen ot7 x Lectora.
Recuento de palabras: 1K.
Pedido. (Espero y te guste mucho, y que sea lo que me pediste. <3)
────────────────────────
Heeseung:
Estabas esperando a Heeseung dentro del camerino viendo la presentación, desde la gran pantalla frente a ti. Cuando terminó viste entrar a los chicos al camerino nuevamente. Heeseung se aceró a ti y te abrazo dándote un suave beso en los labios.
-¿Qué te pareció?-Te sonrió aun envolviéndote entre sus brazos.
-No me gustó.-Negaste sonriendo divertida, logrando que los lindos ojos de Heeseung se apachurraran como un lindo bambi triste.-Me encanto, más que eso lo ame.-Reíste y su expresión alegre volvió al ver que solo jugabas.
-Nena.-Heeseung se queja.-Me asustaste.-Heeseung rio apartándote un poco de él.
-Ya perdón.-Reíste y tomaste su cinturón entre una de tus manos inconscientemente, atrayéndolo de nuevo hacia ti.
-Ah, nena que haces.-Lo escuchaste reír y tú soltaste su cinturón avergonzada.
-Fue inconsciente.-Reíste nerviosa y este te dio un beso.
-Mmm... Al parecer alguien quiere jugar.-Río con diversión tomándote entre sus brazos.
Jay:
Veías a Jay mientras se probaba sus nuevos vaqueros le quedaban demasiado bien para ni hacer algo al respecto.
-¿Qué tal se ven bebé?.-Te sonrió posando delante de ti.
-Te quedan muy bien.-Reíste y te mordiste tu labio inferior.-Y sexy.-Murmuraste tomando con tu mano libre el inicio de sus pantalones donde estaba su cinturón atrayéndolo hacia ti.
Jay se sorprendió cuando lo miraste con ojos inocentes, estando a la altura de su entrepierna.
-Que planeas amor.-Sonrió con picardía y acaricio tu mano que aún estaba sobre su cinturón.
-Que tal si te doy un regalo.-Le propusiste bajando un poco tu mano.
-Mmm... Me parece bien nena.
Jake:
Tú y Jake estaban sobre su cama. Él sentado debajo de ti, con sus piernas cruzadas mientras tú estabas sobre él, con las piernas a cada lado de las suyas.
Te moliste un poco sobre él sacándole un gemido ahogado entre tus labios. Jake mordió tu labio inferior sacándote un leve gemido. Lo atrajiste más hacia ti tomándolo de su cinturón y este se apartó un poco extrañado.
-¿Qué pasa?.-Preguntaste confusa, sin aún apartar tu mano.
-Tu mano, nena, no me digas que lo quieres...
-Jake.-Lo interrumpiste.-No mal pienses.-Lo regañaste soltando una leve risa.
-Aun así podemos, ¿Verdad?.-Sonrió con picardía volviendo a poner tu mano sobre su cinturón.
Sunghoon:
Sunghoon se movía de un lado a otro por la sala de estar mientras tú lo veías desde el sofá. El chico estaba nervioso, solo se movía de un lado a otro sin parar. La causa era simple, hoy su hermana iría a verlos, lo que significaba que por fin conocerías a su querida hermana lo que a ti te ponía feliz, pero a Sunghoon le temblaban las manos de solo pensar en que no le agradaras a su querida hermanita.
-Hoon.-Lo llamaste.-Cálmate, vas a hacer un hueco en el suelo.-Hablaste con buzón dulce y este te miro suspirando.
Sunghoon se acercó a ti sin aún estar tan cerca como querías. Lo tomaste de su cinturón haciendo que el chico se estremeciera, pero se sorprendió cuando te abrazaste a su abdomen reconfortándolo.
-Mal pensado.-Reíste por su confundida reacción.
-Como no hacerlo bebe, si me atraes así puedo pensar que quieres otra cosa.-Acarició tu cabello mirándote desde arriba.-Te amo.-Dijo simplemente sacándote una sonrisa.
Sunoo:
Tú y Sunoo estaban en el centro comercial viendo una que otra tienda hasta que él se acercó a ti para mostrarte un bonito vestido que había encontrado para ti. Aunque ni siquiera lo estabas escuchando, solo podías pensar en lo atractivo que se veía hoy por la forma en que tenía su cabello hacia atrás, haciéndolo ver mucho más deseable para ti que lo habitual.
Lo tomaste de su cinturón sin mucho esfuerzo y uniste tus labios a los suyos en busca de un poco de contacto de su parte. El chico siguió el beso tomando tu nuca para profundizarlo un poco más hasta que tuvieron que separarse por falta de aire.
-Amor... ¿Quieres hacerlo ahora?.-Pregunto Sunoo con sus ojos inocentes que viajaban desde tus ojos a tu mano, que aún tenía agarrada la parte de la hebilla de su cinturón.
Rápidamente, lo soltaste avergonzada, asiéndolo reír.
-Perdón.-Murmuraste, escondiéndote en su cuello, sonrojada.
-No te disculpes, estoy aquí para cumplir los caprichos de mi bella princesa.
Jungwon:
Era un día de verano y el calor estaba matándote, pero no tenías ganas de levantarte del sofá y buscar una bebida fría en la nevera, así que morirías del calor por tu propia vagancia.
O eso pensaste hasta que viste a tu novio entrar al departamento acercándose a ti con unas cuantas paletas y refrigerios en una bolsa. ¿No era el novio más dulce?
-¿Pensé que lo necesitarías?.-Jungwon te sonrió dulcemente ofreciéndote una paleta de helado, pero tú ni siquiera tenías ganas de moverte, así que solo elevaste un poco su mano tomando lo que resulto ser su cinturón atrayéndolo a ti.
-Siento que me voy a morir.-Exageraste un poco hasta que viste a tu novio a los ojos. Sus labios apretados en una línea recta y sus ojos felinos que parecían los de un niño asustado. No entendías por qué ponía esa cara hasta que bajaste tu mirada a tu mano jugueteando con la hebilla de su pantalón.
-Cariño, no hace mucho calor para eso.-Jungwon río nervioso, pero se sintió aún más confundido cuando te reíste de la situación. Aprovecharías muy bien aquella oportunidad.
Ni-Ki:
Estabas sentada sobre el regazo de Niki mientras él daba le es caricias en tu espalda. Habías tenido un mal día, así que tu dulce chico había decidido estar para ti lo que restaba de tarde y noche hasta que te sintieras mejor.
No sabias como, pero de alguna forma tus manos habían terminado sobre la hebilla de su cinturón jugueteando con él.
El chico pelinegro que estaba acariciando tu espalda se detuvo mirándote con una sonrisa divertida.
-¿Qué pasa?.-Le preguntaste levantando tu cabeza de su hombro, viéndolo con tus labios algo fruncidos.
-Sabes que si quieres que te ayude a desestresarte puedes decirlo no envíes señales confusas.-Te sonrojaste al saber a lo que se refería apartando tu mano de su hebilla, pero él te retuvo.-No escapes, sé que me necesitas tanto como yo a ti.-Su vos ronca resonó en tu oído provocándote un escalofrío lo tu columna vertebral. Sin dudas la tarde sería mucho mejor de lo planeada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro