𝐻𝑎𝑙𝑙𝑜𝑤𝑒𝑒𝑛 𝑆𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙_𝑁𝑖𝑘𝑖
Dulce pecado
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Pareja: Niki x Lectora.
Advertencias de contenido: Sexo en público, estilo de perrito, menciones de religión, sadomasoquismo.
Recuento de palabras: 1K.
Sinopsis: La lectura es una monja de un convento a las afueras de la ciudad, que desde que llegó al convento sueña con el mismo chico cada noche. Pero un día, mientras rezaba en busca del perdón divino, aquel chico se presenta delante, de ella, revelándole sus intenciones macabras.
Especial: 2/7.
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Eras una monja más de aquel convento a las afueras de tu pequeño pueblo natal, una chica pura, santa y devoto. Y eso le encantaba a aquel demonio que acechaba por la obscuridad de los pasillos del convento.
Muchas veces habías tenido sueños tan morbosos y húmedos que tu ropa interior terminaba pegajosa al día siguiente. Pero él no pararía, se estaba divirtiendo al ver como tu pura alma se entregaba al deseo cada noche y poco a poco se hundía en la obscuridad.
Tú, en busca de la salvación y el perdón de dios, rezabas cada día en un intento de que tu alma fuera salvada. Pero aún no sabías que aquello era inútil, aquel demonio había dejado su marca en ti, así que no importaba cuanto rezaras él en algún momento te llevaría junto a él.
Era de noche una noche más obscura de lo habitual cuando entraste a la pequeña iglesia al lado del monasterio en busca de tu tan anhelado perdón. Te arrodillaste frente a la estatua crucificada de Jesús, tomando tu rosario entre tus manos, comenzando tu rezo de cada día.
Pero al sentir una presencia detrás de ti abriste tus ojos quedándote helada cuando las luces tenues de las velas se apagaban de golpe y la obscuridad se cernía en aquella iglesia. Aquella obscuridad te aterraba porque sabías que no era natural. El aire estaba cargado de tensión y sabías que detrás de ti estaba ese ser que intentaba hundirte en la obscuridad y atraerte al pecado.
Giraste tu rostro viéndolo detrás de ti. Un chico alto, cabello obscuro como la noche, ojos rasgados y peligrosos. A simple vista parecía un chico normal, pero no lo era, sabías que no era así, no cuando sus ojos parecían querer devorarte y su cuerpo desprendía una energía cautivadora pero peligrosa. Esa fue la primera vez que lo viste y aún no sabías que sería la última.
-¿Quién?... ¿Quién eres?.-Preguntaste con voz temblorosa levantándote de donde estabas arrodillada.
Sus ojos te miraban de arriba a abajo, analizando todos tus movimientos como si fuera un depredador hambriento.
-Qué pena que no me reconozcas mi dulce TN.-Su sonrisa llena de malicia te provocaba escalofríos al igual que su tacto caliente, sentías que podía quemarte con solo un roce.-No me engañas TN.-Su mano derecha rozó levemente la piel sensible de tu mejilla-Sé que sabes perfectamente quién soy, también sé que amas cada vez que te hago caer en el pecado.-Ronroneo tomando tu velo quitándolo junto a la toca posando sus calientes labios sobre tu cuello.
-No... No es verdad.-Negaste sintiendo como su lengua húmeda y caliente recorría la sensible piel de tu cuello.
-Mmm... Sigue mintiendo así.-Aun dejando besos húmedos sobre tu cuello, comenzó a desabrochar tu túnica.-Mi deseo crece más casa, vez que me mientes dulzura.
Pero... ¿Por qué simplemente no lo apartabas de ti?
Era simple, aquel demonio tenía un poder increíble de seducción o eso pensabas, su energía te provocaba querer más de su adictivo veneno.
Tu respiración se aceleró y tus piernas temblaron, tu cuerpo comenzaba a sentir el calor y la obsesión de su tacto. Estabas cayendo ante él y solo te quedaba pedirle a dios que guardara tu alma.
Él aprovechó tu estado sumiso y se deshizo del resto de las prendas que cubrían tu cuerpo dejándote en ropa interior. Él abrazó tu cintura dejando un sonoro beso sobre tus labios.
-No creo que quieras que me detenga.-Murmuró metiendo su otra mano dentro de tus bragas comenzando a acariciar tu clítoris con sus dedos sonriendo al sentir como tu humedad crecía.-Tu coño no me dice lo mismo, dulzura.-Ronroneo metiendo dos de sus dedos dentro de ti haciéndote soltar un gemido de sorpresa.-Pero si eso quieres pararé.-Aclaro en un tono inocente, pero sus acciones no decían lo mismo.
Sus dedos se arquearon dentro de ti, sacándote unos cuantos gemidos al sentir como los movía dentro de tu pequeño agujero a un ritmo desesperado.
No querías que parara, pero sabías que estaba tan mal, no querías que tu alma se quemara en el infierno por culpa de tus deseos carnales ocultos que ese demonio estaba dejando salir.
Él quitó el brazo que sostenía tu cintura y llevo su mano a tu mentón girándolo para depositar un beso en tus labios, los chupo con intensidad y desesperación haciéndote gemir de sorpresa en sus labios cuando saco su mano de tus bragas y la llevó al broche de tu sostén quitándolo. Tus senos rebotaron levemente al no tener nada que los sostuviera y tus pezones se endurecieron por la briza fría que corría por los alrededores.
Él se agachó a la altura de sus senos, comenzando a lamerlos y chuparlos. Tú solo podías gemir y pasar tus manos por su sedoso cabello negro atrayéndolo más a tus senos.
Lo viste separarse un poco y retroceder hasta las pequeñas escaleras que estaban al inicio del altar donde se sentó, comenzando a quitar su ropa hasta quedar completamente desnudo ante ti. Habías visto su cuerpo en sueños, pero aquella vista te dejaba sin aliento y te calentaba de solo verlo. Bajaste tus bragas por tus muslos hasta quedar sin ellas, estando ahora igual de desnuda que él.
Él te miró con deseo y ganas de devorarte hasta que no quedara nada de ti. Tomó tu mano con delicadeza, atrayéndote hacia él sentándote sobre su regazo. Alineo su pene con tu entrada comenzando a entrar lentamente en ti. Soltó un gruñido al sentir como tus paredes se abrían con su pene y poco a poco se adaptaba a su tamaño. Agarró tus caderas haciéndote rebotar sobre él una y otra vez. Tus labios dejaban escapar gemidos de placer mientras tus senos saltaban provocando que él atrapara uno de tus pezones entre sus dientes mordiéndolo lentamente, tú soltaste un pequeño grito de la sorpresa haciéndolo reír para luego lamer tu pezón.
Lo viste detener sus embestidas confundiéndote hasta que sentiste como te levantaba de su regazo y te inclinaba en cuatro frente a la estatua de Jesús crucificado. Escuchaste su risa detrás de ti al ver la expresión de descontento en tu rostro. Ibas a reclamarle, pero volvió a alinear su pene en tu entrada, penetrándote de nuevo, comenzando a embestirte de forma rápida, sacándote gemidos involuntarios.
Tomó tu cabello en una coleta haciendo que tu espalda se arqueaba cuando lo halo haca atrás con algo de brusquedad. Embistió tu centro haciendo que te estremecieras cuando encontró tu punto dulce haciéndote gemir.
Para aquel demonio coger tu dulce agujero en aquel lugar sagrado era lo mejor del mundo. Sabía que tarde o temprano te haría caer, pero ahora que te tenía no estaba pensando en dejarte ir.
Unas estocadas más y sus movimientos se volvieron desordenados hasta que se corrió dentro de tu vagina, manchando tus paredes con su espesa y blanca esencia tan caliente que sentías que te quemaba por dentro.
-Mierda, ven aquí.-Halo tu cabello hacia atrás provocando que tu espalda chocara con su tonificado pecho sacándote un grito ahogado que se convirtió en un gemido desesperado cuando aun embistiéndote llevo sus dedos a tu clítoris moviéndolos con agilidad, estimulando las terminaciones nerviosas de tu pequeño botón.-Grita mi nombre a los cuatro vientos dulzura, llámame Niki.-Gruñó en tu oído apretando tu cuello con su otra mano.-Voy a hacer que te corras ante tu querido dios, verá lo buena que eres para mí. Solo mía.
Algo en los dedos de Niki te estaba volviendo loca. Sabía que hacía con cada segundo que te estimulaba. Tus gemidos se volvieron más desesperados y tus piernas temblaban haciendo que quisieras cerrarlas, pero él te lo impedía. Ibas a correrte frente al dios que siempre habían venerado, pero ya no te importaba, solo querías correrte a manos de aquel demonio.
-Mierda.-Te quejaste haciendo reír a Niki por la maldición que soltaste.-Sentiste como tu orgasmo te recorría y explotaba en un delicioso squirt que mojó el piso del sagrado altar.-Niki.-Gemiste su nombre cuando aún él estaba dándote le es caricias para prolongar tu orgasmo.
-Eres mi buena chica, tan pecadora solo para mí.-Te halago saliendo de ti cuando sintió que fue suficiente.-Ahora deberías confesarte con tu señor de nuevo.-Río con burla y besando tus labios.
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Holii
Especial número dos, listo, y como en la encuesta querían que fuera de Niki, pues aquí esta. (Esta vez me deja llevar con el smut un poco má, peroo no le funen recuerden que es solo ficción. #Miedo #Terror #Ozuna)
Bueno espero que les haya gustado de ser así dejen su bonita estrellita. <3
Gracias por todo el apoyo. TT
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