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Dado que Yoongi ya conocía la rareza y alcance de su caso, el doctor considero como mejor alternativa, reunirse con los adultos en su oficina. Jimin no quiso acompañarlos, le bastaba con lo dicho por el omega, además tenía la mente aturdida. Tal vez pasar tiempo con los niños lo ayudaría a despejarse. 

―¿Es cierto que hoy me iré a casa? ―pregunto Yoongi sosteniendo el peluche de Kumamon con un brazo. 

―Así parece ¿Emocionado? ―consultó Jimin. 

El infante alzo los hombros y asintió con un pequeño sonido que expresaba el no estar muy de acuerdo con la idea. 

―¿No quieres irte? Pensé que estarías contento ―.Lo miro inquieto.

―Si quiero, pero, todos se preocuparán por mi ¿No es así? y las vacaciones estarán arruinadas por eso ―.Suspiró. 

―¿Qué? Claro que no, a ver, al principio si se van a preocupar, pero es algo natural. Ya verás que todos continuarán divirtiéndose, porque saben que estarás bien de todas formas. ―Sonrió, ―Hay que ser positivos. 

Las palabras del alfa lo animaron, hasta el mismo podría terminar de disfrutar sus vacaciones entonces. Atento a su conversación, pero en silencio, Taehyung los observaba, hasta que una bonita idea cruzo por su cabecita. Gateo sobre la cama blanca y abrazo a Yoongi por los hombros, apoyando su cabeza en el hombro del omega. 

―Mucho mejor ―hablo el pequeño alfa con una sonrisa en su rostro. 

―Si pequeño, mucho mejor ―admitió Park al contemplar como las mejillas del menor de todos se coloreaban de un suave rosado. 

 El alfa y los menores pasaron todo un buen rato jugando entre ellos, incluso Tae y Jimin se complotaron para alejar a Min de su preciado peluche, aprovechando que ellos eran mas altos tomaron a Kuma y se lo arrojaron entre ellos, de un lado al otro, mientras el pobre bajito trataba de alcanzarlo entre risas y algunas quejas. 

Yoon no se daría por vencido, como estrategia para recuperar su muñeco favorito se subió a la cama y corrió hacia el alfa mayor. La intención era arrebatarle el muñeco, pero no contó con hundir su pie en el colchón, resbalarse y acabar cayendo en los brazos del alfa.  

Ambos se miraron, Jimin estaba preocupado, imaginando por un milisegundo que pudo pasar si no lograba sostenerlo. Yoongi se avergonzó, dándose cuenta que ambos pudieron caer al suelo, golpearse, lastimarse o cosas así. 

―¿Estas bien? ―Jimin sonrió con ternura al ver que Yoongi no decía nada, el menor agacho el rostro, dejando notar sus abultadas mejillas y sus labios haciendo puchero. ―¿Querías mucho que te regresemos a Kumamon? ―el omeguita asintió. ―Tranquilo, aquí esta, no vuelvas a lanzarte así okey? ―otro ligero asentimiento de parte de Min basto para que Park lo atrajera contra su pecho en un cálido abrazo, luego beso su mejilla y lo sentó en la cama. 

Pasado el pequeño incidente, a eso de las ocho se hizo la hora de regresar a casa, SeoJoon dejo a Tae quedarse con su primo, debido a que él tenia otras cosas que hacer, por lo que el alfa llegaría a la casa Min primero. Por supuesto como era de esperarse Jimin y Yoongi no se despegaban el uno del otro. El mayor se inventaba creativos juegos para mantener al omega distraído. 

Al llegar a la casa todo mundo los esperaba con obvia preocupación, querían saber como estaba Yoongi, necesitaban respuestas. 

Los padres de Yoongi le pidieron al alfa adolescente que lo llevara a su casa, mientras ellos se encargaban de la difícil conversación con su familia. Rose acompaño a Jimin, ella ya imaginaba que el diagnostico de su primo no era una simple indigestión y no  quería presenciar la charla. 

―¿Qué le pasa a Yoongi? Se que debe ser algo grave ―hablo la rubia con intriga. 

Jimin asintió y la condujo a la sala mientras los niños jugaban en el patio trasero. 

―Si...Él esta enfermo, pero se recuperara con paciencia ―confesó, no quería dar demasiados detalles. 

Rose comprendió y guardó silencio por un rato, luego de que el quinceañero le invitara un refresco, la chica suspiró abriendo su lata. 

―Te extrañaba, pensé que no volveríamos a tener un momento a solas jamás ―confesó sin quitarle la mirada de encima.

―Puede ser, he estado muy ocupado con Yoongi, tu primito es un encanto ―sonrió.

―Es muy tierno, pero admito que me dio un poco de envidia que me quitara mi lugar ―río.

―Oh es mi pequeño consentido ahora, pero tú y yo seguimos siendo amigos ―le guiño un ojo.

La palabra amigos dolió, ella quería algo más, desde antes de iniciar sus vacaciones había tenido la ilusión de que lo lograría este año.

―Jimin ¿A caso no te das cuenta? ―hablo decidida, dejando su lata a un lado.

―¿De que hablas?

―Me gustas mucho, quiero que seas mi alfa ―dijo muy segura de sus palabras.

Jimin quedo boquiabierto, a él también le gustaba en un principio, pero ahora estaba Yoongi en su vida, el niño era su amigo ¿Cierto? No podía hacerse expectativas, fueran predestinados o no, el seguía siendo un adolescente con necesidades y Yoongi un niño que no sabía mucho del mundo.

―No se que responderte ―Fue lo que se le ocurrió decir.

―Dime que te gusto, se que es así ―insistió Rose con un brillo verdoso en sus ojos.

―Yo...Creo que si, no s- ―Jimin se vio sorpresivamente interrumpido.

La omega rubia puso sus labios encima de los suyos, con movimientos lentos, disfrutando el grueso labio superior que deboraba.

De un momento a otro los niños decidieron que era hora de entrar a la casa.

―Tengo hambre ―dijo Yoongi caminando hacia puerta ventana de la cocina.

―Jimin hyung y Rose noona pueden conocinar algo ―propuso Taehyung.

El omega asintió y ambos entraron, unos pocos ruidos se escuchaban venir desde la entrada de la cocina.

Los niños se asomaron y abrieron sus bocas a lo grande tras ver a sus mayores besándose. Yoongi se sintió extraño, algo molesto.

"¿Qué es esto? ¿Porqué estoy molesto? ¿O estoy triste? No sé porque ver a hyung y noona juntos me da ganas de llorar"

Pensó haciendo puchero, entre pensamientos confusos que hacían doler su cabeza, llegó a la conclusión de que tal vez era porque Jimin ya no le prestaría más atención.

―Yoobie, creo que ya no tengo hambre― dijo Taehyung asomado a la entrada.

Su cara de asco hizo reír a Yoongi, quien también hizo una mueca. Como a todo niño, esos actos de adultos le parecían una innecesaria y asquerosa transmisión de germenes.

Los adolescentes no se habían percado de los pequeños espías que los veían, así que Tae tomó la mano de Yoongi y ambos lograron escabullirse hacia la habitación principal donde tomarían una siesta, cansados de tanto jugar.

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Holaaa! Maratón pt1, el destino empieza a manifestarse, Jimin y Yoongi no están listos para lo que eso significa y toman sus propias decisiones. ¿Qué les parece este capítulo? Espero que les haya gustado (y que no maten mucho a Jimin jajsjs)

Nos vemos en la noche con la segunda parte de la maratón ♡

Lxs amo♡