Una tortuga de antifaz rojo se encuentra en el techo de un edificio, ya había terminado de hacer el patrullaje, ahora decidió regresar a la alcantarilla.

Pero el sonido de su T-phone lo detuvo, observó el nombre del contacto y se dió cuenta que es un número desconocido.

De cualquier modo contestó la llamada

-¿Hola?

-¡¡¡RAPH!!!

El temperamental reconoce la voz, es su hermanito, por el tono que utilizó el menor, piensa que algo malo le pasó.

-¡Mikey! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Estas bién?! -pregunta preocupado-

-¡¡¡VAMOS A MORIR!!!

Esto asusta más al mayor

-¡Mikey! ¡¿dónde estás?! ¡¿que pasa?!

Pero se escuchó como si alguien le quitara el teléfono

-Raph, Mikey y yo estamos en la cárcel -con seriedad confiesa el nerd-

-suspira aliviado- Pensé que les pasó algo malo -pero se quedó callado al procesar las palabras del chimuelo- espera ¡¿ESTÁN EN LA CÁRCEL?!

-Pués es una larga historia

-¿Qué rayos hicieron?

-Verás al sabelotodo de tu hermano menor, se le ocurrió robar un supermercado, para conseguir ingredientes para una pizza, la policía nos descubrió, tuvimos una persecución de película y ahora estamos en la cárcel

Una pequeña parte de Raphael se sintió orgulloso por las acciones del pecosito, pero por otra está muy molesto

-Entonces, ¿me están llamando para que los saque de la cárcel?

-Si y que cuando nos saques de aquí, no le digas nada a Leo

-suspira- Si claro como sea, ya voy en camino -cuelga la llamada-

-Al parecer esta noche aún no termina -se dice así mismo el de ojos esmeralda y se dirige a la cárcel-

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