Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3

El día pasaba tranquilo por la parte más concurrida de Anima City. Un beastman albino conocido como Shirou Ogami, miraba serio y tranquilo las calles desde las azoteas, en un patrullaje vespertino.

El sol y el cielo azul en la ciudad eran sin duda algo bello ante sus ojos, que contagiaban una alegría que no podría mostrarse de manera externa. Todos contentos y sin aparentes preocupaciones, apreciando también el cielo azul y el soleado clima.

En la zona concurrida, todo se veía normal a sus ojos y olfato. Camino a las orillas de estas o donde terminaba la aglomeración de hombres bestia, para ir a lugares más tranquilos, desde las azoteas.

Mientras en su camino veía a las grandes pantallas con las noticias de la alcaldesa.

"En Anima City y la organización humana Pro-animal seguimos negociando y luchando por una buena paz entre humanos y hombres bestia"

Era la voz de la alcaldesa la que oía mientras saltaba y corría en las azoteas.

"Todos los humanos y hombres bestia somos iguales. Los humanos son nuestros hermanos y luchamos por una futura sana convivencia"

Eso le hizo fruncir el ceño levemente. No estaba de acuerdo en que la alcaldesa se haya unido a ese grupo de humanos que decían luchar a favor de convivencia pacífica entre humanos y hombres bestia.

No le caían esos que aseguran amar a los hombres bestia, no confiaba en ellos para ser preciso. Temía que todo fuera una máscara, una farsa, y terminara en traición.

"Debemos reconocernos como hermanos y ser solidarios unos con otros. Nadie es enemigo de nadie"

Ahora en el anuncio aparecía una humana, de piel blanca, cabellos rubios y ojos marrones; que estrechaba manos con la alcaldesa Rose.

¿Por qué la alcaldesa accedió a filmar ese comercial? Pensaba en sus adentros.

"Más y más humanos se suman al grupo pro-animal, pidiendo una sana convivencia entre ambas especies y que se erradique el odio mutuo. Figuras importantes como presidentes, alcaldes y senadores. Además de figuras públicas humanas como la cantante Katy Mason, la actriz Shirley Imzy y la pareja millonaria de industrias Macht"

Shirou chisto entre dientes. Pensaba que ellos sólo querrían promocionarse por ser figuras públicas y tener más popularidad o dinero. No creía el que dijeran que sólo querían paz y que todos se llevarán bien. Después de todo aquella actriz y cantante estaban con aquella industria, les debieron haber pagado.

"Nosotros los humanos hemos estado mal desde que hicimos que los hombres bestia hicieran su propia ciudad y les negáramos el poder vivir en la nuestra, ellos son iguales a nosotros. Deberíamos romper las barreras de ambas ciudades y reconciliarnos"

Hablaba la cantante Katy Mason ante toda una prensa en un tono serio, decidido y segura de sí misma ante sus palabras.

Decidió mejor alejarse de cualquier pantalla con aquel comercial que no se creía y mejor ir a las partes más tranquilas.

Necesitaba paz de todo esto que ahora ocurría, de todas las voces humanas que decían anhelar la paz. Eso sólo le irritaba, le daba cierto repudio y hacía crecer en él su enojo.

Quería alejarse del ruido aglomerado y revisar hasta el más pequeño rincón en Anima City.

Debía cerciorarse de que todo estaba tranquilo y en calma para días antes del aniversario 10 de Anima City, nada podía irse abajo tan de repente.

En las zonas tranquilas todo estaba normal y apaciguado, niños con sus padres, parejas de ancianos en los parques y varios vendedores y puestos en las calles.

Todo se veía normal a su parecer, era una zona habituada por familias, niños y ancianos, algunas parejas también, pero eso a él no le importaba ahora.

La calma del lugar, el ruido de niños gritando y riendo, junto con el sonido de los pasos y las charlas amenas le contagiaron dicho sentimiento.

Sus "hermanos y hermanas" disfrutaban de un lindo y tranquilo día.

Respiro profundo para poder inhalar calma.

Pero en eso, a sus sentidos llegó un olor, cierto olor.

Al principio, era un aroma dulce, fresco y hermoso para él; pero al inhalar más profundo, notó algo en aquella esencia.

El aroma era de un humano.

Eso alertó a sus sentidos y los agudizó. ¿Qué hacía un humano en Anima City? Es más, ¿cómo pudo haber llegado sin ser descubierto por él?

Soltó un gruñido feroz y siguió el camino del aroma de humano, por los tejados de Anima City.

Estaba yendo hacia una parte cerca de Rabbit Town, más no dentro de sus territorios.

Mientras seguía a su olfato, corría rápidamente para no perder el camino y el rastro que aquel humano había dejado con su olor; mientras escuchaba voces de familias, niños y madres. Una conversación en particular se centró en su cabeza.

Mami, ¿Cuándo lleguemos a casa, jugaremos a hacer la merienda? -era una voz de infante, un niño.

Si mi amor, pero no te dejaré ayudarme del todo, aun eres muy pequeño para varias cosas, no quiero que te lastimes -la voz femenina, dulce y suave, le invadió la cabeza.

Su olfato y oído se unieron. Esa era la humana que desprendía el olor. Y una especie de silueta femenina se visualizó en su mente, de la humana cargando al cachorro.

Una sensación de rabia inundó su cuerpo, y aceleró el paso.

Se imaginaba el peor de los escenarios: esa humana secuestraba al cachorro para venderlo con los humanos, y el pequeño no tenía ni la menor idea de lo que pasaba.

Corría tras aquel camino invisible que dejaba el aroma del humano, siendo de color blanco, distintivo del amarillo de los beastman.

Más al estar a sólo un kilómetro del aroma, este comenzó a distorsionarse, pues un aroma más fuerte, un aroma de hombre bestia, hacía que el olor de humano se perdiera.

Se detuvo abruptamente y cubrió su nariz con su brazo.

¡Maldición! ¿Quién había soltado feromonas? ¿O quién estaba en celo?

Segundos pasaron para que pudiera irse el olor abrupto de sus fosas nasales.

¡La humana! Hizo el click en su cabeza nuevamente.

Cerro los ojos e intentó respirar profundo para poder encontrar a la humana de nueva cuenta, no pudo haber ido tan lejos.

Sin embargo, al comenzar a rastrear el olor de humano, este se comenzaba a distorsionar, casi a desaparecer. El color blanco se iba mezclando entre el amarillo de la esencia beastman, hasta casi perderse y ser cambiado por dicho color.

Agudizó los sentidos para poder ser más fuerte y encontrar a la humana. Pero este desapareció en una calle con personas, familias y niños; y lo único que pudo ver, fue a un cachorro restregándose feliz y cariñoso al cuerpo de su madre, ambos de olor beastman.

Abrió los ojos y se dejó caer al piso del tejado en el que se encontraba.

¿Cómo? Hace unos momentos había encontrado el aroma de una humana con un cachorro, ¿y este ahora desaparece? ¿Así de la nada?

Suspiro pesado, ¿acaso era solo la preocupación de que algo saliera mal en el festival de Anima City? ¿Acaso se estaba volviendo viejo y todo lo alucinó?

Negó con la cabeza, no, imposible, un ser inmortal no podía comenzar a fallar de la noche a la mañana, no él.

Era imposible que él, Shirou Ogami, fallara en algo. Así que una cosa estaba segura, había un humano en Anima City; aquel aroma no lo había alucinado, sólo se supo desaparecer de una manera bastante ingeniosa.

Encontraría a esa humana, así fuera lo último que él hiciera. Mataría a esa humana si era necesario. No importa lo que la alcaldesa dijera, o lo que ella estuviera haciendo ahora.

Los humanos no tenían lugar en Anima City.

—Haru hijo, llevas un buen rato pegándote a mi. Eres un lobo, no un gato cielo -hablaba la peli-____ cargando al pequeño.

—Perdón mami -se disculpó el de ojos azules-. Pero es que tu aroma es tan bonito -volvió a restregarse a su cuello y hombro-. Quiero que se me pegue.

La de ojos ____ soltó una risita ante eso.

—¿Oh enserio? -preguntó sonriendo de lado hacia el pequeño-. ¿O no será que tú quieres pegarme tu aroma? -bromeó sin quitar su sonrisa.

Aunque para su madre fuera una broma, para él menor no lo era. Hace un rato que había sentido que alguien los seguía, y como lobo, eso alertó a sus instintos internos; así que se le restregó a su madre para que perdiera su aroma y en cambio tuviera el suyo.

Como si fuera un mensaje que dijera: "aléjate de mi mami", hacia quien quiera que fuera su acechador.

Nadie lastimaría a su mami, él la protegería a capa y espada.

Como el aviador protegía al principito de la cobra en el desierto.


Originalmente, esto lo iba a subir ayer, pero por problemas y complicaciones, se pudo hasta ahora.

Este Shirou es tan radical ante los humanos, pero en fin, déjenlo, se enamorara algún día.

Tus comentarios me gustan más que las estrellas, si soy honesta.

Pero comenta y no olvides votar. Ese es el eslogan de cualquier escritor.

Los amo y cuídense

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro