—Aah... Binnie ahí, más... —gimió Kai cuando el mayor toco con su pene la próstata del pequeño.

—¿Se siente bien, Ningning? —gimio ronco Soobin ya bastante exitado.

Eran las 02:17 de la mañana y Soobin solo tomaba a Hueningkai duro para luego hacerlo de nuevo, el menor no se equivocó, Soobin no iba a querer dormir esa noche.

—Mgh, Soobin... si. —jadeo Hueningkai, estaba cerca y podia sentirlo.

—Mmm... bebé, tu culito está tan apretado, me traes loco, Pequeño. —gruñó Soobin al oido del menor y eso solo bastó para que Kai se corriera entre ambos cuerpos, apretó sus musculos internos e hizo que el mayor se corra duro en su interior.

—Binnie... —jadeo el pequeño.

—¿Que sucede, bonito? —pregunto Soobin atrayendo el cuerpo de Hueningkai hacia el.

—Mañana tengo examen y tu me estas haciendo dormir tarde, mañana tendre sueño y me dolera el cuerpo por tu culpa. —reprochó haciendo un puchero.

—Y yo tambien estaré ocupado durante la semana así que ese dolor será un recordatorio de a quién perteneces, para que ningun idiota se te acerque mientras no estoy. —contesto cabreado el mayor recordando a todos los estúpidos amigos de su pequeño que siempre cuando el estaba cerca mirandolos aprovechaban para celarlo poniendose muy cerca del menor o agarrandolo de la cintura.

—Me gustas mucho, Binnie. —dijo Kai mirando encantado las facciones del mayor, su mandíbula marcada, esa hermosa piel, esos ojos negros y profundos, ese hombre era la masculinidad pura.

—Tu me encantas, Hueningkai. —dijo Soobin con los ojos cerrados y aunque no lo viera, sabia que su bebé tenia un timida sonrisa en su rostro.

—Te amo. —Soobin escucho atento las palabras llenas de amor que le dio su novio y su corazón comenzó a latir rápido.

—Y yo mas, amor. —dijo el mayor mientras se ponia de costado y pegaba el rostro de Kai a su pecho quien al oír esas palabras se sonrojo levemente.

—Ahora a dormir, pequeño. —Soobin le dio un beso en los cabellos castaños a Kai para luego caer en los brazos de morfeo.

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