La mañana se sentía increíblemente maravillo, no podía esperar para llegar y contarle todo lo qué pasó a mi amiga. ¡Me sentía en un hermoso sueño! Las mariposas revoloteaban con furor dentro de mi estómago al recordar lo que había pasado entre nosotros.
¿Nosotros? ¡Si...había dicho nosotros!

Pero al llegar...Normalmente no era de esas chicas que se preocuparan por lo que decían los demás sobre mi, más sin embargo, esta ocasión era diferente, desde que puse un pie en el colegio todos murmuraban a mis espaldas, evitando que no me sintiera intimidada.

—¿Qué le pasa a todo el mundo?—pregunté incómoda llegando hasta Sook Hee.

—Son Ha Neul, por fin llegas—dijo ella angustiada.

—¿Qué sucede?—la mire extrañada.

—Escucha, solo no entres en pánico de acuerdo— respiró hondo—Sucede que...

—¡Mira a quien tenemos aquí!—se escuchó al final del pasillo.

—Jisso ahora no, enserio, hablemos en otro momento—dije volviendo a mirar a mi amiga.

—¿No? Yo hablaré ahora— dijo mirándome de mala gana.

—Hablo enserio Jisso, deja de fastidiarme, ¿No tienes otra cosa más importante que hacer? Te la pasas molestandome todo el tiempo.

—¡No, no tengo nada más importante por que tú me lo has quitado!— gritó enojada.

¿Cómo?

—¿Qué? Estás loca, no sé de que hablas.

—Haechan terminó conmigo—soltó tomándome por sorpresa.

¿Eso era cierto? ¿Ella y el ya no...

—Eres una maldita resbalosa.

—No se de que estas...

—No te hagas la desentendida o la inocente conmigo, porque ya no te queda

—Jisso ¿Qué haces? —preguntó Haechan acercándose a ella

—Hablando del rey de Roma—soltó sarcásticamente

—Tranquilízate, estás demasiado alterada—dije tratando de calmar la situación.

—¡No me pidas que me calme maldita sea!—exclamó llamando la atención de otros alumnos.

—Jisso, las personas están mirando —susurro Haechan un tanto apeado.

—Perfecto, ¡Qué todos escuchen la mierda de persona que ella es en realidad!

—No estoy para escuchar estupideces, vamos Sook Hee—me giré para comenzar a caminar, pero algo hizo hervir mi sangre.

—Te la pasas por ahí, paseando por la vida con esa ropa fingiendo que todo está bien, ocultando tu verdadero yo, pero ¿Qué crees Ha Neul? Nada está bien, ¡Tus padres no van a volver!—gritó haciendo que me detuviera.

—¿Qué? —me voltee a mirarla.

—¿Quieres ser como tu padre Neul? —sonrió con malicia—Pues sabes que, nunca serás como el, maldita huérfana.

—¿Cómo sabes de..

—Yo lo sé todo Neul, tus padres murieron hace un par de años, pero nadie lo sabía, ¿Por qué lo ocultaste? —preguntó con él ceño fruncido—Yo, te diré porque, porqué tienes miedo, miedo de todo, miedo de lo que las personas digan, miedo a quedarte completamente sola, porque eres una persona patética.

—¡¿Quién te dijo eso?!—exclame desesperada, el aire en mis pulmones desaparecía y los latidos de mi corazón se podían sentir en mi garganta—¡¿Cómo lo sabes?!—grité pero un pensamiento irrumpió en mi cabeza y dirigí mi mirada hacia Haechan—¿Fuiste tú cierto?—me sentía decepcionada, traicionada—¡Confíe en ti!

—Ha Neul, puedo explicarlo...

—Dios, ahora siento tanta lástima por ti—interrumpió la chica riendo—Pobre Ha Neul, sin madre, sin padre...

—Cierra la maldita boca —grité, estaba al borde del colapso.

—Jisso es suficiente —interrumpió mi amiga al mirar como me encontraba.

—Ahora todos saben tu sucio secretito, maldita zorra.

—¡Cállate! —levanté mi mano dispuesta a golpearla.

—¡Ha Neul!—gritó una voz masculina detrás mio, me detuve.

Las lágrimas no tardaron en salir, el corazón me dolía, me faltaba la respiración, baje mi mano lentamente hasta que está se posó en mi frente, maldita sea, esta no era yo.
Sentí unos brazos rodearme, era Jungwoo, ¿Qué estaba haciendo aquí?. Todo era tan confuso.

—Hey, vamos —dijo con una voz suave mientras intentaba sacarme de ahí.

Me deshice de su agarre con suavidad, limpie mis lágrimas bruscamente.

—Es cierto...mis padres murieron, lo he estado ocultando porque de esa forma todos me mirarían como alguien normal, no por lástima —comencé actuando más tranquila—Lo oculte porque aún no acepto el hecho de que se hayan ido y me dejaran sola—miré a Jisso—Mejor preocupate por tus asuntos, que mucha falta te hace, ¿Miedo? No tengo porque temerte, a ti, ni a nadie, ¿Lastima? Yo no pedí tu lástima, lástima debería tenerte yo, por la desagradable persona que eres.

Y salí del lugar sin decir nada más.

Haechan

—Tú vienes conmigo —la tomé del brazo bruscamente.

—Ey, sueltame, me estas lastimando —se quejo mientras intentaba deshacerse de mi agarre

—¡¿Por qué hiciste eso?!—pregunté sintiendo la furia recorrer cada átomo de mi cuerpo.

—¿Qué? Ahora la mala del cuento soy yo, ¿Vas a defenderla?—frunció el ceño —Te di todo Donghyuck, te di 4 años de relación y ¿Qué hiciste? Me engañaste.

¡Vaya? Como corrían los rumores en este lugar.

—Jisso—susurré bajando la mirada—Siendo sincero, ya no siento nada y ya te lo había dicho—suspiré con pesadez por lo idiota que estaba siendo—Ya no es lo mismo.

Un silencio infernal reino el lugar y nos envolvió como una manta por un par de segundos.

—¿Te enamoraste? —sus ojos comenzaron a cristalizarse —Maldición ¿Te enamoraste de ella?

—Jisso, no es lo que...

—No mientas, no soy una persona estúpida, lo sé —sonrió con lágrimas en los ojos —Lo sé, porque la miras como solías mirarme a mi.

—No es tu culpa —susurré cerca de ella— Soy yo, últimamente me sentía atrapado a tu lado, y en una relación no se supone que debas sentirte así.

—¿Qué tiene ella que no tenga yo?, puedo cambiar —tomó mis manos —Puedo hacerlo, dime en qué quieres que cambie y lo haré, por ti, por nosotros

—No necesito que cambies nada Kim Jisso, eres perfecta, vuelves loco a cualquiera —dije con obviedad —Pero desde hace mucho tiempo no existe un nosotros.

—Pero yo te amo —dijo entre lágrimas.

—Y yo creí que te amaba también —sonrió —Hasta  que la conocí —susurré haciendo que soltara mis manos —Lo siento.

Ha Neul

—Vamos Neul, de todas formas se enterarían ¿No?

—Váyanse —susurre a danzando mis piernas hasta pegarlas a mi pecho—Debo estar sola, necesito estar sola...¡Largo!

—No —dijo Jungwoo firme a mi lado —Creeme, estar sola es lo último que necesitas, vamos, eres Son Ha Neul, una rueda de la fortuna, volverás a subir.

Y caí al suelo rendida, el llanto retenido no pudo retenerse más y lloré, juro que llore hasta quedarme completamente seca, llore como en mucho tiempo no lo había hecho.

—Neul —me abrazó Sook Hee.

—Vete por favor —odiaba que me vieran llorar.

—No, no me voy a ir, entiéndelo de una buena vez —dijo enojada —Eres mi mejor amiga, la única persona que estuvo a mi lado soportandome, soportando mis lloriqueos de niña pequeña cuando el mundo me dio la espalda, así que no me iré, no lo haré, me quedaré aquí, contigo, para darte mucha agua y así hidratarte para que tus estúpidas lágrimas no se acaben y por fin puedas liberarte —mencionó llorando conmigo—No me iré, maldición entiende, no lo haré, no voy a irme.

La miré, tenía que reconocerlo, mi comportamiento con ella a veces no era el adecuado, me comportaba como una tonta.

—Lo siento —la abracé de vuelta — Lo siento, has estado conmigo siempre y yo lo único que he hecho es preocuparte y darte más problemas.

—No, no, perdoname tú a mi.

—No tengo ni una puta idea de porque demonios estas disculpándote ahora —reímos al unísono—Te quiero mucho Kang Sook Hee.

—Y yo te quiero a ti Son Ha Neul.