chapter one.
" jackie howard "

Sentí cómo alguien me zambullía bruscamente en el agua, y de inmediato luché por subir a la superficie, buscando desesperadamente aire.

Después de unos segundos que me parecieron una eternidad, finalmente logré salir del agua, jadeando y con el corazón latiendo con fuerza.

Me giré rápidamente, buscando al culpable de mi repentino baño forzado, y ahí estaba Cole, con una sonrisa traviesa en el rostro.

— ¡Cole! ¡Te has pasado! —  le dije y él se rio ante mi reproche, pero su risa contagiosa rápidamente me envolvió, disolviendo cualquier atisbo de molestia que pudiera haber sentido

Sin embargo, no podía dejarlo salirse con la suya tan fácilmente. Con una mirada desafiante, me acerqué a él con determinación, preparada para devolverle la broma.

Con un rápido movimiento, intenté zambullirlo en el agua con la misma energía con la que él me había sumergido a mí. Cole, con una expresión juguetona, retrocedió un paso, anticipando mi contraataque.

Con decisión en mis ojos, me lancé hacia él y mis manos se aferraron a sus hombros para zambullirlo en el agua con un chapuzón estruendoso.

El agua salpicó en todas direcciones mientras Cole emergía, tosiendo y riendo al mismo tiempo. Una sonrisa triunfante se extendió por mi rostro al ver su reacción.

— ¡Oigan! — escuché a alguien gritar — ¡Ella es Jackie!

Me giré al instante, separándome de Cole con curiosidad para acercarme a la chica. — ¡Hola! —saludé con una sonrisa mientras me acercaba a ella — Soy Elizabeth, pero puedes llamarme Beth.

Al darme cuenta de que Jackie estaba mirando a alguien detrás de mí, seguí su mirada y me encontré con Cole, quien salía elegantemente de la piscina, como si fuera a cámara lenta.

— ¿Quieren presentarse? — le preguntó Will a Cole y este nos miró desde la tumbona en la que se acababa de sentar

Cole, desde su lugar en la tumbona, miró con indiferencia a Jackie antes de responder. — Ya lo haremos luego. — su respuesta fue breve, pero no mostraba ningún deseo de socializar en ese momento. Luego, dirigió su mirada hacia mí — ¿Vienes?

Asentí y me acerqué a la tumbona donde estaba descansando.

Cole me miró con curiosidad, como si estuviera a punto de decir algo, pero luego simplemente se recostó, disfrutando del calor del sol.

El silencio entre nosotros no era incómodo; al contrario, era reconfortante estar juntos en ese momento, compartiendo la tranquilidad del día soleado.

Podría decir que éramos mejores amigos. Desde que llegué a esta casa, siempre había sentido una conexión especial con él en comparación con los demás. Pasábamos la mayoría de nuestro tiempo libre juntos, compartiendo risas, confidencias y aventuras.

Cole siempre había estado ahí para mí, ya fuera para celebrar mis éxitos o para consolarme en momentos difíciles. Su presencia era reconfortante y familiar, como un faro en medio de la oscuridad.

El perro salió de la piscina y empezó a sacudirse y enviar agua en todas direcciones, mojándonos a mí, a Cole y a Jackie. Mientras yo reía por la inesperada situación, pude ver la expresión de molestia en el rostro de Jackie, quien estaba vestida y claramente no esperaba terminar empapada.

— ¡Oigan! Empiecen a subir las cosas de Jackie, ¿de acuerdo? —exclamó Will, pero no le hicimos ningún caso — ¡Cole! ¡Elizabeth!— repitió, esta vez con mayor insistencia

— Sí, ya te oímos. —respondió Cole, pero aun así, ninguno de los dos nos movimos. Cole me miró con sorpresa, señalando hacia mi lado — ¡Eh! ¿Desde cuándo tienes una tableta de abdominales? —preguntó, con los ojos ligeramente entrecerrados mientras observaba mi abdomen con curiosidad

Me sonrojé ante su comentario y bajé la mirada hacia mi abdomen, donde los músculos se marcaban ligeramente bajo mi piel.

— Bueno, he estado trabajando en ello últimamente —respondí tímidamente, sintiéndome un poco avergonzada por ser el centro de atención de esa manera

Cole asintió con aprobación, admirando el resultado de mi esfuerzo. — Se nota. Tendré que apuntarme yo también a ajedrez. — me picó, con una sonrisa traviesa bailando en sus labios

Le lancé un golpe juguetón en el hombro. — ¡Claro! Todos sabemos que el ajedrez es mi secreto para conseguir abdominales de acero. No, se le llama natación. — miré la puerta de la casa — ¡Va! ¡Venga! Levántate, ponte una camiseta y vamos a ir subiendo las cosas de Jackie a su habitación — exclamé, poniéndome de pie

(...)

— Tú contra mí —le dije a Alex, dejando la revista que tenía entre las manos y cogiendo el mando que anteriormente tenía Isaac

Alex levantó una ceja con una sonrisa desafiante. — ¿Estás segura? La última vez te gané.

Sonreí ante su comentario, consciente de nuestra historia de competencia. Alex y yo éramos más rivales que amigos, siempre estábamos listos para competir y desafiarnos mutuamente en cualquier oportunidad.

— Bueno, esta vez será diferente. Estoy lista para la revancha —respondí con determinación, preparándome mentalmente

— ¡Uh! Beth contra Alex. No me lo pierdo — exclamó Isaac con una sonrisa traviesa

Con el mando en mano, me preparé para enfrentar a Alex en la partida. La atmósfera se cargaba de tensión competitiva mientras nos acomodábamos en el sofá.

Alex me miró con una mirada desafiante, y su sonrisa indicaba que no iba a ser una competencia fácil. Sabía que tendría que dar lo mejor de mí si quería tener la oportunidad de vencerlo esta vez.

Isaac observaba con interés desde el lado, y noté que Lee y Nathan se habían unido a él, formando un pequeño grupo de espectadores que observaban nuestro enfrentamiento con atención.

Concentrada y determinada, me sumergí en el juego, dejando atrás cualquier distracción y enfocándome en superar a mi rival.

Cada vez más cerca del final, mi determinación se intensificaba. Sabía que este era el momento decisivo, y me esforcé al máximo para encontrar la mejor jugada que me llevara a la victoria.

Finalmente, con un movimiento audaz, logré superar las defensas de Alex y aseguré mi triunfo en la partida. Un coro de exclamaciones y aplausos estalló en la sala.

Noté un movimiento junto a la puerta y al girarme, me encontré con la mirada confundida de Jackie, quien estaba apoyada en el marco de la puerta observándonos.

— ¿Qué está pasando aquí? —preguntó Jackie con una sonrisa desconcertada, evidentemente confundida por el alboroto y la emoción en la habitación

Lee y Nathan se apresuraron a explicarle lo que había sucedido, mientras Alex y yo compartíamos una mirada cómplice, sabiendo que Jackie no comprendía completamente nuestra dinámica de rivalidad amistosa.

(...)

— Lo siento, Nathan. He tardado más de lo que toca, es que hoy estoy...

— No pasa nada. Solo han sido dos minutos. — respondió Nathan con calma

Salí del baño, envuelta en la toalla, y corrí hacia mi habitación, la cual compartía con Cole. Al entrar en la habitación, encontré a Cole sentado en su cama, concentrado en su teléfono.

Levantó la vista al escucharme entrar y me miró con curiosidad. — ¿Todo bien? —preguntó, notando mi expresión apresurada

— Sí, sí. —respondí rápidamente, apresurándome a buscar mi ropa en el armario

Cole asintió con comprensión y volvió a sumergirse en su teléfono mientras yo me vestía rápidamente.

No me importaba desnudarme delante de él, teníamos ese nivel de confianza y comodidad. Así que, sin dudarlo, me quité la toalla y me vestí frente a Cole, quien continuaba absorto en su teléfono.

Una vez lista, me estiré junto a él. Cole levantó la mirada de su teléfono y me sonrió. — ¿Has desayunado?

Me mordí el labio, recordando que no había tenido la oportunidad de desayunar antes de ducharme. — Uh, no...

Cole asintió y se puso de pie de inmediato. — No te preocupes. Voy a preparar algo para los dos. ¿Qué quieres? —ofreció

— Ya me lo preparo yo.

Cole asintió con una sonrisa y se sentó de nuevo en la cama, dando espacio para que me levantara y me dirigiera a la cocina.

— Buenos días, Beth. — me saludó Katherine cuando bajé, y todos los chicos presentes también me saludaron

Respondí con una sonrisa a cada uno de ellos mientras me acomodaba en la mesa para tomar el desayuno.

A mi lado, Alex me pasó la caja de cereales, mientras yo llenaba mi bol de leche. Su gesto fue inesperado. Mantuve mi expresión neutral mientras tomaba la caja, tratando de no mostrar ninguna emoción.

Agradecí fríamente a Alex y continué llenando mi bol de leche, intentando mantener mi atención en el desayuno y no en la tensión que había entre nosotros. Mientras tanto, percibí la mirada divertida de Isaac sobre mí, pero decidí ignorarla y centrarme en lo que tenía delante.

Después de servirme el desayuno, me senté a la mesa y traté de participar en la conversación ligera que tenían los demás chicos.

Me levanté cuando Cole me avisó de que ya nos íbamos a la escuela. Todos nos dirigimos hacia el coche y me senté en el asiento del copiloto, al lado de Cole.

Con la música sonando en el fondo y el paisaje pasando rápidamente a través de la ventana, me permití disfrutar del viaje hacia la escuela.

Llegamos a la escuela y aparcamos. Cole se volvió hacia nosotros con un aire de autoridad. — A ver, escúchenme. Hoy tenemos auto lleno. Eso quiere decir: Isaac, no te ofrezcas a llevar a cualquier porrista. — dijo mientras todos abríamos las puertas y nos preparábamos para salir — Eh, y nos vamos a las tres y media, ¿de acuerdo?

Asentimos en señal de entendimiento, tomando nota de las instrucciones de Cole.

Cogí mi mochila y me apoyé en el maletero del coche, observando a los demás mientras se preparaban para dirigirse hacia la entrada de la escuela. Poco después, Cole se colocó a mi lado, compartiendo el silencio cómodo entre nosotros.

No necesitábamos intercambiar palabras para entender lo que el otro estaba pensando.

— Entonces, ¿qué te parece? — le preguntó Cole a Jackie

Mientras esperaba la respuesta de Jackie, aproveché para ajustar mi mochila y prepararme mentalmente para el día escolar que teníamos por delante.

— Es... eh, enorme.

— No es como las escuelas elegantes de Manhattan, ¿no? — le di un codazo

Antes de que Jackie pudiera responder, alguien se acercó gritando, interrumpiendo nuestra conversación. Reconocí la voz y sonreí al ver a mi mejor amiga acercándose hacia nosotros. — ¡Cole! ¡Beth! Hola. — exclamó, dándole un apasionado beso a Cole antes de girarse hacia mí y darme un fuerte abrazo

Los tres nos pusimos en marcha, caminando juntos hacia la entrada del instituto.

— Suerte hoy, Nueva York. — le dijo Cole

— Suerte. — le dije a Jackie con una sonrisa de ánimo antes de separarme de ellos y continuar mi camino hacia mis clases

• Puse esta historia en borradores y ahora que me ha vuelto la obsesión con esta serie, he empezado a escribir. Lo siento por los que lleváis esperando este capítulo todo este tiempo, y espero que os guste mucho. <33