chapter thirteen.
" feeling of loneliness "

Me miré en el espejo después de acabar de lavarme los dientes. Me sonreí, estaba feliz en verdad.

La puerta del baño se abrió y Elena se sorprendió al verme. — ¿Qué haces aquí? — me preguntó frustrada — No sabía que habías vuelto a vivir aquí.

Me fijé en las ojeras que llevaba. — ¿Estás bien, Elena?

— Sí, lo siento, es que necesito hablar con Stefan, solo eso. Lo siento, ¿puedo...?

— Oh, claro, sí. — salí del baño cerrando la puerta y me encontré con Jeremy sonriéndome — Hola. — dije nerviosa

— Hola. — siguió sonriendo él — Em... Jenna quiere verte.

— Vale. — le sonreí, pero no me moví al igual que él — ¿Necesitas algo?

Me abrazó repentinamente y me sentí de lo más cómoda en el abrazo. — ¿Hoy trabajas?

— No. — me separé del abrazo — Pero tengo entrenamiento de animadoras, creo, no sé, Caroline ha estado muy rara los últimos días.

— Vale, nos vemos ¿luego?

— Adiós. — bajé las escaleras y me acerqué a Jenna — ¿Qué querías?

— No, era solamente que ya he limpiado tu ropa para que te cambies y puedas salir con otra ropa y-

— Eres la mejor. — la besé en la mejilla — De verdad.

Cogí la caja de ropa limpia y la subí arriba y me encerré en la habitación de Jeremy para quitarme la camiseta sudorosa y ponerme la camiseta de deporte que había dejado aquí la última vez que hice yoga con Jenna y quitarme los pantalones de deporte de Jeremy para ponerme mis mallas. Hoy iba al gimnasio.

— ¿Sigues aquí? — bromeó Jeremy abriendo la puerta — Sabía que no abandonarías esta casa nunca.

Llamaron a la puerta. — ¡Voy! — grité desde arriba. Abrí la puerta y me encontré una de las personas que menos me esperaba — Hola, Vicki, ¿estás bien?

— El sol me está matando, me arden los ojos.

— Bueno, no sé por qué a mí eso me-

— Tengo hambre, ¿qué tenéis de comer? — me cortó y entró en la casa sin preguntar

— Claro, entra. — dije confundida

Jeremy bajó las escaleras lentamente. — ¿Qué hace Vicki aquí?

— Creo que robarte comida.

— ¿Estás colocada, Vicki? No es hora de comer. — le dijo tranquilo Jeremy a Vicki

— ¿Por qué habláis tan alto? Me duele la cabeza. Necesito silencio.

— Mira, guapa, si te molestamos pírate. — me enfadé por su comportamiento. Vicki empezó a comerse la comida de Jeremy y él se dejó — ¿Llamo a Matt?

Se lo pensó por un rato, pero acabó asintiendo. En cuestión de minutos Matt entraba por la puerta de la casa de Jeremy. — ¿Dónde está?

— En la cocina.

Lo acompañé a la cocina donde Jeremy la miraba desde el pasillo confundido. — ¿Qué ha tomado? — preguntó a mi amigo mirando a su hermana mayor estirada en el suelo bebiendo una limonada

— No... no lo sé. — respondió

— Ha llegado así, dice que tiene hambre. — comenté

Matt se acercó a ella y le quitó las gafas con cuidado. — Va, Vi, ¿cómo va eso?

— No lo sé, Matty, me duele. — dijo ella con las lágrimas por sus mejillas

— Ya, ¿qué te duele?

— Los dientes, me duele la boca, tengo algo en las encías y me duele.

— Bien, vale.

Se apartó cuando Matt intentó calmarla. — ¡No me toques! — gritó — ¡No!

— Vamos, Vi, no seas así. Vamos a casa.

— ¡Apaga eso! — le gritó enfadad a Jeremy

— No sé de qué hablas.

— Las voces, la charla, ¡apágalo ya! — se levantó y la seguimos hacia el televisor donde se podía ver al exnovio de Jenna dando la noticia de unos cuerpos muertos en el bosque

Jeremy cogió el mando y subió el volumen asustado. — Es donde estuvimos ayer. — comentó triste Jeremy y miró a Vicki

— ¿Qué ha pasado, Vicki?

— Calla. — susurró ella triste

Logan rogó que si alguien tenía alguna información sobre lo sucedido que lo dijera a la policía y todos nos giramos a mirar a la chica. — Vicki, debemos llevarte y que los cuentes lo que-

— ¡No, no! — me interrumpió devastada

— ¿Qué pasó cuando me fui de allí, Vicki?

La chica empujó a Jeremy haciéndole caer encima del sofá, que se movió con su peso. — Jer, ¿estás bien? — preguntamos Matt y yo al mismo tiempo

— Sí, ¡estoy bien! ¡Estoy bien!

— Joder, Vicki. — nos giramos para mirarla, ya fuese confundidos, preocupados o, en mi caso, cabreados

— Pero ¿qué haces? — le pregunté gritando

Elena y Stefan entraron al comedor confundidos. — ¿Qué ha pasado? — preguntó Elena preocupada.

Yo solamente me fijé en Stefan que parecía que no tuviera muchas ganas de hablar, me acordé de que esta mañana Elena me había dicho que necesitaba hablar con él.

— No sabemos qué le pasa. — contestó Matt

— Elena, por favor. — se movió Stefan — Vicki, mírame, mírame, te vas a poner bien. — le cogió la cara y le habló tranquilo. Ella asintió — Todo va a salir bien. Chicos, subidla a la cama, ponedla a oscuras, se pondrá bien. Vamos. — Jeremy miraba el sofá y Stefan le dio un empujoncito para que siguiera a Matt. Me miró a mí — Síguelos.

— ¿Qué os pasa a todos hoy? — subí las escaleras y me encontré a Jeremy y Vicki abrazados en la habitación de él — ¿Por qué soy tan tonta? — susurré y bajé las escaleras con rapidez para salir de la casa e irme a la mía

Abrí la puerta de mi casa y me encontré dos notas en la mesa. En una ponía "Estoy trabajando, hay comida en la nevera" y en la otra "Estoy con Bonnie".

Me puse a leer un poco y fui a correr, al regresar a casa con el corazón palpitando, solo la encontré igual de vacía que antes.

Cada día que pasaba más me daba cuenta de la soledad que se apoderaba de esta casa.

Las notas en la mesa eran testigos mudos de una realidad que me ahogaba, y cada palabra escrita resonaba en mi mente como un eco desgarrador. Cada frase era un recordatorio de la distancia emocional que se interponía entre nosotras.

En la nevera solamente había un simple paquete de pasta para microondas. Consumí la pasta sin saborearla, con la mente perdida en un torbellino de pensamientos.

Intenté distraerme otra vez con la lectura, como si pudiera huir de mis propios pensamientos, pero no la disfruté, sentí que cada página eran simplemente un escape temporal de la tormenta que rugía dentro de mí. — Mierda. — maldije dándome cuenta que no me había enterado de lo que acababa de leer

Me estiré en la cama de mi habitación, sintiendo el peso de la tristeza en mí, no sabía el porqué de todo lo que me pasaba, ¿era tonta por sentir cosas por alguien que nunca iba a sentir lo mismo por mí? ¿Por esperar recuperar esa familia que tuve de pequeña y ahora estaba separada?

La falta de conexión, la sensación de abandono, se mezclaron y sentí que no podía respirar. Me levanté para mirarme en el espejo y noté como de mis ojos empezaban a salir lágrimas rebeldes.

De repente, me sentí atrapada en una avalancha de emociones abrumadoras. Mi corazón latía fuerte, como si quisiera salir corriendo de mi pecho, y me costaba mucho respirar. Mis manos temblaban, mis piernas se volvían débiles y me costaba mantenerme en pie.

Sentí un nudo en la garganta, como si alguien apretara fuerte, y las lágrimas brotaron sin control. La soledad que ya me abrumaba se hizo aún más grande, como si estuviera completamente sola en un mundo enorme y confuso.

Fue aterrador. Todo se volvió borroso a mi alrededor, como si estuviera en una pesadilla. Deseaba desesperadamente que alguien pudiera entender lo que estaba sintiendo, pero la sensación de estar sola era abrumadora.

Nunca había sentido tanto en mi vida y de un segundo al otro ya no sentí nada, mi mente se quedó en silencio. Me encontraba en el suelo estirada y la oscuridad se cerró alrededor de mí.

• Desde octubre que no actualizo, lo siento muchísimo es que estoy super ocupada últimamente. Espero que os guste aunque sea un poco triste. <33 Me hago un poco de propaganda diciendo que he publicado una nueva historia con Leo Fitz, de Agentes de SHIELD.