chapter four.
" the comet "

En la noche del cometa, Caroline me había arrastrado para colaborar con Bonnie y Elena en la distribución de folletos para el evento. — Hola, es la noche del cometa, ¿queréis un programa? — insistió Elena una vez más, y una familia se acercó para tomar uno de los folletos

— No ha llamado, ¿mm? — le preguntó Bonnie a Elena

— ¿Stefan no ha llamado? ¿Qué pasó? — inquirí, poco informada sobre la situación

— Elena fue a la casa de Stefan y se encontró con su hermano. Cuando Stefan llegó, no le dijo nada y simplemente se limitó a mirarlo. — me comentó Bonnie como si estuviéramos hablando de algún programa de cotilleo

— Y ni un mensaje. — añadió Elena mirándome — Me he dado cuenta de que no intercambiamos esas cosas, no llegamos a lo de los mensajes.

— Es una parte importante de toda relación.

— ¿Verdad? Sería un mal momento, no sé.

— ¿Y cuándo es un buen momento? — pregunté, dándome cuenta de que me había quedado sin folletos — Voy... voy a buscar a Caroline. — cuando la encontré, ella estaba mirando a un chico mayor bastante atractivo — ¿Es el mismo de la otra noche?

Mi hermana se asustó y al mirarme, sonrió. — Sí, y... tú no le dirás nada a mamá, ¿verdad? — dijo antes de alejarse en su dirección

Poco después, mi hermana regresó hacia mí, visiblemente confundida. — ¿Qué ha pasado?

— Se ha ido.

— ¿Cómo?

— Se ha esfumado. — ella miró su reloj y luego volvió a dirigir su mirada hacia mí — ¿No ibas a trabajar hoy en el Mystic Grill?

—Mierda, adiós. — dije, dándole un beso en la mejilla — Te quiero.

Comencé a trabajar y me asignaron un pedido cerca del billar. Noté que Tyler estaba jugando solo, así que me acerqué a él. — Anda, pero si es mi caballero azul que me rescató de quedarme en el porche de mi casa sufriendo de frío.

Tyler dirigió su mirada hacia mí con diversión. — Anda, pero si es la damisela en apuros a la que traje a mi casa para proteger. — miró hacia otra parte del bar con enfado. — Y su mejor amigo que no sabe cuándo parar de fastidiarme.

Dirigí mi mirada hacia la misma dirección y vi a Jeremy entregándole algunas pastillas a Vicki. — ¿En serio? No es cierto. — bufé

Tyler se aproximó hacia ellos y yo le seguí sin pensarlo dos veces. — Eh, Vick. ¿Cómo lo llevas?

— Bien, gracias. — dijo ella y se marchó, dejándonos a los tres

— ¿Qué miras, Gilbert? — preguntó Tyler, molesto al notar la sonrisa en el rostro de Jeremy

Mi amigo me tomó de la mano, llevándome lejos de la situación. Miré hacia atrás y vi a Tyler bajando la mirada. — ¿Sabes que te llamé hace unas horas para que vinieras a ayudarme con los preparativos del cometa, verdad? 

— No lo he visto. ¿Has visto como Vicki mandaba a la mierda a Lockwood? ¡Me quiere a mí! — me soltó Jeremy emocionado

— Ya, que bien. ¿Me esperas? — le pregunté a Jeremy, recordando que aún debía trabajar. — Tengo muchas ganas de ir. He ayudado con los preparativos, pero...

— Pero trabajas, sí, lo sé. Te espero, ¿te ayudo? — me dijo Jeremy mientras volvíamos a entrar en el Mystic Grill y noté que Tyler estaba en una mesa bebiendo solo

Giré mi cabeza buscando a mi jefe — Sí, ayúdame, por favor. Así salgo antes.

— Y también saldrá antes Vicki. — dijo Jeremy y corrió a ayudarla con los pedidos

— Sí, eso. — respondí y comencé a trabajar. Terminé mi turno más temprano de lo habitual, pero en lugar de sentir alivio, me invadió una sensación de soledad

Tiempo después de terminar mi turno, me encontraba en la misma mesa que Tyler, bebiendo. — ¡Eh! ¿Alguien ha visto a Vicki?

— Tú eres su acosador, tú sabrás. — le respondió Tyler y yo solté una risa

— ¡No la encuentro!

— Habrá encontrado a alguien con quien montárselo, lo siento pastillero, te han dado la patada.

Elena miró confundida a Tyler — ¿Cómo qué pastillero?

— Y la hermana ni se entera. — dije yo sin pensar — Está pasando.

Recibí una mala mirada de Jeremy. — ¿Vas a darme la charla ahora?

— ¿Estás vendiendo? — Elena preguntó enfadada a su hermano

— No se va a enrollar contigo. 

— Ya lo ha hecho. Ni una, ni dos, ni tres veces.

Miré al techo. — Vicki se va a enfadar... — dije, consciente de que la chica no estaba muy orgullosa de sus acciones

— Ya claro.

Me acerqué al oído de Tyler para susurrarle que tenía razón, pero él me miró mal. Como si no quisiera saber la verdad. Volví a apoyarme en su hombro y dirigí mi mirada al techo, sintiendo la tensión en el aire.

— Vale, te lo has hecho con Vicki Donovan, o sea, ¿Vicki Donovan ha estado contigo? — preguntó mi hermana, confundida, mirándome

— No puede ser.

— Y yo no tuve que forzarla, tío. — dijo Jeremy, enfadado, mientras miraba a Tyler

— ¿De qué está hablando, Ty? — preguntó Matt, alarmado

— De nada, tío, pasa de él.

— A ver, ahora quiero que os calléis y me ayudéis a encontrar a mi hermana.

Bonnie me señaló y me acerqué a ella — Miraremos en el baño.

— Buscaré ahí fuera.

— Voy contigo. — Jeremy siguió a Matt, pero Elena lo detuvo para hablar con él

— Creí que Jeremy estaba colado por ti. — me comentó Bonnie cuando nos alejamos del grupo

— Claro que no, ¿por qué dices eso?

Bonnie levantó las cejas, mirándome con expresión juguetona. — Vamos, Ivy, no te hagas la despistada. Siempre te ha seguido a todas partes como un cachorrito. 

— Eso... no es verdad. — respondí, intentando ocultar la incomodidad que sus palabras habían despertado en mí

— Sabes que sí. — abrió el último baño y me miró fijamente — Limpio. ¿Sabes qué si le pides que deje de colocarse o de ser un pastillero penoso, lo hará, verdad?

— Claro que no.

Me cogió de los hombros. — Como bruja que soy, cálculo que en unos diez años estaréis casados y tendréis un hijo. — bromeó Bonnie mientras nos dirigíamos a la mesa donde Caroline estaba sentada sola

— Oh, cuanto drama. — comentó Caroline viendo cómo Stefan y Matt hablaban — ¿Te has dado cuenta de que todas las drogotas siempre se llevan toda la atención?

— Sí, ni te lo imaginas.

Stefan se acercó a nosotras. — Perdonad, hola.

— Hola. — dijimos las tres

— ¿No habréis visto a Elena? — preguntó Stefan, y noté cómo la sonrisa de Caroline se desvanecía

— Se ha ido hace un rato, voy...

Stefan empezó a alejarse, y recordé la charla de esta mañana. — Vamos a darte el número de teléfono de Elena y su mail, le encantan los mensajes.

Bonnie empezó a escribir en un papel. — Y puedes decirle que te lo hemos dicho nosotras.

— Gracias. — dijo Stefan, tomando el papel de la mano de Bonnie, pero ella rápidamente se apartó — ¿Estás bien?

— ¿Qué te ha pasado? No sé lo que digo... lo siento, disculpa. — se levantó con prisa y se fue

— Sí, le pasa a veces, ¿sabes? Alucina.

Pedí más bebidas para mí y para Caroline, y nos quedamos charlando las dos hasta que vi a Vicki y Tyler besándose. Busqué con la mirada a Jeremy y lo vi con la mirada baja. Lo había visto.

— Ivy, me voy, ¿vienes? — me preguntó mi hermana

— No, Jeremy me necesita. — la abracé y me dirigí hacia donde estaba mi mejor amigo para abrazarlo. — Vicki no te merece.

— Según tú, nadie es suficiente para mí. — intentó bromear Jeremy

— Nadie lo es. — lo miré a los ojos, y él me miró también. Nos quedamos un rato así y un silencio cómplice se instaló entre nosotros — Bueno... Jenna debe estar muy enfadada ya, así que mejor te llevo a casa. — rompí el silencio, intentando devolverle un poco de normalidad al momento

Jeremy rompió el contacto visual y desvió la mirada hacia el lugar donde anteriormente estaban Vicki y Tyler. — No, me quedaré un rato. — lo miré con confusión mientras él parecía sumergirse en sus pensamientos — En realidad, sí, iré contigo.

Le dediqué una sonrisa de agradecimiento y juntos nos dirigimos hacia la salida del lugar, dejando atrás la atmósfera cargada de emociones.

• Gracias por todo el apoyo, sois geniales. ¡Llevo pocos capítulos y esta historia está triunfando! Os recomiendo también mis otras historias. <33