09. PASADO

HABIAN PASADO TRES días desde que estuvo en la oficina de su padre, ya no podía sentir sus piernas, pero su cerebro la hizo desmayarse para aliviar el dolor, por lo que se sintió desmayada en el frío piso.

—¡Cygnus! ¡Carina se ve horrible!—dijo Druella entrando a la habitación viendo como su hija parecía un cadáver—Es una pena que vaya así a la escuela—soltó una pequeña risa.

—Vamos, levítala—ordenó Rosier.

Cygnus obedeció a su esposa e hizo volar a Carina hasta la alfombra de la sala, colocándola sobre ella sin cuidado.

—¡Estel! Trae una poción para despertar, y comida para Carina—dijo lo mismo con firmeza.

Estel rápidamente se teletransportó y recogió la bandeja con un sándwich, un vaso de agua y la poción que su maestro le había pedido. Puso sus pequeñas manos cerca del rostro de Carina y quiso preguntarle qué le había pasado a su maestro, pero no quería ser castigada nuevamente.

Cygnus abrió la poción y la vertió en la garganta de su hija, y esperó en el sofá viéndola despertar.

—Agua—susurró Carina, forzando el ardor de su garganta, miró hacia un lado y vio a su padre bebiendo un vaso de whisky mientras señalaba con el dedo el vaso que tenía al lado de la cabeza. Black casi lloró de felicidad cuando tomó el vaso, se lo tragó todo en menos de un segundo, se sintió un poco más fuerte.

—Hoy irás a Hogwarts—Dijo su padre mirándola con disgusto— En unos...—miró el reloj en su muñeca—Exactamente 10 minutos, creo que es mejor prepararse—se rió.

La chica optó por ignorar la ironía proveniente de su padre y tomó su sándwich tratando de levantarse, se pasó la mano libre por la muñeca, viendo la marca en la cuerda que esto dejaría, y vio unos moretones en su brazo, Iba a usar mangas largas, así nadie lo vería, ¿verdad?

Carina prácticamente voló a su habitación y vio su condición, su cabello estaba despeinado y sus ojos tenían profundas ojeras, rápidamente agarró una blusa negra de manga larga y un pantalón, se iba a dar una ducha de dos minutos para ver si podía mejorar su condición.

En cuanto se vistió, devoró su bocadillo y se lavó las manos, todavía tenía hambre, pero prefirió comer al llegar a casa, su verdadero hogar.

Antes de salir de la habitación, sintió una pequeña mano tocando su pierna, al mismo tiempo que reconoció a Estel, lentamente se giró y se agachó hasta la altura del elfo.

—La señorita Black estará bien, ¿no?—preguntó Estel acercándose, la elfa sabía que no debía hacer eso, no debía hablar con sus dueños ni cambiarlos, pero estaba realmente preocupada por ella—Y, si me permiten, Estel quiere saber qué pasó,

Carina tomó sus manitas y la miró a los ojos, viendo temblar a su elfa.

—Estaré bien Estel —ella sonrió de reojo—Cuídate mucho, ¿vale? No quiero volver a verte triste—le apretó las manos con más fuerza.

—Si, claro señorita, Estel se cuidará sola, si eso es lo que usted quiere—la elfa miró sus pies avergonzada—Le separé otro sándwich para usted señorita Black —dijo soltando sus manos y chasqueando los dedos para que la comida aparecer—Sé que el Maestro Cygnus no te dejaría comer otra vez, pero parece que la Señorita está débil, y Estel no quiere ver débil a la Señorita Black.

Carina tomó el sándwich y le sonrió a Estel, se preguntó cómo seres con tanta bondad terminaron atrapados como esclavos 

—Gracias Estel —le dio otro ligero apretón a su manita izquierda y salió de la habitación.

Cuando bajó las escaleras, respiró hondo, no quería hablar con sus padres, pero Cygnus estaba en la misma posición que antes, bebiendo su vaso.

Al pasar lentamente junto a su padre, acto que no pasó desapercibido para él, le sujetó la muñeca con fuerza, haciendo que sus dientes rechinaran por el dolor que le provocaban las cuerdas.

—Llegas tarde—escupió Black—Creo que la próxima vez necesitarás más que unos cuantos hechizos tontos.

Carina soltó su agarre y sacudió su muñeca 

— Adiós papi— fue lo único que dijo antes de cruzar la puerta, e incluso sin mirar atrás, supo que su padre estaba furioso con su descarada respuesta.

La chica subió a su carruaje y empezó a comer su sándwich, sólo quería que todo terminara.

Al entrar por la puerta del Gran Comedor, notó que todas las miradas estaban dirigidas a ella, y aun así se dirigió hacia sus amigos como de costumbre y permaneció en silencio. Todos la miraron fijamente, queriendo saber por qué había desaparecido repentinamente, pero ninguno se atrevió a decir una palabra.

James Potter también la estaba mirando, sintió que algo andaba mal con ella, no podía decir qué era, y todos sus sentidos le dijeron que fuera hacia ella y le preguntara, y cuando vio que ella ya se iba, decidió seguirla, pero antes de que pudiera doblar la esquina, ella ya no estaba, completamente evaporada. Derrotado, volvió a la mesa con sus amigos.

Carina solo quería irse a su cama, no podía soportar el silencio ensordecedor en el que estaba su grupo, solo quería volver al primer año y encontrarse con sus amigos nuevamente, ser seleccionada en Slytherin y por primera vez... y última vez. Recibir una carta de honor de sus padres diciendo que estaban orgullosos de que ella hubiera entrado en la misma casa que su familia.

Y con estos pensamientos se acostó en su cama, se cubrió con la manta hasta los hombros y miró al techo, dejando que su mente vagara hacia el pasado y cómo todo era mucho más simple, sin matrimonio, sin problemas, sin asesinatos, sin padres. queriendo cortarte la cabeza en cualquier momento. Ella solo quería volver a ser feliz, sentirse aliviada, sentirse alegre, quería reír sin tener que beber, quería poder mostrarles a sus padres que tenía una amiga que no era Slytherin, quería un abrazo. de alguien que no era su familia, quería tener una vida normal, y en ese momento lo que más deseaba era no tener sangre pura.