"𝐻𝑎𝑦 𝑑𝑖𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑖𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟𝑡𝑒, 𝑚𝑒 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎𝑠 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑦 𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟𝑡𝑒, 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑜𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑒 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑖. 𝐴𝑙𝑔𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑗𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑢𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟𝑙𝑎𝑠 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑠𝑒 ℎ𝑎 𝑎𝑐𝑎𝑏𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝑝𝑟𝑒𝑓𝑒𝑟𝑖 𝑎𝑙𝑒𝑗𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑒 𝑣𝑖 𝑐𝑜𝑛 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑦𝑜, 𝑑𝑒𝑗𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑚𝑎𝑛𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑝𝑒𝑐ℎ𝑜, 𝑞𝑢𝑖𝑠𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑑𝑖𝑒𝑟𝑎𝑠 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑦 ℎ𝑎 𝑠𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑣𝑎𝑛𝑜, 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑎 𝑠𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒, 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟𝑒́ 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑖... 𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑧𝑎́𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑡𝑒."

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 6: 𝑁𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑖𝑟, 𝑡𝑒 𝑎𝑚𝑜

Tres años después...

El sonido de la música salir del celular resonaba, acompañado con el sonido del aceite y de la espátula chocar con el sartén, eran las diez de la mañana, justo antes de la hora del almuerzo teniendo la gran idea en preparar aquella receta que ha visto por internet, al parecer va todo en orden, no quería arruinar nada como las veces anteriores.

Namjoon y Jungkook decidieron vivir juntos en un departamento, el señor Jeon jamás supo la razón al igual con los señores Kim, simplemente estudiaron esa universidad juntos alejándose por completo de todo, perdiendo contacto con Yoongi, Jimin y Hoseok, aunque el plan era no excluirlos pero es desaparecer por completo de su vista, bueno ha sido una buena idea en empezar a independizarse, Jungkook ha vivido con su padre hasta después del día de su graduación.

No ha sido sencillo superar lo que sucedió, agradecido de que Namjoon y Seokjin para nada lo habían abandonado, bloqueando y borrando por completo el contacto sin importar en haber leído esos últimos mensajes, se hizo saber que un mal trato de su parte se va repetir y fue correcto en alejarse antes que sea demasiado tarde, dio su esfuerzo para no perderlo y no romper con esta amistad, ha sido tan claro sus palabras que le dio saber que será en vano haga lo que haga, alejándose por completo de él.

Sintió orgullo de sí mismo al ver que logró preparar algo sin romper o hacer un desorden, jurando que cada noche va averiguar nuevas recetas para hacerlas, esto a la vez es agradable, su mejor amigo le va agradar hasta quedará por chuparse los dedos.

Lavó los trastes que ha utilizado, para después sacar dos platos y dos vasos, los colocó sobre la mesa, llevó el sartén para empezar a servir, como lo había pensado, ha alcanzado para dos.

Se dirigió a la habitación de su amigo, a pesar que viven en un buen departamento para ellos es suficiente. Tocó la puerta para después colocar su mano en la perilla, abrió dejando ver al interior de la habitación, como siempre se encontraba algo desordenada, encontró a su mejor amigo sobre el escritorio, soltó un suspiro al ver playeras y calcetines en el suelo, guio la mirada en un mueble donde se encontraba un televisor y el aparato donde se pasa a veces en las noches jugar videojuegos, había platos sucios, unos vasos ahí y botes de ramen instantáneo vacíos.

—Hyung, ya ven a comer. — Habló, vio como el mayor asintió somnoliento. — Después vienes a ordenar tu habitación.

—Debo acabar el trabajo, es demasiado. — Respondió con voz grave.

—Si, pero llevas días que no lo haces. — Se adentró para dirigirse a un estante, tocando la madera con su dedo y deslizándolo un poco. — Hay polvo, tienes trastes sucios, basura, ropa que no tengo idea si es limpia o sucia y... — Entre unos libros sacó una envoltura de chocolate. — Más basura.

—Tengo presentación para este jueves y tiene que quedar bien la diapositiva. No quiero desvelarme.

—Solo son unos minutos de limpieza, andando, vamos almorzar.

El castaño soltó un bufido despertándose, dejando finalmente la laptop, visualizó su habitación que para él se encontraba perfectamente bien, pero la expresión del menor debe obedecerle. Cuando Jungkook salió de la habitación, se apresuró también en salir y dirigirse al comedor.

Tomó su asiento, sentía su boca hacerse agua, el exquisito olor emanaba por el comedor, su mejor amigo se sentó al lado suyo después, ninguno soltó una palabra. Namjoon tomó algo de carne con los palillos, lo introdujo en su boca y empezó a masticar dejando que el delicioso sabor sea presente, después de tragar el bocado repitió el mismo acto, en verdad Jungkook anda mejorando mucho en cocinar, aunque si había ocasiones que todo terminaba un desastre o terminaba rompiendo algún traste, o quemando algo.

—Kook... — El castaño hizo un sonido ante lo exquisito que está disfrutando su paladar. — Es delicioso lo que preparaste.

—¿Ah si?

—Si. — Desvió la mirada en la cocina. — Y milagrosamente no le hiciste algo a la cocina. — El menor soltó un suspiro. — Mejoraste.

—¿Ves? Te dije que algún día dejaré de hacer desorden.

—Si, como digas.

—No soy como alguien que no lo hace. — Namjoon rodó los ojos y continuó comiendo. — ¿Saldrás después de terminar con tu trabajo? — El castaño negó.

—Tengo que limpiar ¿no es así? — Empezó a revisar su celular. — Haré una visita a hyung en su trabajo.

—Dale un saludo de mi parte.

—Lo haré, si es que tiene tiempo, sabes que entregaré el paquete que llegó aquí por error. — Bebió algo de jugo, soltó un sonido refrescante después de hacerlo.

—Bueno, tienes que apresurarse si quieres seguir haciendo lo tuyo.

Namjoon asintió mientras masticaba, sus mejillas se veían un poco rellenitas por el bocado, haciéndolo ver un poco adorable para el menor. Jungkook a la vez no sabía qué hacer con él, Namjoon a veces actuaba como un niño y siempre ha sido así durante sus largos años de amistad, debería ser costumbre pero hay ocasiones que él debe tener el papel de "madre" para el mayor, sin importar que le ganara con dos años.

Esperaba pacientemente en llegar al piso donde se encuentra Seokjin, cargando el paquete entre sus brazos, aunque se preguntaba qué es lo que hay dentro, está feliz en ver a su amigo de nuevo, pidiendo mentalmente que tenga algo de tiempo, ambos suelen tener más horas de trabajo.

Seokjin ha ayudado demasiado las veces que Jungkook no tenía ánimos, encargándose de que comiera bien y no eche a perder sus horas de sueño, de distraerse de la universidad, de negarse en salir a conocer más gente, ha sido un afecto tan grave que fueron agradecidos de que esto no haya sido tan doloroso, al saberlo todo quiso ir por Taehyung pero ambos menores le pidieron que no lo hiciera, al mayor le ha molestado demasiado cuando escuchó que el menor ha sido un juego, desapareciendo junto con ambos de la vista de Taehyung, no pudieron disculparse con esas tres personas pero no pueden decir algo para continuar con esa amistad, aunque quisieron, ambos prefirieron proteger a Jungkook que arriesgarse con otras cosas, sin dejar pistas y señales de vida.

Recordaba la gran ilusión y la felicidad cuando Jungkook mencionó que Taehyung está siendo lindo con él, podían notar esas sonrisas embobadas y los sonrojos por cada palabra que este le dedicaba, y como no olvidarlo, la vez que Taehyung pidió ayuda a ambos, donde aclaró lo cuán le gusta demasiado a Jeon, todo ha sido un sueño, ellos dos estaban tan ilusionados igual, pero decepcionados por el tipo de plan que tuvo Kim desde un principio.

Las puertas metálicas se abrieron a la par, saliendo del elevador para caminar directo a la oficina de su amigo, el lugar totalmente limpio, las estructuras son muy formales y llamativas, vaya que el señor Kim Seokjin tiene gustos peculiares.

—Namjoon. — Saludó una chica castaña, soltando una sonrisa al verlo acercarse. — ¿Cómo has estado? Me alegra verte por aquí.

—Estoy bien, Miyeon. ¿Cómo se encuentra tu abuela?

—Oh... — Acomodó la agenda que tenía en las manos. — Está muy bien, la operación salió en un éxito, por ahora anda en recuperación.

—Me alegra oír eso.

—¿Cómo te está yendo en la oficina? Y a Jungkook, ¿Cómo está?

—Es agotador en el trabajo y el pequeño, está muy bien, adora ese empleo con la señora Oh, podemos invitarte en una exposición.

—Me encantaría.

—¿Se encuentra Seokjin? — Asintió la blanquecina.

—Claro, anda desocupado. — Se levantó de su lugar para acompañarlo a la oficina. — Tienes dos horas, tiene reunión a las tres.

—Muy bien.

La secretaria lo guio hasta una puerta negra, hizo un ademán de agradecimiento y tocó con sus nudillos lo más audible posible, al escuchar un "adelante" tomó el pomo para abrir. Pero antes, su expresión tranquila cambió a una extrañada al haber escuchado una risa ahí dentro, fue con claridad, una risa tan familiar que creyó que es parte de su imaginación, se aseguró con tan solo asomarse un poco, viendo a un chico con cabellera roja dándole la espalda, al conocer esa voz sintió su sangre helar y un escalofrío correr.

Taehyung está ahí.

Namjoon tragó duro, preguntándose si debería entrar o dejarlo para otro día, además no entendía porqué Kim Taehyung está ahí, hablando con Seokjin como si nada a pesar el rencor que le tiene, se dejó por vencido porque no habrá otro día para visitar al rubio. Sintió como sus manos están empezando a sudar, abrazando la caja, no puede permitir en que Taehyung le dirija una palabra y mucho menos que lo vea, pero no hay marcha atrás, ya que ha sido tarde porque el llamado de Seokjin lo sacó de sus pensamientos, eso hizo que por instinto entrara, cuestionándose porqué permitió estar allí, se sentía nervioso que agradece por saber actuar con normalidad y ser discreto.

—Oh Namjoon llegas a tiempo. — El castaño soltó una nerviosa sonrisa cuando Taehyung volteó a verlo.

—¡Namjoon hyung! — Exclamó el pelirrojo con alegría acercándose a él para abrazarlo, lo cual ha correspondido, la felicidad de Taehyung no es para nada falsa pero notó que ha cambiado un poco. — Me alegra verte de nuevo. — Palmeó con suavidad la espalda antes de separarse, el mayor no dijo nada. — Ha pasado tanto tiempo que no supe de ti.

No supo en que decir, vaya que está vez es su día de mala suerte, desvió la mirada en Seokjin para buscar alguna respuesta, pero no la hay ya que ha sido ignorado. Tragó duro alejándose un poco más del pelirrojo, dando un sobresalto al sentir como le ha abrazado por los hombros, obligándolo a caminar hasta el escritorio del rubio.

—Taehyung viene a visitarme de vez en cuando. — Explicó, echando su cabello hacia atrás antes de quitarse los lentes y acomodar su corbata. — Me alegra ver a los dos por aquí, después de tanto tiempo ¿no lo creen?

Namjoon necesitaba hablar urgentemente a solas con él ante esa naturalidad, aún quedando tan confundido por la presencia del pelirrojo, suplicando mentalmente que no diga nada de él.

—No has cambiado en nada, Nam. — Sonríe, al fin separándose de él. — Te ves bien con ese tipo de ropa, muy formal.

—Muchas gracias, y tú, tu cabello está un poco largo. — Pudo soltar una palabra, pensando una buena mentira para salir de esto con éxito, pero la desventaja es pésimo en mentir.

—¿Por qué has dejado la universidad donde estudiábamos juntos? — Indagó mientras se recargaba en el escritorio. — Me preocupé demasiado y nadie dijo algo.

—Él y Jungkook viven juntos actualmente. — En ese momento Namjoon pidió que la tierra se lo tragase o golpearle a Seokjin con el paquete, en realidad no quiere que él sea mencionado.

Pero al ver la expresión de Taehyung lo dice todo, esto no puede ponerse cada vez peor.

—¿En serio? — Seokjin asintió, los ojos del pelirrojo brillaron, haciendo notar una sonrisa emocionada. Volteó para ver al castaño y lo tomó por los hombros. — ¿Él cómo ha estado?

—J-Jungkook está bien. — Sintió sus piernas temblar. — Últimamente anda concentrado en su proyecto y...

—Me alegra verte, hyung, pero quiero verlo.

—¿Eh? — Quería que la tierra se lo tragara, miró a Seokjin con una mirada de ayuda, pero aquel le ignoró. — ¿A-Ahora?

—Es urgente, hay algo pendiente entre él y yo.

Taehyung no ha olvidado a Jungkook como creyó, deseó que las máquinas del tiempo existieran para regresar unos minutos antes para no encontrarse a este. ¿Qué debe hacer en un momento como esté? ¿Cómo lo va tomar Jungkook? No tiene la idea si está listo o quiera volver a ver a Taehyung, no sabe si el menor ha superado ese sucedido, solo sigue ayudándolo sin importar que sea por tanto tiempo, solo deseó en que la reacción de Jeon no sea doloroso después de esto, golpearía a Seokjin por traidor.

—B-Bueno, por ahora ha de andar en su trabajo, y... — Vio como Seokiin le extendió algo hacia el pelirrojo, lo cual volteó al escuchar su llamado, diciendo varias veces no en silencio y entre labios, estará muerto si Jungkook se entera.

—Ese es su trabajo, dirección donde viven y su número. — Taehyung tomó el papel después de soltar al castaño, viendo como se encontraba leyéndolo.

—¿Dices que está en su trabajo?

—Es la una de la tarde. — Respondió Seokjin antes de Namjoon. — Jungkook ya se encuentra allí.

Taehyung miró a cada uno.

—Muchas gracias.

Namjoon sonrió, era una sonrisa que ni él mismo supo si es falsa o de felicidad, pero esto no es nada bueno, justamente quiere correr ahora mismo o llamar a su amigo para avisarle y abandonara el país.

¿Cómo puede decirle a Taehyung que Jungkook ni lo quiere ver? Han pasado tres años exactos y no está listo por lo que viene.

Todo irá bien ¿verdad?

Taehyung se despidió de ambos para salir corriendo de la oficina, había notado ese alivio y felicidad en él, teniendo demasiadas dudas que le volvía loco, Namjoon miró a Seokjin dejando el paquete sobre el escritorio, soltando un suspiro frustrado mientras apegaba su mano en su frente, asustado de que el menor reaccione mal.

—¿Crees que Jungkook nos asesine por esto?

—Deben resolver el problema en cualquier momento. — Sinceró, recibiendo la mirada del castaño. — No podemos esconderlo de él por siempre. — Señaló con la pluma en el paquete. — ¿Y esto?

—Oh... — Ríe seco, quería pasar un momento con su amigo como suele hacerlo, pero ya no se encuentra de humor. — Esto llegó a nuestro departamento, al parecer se equivocaron de dirección.

—Namjoon, realmente este paquete es para ustedes. — El mencionado parpadeó varias veces y miró el paquete. — Mi madre les compró unas cosas, espero que les guste.

—Eso... eso no me lo esperaba.

—¿Es a eso lo que venías?

—No solo eso. — Encogió de hombros. — Pero fue inesperado encontrarme a Taehyung por aquí, estoy sorprendido.

—Tranquilo, sabes que él sigue queriendo a Jungkook.

Namjoon entre abrió la boca y ojos sorprendido al haber escuchado eso.

—¿Que Taehyung qué?