𝐒𝐎𝐔𝐑 𝐂𝐀𝐍𝐃𝐘
TW// Narración explícita +18.
POV. YEJI.
Llevaba horas trabajando en el maldito informe que me habían encomendado en la oficina.
Joder; ¡No señor Jeon, no quiero informar sobre los incompetentes que tiene de empleados!.
La última semana había agarrado una carga de trabajo inhumana solo por un dinerillo demás, pero valió la pena, por ella todo vale.
Aparté mis manos de la computadora y troné mis dedos, luego mi cuello para posteriormente, las muñecas y la espalda. Estaba exhausta.
—¿Todo bien?—oigo la suave voz de mi esposa detrás mío.
—No—suspiré—Volví a agarrar trabajo demás Cherry—expliqué masajeandome la frente.
—Quizá pueda ayudarte—rió comenzando a masajear mis hombros—¿Qué dices?.
Una de dos... Esta chica quiere sexo, o quiere pasar tiempo conmigo mientras me frustro por no terminar el informe... Bah ¿A quién engaño? Es obvia la respuesta.
—¿Crees divertirte viéndome anotar las estupideces de unos incompetentes?—la tenté.
—Tal vez pueda endulzar tu noche—susurró en mi oído con aquel característico tono seductor.
Apagué la laptop y me aparté del escritorio para recibir a mi chica sobre mis piernas.
—Eso se puede negociar—sonreí ladina comenzando a besarla.
Llevé mis manos a su espalda profundizando el beso; ChaeRyeong me rodeó el cuello con los brazos y sonrió en medio de este.
—Quítate la ropa—ordené al separarme—Quiero verte Cherry.
Ella sonríe con malicia al separarse; se quita su camiseta seguido de su sujetador, me lanza este tapandome la vista por lo que bufo en respuesta. Me quito la prenda del rostro y la echo a un lado, vuelvo mi vista a mi chica que ya se encontraba completamente desnuda.
—¿Quieres que sea dulce?—preguntó sonriendo y volviendo a sentarse en mis piernas.
La besé nuevamente con más deseo que la vez anterior, llevé mis manos a sus pechos comenzando a acariciarlos a la par. Me separé y sonreí al oír sus jadeos.
Suspiros eran los que salían de la boca de mi chica mientras yo chupaba y mordía levemente uno de sus pechos. ChaeRyeong se había convertido en una droga para mi.
Su admirable cuerpo era la envidia de muchas personas; bajo esa actitud inocente se encuentra una lujuriosa mujer que es capaz de domarte con tan solo unas palabras; sus toques son suaves, sus labios se abren tan preciosamente dejando escapar los sonidos más eroticos e inigualables. Nunca me cansaré de decir que Lee ChaeRyeong era la chica perfecta para mí.
—Joder YeJi; follame—gimoteó volviendo a moverse sobre una de mis piernas.
—Ve a la cama, gatita—susurré en su oído para luego morderle el cuello levemente.
ChaeRyeong obedece con una sonrisa; va hasta la cama en donde se recuesta abierta de piernas dejándome ver aquel tesoro que era mi perdición cada noche. Me acerqué a ella sacándome la camisa en el proceso, me até el pelo y dejé caer la prenda al suelo.
—Joder, te ves tan sexy—se mordió la lengua de una manera tan provocativa que haría que entre en calor al instante.
Me coloqué en medio de sus piernas comenzando a acariciar sus muslos; oía sus suspiros y estos eran mi carta de acceso para que siguiera con mi trabajo; pegué mi pelvis a su entrada logrando sacarle un gemido por lo que sonrío.
Llevo mi mano a su clitoris, la acaricio oyendo los jadeos que ahoga mordiéndose el labio, curva su espalda e intenta sentirme con más desesperación; llevo mi rostro a uno de sus muslos dejando un camino de besos hasta su entrada, me arrodillé en medio y probé de su coño. Tan apetecible, tan caliente; abrí un poco más sus piernas lamiendo de arriba a abajo, oyendo los gemidos ahogados de mi menor, aquellos que no me cansaría de oír.
Siento una de sus manos en mi cabello, me jala más a ella aprisionando mi cabeza con sus muslos; sonreí siguiendo con mi trabajo de causarle placer, chupé su clitoris y mordí levemente mientras ChaeRyeong gemía mi nombre desesperadamente.
Me separé de ella dejándola que recuperase la respiración; oh querida, esto apenas está comenzando.
—Ya sabes que hacer gatita—susurré sobre sus labios.
Volví a atacar su cuello esta vez asegurandome de dejarle marcas y mordidas; debo dejarle en claro que es mía.
—Yeji...—suspiró—Por favor...
Sonreí al oírla; llevé una de mis manos a su entrada, acaricié esta con dos de mis dedos oyendo la desesperación de mi chica ante mi tacto. Ella necesitaba de mi y me lo hacia saber con los tantos gemidos que soltaba a mi nombre.
—Ya sabes que hacer—dije con voz ronca colocando sus manos sobre mi espalda.
Sin previo aviso, introducí dos de mis dedos a su húmeda y apretada vagina.
Un fuerte gemido se escapa de los labios de mi menor; suelto un quejido al sentir sus uñas clavarse en la desnuda piel de mi espalda; sonreí comenzando a dar fuertes y lentas embestidas en ella. Cada gemido que soltaba me motivaba a seguir, aumenté la fuerza arrepintiendome al instante de sentir como sus manos herían mi espalda constantemente.
—Joder... Más—gimió volviendo a clavarme las uñas en la espalda.
—Maldita—me quejé sonriente.
Introducí un tercer dedo a su coño y aumenté el ritmo de las embestidas.
ChaeRyeong gemía descontroladamente, su lindo rostro se encontraba cubierto de sudor, su pelo alborotado a causa de esto, sus manos deslizándose por mi espalda sin vergüenza a rasguñarme, una imagen hermosa para mi; la envidia de muchos, una realidad para mi.
—YeJi... Más...—volvió a gemir comenzando a moverse—Ah~ Joder...
Sonreí curvando mis dedos en su interior; ChaeRyeong gimió con fuerza y cerró sus ojos con desesperación, sus manos clavadas en mi, hiriendome de una manera tan jodidamente excitante, nunca me cansaré de tenerla.
—YeJi~ Estoy, cerca—logró decir entre gemidos.
—Hazlo ChaeRyeong—ordené aumentando la fuerza de mis embestidas.
Levanté el rostro a observarla, estaba hecha un desastre; lágrimas de placer eran los que resbalaban por sus mejillas, su boca ligeramente abierta soltando los sonidos más hermosos para mi, bajando mi vista a sus pechos; tan delicados en comparación a mi crueldad al devorarlos, su suave piel cubierta de sudor a causa mía, estaba siendo muy brusca para ella.
—¡Joder~ Hwang YeJi!—gimió con fuerza dejando escapar su tan preciado orgasmo.
Me quejé al sentir sus uñas clavarse con aún más fuerza sobre mi, retiré mi mano empapada de sus fluidos y la llevé hasta su boca introduciendole mis dedos en ella.
—Chupa—ordené con una sonrisa. Ella obedece sonriendo.
Me separo un momento y la dejo recuperarse; la miro a los ojos y esta sonríe.
—¿Fui muy brusca?—pregunté apenada.
ChaeRyeong rió fuerte jalandome a ella, volvió a unir nuestros labios en un casto beso, sin ninguna intención de por medio.
—No—respondió riendo—Sabes que me gusta que lo hagas así—sonrió ladina.
Me sonrojé por lo reciente dicho y me oculté en medio de sus piernas.
—Ah~ ¡YeJi!—gimió dándome un manotazo en la frente.
—Jum, pensé que querrías mi lengua—reí burlona lamiendo su húmeda vagina.
—No seas así—rió nerviosa echando su cabeza a la almohada.
—Sé que quieres—la tenté jugando con su clitoris.
—Joder hazlo si no quieres que te dé una patada—amenazó jadeando.
Sonreí volviendo a lamerla—¿A quién perteneces Ryeong?—me separé para preguntar acariciando su hinchado clitoris.
—A ti Hwang YeJi—gimió curvando su espalda nuevamente.
Sonreí pasando mi lengua por su entrada; sus fluidos escapándose de su interior, reposando sobre mi lengua. ChaeRyeong gemía sin control, llevó su mano a mi cabello y me jaló a ella nuevamente, hacía un esfuerzo por mantener sus piernas abiertas para mí; maldita chica, me encanta.
Su actitud de perra necesitada era mi maldita perdición, tenerla a mi merced me llevaba al desquicio, sus manos apretando con fuerza las sábanas a su alrededor me indicaban lo mucho que disfrutaba de mi.
—YeJi~ Ya no aguanto—logró decir entre gemidos.
—Hazlo en mi boca Ryeong—ordené siguiendo con mis acciones.
Sus gemidos se intensificaron junto a su agarre en las sábanas; aceleré mis movimientos y sonreí al recibir su orgasmo, me tragué sus fluidos y seguí lamiendo al rededor oyendo sus jadeos.
—YeJi...—susurró—Ya no puedo...
Reí levemente al separarme y subí a besarla con dulzura.
Ella tenía razón; necesitaba que me ella me endulzara la noche...
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