01. 𝗍𝗁𝖾 perfect 𝗺𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿.
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄
𝗍𝗁𝖾 𝗉𝖾𝗋𝖿𝖾𝖼𝗍 𝗺𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿.
━━━━━━━━━━
LYANNA TENÍA UN MUY BUEN Y ELABORADO PLAN. Uno que no ponía en riesgo a sus hijos.
Durante la noche de Halloween, Lyanna se atormentaba a sí misma recordando todos los Halloween's qué paso junto a su hijo Richie. Su último hijo varón sobreviviente, Ethan, llego por detrás suyo y le dio un beso en la mejilla sacándola de sus recuerdos.
——Ya me voy. ——Aviso el peli negro.
Lyanna miró a su hijo con el entrecejo fruncido. Inclinó un poco la cabeza intentando descifrar de que estaba disfrazado. Tenía cartonés y cinta adhesiva alrededor de su cuerpo y un sombrero anaranjado con un cuchillo de papel.
——¿Que se supone que eres?
——Honestamente, no tengo idea mamá.
——Cariño, no eres pobre. Tampoco aparentas serlo. Pudiste conseguir algo mucho mejor. Spiderman, por ejemplo.
Ethan era un gran fanático de el Hombre Araña desde que era un niño. Halloweens tras Halloweens se disfrazaba de él hasta que llegó a la adolescencia. Ethan aún conserva sus cómics y figuras de acción. Son preciadas para el y según el, son reliquias. Lyanna también conserva sus cosas, como su traje, sus pijamas y sus playeras. Ella lo apodó mi pequeño niño araña y al crecer mi chico araña.
——Tal vez el Halloween próximo. Quinn puede ser el duende verde.——Madre he hijo sonrieron con diversión.——Este va con mi nueva personalidad.
Lyanna se levantó del sofá, lo rodeó y se acercó a su hijo. Su delgada mano fue a la pálida mejilla de su hijo y lo observó durante unos segundos antes de hablar.
Ethan era perfecto ante sus ojos.
——Lo has hecho muy bien hasta ahora, cariño. Estoy orgullosa de ti.
Ethan sonrió a medias, satisfecho. Pero no estaría completamente satisfecho hasta que sus padres de verdad estuvieran orgullosos de el.
——Pronto se acabará este infierno.
Ethan bajo la mirada y asintió lentamente.
——Todo lo que quiero es vengar a mi hermano.——dijo en voz baja.
Y que estén orgullosos de mi.
——Lo harás.——Afirmó Lyanna, acariciando la pálida mejilla de su segundo hijo con su pulgar.——Lo harás, cariño.
Ethan recordó que más tarde esa noche su madre atacaría a las Carpenter, su cuerpo se tensó ante la preocupación de que le sucediera algo. Amaba a su madre mas que a nada o a nadie en el mundo. La idea de perderla le aterraba.
——Por favor, ten cuidado mamá. Si necesitas ayuda...
Lyanna lo interrumpió.
——No estes allí, ¿vale?
Ethan asintió sin protestar.
——Ya vete.——Lyanna palmeó su antebrazo y le dio una pequeña sonrisa.
Ethan devolvió la sonrisa a su madre pero mucho más pequeña, apenas se notaba que sonreía. Salió de la casa en la que ahora vivía y caminó por las calles hacia fraternidad donde la fiesta y "sus amigos" estaban.
El tiempo parecía ir lento. Ethan ya tenía casi dos horas ahí. A pesar de estar con su divertidísimo "amigo" Chad Meeks, estaba aburrido. Realmente no se estaba divirtiendo. Aunque trataba de divertirse, distraerse un momento. Estaba arto de que Chad siempre estuviera buscando una chica que aceptara salir con el. Odiaba no poder hacérselo saber.
Ethan no estaba interesado en salir con ninguna chica. Tenía apetito sexual, si, su verdadera naturaleza le pedía placer algunas veces. Aunque había veces que quería salir a buscar alguien que lo satisficiera. Pero no podía arruinar todo lo que el, sus padres y su hermana habían conseguido solo por un acoston.
Cuando Chad lo llamo por su apellido, el sonrió con autosuficiencia. Llego a creerse mejor que Chad por un momento. No por el comentario que el moreno había hecho("Eres Ethan Landry!")si no por que le enorgullecía ser el hijo de su madre.
Ser un Landry.
De los tres hijos varones que Lyanna tuvo, Ethan era el segundo, y el único con vida.
Lyanna era perfecta ante los ojos del mundo. Una amiga, esposa y madre perfecta. Pero, ¿de verdad lo era?
Todos tenemos secretos. Lyanna Landry tiene secretos. Secretos que sus hijos, incluso su esposo, desconocen. Un pasado oscuro que con mucho sacrificio ella misma sepultó. Uno que se aseguró de que nadie pudiera desenterrar jamás.
Lyanna fue una adolescente salvaje. Eso fue lo que llamó la atención del joven adulto Wayne Kirsch. Cuando la maternidad llegó a su vida, llegó una nueva Lyanna. La maternidad volvió aún más salvaje a Lyanna. Nadie que no fuera su esposo o las niñeras podía tocar a sus hijos. Cortaría las manos de quienes se atrevieran a hacerlo.
Pero lo que la volvió más que salvaje, demente, fue la muerte de su primer hijo. Ese suceso la transformó en la mujer que fue en el pasado. La peor versión de ella que ella misma sepultó.
Nunca te metas con una madre.
O mejor dicho,
Nunca te metas con Lyanna Landry.
Mucho menos con sus hijos.
Capítulo cortito por que no
tengo mucha inspiración😭
Lyanna yo también quiero ser
tu hija🙏🏻
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro