| xii.
Comencé a caminar a una tienda que había visto hace unos metros, me serviría para encontrar ropa, alimentos y quizás algún tipo de arma. Entre y encontré ropa y vendas, pero los alimentos se encontraban en descomposición.
— Me gusta esta — Solté al aire.
— Se te vería bien — Me espante al escuchar una voz. Al girarme pude ver a Usagi.
— ¡Usagi! — Rápidamente corrí a abrazarla y ella me correspondió el abrazo.
— Tanto tiempo — Me sonrío — ¿Que tal ha estado tu pierna?
— Ya esta bien solo quedo una especie de cicatriz — Me separe de ella — ¿Y tu que tal? ¿Donde están los demás? ¿Donde esta Arisu?
— Nos tuvimos que separar... lo he estado buscando — Soltó un suspiro de tristeza.
— El debe estar bien ¿Tatta esta con Arisu no? — Ella guardo silencio un momento.
— Sí — Suspire con alivio — El esta bien Aoi.
— Menos mal — Reí — ¿Sabes que quiero hacer? — Ella negó. — Me gustaría cortarme el cabello, el calor me esta matando.
— ¿Te lo corto? — Ella sonrío.
— ¿¡De verdad?! Un cambio de imagen en una especie de apocalipsis — Ambas nos miramos y reímos.
— Claro, así nos distraemos un poco — Asentí y ella tomo unas tijeras indicándome que me sentara.
— Que nervios.
— Confía en mi — Sentí como tomaba un mechón y lo cortaba.
[ ... ]
— Y... listo — Me pare y camine hacía la puerta donde podía ver mi reflejo. — Te ves linda.
— No puedo creer que tengo mi cabello corto — Estaba aún sorprendida — Gracias Usagi — Ambas nos sonreímos.
— Sera mejor que vayamos en busca de Arisu... — Asentí.
— Y Tatta, pero primero déjame revisar si encuentro otras cosas. ¿Que tal si tu buscas por allí? — Le indique un lugar y Usagi comenzó a buscar por allá.
— Aoi... Mira ven — Me acerque a ella y en su mano portaba una pistola. — ¿Que hacemos?
— Uy a ver — Ella dudo pero me la entrego.— ¡Es estupenda!
— Cuidado que no es un juguete Aoi — Me reí.
— Lo sé — comencé a apuntar — Nos servirá en caso de que tengamos que defendernos — dicho eso la guarde en mi mochila.
— ¿Encontraste algo más? — Negué pero busque algo en mi mochila.
— Toma — recordé un paquete de galletas que me traje del jota de corazones y se lo entregue — Debes estar hambrienta — Me agradeció.
— Gracias Oi — Me sonrío — ¿Lista para ir?
— Vamos en busca de los chicos. — Suspiré y ambas salimos en busca de ellos, realmente estaba preocupada.
Solo espero que Tatta este bien...
El camino fue agotador pero no faltaron las risas, llegamos hasta una especie de "pueblo" habían varias casas por aquí, Arisu y Tatta tienen que estar aquí.
— Déjame entrar en esta y tu en la de allá — le apunte la de enfrente — Ella negó.
— No. Es peligroso que nos separemos — Recordé el arma y la saque de mi mochila — Entremos juntas.
— Esta bien — La puerta estaba algo trabada pero entre ambas la pudimos abrir — Veamos si hay algo de comida.
Escuche unos pasos por lo que por instinto apunte con el arma, era un niño.
— Disculpa — Baje el arma lo más rápido que pude y una chica apareció junto al niño.
— Buscamos ahí y no hay nada — La chica pareció buscar algo — Tomen, pueden comerlas si quieren — Ambas nos miramos.
— Come tu Usagi — Se las recibí a la chica. — Gracias. — No pude evitar no fijar mi mirada en el pequeño niño.
— ¿Segura? — Asentí.
— ¿Es tu hijo? — Le consulté pero ella negó.
— Lo vi solo en un campo de juego. — Lo mire y tenía algunos raspones en sus rodillas.
— ¿Donde están tus padres? — El niño no respondió al contrario salió corriendo.
— Disculpen — Me aleje de ambas y me acerque al niño — Hola pequeño, ¿sabes? se que es algo difícil de entender todo lo que esta pasando pero mira mi nombre es Aoi ¿cual es tu nombre pequeño?
— Kota — Dijo aún entre lagrimas.
— Bien Kota ¿me dejarías ver tus heridas? — El dudo pero termino asintiendo y yo le pude limpiar y vendar — Muy bien lo hiciste excelente ¿Te gusta pintar Kota? — el asintió.
Estire mi brazo hacía una mesa que se encontraba frente a nosotros y acerque un libro de colorear con algunos lápices.
— ¿Te parece si pintamos? — El me miro por fin y le sonreí. — Mira pintemos esta casita.
Pude calmar a Kota, lo deje pintando mientras yo volvía con Usagi.
— ¿Crees que sus padres hayan muerto? — Me cruce de brazos mientras me apoyaba en la pared.
— Es lo probable — Usagi suspiro — Su visa esta por caducar.
— Vamos a la reina de picas — Usagi quería decir que no pero era lo mejor. — Va a ser difícil con Kota pero yo no voy a dejar morir a un niño siendo que tengo la oportunidad de ayudarlo.
— Te entiendo — Ella lo miro — ¿Su nombre es Kota? — Asentí. — Parece que eres buena con los niños.
— Mhm — Reí — En el mundo real soy pediatra, amo trabajar con niños. — ¿Ella vendrá con nosotras?
— No. Esta en busca de otra persona.
— Entiendo — Me enderece — Iré a hablar con Kota y explicarle que tenemos que ir a un juego — Usagi asintió y yo camine hacía Kota.
— Ya termine de pintar — El me recordaba a un paciente que tuve que atender.
— Que lindo te quedo — Acaricie su cabello — Kota tu entiendes que hay que jugar juegos ¿verdad?
— Lo sé ¿usted me va a acompañar a jugar? — Le sonreí.
— Así es y ella — Apunte a Usagi — Vendrá con nosotros ella también quiere ayudarte — Dicho eso tome su mano y nos acercamos hacía Usagi.
— ¿Vamos? — No solté la mano de Kota y los tres salimos de la casa era tiempo de jugar nuevamente y encontrar a los chicos.
¿Tatta estará bien? Quizás no me debí separar de él...
— Llegamos — Susurro Usagi.
— Odio los juegos de agilidad — Dije mientras nos adentrábamos en la arena de juego pero Kota se detuvo.
— No iré — Usagi camino hacía el.
— ¿Quieres morir? — Negó. — Entonces ganemos juntos.
— ¿Que pasa si ganamos? — Ambas nos agachamos a la altura de Kota.
— Quizás podamos volver — Pude ver como la expresión en su rostro se hizo triste.
— Pero... mis papás ya no están allí — Acaricie su cabello.
— Kota ¿que piensas que tus padres querrían para ti? — El guardo silencio un momento.
— Querrían que regrese.
— Exacto y eso harás ¿si? — Volví a tomar su mano y caminamos hacía una especie de elevador el cual nos subió pisos mas arriba.
Solo espero poder salir de aquí pronto. Los tres nos posicionamos para esperar junto a más personas.
— Que lindo — Un chico con parecido a Arisu le hablo a Kota — ¿Cuantos años tienes?
— Diez años — El acaricio su cabeza y se acerco a nosotras.
— Es un juego de espadas no ganaremos con el. No me importa si es un niño pero si estorba... — Ambas nos miramos.
— ¿Cual es tu maldito problema? — Iba a decir algo más pero una voz nos llamo la atención.
— Van a lógralo.
Era Arisu. Usagi no lo dudo dos veces y camino hacía el.
— Aoi — Camino hacía mi y me abrazo yo le correspondí el abrazo — Te cortaste el cabello.
— Así es — Le sonreí mientras nos separábamos del abrazo — ¿Donde esta Tatta? — El guardo silencio.
— ¿U...Usagi no te dijo? — Trago saliva algo incomodo.
— ¿Arisu que pasa? ¿Donde esta Tatta? Me estas preocupando — Reí nerviosa.
— Tatta... el no paso el juego — Sentí como el mundo se me vino abajo de un momento a otro — Lo siento mucho Aoi.
No dije nada, no llore no porque no quisiera simplemente no podía.
— ¿Oi...? — Usagi intento abrazarme pero la empuje.
— Me mentiste. — Ella me trato de explicar pero no la quería escuchar — Que te jodan.
— Escúchame por favor — Negué mientras me apartaba de los dos ¿que había pasado con lo de salir ambos de aquí?
"Juego: "Jaque Mate" Ustedes estarán en el equipo jugador contra el equipo reina durante este enfrentamiento. ¡Bienvenidos! A la arena de cuerpos y movimientos hermosos. Yo soy la reina de picas mi equipo es de cuatro incluyéndome a mi y su equipo tiene dieciséis miembros.
Me acerque a Kota ignorando a Usagi.
"Elegiremos a un rey por cada equipo, el rey del equipo reina soy yo. ¿Quien sería un buen contrincante para esta reina? Ah... te elijo a ti.
La pantalla ilumino a Kota.
— Sera maldita — Susurre.
"Y ahora aquí tienen las reglas; Los equipos se alternaran en un total de dieciséis turnos durante el turno del equipo reina su equipo perseguirá a los jugadores del equipo jugador. Si el botón del jugador que hay en su espalda es presionado la luz de este cambiara de color azul a color rojo, y ese jugador no se podrá mover por el resto del turno. Al siguiente turno se mi era como un aliado del equipo reina sin embargo el rey no podrá cambiar de equipo, esto podrá ocurrir dentro del turno del equipo jugado. Cada turno dura cinco minutos. Al finalizar los dieciséis turnos el equipo con más miembros de su color será el equipo ganador"
"Por favor equípense"
— Aoi — Arisu me hablo — Por favor perdónala. Usagi pensó que decirte te afectaría y no podrías terminar los juegos.
— Les dejare algo en claro Arisu — Suspire — Usagi me oculto la muerte de mi mejor amigo... ¡Mi maldito mejor amigo! — La pude ver ayudando a Kota — Si le hablo será solo para superar el maldito juego si no que la jodan.
— Entiéndela...
— No. No la entiendo y tampoco voy a seguir intentándolo. — Me acerque a Kota nuevamente ignorando a Usagi.
"Primer turno; turno del equipo reina. Tiempo; cinco minutos, que comience el juego."
Todos comenzaron a correr excepto nosotros cuatro. Kota tenía miedo.
— Quédate en este lugar — Le dijo Usagi. — Prometo que te protegeremos ¿de acuerdo?
— Ella tiene razón — Interrumpí — Todo va estar bien Kota.
— Vamos Usagi, Aoi — Asentí y los tres comenzamos a correr.
La reina tenía una habilidad física tremenda, ya había capturado a dos personas. Comenzamos a correr el turno ya estaba por terminar.
"Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno." "Comienza el turno del equipo jugador"
— Recuperemos a los que perdimos — Sugirió Arisu todos estuvieron de acuerdo.
Comencé a correr subiendo escaleras justo habían dos personas rojas.
— ¡Quédense ahí! — Les grité y ellos asintieron. Antes de llegar a ayudarlos me ví interrumpida por la misma reina de picas.
— Ni lo pienses — Intente esquivarla pero lo único que recibí fue un golpe en el estomago — Te advertí.
— Cierra la boca ¿quieres? — Intente buscar otra manera de pasar pero era imposible.
— Ven conmigo — Ella me sugirió — Si estas conmigo no vas a morir.
— No soy una puta traicionera —La pantalla sonó indicando que nuestro turno había terminado.
— Es mi turno ahora — Ella sonrío.
— Será momento de revivir todo lo que aprendí en atletismo — Suspire y salí corriendo en busca de Arisu.
— ¡Aoi! — Ese grito era de Usagi — ¡Nos separamos para recuperar jugadores! ¡Cuando termine el turno ve hacía el mar así nos podremos encontrar! — Corrí en varias direcciones para poder perder a la reina.
— ¡Tengan cuidado la reina es buena en lo físico y peleas! — Al fin la había perdido.
"¡Cuídate Aoi" No le respondí nada.
Pude ver como Arisu intentaba ayudar a unos chicos pero ellos se corrieron, rápidamente me dirigí a el.
— ¿Q..que esta pasando? — Le consulté mientras intentaba regular mi respiración.
"Onceavo turno" Arisu tomo mi brazo y me llevo a la barandilla para poder hablar con Usagi.
— ¿Estas bien? — Ella asintió y nosotros seguimos corriendo.
— La reina les debe haber dicho algo — Dijo mientras subíamos escaleras.
— ¿Algo como que?
— Prometerles que vivirán si estaban en su equipo — Ahí caí en cuenta de por que me había dicho eso antes.
— ¡Eso explica todo! Ella me ofreció unirme a su equipo hace un rato — El me miro con sorpresa — Maldita hija de...
— ¡Cuidado! — El tomo de mi brazo ayudándome a esquivar a un chico que venía hacía mi.
— Dios son como una plaga — Emití.
— Aoi respecto a lo de Tatta — Lo interrumpí antes de que siguiera hablando.
— No. No quiero hablar sobre eso — El suspiro pero no insistió.
"decimotercer turno"
Ambos comenzamos a correr pero por alguna razón tuvieron dos oportunidades de atraparme pero pasaron de mi, la reina buscaba a Arisu. Antes de que la reina lo pudiera atrapar me entrometí entre ambos.
— Pareces una niña — Me burle de ella — ¿Tanto te gusta Arisu? Ni siquiera se baña. — Ella estaba dispuesta a correr pero justamente apareció Usagi.
— ¡Vete! — Le indico Usagi a Arisu.
— ¡Hazlo ya! — Dije eso y el comenzó a correr. Ambas nos quedamos a solas con la reina.
Las tres comenzamos a luchar, ella era realmente fuerte.
— ¡Abajo! — Le grité y ella se agacho para yo poder golpear a la reina cosa que logramos.
— Ustedes no me interesan — Ella me golpeó haciendo que me chocara con Usagi.
— ¿E...estas bien? — Asentí y ambas intentamos recuperar el aliento.
Ambas corrimos nuevamente donde la reina para detenerla pero Usagi fue arrojada lejos. Yo comencé a luchar con la reina haciendo que ambas tropezáramos cayendo de la escalera.
— Mierda — Soltó ella, yo rápidamente intente pararme del suelo pero ella sujeto mi pierna mientras se reincorporaba tomándome del cabello.
— Suéltame tontita obsesionada — Intente liberarme pero fui arrojada a una especie de mesa.
— Te advertí — Ella comenzó a caminar hacía mi — Te dije que quiero al chico no a ti — Vi a Usagi acercarse por detrás.
Usagi la pudo golpear y me ayudo a levantarme. Las tres llegamos donde se encontraba Kota.
— ¿S..señoritas? — Lo escuche susurrar.
— ¡Quédate ahí! ¡No te vayas a mover Kota! — Le grité.
— A nadie le importo la vida de ese niño se volvieron mis peones por que en realidad no quieren morir. Nadie desea matar a un niño pero... si sus vidas están en riesgo todo cambia. Prefieren salvarse antes que arriesgarse así son todos los seres humanos.
— E..entonces tu nunca has tenido a nadie que... le importe de verdad — Dijo Usagi mientras intentaba recuperar el aliento.
Intente agarrar de la cintura a la reina pero ella me tiro al piso. Pude sentir como el aire me faltaba.
— Nada me provoca mas asco que las hipócritas como ustedes — Ví como pateo a Usagi intente acercarme pero estaba demasiado cansada.
Junio de 2007
— Tatta — Me asome por su ventana — ¿Por que no sales a jugar?
— Koikoi me castigaron — Me reí y el hizo una mueca — ¡Es tu culpa! — Me hice la indignada.
— ¡¿Y Mia por que?! — Me metí a su cuarto y me cruce de brazos.
— ¡Por que tu me dijiste que me quedara mas tiempo en el parque! — Hice una cara de sorpresa.
— ¡Fueron cinco minutos! — Dije.
— "fiuron cinco miniutos" — Dijo imitando mi voz haciéndome reír.
— Bueno Kodai Tatta mira lo que te traje — Saque algo de mis bolsillos.
— ¡A ver! — Se acerco.
— ¡Un ratón! — El me miro con la ceja levantada.
— ¿Que? Aleja eso de aquí — Hizo una mueca de asco.
— Meh si es un ratoncito — Se lo acerque y el soltó un grito. — ¡Uyy cuidado que el ratón te va a morder!
— ¡Ya déjate! — Dijo mientras se subía su cama manteniéndose alejado del ratón.
HOLAA
me da penita que Aoi se muestre fuerte sabiendo que esta muy afectada por la muerte de Tatta y uy lo que se viene después...
¡Muchas gracias por todo el apoyo al libro! Estoy muy feliz de que les haya gustado el libro 💗🐈⬛
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro