-ˋˏ ༻𝟶𝟻.-𝙲𝙾𝚁𝙰𝚉𝙾𝙽𝙴𝚂 𝚁𝙾𝚃𝙾𝚂༺ ˎˊ-

— Estás loco, Simon ¿Cómo se te ocurre ligarte a la hermana de Anthony?

— Es una mujer muy hermosa e inteligente, no sabía que salir con alguien, así estaba prohibido.

— No es que esté prohibido, tú eras quien decía que no estaba interesado en estar en el foco de atención y menos ser la carnada perfecta de todas esas madres desesperadas, además no es cualquier chica con la que decidiste salir, sino que es la hermana del vizconde Bridgerton — Esto era un terrible inconveniente en todos los sentidos, no solo para Simon, sino para ella ¿En qué estaba pensando el idiota de Simon al salir precisamente con Daphne? — Esto va a salir mal.

— Tranquilízate Lottie, solo es como tu relación con el duque Crane — Charlotte arruga el ceño ante las palabras de Simon quien sonríe ligeramente frente a ella — Amigos que se tienen un interés mutuo.

— ¿Mutuo?

Simon se pone de pie y deja a la pelinegra con la duda carcomiendo su cabeza, dio un respiro hondo y se dirigió a su recámara intentando tranquilizarse ¿No pasaba nada si Simon salía unas cuantas veces con la hermana de Anthony, verdad?

Tras varios días de silencio y murmuró debido al baile en Vauxhall, lottie recibió una carta proveniente de Sebastián, quien la invitaba a un paseo por el hermoso parque más grande de todo Londres. Ella lo había meditado durante días porque no quería tener que encontrarse con Anthony más de lo necesario, pero... ¿En verdad quería esconderse para siempre? Además, si quería cortar de raíz cualquier duda respecto a su repentina huida de Londres años atrás, debía dejarlo claro. Y que mejor que con Sebastián, quien no parecía estar en desacuerdo con ser "usado" para ello, así que finalmente envío su aprobación en una carta de respuesta.

Mientras Simon había asistido esa noche a un baile con Lady Dambury ella se había quedado en su habitación intentando descansar un poco y alejar los recuerdos dolorosos, sin embargo, sus pensamientos iban directos hacia el ahora vizconde quien cada vez que la miraba a los ojos solo tenía resentimiento, era demasiado doloroso. Era inevitable pensar en que podría haber pasado si... su amor hubiese sido capaz de concretarse... ¿Habrían sido felices?

Sacudió la cabeza y se puso de pie para dirigirse hacia uno de sus cajones, de donde saco papel y tinta, porque de alguna manera escribir era una forma de sacar todos los sentimientos dirigidos para un Anthony que jamás podría leer sus pensamientos más profundos. Cuando la luz de la luna ilumino su habitación supo que era hora de volver a la cama, estaba decidida a terminar con todo de una buena vez la mañana siguiente.

Su doncella la despertó a la hora justa para poder arreglarse y reunirse con el duque en el parque, se sintió abrumada por la cantidad de personas presentes, pero no había manera de evitarlo. Simon por su parte, llego a caballo y se acercó hacia ella con una sonrisa fingida.

— Charlotte, no esperaba que vinieras.

— El duque me invito y creí necesario compensarlo por los últimos sucesos. Además, es una salida de amigos, no hay nada detrás a diferencia tuya.

— La señorita Bridgerton y yo... — Su voz se corta cuando la joven debutante llega acompañada de Lady Dambury y la vizcondesa viuda Bridgerton, tal vez simon quisiera negar el interés en Daphne, pero Charlotte no era tonta — Bueno, que pases buen momento con el duque. Te veré más tarde en la mansión.

Sebastián Crane llego al igual que Simon en un hermoso caballo y se acercó hacia ella con una gran sonrisa, hace una leve reverencia y besa la mano de Lottie quien sonríe levemente.

— Se ve especialmente hermosa, lady Wright.

— Es usted un mentiroso, excelencia, pero aceptaré tales mentiras solo por hoy.

— Nunca mentiría con algo así, señorita Wright. Usted siempre se ve hermosa, como un rayo de sol por la mañana y me siento honrado de poder presenciar su belleza en persona. — Le entrega un delicado, pero hermoso ramo de flores — Decidí comprar unas obras de arte del norte de rusia, me encantaría que fuese a dar un vistazo como buena conocedora del arte que es usted señorita Wright.

— Deberían cortar esa lengua tan hábil, sabe que el arte es mi mayor debilidad, excelencia. Por supuesto, aunque debe pedírselo directamente al duque, ya que después de todo es mi chaperón de reemplazo — El duque lanza una risa divertida que logro provocar miradas de las personas a su alrededor, entre ellas la de Anthony Bridgerton —

 — El amor tiene múltiples facetas, es voluble y cambiante, a veces hasta incomprensible para simples mortales como nosotros — Dice mirando hacia el hermoso lago donde algunas parejas paseaban en bote — ¿No cree eso?

— Habla como si hubiese estado enamorado, excelencia.

— Estuve enamorado hace años, pero no siempre el amor lo vence todo señorita Wright —El duque miraba el lago con cierta melancolía en los ojos, entendía ese sentimiento más que cualquiera — En aquella época mi familia aunque con estatus no estaba a la altura de los estándares que sus padres querían, la obligaron a contraer matrimonio y se mudó al campo. Un mes después supe que ella se colgó del árbol más alto que había en la casa de su esposo, durante años me pregunte si luchar por lo nuestro habría evitado su muerte.

— Lo siento mucho.

— Yo también, durante años me hago las mismas preguntas una y otra vez ¿Habríamos sido felices si hubiese luchado contra todo por su amor? ¿Realmente me esforcé por estar juntos? Siento que le falle al dejar que se casara con otro y por consiguiente culpable de su muerte temprana. — Toma una flor del ramo y la coloca sobre el cabello de Lottie quien sonríe levemente ante su acto — Y por ello siento que la comprendo señorita Wright, sea cual sea la razón por la que se fue tan rápidamente de Londres hace años, estoy seguro de que es igual de fuerte que yo. Ambos nos resistimos a caer a pesar de lo rotos que estamos.

Y ahí estaba de nuevo, Sebastián Crane sabía muy bien lo que era el dolor y la culpa dentro de su corazón, si bien no sabía la historia detrás de su "huida" estaba segura de que él entendía que tan grave y doloroso habría sido tener que dejar al amor de su vida en los brazos de otros y además llevar consigo las culpas y dudas de si habrían sido felices o no, si la hubiera aceptado aún después de... esa noche que marco su vida. La culpa la había atormentado durante años.

— Pero no hablemos de cosas tristes, no en un día tan bello. Hay un postre nuevo que según dicen las señoritas de hoy que es el mejor que existe en el mundo. 

Sebastian Crane y ella eran dos corazones rotos debido a terribles circunstancias, Charlotte se preguntaba si el destino estaba intentando decirle algo....