
𝟎𝟑 | ʟɪᴍᴘɪᴇᴢᴀ ʏ ʙᴏᴛᴏɴᴇs
ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ③
𝚕𝚒𝚖𝚙𝚒𝚎𝚣𝚊 𝚢 𝚋𝚘𝚝𝚘𝚗𝚎𝚜
- Vinieron mensajeros. Quieren que te presentes como Jenkins y Pendragon. - Agregó el niño .
La vista del Jones estaba fija en el humeante sartén que Sophie había puesto sobre calcifer, el olor a tocino frito inundó su nariz en un agradable aroma que no pudo ignorar.
- Tocino. - Hablo de forma estúpida pasando saliva. Tenía hambre.
Ni siquiera le importó la presencia de Howl detrás suyo.
- Calcifer ¿por que no obedeces mis órdenes?. - Preguntó el mago, aunque siendo honestos, no sonaba muy molesto.
- ¡Ese chico me obligo!. - Acusó el pequeño fuego ofendiendo a Mikhael.
- No cualquiera puede hacer eso.
- ¡No te obligue!. - Se defendió. - Solo utilize mi sabiduría para que me hicieras un favor.
- ¡Eso suena peor!
- ¿¡Ah!?. - Antes de que Mika siguiera hablando las manos de Howl rodearon sus hombros dejándolo estático.
- A ti te recuerdo perfectamente. - El aliento del rubio chocó con su rostro aturdiendo un poco. - Y tu abuela, ¿quien eres?
- Está demasiado cerca. - Hablo alejándose del agarre del mago cruzándose de brazos frente a Sophie. - En realidad queríamos-
La mayor le dio un golpe en el estomago haciéndolo callar para tomar la palabra. Tenían que ser precavidos.
- Puedes decirme abuela Sophie, y él es Mikhael Jones. - Respondió en un tono nervioso. - Soy la señora de limpieza y el es mi asistente.
- ¿De verdad?. - Pregunto incredulo, casi con burla.
- Trabajo los jueves, los lunes son de oferta. - La voz lastimera de Mika fue suficiente para que el mago los aceptara.
- Permíteme abuela. - Con gentileza apartó a Sophie del sartén permitiéndose cocinar. - Dos rebanadas más de tocino y pasame seis huevos.
Los dos amigos se miraron entre sí para ver quién hacía caso y como el esclavo que era, Mika fue quien hizo lo indicado.
Las cáscaras de huevo fueron para el pequeño fuego, y aunque nunca lo admitiría en voz alta. Era un fuego tierno.
- Vaya, Calcifer es más agradable cuando no habla. - Se burló, prestando toda su atención en el sartén.
- Diganme ¿quien los contrató para limpiar?.
- Yo solito. - Hablo el chico de cabellos grises sin pensar. De inmediato se cubrió la boca.
- Nos desagrado lo sucio de este lugar. - Trato de remediar la anciana.
- Mark trae los platos. - Grito Pendragon observando de reojo al chico que parecía no haber comido en días llevándose consigo el sartén y por ende al chico.
- Parece que no has comido en días. - Comenta el mago avergonzando al Jones quien rápidamente detuvo su andar.
- No siempre tengo tiempo para comer.
- ¿Es tan importante lo que haces?
- Bueno a veces los clientes son extravagantes y piden cosas difíciles de realizar. - Comenta con cansancio. - Es decir, ¿vestidos ceñidos de satén? ¡eso es complicado!
- Crei que habian dicho que trabajaban en limpieza. - Se puso pálido y su cerebro trabajo al mil por mil tratando de inventar una excusa.
- Dejalo asi. - Dice el mago acariciando su cabello con gentileza.
Se fijó en la mesa y una mueca de disgusto apareció en su boca.
- He visto baños públicos más limpios que esta mesa. - Rompió un poco de su blusa para poder despejar la mesa apropiadamente, arrinconando tres sillas para Sophie, Mark y el.
- No te rompas la ropa. - Lo regaño Hatter.
- Puedo hacerme más. - Rebatió.
El pequeño apareció con cuatro platos de dudosa higiene al igual que dos cucharas y dos tenedores. Mientras tanto Howl repartía la comida sobre los platos.
- ¿Cuales quieren?. - Preguntó Mark.
Mikhael tomó un tenedor y Sophie la cuchara, ambos tendrían que limpiar muy bien esa pocilga que se hacía llamar castillo.
- Gracias Mark. - Agradeció poniendo una mano sobre su cabeza.
Una rebanada de pan apareció frente a su cara, no dudo en tomarla y ponerla sobre su plato.
- Comamos, Bon appétit.
Ver al niño comer le hizo cuestionarse qué clase de tratos estaba recibiendo. Primero lo dejaba solo en una casa que se hacía pedazos entre mugre y cosas. Segundo, no le enseñaba nada de ética y cordialidad.
- Hasta los modales son malos en esta casa. - Quiso reír ante la actitud de la mayor, era una viejita amargada en toda la extensión de la palabra.
Aunque el no se quedaba atrás.
Corto un poco de tocino y huevo para después ponerlo sobre el pan y darle un buen bocado.
- Dime Sophie, ¿que escondes en tu bolsa?. - Habló el mago de la nada asustando a ambos amigos.
La anciana revisó sus bolsillos encontrándose con un papel rojo.
- ¿Qué es esto?. - Preguntó Sophie.
- Damelo. - Pidió Pendragon, estirando su brazo para tomarlo pero al hacer contacto repelió ambas manos dejando una marca extraña sobre la mesa.
- Que marca tan fea. - Murmuró Jones comiéndose un trozo de pan.
Mika esta chiquito, hay que cuidarlo.
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