Pasaron dos días en el que JiMin y YoonGi no se determinaban. Estaban sumidos en silencio mientras que los demás hablaban como si nada. Se encontraban en una gran mesa terminando de comer, cuando JungKook carraspeó interrumpiendo la tensión entre el rubio y el pelinegro.

—¿Ya tienen algún plan? —cuestionó el pelirrojo mirando a YoonGi.

—Sí, hay algo. —respondió.

—Chicos, YunHo lo espera abajo. —dijo María, recogiendo los platos de la mesa. —NamJoon me dijo que les dijera que al castaño que está con ustedes lo usaran de carnada.

TaeHyung escupió el jugo hacia el frente, mojando el rostro de YoonGi, quien le dio una mirada asesina, enojado y asqueado se levantó de la silla dejándola caer al suelo. El pelirrojo contuvo la risa tapándose la boca mientras veía al rubio buscar algo para secarse la cara.

—Yo dije que no iba a ser parte de sus locuras. —dijo TaeHyung levantándose de la silla. —Yo necesito estar en mi casa e ir a la maldita universidad. Yo de verdad no entiendo... —miró a JiMin. —¿Cómo puedes estar tan tranquilo? ¿Eh? Se supone que habías empezado algo nuevo y entre esas tu estudio. ¿Qué te pasó?

—Se dio cuenta de lo que en realidad es. —respondió YoonGi a espaldas de ellos, mientras se secaba el rostro con una toalla de manos.

—No sabía que ahora tenías de apodo "JiMin", Min. —dijo JiMin cruzándose de brazos mirándolo.

—Aquí hay demasiada tensión. —María dejó unos platos en el mesón. —Todos fuera de la mesa y bajen.

TaeHyung fue el primero en salir mientras que JungKook lo seguía molestándolo. YoonGi fue el penúltimo en salir dejando al pelinegro en un silencio bastante incómodo. Se levantó de la silla y se pasó una mano por el cabello, se acercó para salir de la cocina caminando, pero María lo detuvo.

—Cuidado con lo que haces, Park. —dijo ella sin mirarlo. —Si vas a jugar sucio más te vale que sigas tus propias reglas.

—¿A qué te refieres? —se giró JiMin para mirarle la espalda.

—Ten cuidado con YoonGi. —ella se giró sonriendo. —No lo provoques.

El pelinegro arrugó el ceño y salió de la cocina, metiéndose las manos en los bolsillos delanteros. Soltó un suspiro y se lamió los gruesos labios.

—¿Tan demente está? —rio al murmurar. —Debería estar en el manicomio si es así.

Sintió una respiración en su nuca y unas manos se posaron en sus caderas haciendo que se espantara.

—Tal vez te haga falta un empujón a la curiosidad de conocer. —su voz era áspera. —No hay que temer... —la calidez de la lengua del rubio se deslizó por el cuello del pelinegro haciendo que su piel se erizara.

YoonGi dejó de tocarlo y le pasó por al lado metiéndose las manos en los bolsillos dirigiéndose fuera de la casa en la que estaban. JiMin, se quedó helado ante aquel toque y lo único que pudo hacer es seguirle el paso en silencio teniendo una pregunta problema en su cabeza.

<¿A qué niveles podría llegar?>

 Ya vine, amikos

1/4 <3