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—Entonces... —habló YoonGi interrumpiendo el silencio. —Cada uno debe ser sincero con lo que se va a decir...
—¿No qué te ibas a ganar mi confianza para contarme tus cosas, YoonGi? —preguntó JiMin mirándolo de reojo.
El rubio tomó asiento frente a este y se cruzó de brazos sonriendo.
—¿Quién ha dicho que no lo haré? —ladeó la cabeza. —Es lo primordial que tengo sobre ti. Lo demás que quiero hacer y saber, se están peleando por ser lo principal.
JiMin rodó los ojos y apoyó los codos en la mesa.
—Esto parece una maldita junta de empresarios. —dijo NamJoon, asqueado. —Me gusta estafar. Prácticamente conocí a YoonGi porque le quería sacar un poco de dinero y el muy imbécil fue muy listo. —el rubio el regaló una sonrisa. —Casi me descuartiza. —se pasó una mano por el cabello.
—Sí, todas las sospechas que te hacías por YoonGi son verdad. —dijo HoSeok tranquilo. —Mata a personas por su gusto. Es su deseo. —se mordió el labio inferior. —Yo, uno que otro fetiche. Normal en todos. —se encogió de hombros. —Solo que suelo ser un poco sadista y tal vez..., estoy un poquito obsesionado por amarrar a las personas. —y una sonrisa iluminó su rostro.
<¿Cómo mierda pueden hablar de eso tan normal? ¿Les parece eso normal? >
—Veo que ya tienes mala cara. —dijo JungKook. —De igual forma, no te podrás ir aunque quieras. —soltó un suspiro. —No sé..., ¿Recuerdas hace 2 años y medio una noticia sobre un mafioso que mató a 20 personas en un bar solo porque su trago estaba caliente?
JiMin, arrugó el ceño tratando de recordar algo parecido.
—¿No? Bueno... —sonrió. —¡Hola! Soy el hijo de Jeon DongSun.
El pelinegro se quedó helado.
—Debes conocerlo muy bien, Park. —le dijo YoonGi. —Después de todo, trabajabas para él... O, ¿Me equivoco?
JungKook, arrugó el ceño.
—¿De qué hablas, Min? —cuestionó el pelirrojo levantándose la silla. Caminó hacia el refrigerador dándole la espalda a todos, dejando su tatuaje de serpiente en su espalda.
—Como escuchas. —el rubio miró a los ojos al pelinegro. —Nuestro Park JiMin, es más que nada uno de los colegas de tu padre, Jeon. Él hace los sucios mandados. —sonrío victorioso.
JiMin le dio una mirada asesina y apretó los puños.
—Extrañamente ahora está estudiando... —río. —Pero, nadie puede cambiar su sucio pasado.
—Cállate. —habló JiMin.
—Uy... —se mordió el labio inferior. —Señores, les presento a Clyon Park, alías Park JiMin; un sociópata que no le importa la vida de los demás y tampoco se preocupa por su propia seguridad.
El pelinegro se levantó de la silla enojado sin quitarle la mirada a YoonGi, quien sonreía de lado.
—¿Qué? —levantó las cejas. —¿Está mal que exponga lo trastornado que estás?
—Tu no hables mucho, imbécil.
—Tal vez yo si no sé fingir una cara inocente. —le guiñó el ojo. —Nos entendemos en pequeñas partes, Park.
—Espera, espera. A ver si entendí... —dijo HoSeok. —O sea que tu... —señaló a JiMin. —Trabajaste para el padre de JungKook, además de eso estás trastornado. —se tapó la boca asombrado. —¿Qué carajos contigo?
Y me llamas raro a mí.
—Sabia que ese semblante bonito e inocente ocultaba algo. —dijo NamJoon.
—¿En serio eres Clyon? —dijo JungKook, llegando a la mesa con un vaso de agua. —¿Qué mierda te trajo aquí? Digo, desde que mi padre ha estado en la cárcel todos su colegas han estado desapareciendo "extremamente" —hizo comillas. —Como si alguien los estuviera matando.
Las mirada cayeron en el pelinegro.
—¿Algo que decir, JiMin? —dijo YoonGi.
JiMin soltó un suspiro cansado.
—No voy a preguntar cómo mierdas sabes tanto de mí. —dijo este. —¿Qué más puedo hacer? Esa es mi historia. Por ahora, ya lo dejé.
—Ajá... —dijo el rubio. —Casi me engañas, Park. —se levantó de la silla. —Ahora un loco vive con nosotros.
HoSeok soltó una carcajada.
—Tú también estás loco, Min.
—No está a mi nivel.
—¿Desde cuándo hay niveles de locura? —preguntó NamJoon.
—Desde que vemos esto normal. —dijo JungKook. —Aún no entiendo. ¿Por qué estás estudiando de nuevo? Digo, sabes fingir muy bien. —se mordió el labio inferior. —Te creía un conejito asustado. Pero veo que eres todo lo contrario.
—¿Y tú qué? ¿Solo eres el hijo de DongSun?
—¿Qué más quieres saber de mí? —le regaló una sonrisa lujuriosa. —¿Te intereso? —levantó una ceja, haciendo que JiMin hiciera una mueca. —Recuerdo muy bien que tienes un hermano mayor. Lo cuidas mucho, ¿Verdad? —se burló. —Recuerdo cuando te engañó con que mataría a tu hermano sino hacia su favor. —YoonGi apareció con una bandeja de carne en sala y la puso en la mesa. —Eres muy famoso, ¿Sabes?
—Mi nombre es JiMin. Clyon solo era un maldito apodo para los favores de tu padre.
—Y de tantos favores que hiciste, te terminó gustando. ¿No? —JungKook, se sentó frente a su plato vacío y miró la carne jugosa. —Llegaste al punto de que valiera mierda tu vida y la de los demás.
—JiMin, ¿Qué haces aquí en realidad? —cuestionó NamJoon.
—Solo estudiar...
—Un homicida nunca te dirá a que ha venido a un lugar si eres su próxima víctima. —dijo el rubio acercándose a la mesa con un plato más grande de ensalada y una botella de vino. —Es algo que todos debemos saber. ¿No, JiMin? —le dedicó un corta e intensa mirada. —Siéntate, haremos un brindis.
—Tú no has hablado, YoonGi. —dijo JiMin.
—¿Qué quieres saber? —caminó hacia él de nuevo. —Ya creo que te haces una idea de lo que me gusta hacer. —ladeó la cabeza. —Para un buen entendedor, pocas palabras.
—Ya sientense. Luego se retan con la mirada. —se quejó HoSeok. —Aún me sorprende que la carne que hace YoonGi sepa tan deliciosa.
—Yo sigo pensando que nos da carne de humano. —bromeó JungKook, haciendo que HoSeok hiciera una mueca.
—Eres un imbécil. —JungKook, soltó una carcajada.
—Vamos, JiMin... —susurró YoonGi acercándose al rostro de este. —A comer. —le dio una mirada a los gruesos labios del pelinegro y maldijo en su interior.
Este se alejó del rubio y rodeó la mesa tomando asiento frente a la silla vacía faltante. JiMin, retrocedió y caminó para salir de la cocina. Corrió por las escaleras y las subió sintiendo su respiración agitarse.
No sintió cuando YoonGi se levantó de la mesa y lo siguió escaleras arriba. El rubio caminó a paso rápido hacia el pelinegro antes de que pudiera entrar a su habitación. Lo agarró por la muñeca y lo giró estampandolo contra la pared del pasillo.
—¿Qué mierda? Suéltame. —dijo JiMin, empujándolo.
—Me voy a arrepentir de esta mierda... —dicho eso, estampó sus labios encima de los del pelinegro haciendo que JiMin arrugara el ceño atónito.
Perdónenme si quedó kk
2/2 ♡
Gracias por el apoyo que está teniendo esta historia. T.T
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