❛ ¿vision? ❜

— Esto debe de ser una jodida
broma. — fue lo primero que salió por la boca de Alena aún impactada pero sin apartar la vista de la gran computadora.

Tony se acercó sólo para quedar igual de boquiabierto.

— ¿JARVIS? no puede ser.

Alena miró, aún atónita, a Tony y como si fuera ensayados ambos se pusieron a reír para después darse un gran abrazo cargado de emoción.

Ahora si había posibilidad contra Ultron.

— JARVIS eres un hijo de
puta.— rió Alena aunque sabía que él no podía responder.

— Auch.

Fingió Tony estar dolido. Alena le dio un golpe juguetón en el hombro.

— ¿Ahora que sigue?

— ¿Ahora? Ahora nos iremos a casa y le patearemos el trasero a Ultron. — sonrió Tony, aunque no notó que la sonrisa de Alena cada vez más disminuía.

— No, no me refería a eso..

Tony la miró con las cejas juntas. Alena bajó la mirada incomoda.

— Entonces ¿que es?

Alena tomó una bocanada.

— Hablaba enserio en el momento que dije que me alejaría. — Alena hizo una pausa para después reír con obvia carencia de diversión. — Enserio no quiero que él sepa de mi.

— Alena..

— Y la única forma en que lo sepa es si uso mis poderes.. Me quiere asesinar..

— ¡Eso no pasará!

— ¡Tu no lo sabes! No estarás ahí pasa impedirlo.. — la voz de Alena se hacía cada vez más amena. — Estaré sola..

Tony solo parpadeó para evitar las lágrimas para después atraer a Alena en un abrazo.

En este casi nulo tiempo que pasó con Alena se pudo decir que se sintió completo. Cada vez que ella estaba ahí para desahogarse con él de sus demonios se sentía malditamente bien. Sentía que todo lo que le había faltado en la vida al fin estaba con él.

En los pequeños momentos que compartió con Alena sintió que estaba haciendo algo bien en su vida.

— No, no estarás sola, estaré ahí por que nadie toca a una Stark. — sonrió Tony con complicidad. Alena frunció el ceño con confusión.

— Pero.. Yo no soy una Stark.

— No ahora, pero tal vez, si quieres, en el futuro lo seas.

Alena se quedó boquiabierta.

— Tony, no tienes que hacer esto solamente por.. -

— No te atrevas a decir "lástima" por que no es así. Alena, desde que llegaste sentí que estaba haciendo algo bien por primera vez en mi vida. Siempre sentí que algo me faltaba.. Y ahora lo sé, eras tú. — los ojos de Alena se llenaron de lágrimas.

— Tony.. Yo no sé que decir..

— He pensado en lo de adopción antes.. Pero no quiero obligarte. Siempre serás parte de mi familia, siempre serás una Stark y ¡si! Me gustaría que lo hicieras oficial. Pero es tu desicion, Alena.

Alena abrió la boca pero por ella no salió nada.

¿Por que querría una hija rota? Tony no lo merecía. Él merecía más.

— ¿Has oído algo de
Nat? — preguntó Banner a nadie en específico.

Clint había llegado a la torre con el arca, les informó la desaparición de la rusa y del enfrentamiento de Steve con Ultron.

Alena no sabía cómo sentirse al respecto Natasha. No sentía preocupación, no sentía satisfacción. No sentía nada.

Y eso lo echó de ver el filantropo.

— Todavía no, pero está viva, sino Ultron ya me lo estaría echando en cara. — dice Tony.

Alena se acercó al arca y colocó sus manos para querer abrirla. Pero fue inútil, la cosa no se abrió.

— Está sellada. — Alena mira a Clint con cara de "No ¿enserio?". Este solo se encogió de hombros.

— Tenemos que acceder al programa, descifrarlo por dentro. — le dice Banner a Tony.

— ¿Crees que Romanoff podría comunicarse sin usar Internet? Espionaje a la antigua. — le preguntó Tony a Clint.

Ladea la cabeza.

— Puedo tantear el terreno, si, lo haré, la encontraré. — habla decidido el agente.

Antes de que Clint saliera de la sala Tony gritó. — ¡Llevate a la mocosa contigo!

Alena lo miró con los ojos entrecerrados. Tony solo levantó las manos con inocencia. Alena rodó los ojos y siguió a Clint.

Las cosas estaban un poco tensas con el espía desde que había pasado lo que pasó con Wanda. Había tratado de todas las maneras posible mantener alejado al ojos miel por que sabía que era buen deduciendo y por su comportamiento con respecto a la pesadilla que Wanda le mostró no era difícil sumar 2+2.

— Romanoff debe de enviar código morse, si lo hace sabremos donde está con exactitud ¿me traes eso por favor? — le preguntó Alena con voz neutral.

Clint soltó un suspiro y tomó los hombros de Alena quien solo levantó la ceja. Con sólo esa acción el espía había hecho que Alena se encogiera en su lugar.

—Sé que las cosas entre Natasha y tu son tensas, pero aunque no lo creas ella estaría muy feliz de que quieras ayudar en localizarla.

Alena soltó una risita que carecía de humor.

— Esto no lo hago por ella. Solamente lo hago por que Tony me lo ordenó.

Clint miró a Alena entre sorprendido y confundido.

— Creí que habías perdonado a Natasha y a sus errores..

Alena rueda los ojos.

— Nunca debía hacerlo para empezar. ¡Me abandonó! Me dejó sola ¿como pudo hacerlo?

— Creo que estas siendo muy dura con ella..

— ¡La vida ha sido muy dura conmigo desde que ella decidió
abandonarme! — Alena peleó para que no se notara lo quebrada que se escuchaba su voz, o para eliminar las lágrimas que se hacían presentes en sus ojos.

Clint no esperó más y la atrajo a un abrazo, Alena dejó escapar un sollozo junto con un par de lágrimas. El cobrizo sólo le propinaba caricias en la espalda aún sin separarse.

Tomó con sus manos el rostro de Alena con delicadeza.

— Sé que lo que ha pasado últimamente no ha sida fácil, en especial para ti. Pero te aseguro, Alena, que lo que más puso feliz a Natasha es que estés con ella. — Alena negó aún en el pecho de Clint. No quería volver a caer, no quería volver a ser esa niña a quien todos se burlaban y engañaban. — Y aunque no lo creas.. Ella está dispuesta a iniciar de nuevo si se lo permites.

Alena se obligó a calmarse. Se separó del arquero y limpió su lágrimas mientras lograba con éxito tragar el nudo en su garganta.

— Primero tenemos que encontrarla.

Y así lo hicieron. Gracias al cerebro de Alena y la astucia de Clint pudieron encontrar a Natasha en cuestión de minutos. Todo sin saber que es lo que pasaba justamente en el piso de arriba.

Alena estaba tan concentrada en juguetear con sus dedos que no notó cuando Clint se levantó y agarró un arma para después soltar un disparo.

El sonido del cuerpo de Pietro al caer al piso hizo que Alena saltara en su lugar asustada.

— ¿Pietro?

— Hola, Lena. — la saludó a duras penas por el dolor.

— ¿Que? ¿Acaso no lo viste venir?

Pietro rodó los ojos. Tambien tuvo el descaro de alzar su mano a dirección de la ojo verde insinuando que le diera una mano. Pero ella solo rodó los ojos aún molesta y caminó hacia la salida, pasando encima de Pietro.

Con mucha rapidez Alena llegó al piso de arriba donde estaban los demás integrantes de los Vengadores, también estaba Wanda.

Wanda la miró pero Alena simplemente la ignoró. Causándole dolor a la extranjera.

— ¡¿Alguien puede explicarme que demonios esta pasando aquí?! — exclamó Alena con su acento ruso muy marcado.

Tony se mordió la lengua para no reír.

—  Cuida tu lenguaje, dulzura.

Las mejillas de Alena se volvieron rojas de la vergüenza.

— ¡El punto es que Tony quiere volver a crear otro robot homicida! Y no te lo permitiremos.

Vio como Steve alzaba su escudo. Tony llamó parte de su armadura listo para un enfrentamiento. Al ver que Wanda estaba a punto de usar su poderes Banner se posicionó detrás de ella y la sujetó del cuello.

—  Adelante, haz que me enfade mucho.

Todo pasó rápidamente, Thor llegó y con sus rayos le dio la descarga necesaria a la cuna. Los dos científicos trataron de detenerlo al no saber sus intenciones.

De repente la cuna se abrió y de ella salió un humanoide de color rojo. La boca de Alena se abrió al ver como el tipo trató de golpear a Thor pero éste rápidamente se defendió y lo mandó a volar.

El tipo de color primario se quedó embelesado por la vista de la ciudad. Lentamente su cuerpo se cubrió por ropa.

— Lo lamento.. Eso fue extraño. — miró a Thor. — Gracias.

— ¿Thor ayudaste a crear
esto? — Preguntó confundido Steve.

—Tuve una misión. Un remolino que succiona toda esperanza de vida y en el centro eso. — señaló la gema.

— ¿Que? ¿La gema?

— La gema de la mente, una de las seis gemas del infinito. El poder más grande del universo, incomparable en sus capacidades destructivas. — habló Alena con la mirada perdida y el rostro blanco. Thor la miró atónito pero aún así asintió.

— ¿Entonces por qué.. -?

— Por qué Stark tiene
razón. — Thor interrumpió a Steve.

— Oh es el fin de todos los
tiempos. — dramatizó Banner.

— Los vengadores no derrotaran a Ultron.

— No sin ayuda.

— ¿Y por que su voz suena a la de JARVIS? — Preguntó Steve. Alena rodó los ojos sabiendo que eso no era lo relevante ahora.

— Por qué reconfiguramos la matriz de JARVIS para crear algo nuevo. — le explicó Tony.

— Estoy harto de las cosas nuevas.

— Creen que soy un hijo de
Ultron. — los interrumpió la Visión.

— ¿Y no?

— No soy Ultron, ni tampoco JARVIS, soy.. Yo soy.

— Entré a tu mente y vi solo aniquilación. — habló Wanda por primera vez.

— Entra de nuevo.

— Su sello de aprobación a nadie le interesa. — mordió Alena. Wanda bajó la mirada dolida pero la azabache no sintió ni un remordimiento.

— Sus poderes, los horrores en nuestros sueños, Ultron también, todo es obra de la gema y no se compara con lo que puede desencadenar. — habló Thor. — Pero si está de nuestro lado..

— ¿Lo está? ¿De nuestro lado?

— No creo que sea tan
simple. — se lamentó el androide.

— Pues más vale que lo vuelvas simple pronto. — demanda Clint.

— Estoy del lado de la vida, Ultron no lo está. Él quiere extinguirla.

— ¿Y está esperando a..?

— Ustedes.

— ¿Donde?

— En Sokovia y tiene a Nat con
él. — Habla Clint.

— Si nos equivocamos contigo.. Si eres el monstruo que Ultron esperó que fueras.. — trató de amenazarlo Banner.

— ¿Que van a hacer? No deseo aniquilar a Ultron, es único y está sufriendo, pero cubrirá a la tierra con ese dolor así que debe de ser detenido. Todo rastro de su presencia en la red, tenemos que actuar ahora y ninguno de nosotros lo logrará sin los
otros. — hablaba el androide. — Tal vez sea un monstruo, no se si me daría cuenta si lo fuera. No soy igual que ustedes y no soy lo que desean así que posiblemente no confíen en mi, pero debemos de irnos.

Le alzó su martillo a Thor.

Todas las bocas, a excepción de los Maximoff, se abrieron.

— Bien, ya escucharon. Prepárense.

Thor dejó un golpe suave en el hombro de Tony mientras esté exalaba aliviado.

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HOLAAA!!!

DESPUÉS DE UN SIGLO APAREZCO

primero que nada perdón 🛐 pero como notarán no tengo la misma inspiración que cuando inicié a escribir la historia

PERO NO LA DEJARÉ

Dedicado a Multi-Fandoms1 gracias por ser una lectora fiel