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Capitulo Neuf: Dos idénticas gotas de agua.

장. 9.
Two identical drops of water.

Sus ojos se abrieron tan pronto los pasos por los pasillos se escucharon en la distancia. Rápido, se sentó en su cama y frotó sus ojos intentando aclarar su visión luego de una noche de sueños que deseaba que fueran reales.

Soñó con escapar y todo eso pronto se cumplirá si era inteligente al crear un buen plan antes.

Se reincorporo en la cama, sentándose y esperando que los oficiales mostrarán su rostro frente a sus ojos.

Se puso de pie tan pronto abrieron la celda y se alejó confundido de la cama cuando los observó remover todas las cosas de su celda. Pero solo fue la cama cuando levantaron el colchón de esta pero solo encontraron aquel libro que Jimin le entregó y rápidamente todos se echaron a reír un poco.

Viruz solo los observó uno por uno.

—Muy tierno pero esto no debería estar aquí.

—¿Quién ha sido?—Dijo otro hombre policía tomando el libro de las manos de otro y lo sacudió frente a los ojos del azabache.

Viruz pensó en decir la verdad, juró que la diría pero un agitado Park llegó a la celda como si tuviera algo que decir antes de tiempo.

Los demás hombres como él, lo observaron confundidos y luego hicieron una reverencia por el mayor rango que poseía el rubio.

—¿Qué ocurre aquí? ¿No sé supone que debía ser mañana? Esto está mal.

—Es la revisión que debemos hacer a diario. Nunca sabemos si puedes robar algo para escapar, además, este libro es la prueba de que robas algo que no debe.

El azabache observó de reojo al oficial que conversaba con un Jimin nervioso por ese libro pero una idea se encendió en la mente de Viruz. 

—O quizás Park quiere tirarse a los prisioneros. ¿Qué es mejor que robar libros para regalarlos como primer paso? Seguro es muy encantador de su parte.—Viruz jugó con un poco de fuego con sus palabras.

Park jamás tuvo dos opciones en su mente antes, por un lado deseaba golpearlo y otro era encerrarlo en una prisión donde no pueda salir jamás en su vida por su comportamiento entrometido.

—Bueno, Oficial Park, no creo que eso sea bueno. Es un prisionero y este no es lugar de citas.

—Lo sé pero no tengo preferencia en los hombres. No me gustan.

—Esta bien, oficial Park, sus gustos son suyos. Nuestro trabajo terminó aquí.

Los tres oficiales ordenaron la celda rápidamente y luego le entregaron el libro a Jimin, quien lo tomó rápido mientras su mirada seguía a los hombres salir de la celda hasta desaparecer. Dejando ambos hombres ahora solos.

—Así que... ¿No te gustan los hombres? Algo en mi me dice que si, Oficial Park.—Viruz solo camino por la celda mientras sus ojos estaban fijos en Jimin, quien negó ante lo que decía ese hombre.—¿Entonces quien era ese hombre que estaba junto a ti esa noche en el restaurante? ¿Un novio o un amante?

—Alguien que no debe ser una importancia para ti.—Jimin caminó a la salida de la celda pero la duda del contrario lo detuvo.

—En fin, es solo un asunto suyo, oficial, tiene razón. ¿Puede ser tan amable este señor oficial en decirme si la hora de la ducha es ahora?

—Estas en lo correcto.

El rubio se apartó de la salida y luego observó como Viruz caminaba hasta esta pero su mirada intimidante se cruzó con la mirada del oficial, quien la apartó tan rápido como pudo.

—¿Eres tímido?

—Solo lárgate a la ducha si no quieres que te golpee mientras te arrastro hasta allí.

Viruz sonrió levemente y respondió a sus palabras. 

—Espero que ese hombre quien cenó esa noche contigo tenga buenos gustos. No eres nada amable y tu cita debió tener miedo ese momento.

Prefería callar que responder a sus burlas. Solo intentaba acabar su paciencia por qué sabía lo fácil que era provocar a Park sin tener malos comportamientos dentro de la prisión. Solo con simples palabras.

Sus ojos siguieron a ese criminal caminar por los pasillos como si conociera la prisión y arqueo una ceja confundido al verlo caminar con seguridad hasta desparecer al final del pasillo.

Aún así no bajaría la guardia. Solo pensó en perseguir sus pasos y es lo que decidió hacer.

𝐕𝐈𝐑𝐔𝐙

Viruz echó un vistazo a su alrededor cuando el lugar donde se encontraba ahora eran las duchas de la prisión, abandonadas y viejas. Estas eran utilizadas años atrás pero luego gracias a nuevas instalaciones de la prisión, otras duchas han sido creadas para reemplazar a las antiguas duchas.

Lejos de las celdas como de la autoridad, los cuatro hombres podían conversarlo todo allí sin ser descubiertos.

—Bienvenido a las duchas.

Taehyung lo observó por un momento para saber su reacción pero solo sonrío ante la mueca de disgusto del azabache pero volvió a hablar.

—Es el perfecto lugar para una conversación de planes de huida. Nadie viene aquí desde que fueron abandonadas.

Viruz solo caminó un poco por el sitio como si ignoraba todo lo que ese pelirrojo le contaba pero sus oídos estaban atentos a todo como sus ojos al observar lockers viejos y cerrados.

Rápidamente los señaló con curiosidad.

—¿Qué es lo que tienen?

—Se encuentran vacíos pero son buenos para ocultar cosas, ya que como antes dije, es normal que los oficiales no vengan aquí como otros prisioneros.

—¿Y no los utilizas?

—En mi situación, solo oculto algo solo cuando recuerdo que puedo hacerlo.—Ese hombre Yoongi solo le sonrío mientras respondía hacia él.

—Son perfectos. Podría ocultar un arma allí si son realmente seguros.

Los tres hombres se giraron hacia Viruz con sus semblantes en blanco.

—No tenemos armas y no podemos tenerlas. Solo oficiales de policía.

El azabache se cruzó de brazos y los observó.

—Tendrán que tener una tarde o temprano. Este lugar no se ve confiable y si desean escapar, lo mejor es estar precavido.

—No pensamos herir a nadie para huir.—Taehyung solo quería huir sin herir a nadie, solo de manera sana pero ese tal Viruz solo pensaba algo diferente a esos tres hombres.

—Entonces no tiene sentido. ¿Crees que esos oficiales no te harán daño si huyes? Ellos pueden herirte en el proceso. Solo piénsalo, salvarías tu vida.

Hoseok colocó su mano sobre el hombro de Tae, provocando que el mismo se gire hacia él levemente y luego entendió que el azabache frente a ellos tenía razón.

—¿Dices que no tendrían piedad en dispararnos?

—¿Realmente se ven como si tuvieran piedad en nosotros? Solo somos prisioneros.—Viruz esperó su respuesta y Tae negó como el resto de los dos hombres.—Entonces no esperes demasiado de ellos.

—¿Qué hay de Park?—Yoongi tenia curiosidad que Viruz no tenia pero su rostro cambio a una expresión seria mezclada de diversión.

Taehyung observo de reojo al hombre de ojos felinos y solo escondió su sonrisa divertida debajo de su mano cuando cubrió sus labios con esta. Viruz lo observo y luego observo a Yoongi. Hoseok no diría nada, él sabia perfectamente lo que ocurría pero no quería que el azabache lo supiera.

—¿Por qué preguntas por Park? 

Pero Viruz puede saberlo todo con el lenguaje corporal de todos. Realmente su conocimiento es algo increíble, algo que no puede ser juzgado o criticado. Algo que pocos humanos poseen. Su cerebro vale oro como su inteligencia pero también su manipulación.

Yoongi solo negó y se encogió de hombros. No quería ser obvio con su atracción.

—Mejor pensemos en el primer paso del plan. —Taehyung intento cambiar de conversación pero Viruz no quitaba sus ojos del hombre de ojos felinos, quien se removía nervioso en su lugar desde que su curiosidad por Park lo delató.

Pero antes de continuar la conversación, una sirena sonó por toda la gran prisión y alertó que los prisioneros debían regresar a sus celdas. Tan pronto sonó, los dos hombres, Taehyung y Hoseok salieron por la puerta de las duchas en camino de regreso a la celda sin percatarse de que Viruz retuvo a Yoongi antes de salir.

El rostro de Yoongi cambio y se volvió frio, mucho mas que antes cuando un hombre como el azabache tenía el descaro de detener su camino.

—¿Te atrae Park? Porque si es así, puedo ayudarte con él.

—¿Tú? ¿Ayudarme con él? No llevas mucho tiempo aquí y ya intentas ayudarme con él. 

—Créeme, poco tiempo aquí no tiene nada de conexión con mis contactos fuera de aquí. ¿Park? él tiene un hombre fuera de aquí pero puedo ayudarte a que ese oficial que tanto te gusta se fije en ti.

—¿Qué puedo hacer?

—No. Mejor di, que puedes hacer tu por mi. —Y el azabache sonrió, la pequeña malicia se dibujaba en esta pero la disimulación la ocultaba.

—¿Por que debo hacer algo para ti para tener algo con Park?

—Porque si no lo haces, jamás sabrás como atraerlo a ti. Favor por favor. Te digo que le gusta a Park y tú a cambio me consigues un arma que tu mismo encuentres en esta prisión. 

—Creí que los cuatros encontraríamos un arma.

—Pero tu puedes ser mejor.

Viruz se alejo de él, retrocedió sobre sus pasos y se alejo hasta la salida de las duchas abandonadas hasta salir de estas con una sonrisa cínica.

[...]

—¿Por qué tu cabello no esta mojado?

Park preguntó y observó dudoso el cabello del azabache, quien se adentró en su celda mientras sus ojos rodaron y mordió su labio inferior en una expresión de burla.

—¿Por qué siempre tienes curiosidad conmigo? Acabo de ducharme. ¿Necesitas que me quite la ropa para saber?

—Mejor no. No quiero estar ciego toda mi vida, descarado.

Y sus manos cerraron las barras de la celda con solo moverlas hacia un lado y cerrar con llaves. Podía sentir la penetrante mirada del contrario mientras cerraba la celda por fuera y sabía que el azabache se encontraba muy tranquilo ahora. Era extraño.

—No puedo creer que no seas él. Son idénticos pero tú no eres como él. Tu eres mucho más inteligente pero toda esa inteligencia es pura maldad.

Viruz tomó las barras debajo de sus manos y las apretó mientras acercaba su rostro a estas. No podía apartar sus ojos del rubio, quien tampoco podía apartar los suyos de los ojos del contrario. Cada día, observarse a los ojos mutuamente, aumentaba la poca conexión que tenían. Algo en ellos aumentaba pero ambos desconocían lo que eran.

—¿De quien hablas? ¿De tu amante?

—Si, él es idéntico a ti pero no del todo. El es mucho más amable que tú.

—Entonces dile que espero conocer a mi doble, quizás pueda enseñarle a ser como yo para que puedas verme en ambos lados. En él y en mi. Solo imagínate, no podrás escapar.

—Quien no puede escapar aquí eres tú.

Jimin sonrío luego de escupir sus palabras con molestia y burla. Quería jugar con fuego con sus palabras como viruz lo hacia. Quería provocarlo y ese hombre sabía cómo era la provocación.

—No me provoques, no sabes cómo soy realmente. Esto solo es un poco de mi, lo que ves no es ni siquiera un cincuenta porciento de mi.

—No espero ver tu cincuenta porciento porque no me interesas.

Y tan pronto lo confesó, retrocedió con su mirada en alto y se giró sobre sus talones para comenzar a caminar, alejándose un poco de la celda de ese hombre pero antes de girar y desaparecer al final del pasillo, jamás olvidaría las palabras de Viruz, su pequeño susurro un poco en alto.

«Le gustas al prisionero 012, Yoongi.»


[...]

Ese azabache deseaba beber algo de agua. Esperó por la hora del almuerzo para poder adentrarse en la cocina, ignorando los comentarios provocativos de aquellos prisioneros que golpeó, quienes se encontraban en su mesa lejos de Taehyung con grupo, quien también intentaba llamar su atención, tratando de invitarlo a la mesa.

Pero Viruz solo esquivó todas las mesas de esos prisioneros, sintiendo todas las miradas pesadas de molestias sobre él pero no le importaba demasiado. Luego de que se adentró en la cocina, un cocinero grande y de cuerpo de voluminoso con rostro molesto, lo observó de arriba abajo con molestia como su tono de voz cuando se refería a el.

—¡Hey, hombre! ¡¿Que carajos crees que haces aquí?! No está permitido que los convictos entren aquí, solo el personal y oficiales.

Viruz pasó su mano por la grasosa mesa de cocina repleta de platos y vasos sucios sin lavar en la mesa que los separaba entre ambos. Solo se observaron por unos largos minutos, ese cocinero no tenía paciencia con nada en el mundo, su rostro lo dice.

—¿Qué demonios quieres? Solo dilo y vete.

—Agua. —Dijo el azabache y se limpió la mano sucia de grasa en su ropa de prisionero. Sus ojos se movieron del rostro de ese cocinero hacia vasos limpios sobre la mesa detrás de este.

—Solo un poco de agua y te largas de aquí, hombre. Estoy en mi trabajo.

Viruz observó como ese hombre grande se giró hacia la mesa detrás de él para buscar un vaso y luego moverlo hacia debajo del grifo del agua, abriéndolo. Pero no lo observó por mucho tiempo, sus ojos diferentes se desviaron hacia la segunda mesa de platos y vasos sucios, encontrando entre ellos un cuchillo de buen filo pero sucio. Seguramente acababa de ser usado por el hombre.

Lo tomó antes de que el cocinero pueda voltear hacia él de regreso con su agua y lo ocultó con cuidado debajo de la mesa para luego pensar más tarde en un plan para regresar por el en la noche.

Pensó que estaba seguro que ese hombre no se tomaría la molestia de ponerse de cuclillas para buscar ese cuchillo debajo de la mesa y sonrió cuando observó al cocinero con el ceño fruncido entregarle su agua.

El azabache tomó el vaso y salió de la cocina con una sonrisa amable la cual borró en cuanto salió de ese lugar.

Jimin vio todos sus movimientos desde las cámaras de su oficina, desde que esquivó cada mesa hacia la cocina y luego lo vio de salir de esta. Incluso se atrevió a contar los minutos que se tardó, diez minutos.

Estrecho los ojos cuando Viruz observó hacia la cámara con una mirada desafiante y sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando esté hombre bebió su agua con demasiada calma mientras poco a poco se formaba una sonrisa maliciosa en su rostro después de cada sorbo de agua que daba.

—¿Qué tramas? — Susurró el rubio y luego bajo a su mirada hacia los papeles que estaba leyendo antes de observar las cámaras. Sonrío cuando supo algo importante.— Jeongwo.

Su nombre sonaba algo idéntico al azabache médico pero también se escribía diferente. Jungkook y Jeongwo eran diferentes como la escritura de sus mismos nombres pero ninguno de los dos se conocían entre sí.

Volvió su mirada hacia la pantalla de su ordenador y observó como Jeongwo permanecía observando la cámara con una mirada neutra para luego enseñar como su lengua mojó lentamente sus finos belfos de manera provocativa porque sabía que Park estaba observando posiblemente y eso provocó que el rubio abriera un poco sus belfos algo atónito.

Jeongwo se alejó de la cámara en camino a su celda, solo por este día ignoró a Tae, quien lo observó confundió junto al resto de su grupo en la mesa.

Jimin tomo un bolígrafo de su escritorio para luego tomar con su otra mano un informe de Viruz, el cual lo modifico escribiendo el nombre real de este criminal cuando supo de su verdadero nombre cuando un prisionero lo menciono en las duchas junto a otros prisioneros.

—Viruz... Te llamas Jeongwo. ¡Que interesante!

[...]

En una noche de lluvia, el tormento comienza a nacer por culpa de aquellos que poseen una mente oscura y capaces de destruir a otros por defender un territorio.

La guardia de la prisión disminuye por la noche cuando los guardias de seguridad deciden solo monitorear toda la gran prisión con solo cámaras instaladas en cada rincón de esta, incluyendo los pasillos de las celdas de los prisioneros que duermen.   

La pesadilla para un prisionero nuevo es que existe un líder en toda la prisión que es respetado por los demás prisioneros. Un líder que dirige a todos los prisioneros como si fuera el rey de la prisión y ningún oficial puede decir algo en contra de ese rey. Un líder que dirige inclusive a las diferentes pandillas de toda la prisión y si él desea puede obligar a todos los prisioneros a golpear a los nuevos prisioneros para enseñarles quien manda en todo el sitio.

Las cámaras voltean hacia otro lado y los ojos de los guardias en las pantallas de monitoreo se distraen con otras imágenes que no son las del pasillo de las celdas. El trabajo nocturno es cansado para estos guardias y siempre toman un momento para platicar entre ellos en la habitación de monitoreo de cámaras mientras beben un café caliente para mantener sus cuerpos despiertos con la cafeína. Y es así que pasan por alto cuando la cámara del pasillo de las celdas voltea hacia otro lado y las celdas son libres de la seguridad para permitir que sus prisioneros salgan de estas con un objetivo por cumplir que su jefe convicto les encomendó que hicieran.

A partir de esta noche de lluvia, el ambiente oscuro de la prisión cambiaria y seria un futuro infierno en la tierra cuando no saben que se pueden involucrar con el hombre equivocado. 

Porque es ahora cuando el hombre equivocado sufre un daño que provoca que su mente se torne tan oscura como la misma noche en la que una parte de sus pensamientos mueren y renacerán con el paso de los días después de esta noche.

Es tomado por sorpresa en su celda, un grupo de prisioneros robó las llaves que abrían su celda con el objetivo de dañar al prisionero dentro de esta. No tendría piedad está noche y por eso mismo, toman a Viruz de los brazos como también de sus piernas mientras el nombrado sale del sueño para abrir sus ojos encontrándose cara a cara con un puño cerrado que acaba en su mejilla como modo de despertarlo.

Intenta safarse de los agarres de los prisioneros sobre sus piernas y brazos pero es imposible porque lo sostienen demasiado fuerte. Intenta gritar para llamar la atención de algún oficial que por suerte se encuentre rondando por allí pero no fue así, sus gritos fueron callados con otro puñetazo en su rostro pero específicamente en sus labios, rompiendo el labio inferior.

Tuvo suerte de no sentir sus dientes rotos a causa de un fuerte golpe porque tuvo suerte está vez. Una suerte que no tendría mucho tiempo y tantos golpes en diferentes partes de su cuerpo duelen tanto. Abdomen, mejillas, muslos, labios, nariz, brazos y finalmente un poco su espalda cuando fue tomado de las extremidades y arrojado al suelo, lejos de la cama en la que se encontraba recostado segundos antes sufriendo cada golpe.

No tuvo oportunidad de reaccionar a tiempo antes de ser golpeado de esa forma porque su cuerpo se encontraba relajado como su mente bajo un efecto de sueño placentero hasta que fue despertado a la fuerza.

Ahora su mente se atonta y da vueltas que parecen no tener fin cuando fue golpeado de una patada en su cabeza. Los mareos y los fuertes impulsos de vomitar le invaden en todo el cuerpo, su pecho duele y lo único que hace con una de sus manos es llevarla allí para presionar el dolor.

Viruz... conozco ese nombre. — Dice uno de los prisioneros aproximándose al cuerpo del nombrado sobre el suelo y lo observa desde arriba para apreciar las expresiones de dolor que Viruz tiene.—No digas nada, no lo intentes, no lo pienses o ni siquiera te atrevas.

El rostro del prisionero que le habla desde arriba lleva cubrebocas y un bate con clavos oxidados incrustados para golpear mejor a sus enemigos para herir con más facilidad. Este objeto de madera se encuentra sobre los hombros del extraño y rápidamente con un movimiento, la punta del bate le apunta al rostro de viruz lo demasiado cerca como para provocar que las pupilas de ambos ojos diferente se vuelvan pequeñas al tener el bate tan cerca de sus ojos.

Viruz observa la punta del bate cerca de su rostro, a tan solos centímetros, luego desvía su mirada hacia el extraño que lo amenaza en su propia celda.

Por la culpa de la oscuridad mezclada de apenas poco iluminación que proviene del pasillo fuera de la celda, Viruz no puede observar con claridad los rostros de sus agresores.

Te mantuve coincidente por una razón. Mi jefe quiere darte una cálida bienvenida está noche, no debemos golpearte tanto como crees porque aún debemos ir a la fiesta para ti. —El prisionero vuelve hablar y aleja su bate de su rostro cuando los demás prisioneros se aproxima al cuerpo de viruz con una orden.—Levanten su cuerpo, lleven esta basura al patio de la prisión.

Su cuerpo es puesto de pie a la fuerza pero antes de intentar safarse de los prisioneros que lo tomaban de los brazos, recibió un fuerte puñetazo en su abdomen quitando todo su aire y se inclinó hacia adelante por el golpe.

Viruz sintió como sus brazos pasaban por los hombros diferentes de dos prisioneros que lo tomaron de la cintura con un brazo cada uno mientras que sus otras manos libres sujetaban el brazo de viruz sobre sus hombros para que este no escape.

Sus piernas no respondieron en todo el tiempo en que su cuerpo fue llevado de esa forma, sus pies apenas podían colocarse sobre el suelo del pasillo en camino al patio trasero. Todo el tiempo sus pies se arrastran mientras que aún siente mucho dolor en cuerpo y muerde su labio inferior para soportarlo.

El prisionero extraño que le habló en la celda, observa como viruz es arrastrado por los pasillos aproximándose al patio trasero mientras que de su rostro se dibuja una sonrisa cínica debajo del cubrebocas cuando sabe que puede ocurrir cuando lleguen de una vez a destino.

Mientras un infierno comienza en esa prisión en esa misma noche, en otra parte de la ciudad alejada de la prisión, Jimin recibe la noticia de parte de Jeongguk cuando ambos conversan en su apartamento.

—¡¿Debes irte al extranjero?! ¡¿Otro país diferente?!

Jimin no sabe cómo reaccionar con exactitud, las primeras palabras que cruzan en su mente son las que puede pronunciar de sus labios cuando la noticia de Jeongguk es mudarse temporalmente en el extranjero por un trabajo de médico forense.

Peina sus mechones rubios hacia atrás, los mismo que caen sobre su frente. Sus ojos se mueven rápido hacia el rostro de Jeongguk, quien no sabe que responder, es algo que debía ocurrir si o si.

—No tiene absolutamente nada de malo. Es una buena oportunidad, la mejor de mi vida hasta ahora y viajar es algo genial. ¿Por qué no cumplir mi sueño? Podemos ir juntos.

Jeongguk sonríe con dulzura cuando da pasos hacia el rubio y toma sus manos entre las suyas. Jimin lo observa a los ojos con algo atónito por su deseo pero apreta los labios cuando no tiene respuestas.

—Puedes dejarlo todo aquí, puedes tener un buen trabajo en otro país junto a mi y podemos vivir tranquilos en otro ambiente. Tú y yo. Olvídate de la prisión, no tendrías que ver prisioneros en tu vida y a ese... Viruz ¿Verdad? —Jeongguk aún tiene palabras para Jimin cuando intenta convencer su mente para llevarlo lejos. porque está celoso de ese criminal.— ¿Que dices? ¿Juntos siempre?

El rubio baja su mirada del rostro del azabache para observar sus manos conectadas pero no sabe si realmente debe decir que si cuando toda su vida ya se encuentra hecha en esta ciudad desde pequeño y mudarse a otro país es comenzar nuevamente desde cero, no sabe si puede lograrlo.

Sus belfos gruesos se vuelven apretar y luego se relajan intentando responder pero algo no deja expresarse con la verdad, su mente se bloquea y un escalofrío recorre por completo su espina dorsal.

—¿Dejarlo todo aquí? ¿Dejar a mi abuela, trabajo soñado y la herencia de mi abuelo que es aquella prisión? No estoy seguro, Jeon. Es tan inesperado para mí.—Susurra el oficial carizbajo.

—No tienes que sufrir jamás. Se cuánto has sufrido por ese criminal, se que lo detestas y ahora imagina si no vuelves a verlo jamás, serías feliz.. junto a mi. —Jeongguk habla nuevamente y su pequeño "Junto a mi" destruye el bloqueo de la mente de Park.— No más prisioneros.

Los ojos del rubio vacilan por las manos tomadas de ambos y luego eleva su mirada mezclada de una sonrisa resplandeciente pero borra las expectativas de Jeon con su respuesta totalmente diferente a sus expresiones felices. Le toma por sorpresa cuando el oficial decidido suelta las manos del contrario.

—Creo que puedes cumplir tu sueño como yo lo he hecho todo este tiempo pero no debes involucrarme. Es mejor que lo hagas solo, confío en ti pero no creo ser parte de ese sueño. Mi vida está aquí y la tuya puede comenzar en cualquier lugar. —La sonrisa de Park es bella como sus ojos que sonríen de la misma manera en una línea y luego se aleja del contrario.

Jeon no puede permitir que Jimin se quede en la ciudad donde un hombre idéntico a él  le intenta dar pelea al rubio constantemente mediante golpes y discusiones con cada encuentro que tienen ambos.

—Seguro que te quedas aquí por ese hombre. ¿Te gusta? ¿Adoras como te trata? Es el peor trato que puedes recibir. —La voz seria del azabache hace girar a Park hacia su dirección cuando segundos antes se dirigía a la cocina.

—No me gusta.

—No lo dudo pero tus decisiones me dejan en claro algo diferente a tu respuesta. ¿Debo actuar sorprendido?

Jimin arquea una sola ceja confundido por el cambio repentino de ese médico, quien nunca tuvo la apariencia de ser como era ahora ya que solía conocer a un Jeongguk cálido y amable. Este Jeon era diferente.

—Hablas como él.

—No lo creo, solo mírate.. lo mencionas utilizando mi comportamiento de ahora y dices que hablo como él. ¡Olvídalo! ¡Te hace daño!

—¿Daño? No estoy en una relación con él y no le gusta. Lo que hago es por trabajo.

Jeongguk respeta el silencio que aparece en el ambiente y en la conversación cuando Jimin le responde con demasiado sincero como seguro de lo que quiere decir.

Ambos se observan en silencio hasta que Jeon lo rompe luego de apretar sus labios.

—¿Que tiene él de diferente a mi? Piénsalo, piensa mi pregunta y luego me respondes. —Jimin intentó responder su pregunta pero el azabache le suelta un shh.— No ahora Park, te dejare que piense por unos días antes de que tome el vuelo lejos de aquí y mientras tanto también puedes pensar si querés viajar conmigo.

Los ojos del oficial pueden observar por última vez a un Jeongguk carizbajo salir del apartamento del rubio y azotando la puerta  cuando no deseaba continuar en ese sitio por el resto de la noche.

Apenas la puerta del apartamento fue cerrada por el azabache, su móvil sonó sobre la mesa de luz a lado del largo sofá de la sala. Rápidamente lo tomó y observó que se trataba de una emergencia en la prisión.

La desgracia ha vuelto a ocurrir después de años.

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