𝑣. 𝑭𝒂𝒕𝒉𝒆𝒓 ¿𝒘𝒉𝒚 𝒂𝒓𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒕𝒐 𝒎𝒆?
━┅┅┄┄ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕔𝕚𝕟𝕔𝕠; 𝐏𝐀𝐃𝐑𝐄, ¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄 𝐌𝐄 𝐇𝐀𝐂𝐄𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐎 𝐀 𝐌𝐈?.
UN CASTAÑO SE ENCONTRABA CONDUCIENDO EN SU FERRARI negro, la verdad es que le gustaba viajar con estilo y los autos eran uno de sus mayores gustos. Él suspiraba desalentado cuando en su mente un caos se desataba por aquella muchacha que conoció. Era tan extraño como que Pepper no lo retará, pues Tony Stark estaba soltero en ese momento y en ese contexto las mujeres comenzaron a transitar su vida sólo unas horas en la noche. Por eso mismo él aún pensaba en el rechazo de su angelito, ella lo hizo como si no fuera él quien se encontraba en frente suyo. Lo sorprendió desde lo hermosa que lucía enojada hasta su inteligencia. Volviendo a Pepper, ambos habían salido un tiempo, pero Tony ❝la había cansado❝ según sus propias palabras y ahora la pelliroja estaba en pareja.
Nunca pensó que una simple chica lo haría sentir tan intranquilo. ¿Es decir cuanta probabilidad había de que aquello podía suceder?.
Salió del estacionamiento y debió dar la vuelta en una calle para pasar nuevamente delante de la empresa, y así accionó. Debía tomar el camino para llegar a su casa y mientras tanto el aún pensaba en que ella era justo como un torbellino y no sabía si ella era la mismísima Venus, pero se inclinaba a empezar sus rezos a ella, aún sí trataba de sacarla de su mente.
Pronto algo interrumpió sus pensamientos y no era cualquier cosa, no, fue algo demasiado alarmante. Aquello lo alejó de Venus y lo que ella provocaba en él sin quererlo o saberlo.
Una persona cruzaba la calle, justo delante suyo. La mencionada persona estaba corriendo.
—¡Fuera del camino! —gritó con todas sus fuerzas y acto seguido empezó gritar como lunático, pero viendo que no escucho sus gritos, pisó el freno del auto como pudo. Esperaba que no la hubiera alcanzado, de verás esperaba que no.
«Maldita sea».
Con apuro desabrocho su cinturón, sintiendo su corazón en la boca. Abrió la puerta de un tirón y sin cerrarla se apresuró. En pasos rápidos se dirigió delante de su auto y busco con la mirada a la persona que se atravesó en su camino. El solo pudo divisar en el camino vacío algunos autos que frenaron y otros peatones que miraban interesados la escena u otros que simplemente pasaban de largo.
Delante de su auto divisó un pequeño bulto que yacía en el frió pavimento gris. Estaba agazapada y tenía cabello cayendo libre por su rostro, sincelandolo y cubriendo su identidad.
Se desesperó aún más.
Rápidamente decidió revisar a la mujer castaña. Al estar tan cerca, sus trotes terminaron en un aterrizamiento con sus rodillas, cosa que le hizo escozer, pero eso no le importo, lo que importaba era la figura en el suelo.
Corrió suavemente los mechones castaños claros de su cara y descubrió un rostro conocido. No era cualquiera, era él de su angelito.
Pronto la situación lo sumió en un breve, pero potente shock, por que el había hecho eso reflexionó y eso lo puso aún peor, se aturdio por que realmente no la esperaba a ella de ninguna manera; y por un segundo no supo cómo accionar, ni como seguir con la situación y sus pensamientos formularon preguntas.
«¿Cómo demonios terminó casi por llevársela por delante? y ¿Por qué venía corriendo como fugitiva?».
Se sentía tan mal que de todas las personas en el mundo fuera ella.
Sabía que no tenía ninguna lesión a la vista pero eso no era lo importante. Venus estaba inconsciente. En su propia desesperación y atónites no había divisado algo alarmante, lo había dejado pasar, pero aterrorizado vio las lágrimas secas en su rostro junto a un labio partido. En su frente había un pequeño rastro de sangre.
Lo que se le ocurría en su rápida mente no le gustaba. Aquello encajaba en un intento de abuso, fue lo primero que pensó y esperó estar equivocado. Su corazón empezó a palpitar aún más rápido:
«¿Estaría ella bien?» «¡Que lo esté! por favor, ya perdí demasiado» pensó.
Una muchacha joven y desesperada, tanto como para salir corriendo, un labio partido y lágrimas, todo aquello formaba un cuadro al que temía y Tony Stark no temía a nada, bueno a nada con la excepción de una joven en peligro.
—¿Venus? ¡Oh si es Venus! ¡Dios no! —preguntó y exclamó alterado —Oh por todos los dioses ¡Una ambulancia! —gritó llamando a las personas a su alrededor quiénes se habían arrimado al ver lo sucedido.
Una señora rubia que parecía haber estado haciendo algún recado hasta ese momento fue lo suficientemente buen ciudadano, se acercó y viendo el panorama llamo a la ambulancia con urgencia en sus acciones.
Tony por su parte, desesperado y esperando la ayuda, apoyó la cabeza de Venus en su regazo sin importar como muchas personas atónitas le sacaban fotos a él y a ella. Solo siguió allí sin importar como todos murmuraban sobre cómo el gran Antony Stark estaba en el suelo bastante vulnerable y lo extraño que era, despues de todo no siempre se encontraban dos celebridades juntas. A él realmente le molestaba, por que fuera de bromas ella podría tener una conmoción cerebral o algo peor y a ellos no le importaba esa horrible sucesión de hechos, solo que dos famosos se encontraban vulnerables.
Acarició su mejilla pensando en la mala suerte de la chica y también que podría ser que el contacto la despertará, pero eso no sucedió. Sus esperanzas de que la joven habrá sus ojos y que no le haya pasado nada, estaba en discusión, por el momento esperaba que no fuera nada grave. Había esperado tener alguna reacción de la muchacha, pero se ve que esa situación no era tan simple.
—¿Qué sucedió? —susurró hacía la muchacha caída que respiraba con dificultad preguntándose lo ocurrido —tranquila ángel, estarás bien. Me encargaré de ello —dijo dejando un frío beso en su frente tratando de no imaginar lo mal que la había pasado la joven. Y producto de las pequeñas gotas de agua que comenzaron a caer sobre ambos y por consecuencia aquello los labios de Tony habían dejado caer un beso helado.
(...)
LA MUCHACHA que respondía al nombre de Venus era molestada por el picor de una luz blanca que llegaba a sus ojos cerrados, dilucidaba que la luz estaba justo frente a ella.
—¿Estoy muerta?. —preguntó al aire.
No, no lo estaba; pues al voltear hacía un lado un pequeño dolor en su brazo la hizo no mover su brazo derecho y aquello la devolvió a la realidad mundana en la que estaba, es decir todavía estaba en problemas, no sabía cuales pero lo estaba.
Entreabrio los ojos y la luz la volvió a molestar. Era su cabeza lo que la tenía tan adolorida y el dolor de ella más la luz de aquel cuarto provocó que volviera a cerrar sus ojos tratando de recordar que demonios le había ocurrido. Hizo una mueca de insatisfacción al no recordar nada de nada, su cabeza estaba en blanco. Lo único que recordaba era que probablemente tenía que ver con su exnovio, algo se lo decía, por que David siempre tenía algo que ver.
—Ay. —exclamó cuando toco su labio.
Debía tenerlo lastimado.
❝¿Qué había pasado?❞.
Esto no era como la película ❝¿qué paso ayer?❞, debía haber una explicación coherente, algo debía haber pasado, debía ser así o de lo contrario no sabía que hacía allí. A su alrededor paredes blancas la recibían.
Suspiró.
En su brazo había una intravenosa. Se ergió y miró con atención la sala blanca. El lugar estaría vacío de no ser por la figura del hombre castaño cerca suyo. Estaba sentado en una silla y parecía que dormía plácidamente, o tanto como se podía hacerlo en ese lugar demasiado blanco y sin vida. Él parecía a punto de caer y quien viera diría que desentonaba con el resto de la sala, ya que tenía un traje formal y su aura era bastante imponente, fuerte y con carácter.
Para Venus lucía encantador con su cabello despeinado y con su baba colgando de un lado de su boca, aunque unas profundas ojeras adornaban su rostro. Una mueca se formó en el rostro de él cuando el sonido de la máquina empezó a soltar sonidos más fuertes.
Pi, pi, pi.
Parecía a punto de despertar y casi tubo lástima de haber causado eso con el revoloteo de su corazón traicionero.
El sonido acelerado de su corazón había provocado que aquella máquina sonará, haciendo a su vez que él hombre abrierá sus ojos profundos y aquellos la miraron con una atención sobrehumana. Aquello le hizo recordar que ese espécimen tenía un coeficiente intelectual que rondaba el número ciento ochenta. Tony cerró los ojos nuevamente.
—¿Qué hace él aquí? —preguntó al ver a ese castaño, Venus tenía una verdadera intriga, pues solo lo había visto una vez en su vida. Además de esos rumores que pululaban por allí.
El no contestó. Estaba dormido y la castaña casi podía notar el sendero de baba en su boca.
—Mmmm ángel un besito, solo uno... —Venus no sabía que demonios estaba soñando, pero sus labios estaban en pico como si estuviera tratando de besar a alguien, y ya se imaginaba de que iba aquel sueño —Oh eres una chica mala.... muy, muy mala... me gusta —aquello le dio algo de gracia por que estaba dando besos al aire con su baba seca a un lado de su rostro bello.
La boca rosada de ella se abrió, producto de la atónites que le generaba la situación, por que tenía a Tony Stark babeando y teniendo un sueño algo erótico frente a ella. «¿Qué se hace en esta situación?».
Sonrío perversamente, justo como el gato Cheshire. Se le había ocurrido algo, un plan macabro o bueno lo era para Venus, por que normalmente no era tan atrevida. Bueno digamos que nunca había tenido una ocasión tan servida y ella no la iba a dejar pasar o ¿si?.
Acercó su boca a su oído, logrando casi caer por idiota de la camilla. ¿Pero qué importaba aquello? ¡Vamos el castaño estaba más fuerte que patada de burro! ¡Ugh y siguió diciendo tonterías e incoherencias!
—Ahhh —gimió bajo, para luego ver como su rostro se extremecia —Tony, cariño ¿qué quieres? —preguntó en un ronroneo encantador —dímelo, sólo dilo y lo haré realidad —le susurró bajo ese tono inoptico que ella sólo lograba en una situación estimulante.
«No me culpen él era maravillosamente intrigante y caliente.» se dijo.
—Uuumm ángel, yo soy egoísta quiero todo lo que me des —contestó bajo, pero ronco a la vez, con esa voz de recién levantado. Venus sabía que estaba por saber que aquello era real y no producto de su maquiavelica mente.
La sonrisa macabra en ella creció. Esto le gustaba, le gustaba y extasiaba.
Tony volteó y apoyo su cabeza más cerca de la joven, y al sentir que había algo cálido en su camino empezó a descubrir con sus manos tocando todo a su paso. Tratando de buscar algo corpóreo en ese sueño que se sentía tan real para el.
Paso sus manos por su rostro y noto una acelerada respiración, curioso, su mano contacto en su boca y deslizó un dedo en ella, y pronto otro dedo. Venus divertida por su arrebato los mordió. Aquello fue más bien un instinto difícil ignorar. El mayor generaba muchas cosas en Venus Osborne.
Pronto asustado o por otra razón descubrió que aquellas sensaciones eran muy reales, demasiado para ser producto de su imaginación.
Abrió lo ojos y se encontró con Venus frente a él, chupando su dedo medio e índice. Tony estaba tan sorprendido que casi se cae, por que eso tenia que ser su imaginación, tenía que serlo. Todos sus malvados pensamientos eran reales.
En ese momento Venus no pudo más y río fuertemente poniendo sus manos sobre su estómago. Una secuencia imposible de esquivar.
—¿Qué paso? ¿Venus qué hiciste? —dijo él mirándola catatónico, mientras se acomodaba en la silla luego de casi caerse de culo. Estaba demasiado exaltado cuando se calmo, aclaro su garganta y repitió. —¿Venus qué estabas haciendo? —preguntó en un tono seco y serio.
La Osborn rió nuevamente y más fuerte recordando su carita preciosa ilusionada por lo sucedido.
—Ay mi labio, ¡Maldición! —dijo sobandoselo, sí, el reírse y que le duela fue su puto karma, pero controlando las risas que querían surgir contestó —Nada, solo comprobaba tu estado de sueño, y concluí con que es bastante bueno, casi demasiado bueno, por cierto, ¿Qué estabas soñando? —lo interrogó tratando de generar esas reacciones que le agradaba de alguna manera.
El Stark rodó sus ojos molesto.
—Venus, no hagas esto nuevamente, eres una nena y yo soy un adulto. No molestes, por que existen situaciones en las que no puedo contener ciertas actitudes, como en situaciones como esta, así que solo no lo hagas más, ¿oíste? —contestó regañandola con las cejas arqueadas.
—No prometo nada señor Stark. Y no, por cierto no soy una nena. Tengo diecisiete y no cinco años, yo se lo que quiero —esta vez fue su turno de rodar los ojos.
«Por favor era más inteligente que la media común de adolescentes y me trata como una niña pequeña» pensó.
El gruño al escuchar su respuesta. Supo exactamente que quería decir, pero el era un adulto y no metería más la pata de lo que ya lo hizo hace unos momentos. El enarco una ceja para luego pronunciar sonriendo de lado:
—Bien, al menos es justo que hagas esto luego de que casi te erropello con mi auto, me tranquiliza un poco que me la devolvieras. Me sentiría culpable.
Luego de pensar en lo sucedido y que Venus todavía pensara en lo dicho por el castaño, pudo entender algo
«¡¿Cómo era eso de que casi me atropelló?!».
—¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Qué pasó? —preguntó consternada por la información recibida ¡Es decir casi la atropellan! ¡o lo había hecho!
—Esperaba que tu puedas aclararlo, angelito —dijo mientras cruzaba sus brazos y ahora la fulminaba con sus ojos castaños tratando de intimidarla.
La situación era que su mente estaba en blanco y no recordaba nada, absolutamente nada. Blanco.
—Y yo quería que tú me aclararás ¿No era que casi me atropellas? —le preguntó a Tony, quien la fulminaba buscando la verdad.
—Sí, pero sólo por que una loca se atravesó corriendo por la calle como una lunática —mencionó apuntándola como la responsable, bueno, sí eso fue lo que sucedió, puede que lo haya sido.
—Oh —dijo mirando hacía abajo incomoda por que al parecer ella fue la responsable de todo.
—Sí, oh —dijo para después pararse de la silla y acomodarse en la camilla en la que estaba recostada. Me moví para dejarle un lugar más cómodo —En fin, por suerte sólo te desmayaste por el susto. Estarás hasta la tarde en revisión, y luego te podrás ir a tu casa tranquila.
De acuerdo, Venus se sentía culpable. El estaba preocupado y ella se comportó peor que una niña de cinco.
—¿Mi padre lo sabe?. —preguntó con ansiedad en su voz.
Sabía que David tenía que ver con esto de alguna manera u otra. Sabiendo esto, podría ver si el mencionado malnacido había informado a Norman de lo sucedido.
—Sí —dijo cerrando los ojos aún más preocupado. Su mueca se hizo presente, al parecer no fue una charla amena y era algo bastante claro para la chica.
Trago saliva. Ya se imaginaba que había dicho, después de todo seguro se lo merecía todo o eso pensaba.
—¿Qué dijo? —preguntó nuevamente encogiéndose de un miedo atroz que llegó en grandes oleadas.
La preocupación se hacía presente y parecía que en él magnate también. La miró a los ojos detallando su estado y parecía pensar que era extremadamente extraño que estuviera viva frente a él, como si fuera una especie de milagro de dios.
—Dijo que no vuelvas a casa hasta que no estés en tus cabales y su condición más importante, que vuelvas con un tal David, dijo que el ya había pasado lo suficiente —declaró apenado.
☞╯1/3 del pequeño maratón.
Espero amen estos próximos caps tanto como yo xd. Me costo un huevo la edición y encima perdí en algún momento algunos capítulos que ya tenía.
Jajajja es el karma por no haber editado rápido.
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