𝑖. 𝒗𝒆𝒏𝒖𝒔 𝒅𝒆 𝒎𝒊𝒍𝒐.
━┅┅┄┄ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕦𝕟𝕠; 𝐕𝐄𝐍𝐔𝐒 𝐃𝐄 𝐌𝐈𝐋𝐎.
LA CASTAÑA SE ENCONTRABA MIRANDO repetidamente el relog que se encontraba cerca de su vista. Ella juraba que podía escuchar el sonido del tic tac, desde allí, una pared con grandes fotografías que te envolvían y transportaban a otra época. Una epoca dorada: las más famosas estaban allí. No sabía por qué pero lo estaban y alumbraban la sala pálida que estaba llena de personas que iban de aquí allá. Dando vueltas haciendo su trabajo.
Y aunque ella no lo sabía su presencia iluminaba la sala justo como aquellas antiguas fotografías por aquella sonrisa que ella tenía. Una pequeña mueca indicio de lo que amaba y la llenaba dejándole un rastro de calidez y felicidad.
Había decidido ser modelo. Amaba desfilar, sentir el poder que su simple presencia ejercía sobre una pasarela, ver como triunfaba de apoco en lo que amaba. Algunos lo llamarían egoísmo, pero ella lo llamaba aprecio. Se debía saber aceptarse, lo bueno y lo malo; y ella lo hacía desde que había decidido no solo dedicarse a las ciencias sino a lo artístico. Cosa que su padre había desaprobado en un principio.
Venus se encontraba en un gran edificio con vista a la gran avenida de Nueva York, la ciudad donde ella vivía. Un caos que la complementaba e iba a juego con su temple y su propio caos interno, aunque tenía esos momentos donde el aconticibio reinaba y el silencio llegaba junto a la paz. Momentos dulces.
Era el edificio de Victoria Secret con un letrero sofisticado en su entrada y que se alzaba en el cielo nublado de ese día. Donde ella esperaba que todo salga bien, por que solo debía hacerse unas simples fotos que la podrían catapultar aún más hacia la cima y por fin lograr lo que siempre quería, su proyecto. Lo lograría, viajaría a otros países, que la llevarán aún más allá.
Sus ojos castaños se perdían aún en el gentío de ese salón blanco.
—Amo mi trabajo pero ¿es realmente necesario que hagan tantas fotos? deberían haber terminado hace tiempo. Son las fotos de un catálogo y veníamos trabajando en esto hace bastante. Se supone que deberían ser las últimas, y eso que había sido todo, absolutamente todo programado -—le decía Venus a su rubia amiga.
—Ya lo sé pero esta no es solo una oportunidad es ❝la oportunidad❞, podrías ser contratada con otras marcas para modelar o ir a las pasarelas. Lo sabes y también sabes cuál es su importancia.
—Sí, sí, no es que odie posar... lo amo, pero tengo que llegar a esa reunión. No trabaje tanto últimamente en esto para nada y si no podría ser esto lo peor mi padre no irá —dijo con gesto contrarío. Amaba hacer ese trabajo pero había avisado de esa importantísima reunión con mucha anterioridad tanta como se podía y qué paso, pues simplemente se alargó más por la irresponsabilidad de algunos— odio hacer todo tan apresurada podría tolerar que Ana llegue tarde algún otro día, pero ¿justo hoy? lo disfrutaría más sino estuviera en esta situación y no tendría que ir a una junta en donde probablemente me traten como una cara bonita y nada más, reunión a la que debía ir mi padre y dar los datos que con tanto esmero redacte. — dijo soltando un bufido.
—Vamos, Venus quedan sólo una par de fotos más y listo; y si todo sale bien terminas y vas a impresionar a esos fósiles. Aparte, te has preparado. —dijo señalando lo que estaba leyendo — Llevas leyendo esa información desde que Norman te dijo que iba a faltar. Vamos eres una de las chicas más jóvenes que logro tener dos maestrías y próximamente un doctorado —decía una rubia haciendo gestos con sus manos —, los vas a derretir, es decir aunque ellos no quisierán va a quedar encantados.
Sí, ella tenía mucha confianza en su amiga, es que ¡vamos! ella era inteligente, decidida y su hermosa apariencia de ángel hacia que quisieras seguirla con la mirada. Ella lo sabía. A su alrededor podía notar la mirada de algunos en su castaña amiga sin que ella se entere, pues estaba tomando agua de una botella para recargar energía.
—Tienes razón —dijo Venus —No me esforcé tanto para hacer esta reunión posible hoy... para hacer una colaboración con Stark Industries. Van a aceptar.
—Exacto —afirmó la mejor amiga de la castaña.
La conversación paró de pronto cuando un joven nervioso se acercó a ambas mujeres. Era un chico de cabello castaño y uniformado.
—Señorita.. Venus debemos seguir —le avisa con ojos encantados.
—Sí, de acuerdo —respondió con una sonrisa.
El chico miró su sonrisa, se sonrojo y se fue junto a los demás que se habían agrupado para ver a la mencionada Venus Osborn. La mayoría querían comprobar si era tan bella como decían los rumores, o si era tan hermosa como en las revistas. A decir verdad se sorprendieron al ver que ella era amable a pesar de su popularidad.
Venus volvió frente al fotógrafo y posó un conjunto rojo de encaje. Era hermoso y bellísimo robaba el aliento de quien miraba detenidamente. Era como hechizo bastante simple. Venus ignoraba esto, después de todo se había acostumbrado. Empezaría a comprar más lencería como aquella se dijo. Aunque le daba algo de vergüenza, ya que era la primera vez de ella en un lugar con mucha gente solo posando en algo tan demostrativo.
La morocha se acostó en aquel sillón negro con sábanas de seda negra. Era una ocacion especial para el lanzamiento de nuevos modelos para conmemorar cincuenta años de aquella empresa. Agradecía poder estar allí apesar de tener esa dichosa reunión. No podía ser pero se preguntaba como seria esa reunión... pues se iba a reunir con nada más y nada menos que con Tony Stark.
No lo conocía, solo sabía su nombre, pero estaba muy nerviosa. No todos los días conocería al dueño de una de las más importantes, sino es que la más en el ámbito de la tecnología. Nunca había prestado tanta atención a su alrededor quizá por despistada pero no lo conocía en persona. Solo conocía rumores de su excentricidad y etc. Esperaba que fuera al menos amable.
Desde el principio se suponía que su padre debía hacer toda la negociación, pero el últimamente no se sentía muy bien y ella como la mayor debía hacerse cargo. Normalmente ella solo llevaba el papeleo y revisaba algunos proyectos que tenían que ver con sus conocimientos en mecánica, tecnología y física. Ah esperaba que todo fuera bien.
—Venus excelente, excelente. Todo, todo perfecto. Es un muy buen material para esta temporada. La portada quedará di-vi-na —dijo con alegría el fotógrafo.
—Gracias, usted sabe cuán importante es que todo vaya de lo mejor. Espero que sea un éxito rotundo y que sigamos en contacto. —le dijo al fotógrafo con felicidad. Al fin luego de un mes de trabajo junto con otras modelos todo había tomado forma.
—No, no, gracias a ti. Tienes esa vibra que era necesaria para este catálogo y que no podía conseguir —se quedó pensando unos segundos tratando de describir a la que sería la nueva sensación en un porvenir —humm exótico, exactamente eso buscaba —le contestó.
—Oh, gracias. Siempre trato de hacer lo mejor posible. Por cierto espero y sigamos en contacto.
—Claro —Le dijo saludandola con un beso en su mejilla.
Luego el hombre se perdió entre todos aquellos que estaban rondando la sala.
Las fotos habian pasado tan rápido como había dicho su amiga. Se cambió tomando un pantalón tiro alto, unos tacos negros, que gracias a dios eran bastante cómodos, una camiseta y un buzo blanco que le quedaba bastante bien y era algo grande para poder esconder sus otros atributos.
Al terminar de cambiarse tomo sus anteojos y se los puso. Después de todo no veía tan bien. Aunque Rosali se opuso y le dijo: ❝No vas a ir en harapos, ni con esa camiseta que llevas... los sorprenderás y dejarás un reguero de baba por donde pasas❞. Esas fueran las dulces palabras de su amiga y Venus no le hizo caso. En donde trabajaba le gustaba estar cómoda y odiaba que le digan que todo lo conseguía solo por ser bonita asi que esperaba que eso lo distorsionara algo.
Rosali la saludó y la acompañó a la salida ya que argumentaba que no la iba a dejar sola cuando aún era menor que ella. Por qué sí, ella era dos años menor que Rosali y era algo peligroso ir sin compañia.
Ya le había tocado encontrarse con comentarios asquerosos, chiflados o hasta toqueteos que la cohibian y asustaban. Apesar de que ella tenía bastante confianza y por eso Rosali siempre se preocupaba por ella.
—¡Oh, cierto! —dijo su amiga mirándola con esa mirada pícara que ponía cuando iba a decir una idiotez (aunque ella la amaba así y todo) —ya me contarás mañana si él señor Stark, próximamente tu ligue, es tan caliente como en las portadas.
—Vamos Rosali, solo es trabajo. —Venus pensó en cuantos años debería tener el magnate y concluyó en que seguro era un anciano —Y tengo unos diecisiete años, seguro él sea mucho mayor... Cuántos años tiene ¿cuarenta? ¿cuarenta y cinco? por dios Rose podría ser mi padre.
—Te sorprenderías —le contestó sonriendo con misterio.
Aunque hay que pensar que el señor si podría llegar a estar como quiere ¡hu Dios!¡basta! ¡basta! podría ser un viejo viejo con canas, barriga y ella imaginando de cualquier forma a ese tipo que encima ni conocía, se quiso pegar.
¡Tranquila! se dijo. No es como si le faltaran pretendientes o estaría con cualquiera que no conociera por que ¡vamos! Ella podía ser un poquito avispada y tenía un par de chicos por aquí o por allá, pero solo habían llegado a besos o otras cosas que no llegaban a sexo. Hay no. Estaba con muchas hormonas o era su imaginación, aparte ella era una casi virgen. Listo no lo repetiría, sí, lo era y ¿Qué?
—Seguro estabas imaginandotelo y te aviso, te vas a sorprender —le dijo alzando sus cejas continuamente Rosali.
Venus no sabía exactamente a que se refería pero eso nunca iba a suceder.
—Como si eso fuera a pasar, acuérdate que todavía... ah solo no va ocurrir —dijo sacudiendo su cabeza. Su ex la había marcado mucho.
—Tu olvídate del imbécil. Deberías abrirte hacía nuevos horizontes Venus. Encontrarías cosas lindas. —Se pauso —Eso creo.
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