Capítulo 64|Musa
Hafsa sultan era una belleza entre las bellezas, tras quedar huérfana fue criada en el antiguo palacio junto a un gran séquito de nanas, ahora regresaba para ver a su tía Fatma y hacer una alianza con ella.
—Sultana - Hafsa se reverencio.
—Pero que hermosa eres Hafsa, llevas un gran nombre, un nombre digno como mi madre.
—Fue digno pero mi padre poco me amo - Fatma la invito a sentarse.
—No te preocupes, haremos que seas más amada que Mahşa y que Mihrimah.
—¿Es eso posible? Neelam es la viva imagen de mi padre.
—Y no por eso significa que será amada - Fatma tenía una radiante sonrisa en su rostro, fue entonces cuando Hafsa lo supo, haría a Nükhet pagar por el pecado de matar a su madre.
Kelebek observo a Gizem acomodar su cama, tenía un cuerpo pequeño y una piel pálida, era hermosa a su gusto, pero por otro lado estaba aquel paşa, era guapo y fuerte, ambos de su gusto.
—Gizem -la joven se acercó —Quédate a cenar conmigo esta noche.
—No está permitido.
—Yo pongo las reglas. - Gizem la miro —luego de que venga del jardín cenaremos juntas, ponte bonita, no me gusta esperar - Gizem se reverencio al verla salir.
Pero sus gustos chocaban, Gizem era una fiera poco dócil y el paşa era alguien que casi no conocía.
—Sultana - Mahmud paşa se reverencio —Se ve muy hermosa hoy también.
—Temo que un día solo veas un monstruo pasar - Mahmud paşa alzó una ceja —¿Qué haremos hoy? Propusiste la cita.
—Iremos a montar.
—¿A ti? - Mahmud paşa se ruborizo, Kelebek soltó una pequeña risa y comenzó a caminar —Vamos Mahmud paşa, con sonrojarse no hará que yo acabe en su cama.
Alek ahora nombrado Musa paşa había regresado de su largo viaje a Circasia, con el iba una enorme familia que había formado con una hermosa jovencita veinte años menor que él, cuatro hijos y uno en camino, uno fuera de matrimonio y un sin din de problemas iban con el.
—Su majestad - Musa paşa se reverencio —Es un honor verlo.
—Buenvenido Musa paşa, tengo trabajo para ti, Rüstem te informara lo que debes hacer.
—Bien majestad, le he traído un regalo de la hermosa Circasia, es una belleza que declama los poemas más hermosos, ¿lo permite?
—Lo permitiré, esta noche la veré. - Musa sonrió.
—me retiro. - Musa se reverencio y salió.
Nükhet observo a Hümaşah y a Bashira en consecuencia, a una la había criado como a su hija, aquello calmaba el pesar de su corazón, a la otra la había criado como su preciada nieta, ambas eran tan diferentes entre sí que le recordaban a ella y a Mehmet.
—Abuela, el tío Iskender nos invito a pasear con el ¿podemos ir? - Bashira era como su espejo, el mismo rostro y el mismo color de ojos.
—Si madre, luego iremos con Raziye y Neelam a comer. - Hümaşah era el espejo de Mehmet, piel morena y ojos oscuros, una bonita alma que había amarla genuinamente.
—Vayan mis niñas - ambas se levantaron y salieron —Es una puñalada cada que las veo, somos Mehmet y yo.
—Recordar el pasado siempre es doloroso y triste - Nürhan le tendió el té —Ha llegado una carta mediante una paloma mensajera...
—¿De quien es?
—Musa paşa la invita a su palacio- Nükhet soltó un suspiro.
—¿Quien se cree que es?
—¿Irá? - Nükhet suspiro y asintió, mientras no encontrará una forma de deshacerse de él no podía negarse a verlo.
Al llegar a la ubicación indicada decendio del carruaje con ayuda de Nürhan, coloco bien su velo y camino entre las personas.
Mentiría si dijera que no tenía miedo, pero enfrentarse a sus miedos era necesario para vivir.
—Al fin llegas sobrina - Nükhet le miró mal e ingreso, el interior era grande y lujoso, a Alek siempre le gustaron los lujos y las mujeres jóvenes.
—¿Qué quieres?
—Ven - tomó su mano sin previo aviso y la jalo al interior, Nükhet trato de safarse y pero le fue imposible.
—Sueltame.
—¿Pasa algo Alek? - una mujer de cabellos rubios casi blancos y con un enorme vientre se acercó, al verla bien pudo notar su blanquecina piel y sus ojos azules, aquella mujer era similar a ella.
—Te presento a mi sobrina, la haseki Nükhet - Nükhet se soltó de su agarre y miro mal a Alek —Ve a preparar todo para la comida - La joven se reverencio nuevamente y salió del salón.
—Disculpa las fachas de Rhea, con el embarazo empeora siempre.
—¿Rhea? Veo que buscaste un reemplazo idéntico a mi, incluso en nombre.
—Es una diosa como tu, lo es también en la cama - Nükhet se alejo — Espero te guste mi regalo, bueno, a su majestad le gustará - Musa acaricio la mejilla de Nükhet —Pronto te daré uno grande a ti, ¿no quieres otro hijo?
—Eres despreciable, te odio.
—Yo te extraño querida, extraño tu cuerpo. -tomó sus caderas entre sus manos —Y tus gemidos - Nükhet se alejo con rapidez y le propinó una bofetada.
—¡No vuelvas a tocarme! ¡Asqueroso! - Nükhet se dio la vuelta y salió hecha una furia de ahí.
—Eres mía Gaia, solo mía y de nadie más.
Una joven de cabellos castaños que apenas rondaba las catorce primaveras, ingreso a los aposentos del Sultán, con libro en manos y un precioso vestido azul oscuro llamó la atención del anciano Sultán.
Al príncipe de la noche solo fue escuchar su dulce voz declamar aquellos hermosos poemas, luego fue una platica amable y finalmente unos genidos hipnotizantes.
Aquella noche nació Nazenin hatun, la favorita de los poemas, la amada niña del Sultán.
—¿Como permitiste esto?
—No sabía que alguien le traería un regalo Hürrem - ambas suspiraron —Confiaba en Aylin hatun, pero la joven le tiene miedo y asco.
—Fatma quizo usarla pero ella se negó, seguro irá detrás de esa joven ahora.
—Eso no es lo peor - Hürrem la miro —Hafsa fue traída al palacio.
—Más problemas, todos saben que ella y Neelam se llevan mal.
—No me meteré si Neelam le hace algo, pudo vivir su vida pacífica pero prefirió venir a hacer el mal.
—Tienes razón.
Desde el regreso de Hürrem, ella había puesto todos sus esfuerzos en saber que pensaba el consejo de sus hijos, sorprendente, solo Selim destacaba, por ello se empeño en hacerlo Sultán, pero ahora solo le quedaba saber como le iría a Iskender y lo ayudaría para hacerlo el mejor Sultán.
Tenía un escondite especial, en aquel escondite escucho al consejo poner a Iskender como heredero, los escucho debatir sobre Mustafa y sus acciones y como irían a campañas.
Aquel día fue igual, iban a hablar algo importante y sin dudar iría y lo sabría.
Al salir de su escondiste su corazón dio un brinco inimaginable, Süleyman estaba frente a ella con el rostro contraído, se miraba la decepción en sus ojos.
Aquel día se había arruinado.
Doble capítulo porque amanecí de buenas.
Alek busco un reemplazo para Nükhet ¿pero su obsesión sigue intacta?
¿La nueva favorita será un obstáculo o una amiga?
Subí un video a tiktok sobre Nükhet y nuestro pequeño Ivan, corran a verlo.
Nükhet e Ivan en imágenes de IA.
Mis redes.
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