𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗: Real
𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗: Real
—¡¿Qué le hiciste a mi hija?! —Inoichi con todo el terror del mundo y de lo que puede sentir, toma entre sus dedos el rostro de Ino para contemplar su estado.
Fugaku solamente le mira sin ninguna expresión en su rostro, tiene los brazos cruzados y no pretende dar explicaciones al Yamanaka. Es absurdo que él cómo cabeza de la Aldea de la Hoja le de respuestas a una persona que ni siquiera las merece.
—Tu hija llegó aquí por su propio pie —no es del todo mentira— mi hijo la encontró en el lugar que estaba, en el hogar que yo le di, casi inconsciente y por poco se queda sin latidos.
—Está herida. —Inoichi murmura mientras toca el labio de su hija dónde hay un coagulo de sangre, tiene una vestimenta morada desconocida para él y en su cuello existe la marca de una mano en él—. La lastimaron.
El Uchiha aparta la mirada cuando Inoichi desabrocha el top morado de su hija quedando únicamente en un sostén negro, buscando alguna marca y sabe qué buscar, piensa Fugaku. Alguna mordida, golpe, sangre o cualquier indicio de que haya sido lastimada de otras formas.
—Te juro Fugaku, que si alguno de tus hombre, en especial tu hijo y su amigo hayan tocado a mi hija de cualquier manera, te juro que hare trizas tu cerebro —Inoichi se levanta del suelo donde se encuentra con su amada cosmos para encontrarse con Fugaku, quién le devuelve la mirada sin ningún ápice de emociones.
Inoichi habla serio y directo, sorprende a Fugaku, el Yamanaka lo mira fijamente sin titubear. Quizás es por eso que sabía que Inoichi junto a su icónico trío Ino-Shika-Cho sería un jodido problema, nadie puede ser más molesto que un padre intentando defender a su única hija.
—¿Es una advertencia? —Fugaku necesita mostrarse estoico.
—Es una amenaza. —Inoichi es solo unos centímetros más alto que Fugaku, mira hacia abajo sin dejarse intimidar por un cargo que según —palabras de Inoichi— no se merece—. ¿Hasta dónde debes llegar? Dejé que mi hija se involucrara en tu política porqué ella me lo pidió, porqué jamás debió pasar la Masacre del Clan Hyūga, sabes qué se avecina y estás ahí sin hacer nada.
Fugaku entre cierra los ojos para mirar a Inoichi.
Francamente, es algo que no pensó que pasaría, la Masacre del Clan Hyūga —como lo llaman muchos— es un evento que si hubiera podido lo habría evitado, pero los shinobi no pueden vivir de ideas que no pueden controlar y lo sabe, si hubiese sido su clan o el Hyūga sabe que escogería proteger a su gente a pesar de lo que pudiese pasar. Ahora sabe lo que pudo haber pasado, la mala decisión de Hiashi al anteponerse como un posible líder para su aldea así como todos los desacuerdos en los que pudo estar implicado, aunque sabe que no era lo correcto fue un tipo de escarmiento para su pueblo, quiénes no estuvieran de acuerdo sufrirían el mismo destino que el emblemático Clan Hyūga fuesen niños, niñas, mujeres o simplemente ciudadanos promedio. Todos tienen un lugar y deben de respetarlo.
—No te tengo miedo, Inoichi, ya deberías saberlo.
—No —Inoichi es tajante— masacraste a tu propia aldea, das golpes en diferentes puntos para sacar información de aldeas en desventaja, intentas expandir tu poder solo ¿para qué? ¿más poder?
—Una persona como tú no lo entendería.
—Entonces explícame —exige Inoichi cuando mira con desdén al Uchiha- quiero saber cuál es tu jodido plan y por qué lo haces.
Fugaku mira al hombre por varios segundos antes de hablar.
—Supe que Danzo quería exterminarnos, al Clan Uchiha, —Fugaku se mantiene serio, siempre tan poco expresivo, Inoichi no interrumpe porqué ya lo sabe—, era una condición para evitar una probable guerra en la aldea, nosotros íbamos a dar un golpe de estado, se iba a debilitar la aldea y con ello otra guerra. El plan era sencillo, evitar que nos exterminaran y retirarnos de la aldea, fue un plan que se me ocurrió y nadie saldría herido, ni los aldeanos ni mi clan.
»Fue una idea simple que podía ser diferente. Pero Hiruzen siempre fue codicioso en el poder aunque no pudiera verlo y, no pudo detener a Danzo. Siendo sincero nadie lo pudo hacerlo y si existe esa persona era Minato Namikaze. —Fugaku se voltea mientras Inoichi solo lo escucha y revisa a Ino algún indicio o herida—. Entonces, llegó un sujeto extraño con una retorcida máscara que indicó que esos planes no funcionarían que la decisión ya estaba tomada, que Danzo nos mataría a como de lugar, sin importar las consecuencias, dijo cosas sin sentido y otras que lo tuvieron, después me pregunté ¿Qué pasaría si fuese diferente? —Inoichi le mira buscando la sinceridad en sus palabras— ese hombre me dio la respuesta, no tendría porqué haber un conflicto solo debía hacer una cosa: mantener con vida a Ino Yamanaka. —Inoichi abre los ojos de la impresión—. Sabía que era tu hija, pensé que se refería a la niña que iba a clases con Sasuke e incluso pensé que tú sabrías sobre Danzo, después llegó Sasuke diciendo cosas sin sentido y llegó Itachi con Shisui y una versión casi adulta de tu hija...
—¡Siempre supiste de mi hija! —Inoichi aprieta sus puños pero se permite relajarse por el alivio de no encontrar algún indicio de violencia.
—Sabía que tenía que ver con ese hombre —Fugaku admite— pero no me imagine y me pareció una locura cuando dijo que venía de un futuro más distópico de lo que verdaderamente vendría tu hija.
—¿Más al futuro? —Inoichi cuestiona y Fugaku asiente con la cabeza dando la razón—. Pensé que vendrían del mismo tiempo.
—El tiempo es frágil —dice el Uchiha— solo somos peones de algo más grande.
—¿Por eso amenazaste al Tercero? —Inoichi exige respuesta y su semblante se endurece— ¿por eso unificaste Raíz y a la Policía de Konoha? ¿Por eso te convertiste en un maldito dictador? ¿Por qué un lunático que viaja en el tiempo te lo dijo?
—Él sabía el destino de mis dos hijos, incluso de tu hija, el de gente que todavía no nace, de mi nieta, tu propio nieto —Fugaku es firme y con convicciones que Inoichi nunca le ha visto en su vida— él tenía la solución pero no lo logró...
—¡¿Quién mierda es él?! —Cuestiona el Yamanaka apretando los puños, algo dentro de sí y con la lectura del chakra de Ino, sabe que hay algo retorcido que ocultan, tanto Ino como Fugaku.
—Es Uchiha Mada...
—N-no... no lo e-es...
Ino a penas y respira, su garganta duele, sabe que es por el llanto que aún puede sentir en sus mejillas, sus músculos aún duelen por la temblorosa después de estar tanto tiempo hecha bolitas, sus ojos arden pero no están tan hinchados como piensa. Su padre se acerca a ella y permite ayudarla como siempre lo ha hecho, con gentileza y una parte de él quiere arrancarle la cabeza... ¿Qué le han hecho? Quiere preguntar él, pero el miedo supera su razón.
—No parece sorprendido —vislumbra Ino con un tono de voz profundo y puede ser a causa del dolor en su garganta. Fugaku desvía la mirada para observar la ventana de su gran oficina.
—No lo estoy —dice él— no muchos recuerdan la historia de sus clanes, pero nosotros los Uchiha la tenemos muy fresca en cuanto a nuestros miembros, es algo que pocos clanes de pueden jactar y, por supuesto, ese hombre no es Madara Uchiha, es un Uchiha definitivamente pero no quién dice ser.
—¡¿Dejaste a manos de la Aldea a un desconocido?!
—Inoichi, su plan va más allá de lo que tú y yo entendemos como seres mortales —Fugaku voltea a verlo hay una mezcla entre indiferencia y justa curiosidad— nosotros nunca hemos hecho un cambio en este mundo o por lo menos en esta aldea.
—Lo hemos hecho, hemos forjado nuevas generaciones y eso no demerita a quiénes no nos hemos sacrificado.
Ino mira a su padre sorprendida, había olvidado que su progenitor así como el resto del trío Ino-Shika-Cho habían peleado codo a codo contra otras naciones en la guerra anterior.
—Generaciones a las que hemos hecho más daño que salvación —Fugaku comienza a caminar en la oficina- Sasuke es brillante como su hermano, pero carece de inteligencia para moverse en este mundo, muchas veces culpé el futuro que me mostró Madara, pero entendí que eso fue más allá de mí y de su madre. Es una maldición que nos ha acechado a los Uchiha por generaciones.
—¿Una maldición? —Pregunta Ino, recuerda a Obito hablar sobre el dolor que ambos sufrirán.
—El dolor es algo inherente en la humanidad —Fugaku se ve tranquilo, Ino y su padre se miran por un segundo debido a su cambio de emoción— en los Uchiha es diferente nosotros tenemos una reacción de poder completamente diferente a cualquier otro. El dolor nos permite despertar el Sharingan, es lo que nos vuelve lo que somos.
—¿Por qué nos dices todo esto? —Inoichi como Ino tan jodidamente perceptivo. Fugaku sonríe y, por el contrario, a lo que Inoichi recuerda, sabe que es una sonrisa poco agraciada.
—Porqué su plan es mantenernos todos en una felicidad absoluta —Fugaku mira a Ino de una forma estremecedora, él sabe que ella ha visto lo que pasará— todos y cada uno de nosotros estaremos en un mundo perfecto.
Inoichi mira a Ino y ella a él, hay algo dentro de las palabras del Uchiha qué los hace estremecer y por una fracción de segundo, sienten miedo de la convicción del hombre—. No existe un mundo perfecto Fugaku.
—No aun —el hombre mira la inmensidad de la aldea, la mañana brilla como nunca antes lo había hecho— terminaré una guerra que no ha iniciado y todos estaremos bien.
—¿De qué habla? —Ino se acerca a pequeño pasos, su voz es temblorosa y teme por la respuesta.
—He invitado al Kazekage para que hablemos de nuestras diferencias, históricamente nuestros pueblos siempre han estado en constante conflicto, he decidido terminar con eso.
Ino traga saliva e instintivamente mira a su padre. No. Eso no debería pasar.
—¡No! —Chilla.
—Inoichi, controla a tu hija —Fugaku a penas y mira a Ino, concentrado en la imponente aldea a su merced.
—¿Sucede algo, Ino? —Inoichi puede ver el temor en los ojos azules que siempre lo hacen estremecer, su pequeña hija, ya no es una niña.
—¡Ellos van a traicionarnos! Pasó en los exámenes finales chunin, no era el verdadero Kazekage, era Orochimaru pero eso no quiere decir que viejos rencores no estén latentes —Ino habla rápido e intenta recordar qué sucederá o qué hicieron para evitar más ataques o muertes— murió el Tercero... No podemos hacer qué suceda, no de nuevo...
Ino recuerda vagamente a Obito, él le había dicho que la inercia de las situaciones pasarían aunque desearía que no fuera así. Recuerda el flujo del tiempo, todo terminaría hasta que el nudo de consecuencias lo decidiera.
Todo debe pasar de una forma u otra, pero debe pasar.
—Fugaku —pide Inoichi— debemos evitar cualquier conflicto. No estamos en condiciones. No tenemos la fuerza militar por mucho que confíes en tu clan.
—Debemos evitar que esa batalla se lleve a cabo —Ino suplica y está dispuesta a pedir de rodillas si es necesario.
—Eso no es necesario —padre e hija se sorprenden por la frialdad en las palabras del Uchiha— ellos vendrán con su arma secreta, lo dijo el enmascarado, y entonces, actuaremos.
Ino abre los ojos en par a comparación de Inoichi que tiene el semblante serio y una minuciosa mirada comprendiendo lo que explica el otro.
—Es una maldita trampa —el Yamanaka es igualmente serio ante las palabras del contrario, Ino sabe jodidamente lo sabe, siente las rodillas temblar— los trajiste para acabar con ellos. Eso implica una guerra y no te importa.
—Inoichi —llama Fugaku cuando el silencio que reina se convierte en una pesadilla, tanto por parte de Ino como por su padre— ¿Alguna vez has sabido cuál es el sabor de la muerte? ¿Sabes cómo se siente que quieran aniquilar a todo tu clan porqué les temen? ¿Alguna vez has pensado qué estarías dispuesto a hacer por la vida de tu hija?
Fugaku mira a Ino, ella se estremece un poco no sabe muy bien qué significa aquella mirada que tanto le recuerda a Itachi.
Inoichi no dice una palabra porqué aunque piense tanto en su amada Ino probablemente él lo haría y lo hace. Proteger a su cosmos.
—No hables de un peso que no conoces.
—Señor, Lord Kazekage ha llegado —interrumpe un hombre en la puerta, Ino reconoce inmediatamente a Shikaku Nara, quién le sonríe, por supuesto que él todo lo sabe y una idea pasa por su mente por un segundo, sin embargo, deshecha todo cuando Fugaku los mira a ambos.
Fugaku asiente no sin antes colocar su mano en el hombro de Inoichi y expresar:
—Te necesitamos Inoichi —dice Fugaku no hay segundas intenciones o un mensaje detrás de las palabras— tu aldea te necesita.
Ino mira a su padre y él le mira de vuelta. Ella desaparece en un segundo a otro.
—Esto no debía pasar —Shisui no se ve ciertamente consternado o cansado, aunque puede sentir el vacío en su pecho el mismo que sentía justo antes de caer por el vacío de un acantilado.
—Es lo que es —Itachi menciona pero no hay emoción alguna— lo que siempre debió pasar.
Ambos Uchiha se miran, hay un aire lúgubre en el terreno vacío, los árboles danzan con el compas del viento, es quizás sus emociones a flor de piel, todos saben lo que se aproxima. Es la culpa o el sentimiento de la ira supurando por sus pechos.
—Lo sientes ¿verdad? —Shisui siempre se ha preocupado por su mejor amigo, siempre ha cuidado de él, siempre ha querido lo mejor para él.
—Esta guerra será diferente, es todo o nada —Itachi baja la mirada y aunque sea bastante bueno escondiendo sus emociones, ahora es incapaz de no sentir el amargo sabor de la guerra en su lengua.
Shisui se acerca a paso lento para pasar uno de sus brazos sobre los hombros de Itachi, sonríe e Itachi no puede evitar escapar una risita nerviosa, Shisui es todo lo que él no es y a veces necesita eso, que su mejor amigo lo tome con la mejor calma posible. Porqué a pesar de todo, Itachi es solo un joven shinobi.
—Haremos lo que esté en nuestras manos —Shisui es tan simple— como siempre lo hemos hecho.
—¿Qué crees que sea todo esto? —Itachi es curioso por naturaleza—. Una ilusión. Es real.
Shisui no quita su brazo de los hombros de Itachi y, por el contrario, lo acerca más a él. Se pregunta ¿Cuántas veces han estado pasado tiempo de amigos sin estar en misiones o entrenando? ¿Fueron felices alguna vez? ¿Acaso no vivirán una vida normal algún día?
—¿Tienes miedo que sea una ilusión? —Shisui codea a Itachi y ríe mientras las mejillas del Uchiha se tiñen de un tono rojizo.
—No te preocupa —Itachi está sorprendido y mira fijamente a Shisui encontrando la respuesta— no lo hace.
—Itachi... —Shisui habla serio pero hay diversión en sus ojos— si esto es un genjutsu es demasiado real. Lo que siento es real. Lo que hemos vivido y esta segunda oportunidad es bastante real.
Itachi lo observa buscando algo, no sabe exactamente qué, pero encuentra un atisbo de calidez.
—Tú...
—No hemos vivido lo suficiente y parece ser que cuando esto acabe esta parte de la historia será borrada—Shisui abraza de nuevo a Itachi—. No lo sabremos tú o yo, yo moriré y tú seguirás tu vida hasta que Sasuke lo decida.
Itachi guarda silencio francamente lo toma sorpresa y parece que Shisui decide ignorar el hecho. Lo que dice es cierto y es algo que prefirió no pensar demasiado: esa es su segunda oportunidad no solo para hacer las cosas diferentes si no también para vivir algo nuevo o conocer una vida más simple de lo que ya ha hecho. Porqué Itachi aún puede llegar a casa después de una misión y encontrar a su madre preparando la cena o puede escuchar la risa de su padre con algunos colegas y sobre todo puede ir por Sasuke a la escuela, puede verlo entrenar y lo más importante que es verlo crecer, eso es algo que no pensó vivir
De una forma u otra viven una vida que de acuerdo al destino no debió ocurrir.
—¿No quieres que esto termine? —Pregunta Itachi directamente.
Algo dentro de él se remueve con fuerza, quiere acallar lo que sigue, pero no es posible.
—Claro que quiero que esto termine —Shisui ríe como no lo ha hecho en mucho tiempo, olvida lo extraño que suele ser Itachi en cuanto a hablar sobre sentimientos se trata— pero fue bueno mientras duró.
Itachi ahora abre los ojos de par en par. Shisui ríe con los ojos cerrados y el otro brazo en su nuca, rasca de ella como si no fuese el genio entre genios o un shinobi de alto rendimiento, Shisui Uchiha se ve como otro joven cualquiera de su edad que vive por primera vez su juventud. Itachi sabe que Shisui nunca vivió como él lo hizo.
—Puedo morir en paz —dice Shisui con un sonrisa— solo quería ver que tanto podríamos cambiar si pudiéramos hacerlo, siempre me pregunté ¿Qué haría si fuese diferente? Ahora lo sé —Itachi siente su estómago y pecho doler, recuerda vagamente las últimas palabras antes de lanzarse por el acantilado lleno de agua— nunca había amado a alguien y llegó Ino y movió nuestros mundos —Shisui ríe, pero Itachi no es idiota, Shisui lo sabe y está bien con eso— nunca había pasado tanto tiempo contigo que no fuese estar en misiones o entrenar, perdimos gente, el clan Hyūga y otros, probablemente perderemos personas más temprano que tarde y... nunca te agradecí por lo buen amigo que fuiste...
Itachi lo mira sin decir nada y con su expresión en blanco.
¿Perder a su mejor amigo por segunda vez? Parece ser que para Shisui Uchiha eso es lo único que importa.
—¡Así los quería ver! —en la voz de Ino se escucha burla—. ¿Quién lo diría?
Itachi como Shisui la miran se ve mucho mejor de cómo la dejaron en la oficina del Hokage a petición de ella; tiene la vestimenta que tenía la primera vez que la conocieron, su cabello atado en una coleta junto a sus brazos cruzados y su pie golpeando el suelo. Sin embargo, para Itachi no pasa desapercibido lo orbes azules de la chica un tanto oscuros, no sabe por qué pero Itachi comienza a sentir un vacío al ver a Ino con una oscuridad abrumadora.
—Se lo tenían bien guardado —la burla sigue con una risa falsa— aunque me pondré un poco celosa.
Ino guiña el ojo y es cuando ambos se dan cuenta que ambos están demasiado cerca y desde la perspectiva de Ino pareciera que Shisui abraza a Itachi y sus cabezas demasiado juntas dan un espectáculo un tanto... peculiar.
—¡N-no es lo que piensas! —explica Shisui soltando a Itachi acompañado de una risa nerviosa.
—Eso lo juzgaré yo —Ino ríe y se acerca a ellos dos para guiñarles el ojo— ya decía yo que ustedes tienen una relación rara.
Shisui se relaja por completo y coloca su brazo sobre los hombros de Ino, es entonces, que Itachi se percata que no ha dejado verla y que está seguro que por una extraña razón ella se ve triste, pero bien fingido detrás de la burla y la sonrisa falsa.
—¿Sucede algo? —Pregunta Itachi ante la extraña mirada de Ino. Sin que él lo note da un paso cerca de Ino.
—El Kazekage está aquí y creo que intentará una invasión.
—Para eso quería Lord Fugaku que robáramos información de Suna —explica Shisui sin alejarse de Ino y con un semblante serio— esa era la razón, quería que Suna fuese consciente del robo de información para intentar atacarnos y justificar una probable guerra.
Ino niega con la cabeza y cierra los ojos, Obito tenía razón, al parecer siempre la ha tenido.
—¿Hay algo más? —Cuestiona Itachi nuevamente sin apartar su vista de Ino.
—Debo buscar a Konan —Ino por fin dice, Shisui e Itachi no mencionan algo hasta que ella pueda continuar— quiero saber cuál era el plan original y para qué necesitaba a las bestias con cola, tal vez ahí encuentre una razón o un punto ciego en esto.
Itachi la mira sin parpadear y, es entonces, que Ino comienza a sentir nervios, claro que quiere buscar para saber el plan de cazar a las bestias, sin embargo, quiere saber dónde está el Obito de ese tiempo. ¿En qué momento llegó Obito? ¿Cómo es que tiene control de todas las situaciones?
El hombre extraño con el que había estado Konan habría dicho que todo eso era un sueño.
Tal vez, solo tal vez, se tratara de una ilusión o algo más profundo como lo fue su más reciente encuentro con Obito.
Itachi es perceptivo y sabe que una parte de ella miente.
—Estabas en un mal estado —regaña Shisui, lo cierto es, que Ino todavía tiene secuelas de haber estado con Obito Uchiha en su aparente dimensión— te encontré mal y estuviste días desaparecida. No puedes vagar por ahí. Y no pretendas mentir, Ino, sé que no somos tu equipo, sé que para ti es difícil confiar en nosotros pero no pretendas trabajar sola, no cuando Konoha está a punto de iniciar una guerra que se puede evitar.
—¡La guerra no se puede evitar! —Grita Ino con ira y sus bonitos ojos azules llenos de lágrimas—. Lo he visto, sea ahora o sea en diez años, la guerra iniciará porque él lo hará, encontrará la manera ahora, en el pasado o cuando sea él lo hará no es suficiente el detenerlo.
—¿Él? —Cuestiona Itachi, Ino se ha alejado de Shisui y aprovecha solo un poco para acercarse a ella, Ino tiembla y él no pretende apartar su mirada de ella—. Te lo dijo.
—Me lo enseñó —admite Ino bajando la cabeza— no importa lo que hagamos o lo que pretendamos hacer, esa guerra ocurrirá y muchos morirán y... no será suficiente. Lo vi, vi morir a mi padre a manos de Madara, vi morir a muchas personas y... —lo vio al Madara real pero eso no lo aclara, puede sentir de nuevo el dolor de verse a sí misma llorando la muerte de su propio hijo— todo esto es una consecuencia en abanico.
—¿Cómo que te lo enseño? —Shisui siente un horrible hueco en el estómago cuando Ino se aleja por completo y encuentra consuelo en ella misma y aunque no se de cuenta en la cercanía que hay con Itachi—. ¿Viste lo que él decidió que vieras?
—No —niega con la cabeza y muerde su labio— él me mostró lo que sucederá o sucedió el momento del que él viene, pensamos que era el mismo tiempo en el que desaparecí en aquella misión con Sakura, Naruto, el equipo Guy y mi equipo, es mucho después tal vez un año o dos, cuando nos conocimos por primera vez.
Shisui e Itachi se miran y guardan silencio mientras Ino intenta aclarar su mente respecto a lo que ha sabido.
—¿Ilusión?
—Era real —niega con la cabeza— podía sentir el frío y la lluvia, pude verme a mí misma cuando... Inojin murió.
—¿Viajaste en el tiempo? —Shisui ahora está completamente sorprendido de aquel nombre, había pasado pero no creían que pudiese ser tan fácil. Ino niega de nuevo.
—Él dijo que era su dimensión —murmura ella siente la mirada de ambos sobre ella— pero estaba igual de sorprendido cuando tuve contacto conmigo misma. Él no sabía que podía hacer eso.
Shisui e Itachi se miran el uno al otro completamente aturdidos, sabían que Madara tiene un poder que no cualquier Uchiha hubiese tenido, pero el crear una dimensión y manipular recuerdo y a conveniencia dentro de un plano físico es completamente diferente.
—Debes ir a buscarla —Itachi habla convencido del plan. Tanto Ino como Shisui se sorprenden por las palabras.
—Itachi tiene razón —Shisui acaricia la mejilla de Ino, ahora Ino se siente segura y no la repulsividad que sintió cuando Obito le mintió haciéndose pasar por Shisui— si eso ayudará a que por lo menos podremos prever los pasos, entonces lo haremos, si no puede salir de aquí evitar que haya tantos golpes podrá ayudar.
Ino concentra su atención en los ojos tan emocionales que tiene Shisui, son tan oscuros que refleja a la perfección sus emociones a flor, él está conmovido, decide ella. Entonces, él la abraza y esconde su cabeza dentro del cuello de ella, la electricidad y sus mejillas que Shisui provoca la hacen sonreír, acaricia el cabello un poco largo y lo acerca más a ella.
Él susurra algo y ella siente sus mejillas arder.
Itachi desvía la mirada concentrado en algún punto del verde pasto que los acobija.
Y cuando finalmente la ve, Ino está más reluciente que cuando llegó con sus mejillas rojizas, su boca entre abierta y un brillo en sus ojos.
—Iré con ella —dice Itachi dándoles la espalda a ambos— supongo que mi padre planeó todo esto y habrá una batalla, regresaré cuando esté seguro que llegó con la mujer de Akatsuki.
—¿Estás seguro, Itachi? —pregunta Ino— puedes hacer falta.
—Entre más rápido partan, más rápido regresan.
No sabe exactamente el tiempo que ha pasado desde que decidieron salir de la aldea, se siente intranquila, la invasión de su tiempo dejó en malas condiciones a la aldea, sin embargo, hubo perdidas de las que muchos nunca pudieron recuperarse, como lo fue la perdida del Tercero. En su futuro no estaba el Clan Uchiha que si bien hubiesen cosas que a la aldea no le beneficia sabe que un parte de ellos están mejor con un clan tan poderoso aunque puede resentirse la falta del poder militar de los Hyūga.
El crujir de las hojas, las ramas esforzándose por darle un poco más de estabilidad dentro de sus pies, el viento frío y sobre todo el lienzo color azul que parece nunca acabar.
Ino está inquieta, todavía siente el dolor de garganta y la mano cálida de Obito acariciar su mejilla, está hecha un lío, resuenan las palabras de Shisui y sobre todo siente la mirada de Itachi seguirle desde que han partido de Konoha.
—¿Por qué no solo lo dices? —No quiere sonar grosera, en cambio, Itachi es bastante más observador que Shisui.
—¿Qué te mostro el enmascarado?
Ino voltea rápidamente y ni siquiera se da cuenta que su pie no cae correctamente en la siguiente rama del árbol. Se tambalea un poco y, es entonces, que siente las manos ásperas de Itachi para sostenerla de la cintura y evitar que caiga; lo observa de cerca y de reojo él ya es lo suficientemente alto, no tanto como suele serlo en el futuro, pero ya está cerca de tener las mismas características de él en un futuro.
—Debes tener cuidado —responde él tan tranquilo como siempre como si el calor que emana Ino no le afectara en absoluto— estos terrenos suelen ser traicioneros.
—¿Qué quieres decir exactamente? —Ino no despega su mirada de Itachi ya que el arrebato nuevamente comienza a surgir de sus entrañas.
—Te veías desconcertada —explica él inclinando un poco su cabeza como si no lograra entender por muy genio que sea— dijiste que viste la muerte de tu padre y de otras personas. ¿Con qué objetivo lo querría él?
Ino suspira, mientras decide que es buena idea parar y sentarse en la gran rama del árbol, desvía la mirada hacia la inmensidad del bosque que está a punto de terminar.
—Dijo que tú y él eran iguales —Ino siente de nuevo el vacío que sintió en la dimensión de Obito, puede imaginar la soledad que lo acompaña, peor aún la soledad con la que se vio obligado a vivir Itachi, su Itachi— él dijo que todo el dolor que existe es por los shinobi, me mostró la muerte de Asuma-sensei, la guerra, la muerte...
—Pero no es eso lo que te tiene así.
Ino mira a Itachi antes de que él encuentre lágrimas a punto de salir de sus grandes y brillantes ojos, hay momentos en los que Itachi es capaz de leerlos y hay otros en los que son oscurecidos por su mundo y decisiones.
—Te conocí —responde Ino y siente que el frío viento cala en sus huesos— no fue en mi tiempo, tú y yo nunca nos hemos conocido —ella se ve triste e Itachi instintivamente se sienta a su lado con una pierna arriba y la otra completamente abajo, Ino sonríe porque es aquella elegancia que lo caracteriza— en realidad, creo que así debía ser.
»Fue durante mis primero sueños —comienza a relatar con la mirada perdida en un punto— eran simples, alguna misión juntos, tal vez acompañaba a Sakura a ver a Sasuke y él entrenaba contigo; fue de una manera poco convencional, pensé que eso era irreal tú ya eras un desertor y yo... —Ino se sonroja— solo me importaba ser la kunoichi más bella de toda Konoha. No le tomé mucha importancia, tal vez era mi inconsciente hablando o extraña la idea de tener a Sasuke en la aldea, pero todo fue empeorando ya no eran sueños normales o pequeños fragmentos de recuerdos que nunca viví eran el día que masacraste al Clan Uchiha. Podía sentir el dolor de Sasuke, la sangre en mis rodillas al ver el cuerpo de tus padres, el aroma a metal y... —Ino vuelve a sentir el temblor en sus manos porque siente el cuerpo caliente de un pequeño Sasuke llorando— estabas tú... Tan serio y herido como nunca lo había visto alguien, estabas ahí parado justo frente a mí, yo quise detenerte decirte que... —Ino mira a Itachi— había otro camino. Pero nunca lo logré, siempre era lo mismo, siempre pasaba lo mismo y todo terminaba de la misma manera. —Ino guarda silencio durante un momento para poder decir:— No deseaba salvar a Sasuke, deseaba salvarte a ti.
Ino baja la mirada encontrando la gran altura del árbol, es tan alto que una caída a esa altura podría verdaderamente lastimarla. Itachi, en cambio, no deja de observarla.
Ahora que la puede tener más de cerca, su pecho se apretuja y la ansiedad lo recorre como nunca en su vida lo ha hecho, es extasiado con la forma en la que ella muerde su labio para evitar decir algo imprudente o quizás reír por lo tonta que acaba de sonar.
Es entonces, que él sonríe, Ino se sorprende un poco e intenta esconder debajo del flequillo para evitar que Itachi pueda ver su sonrojo —falla abiertamente en el intento—. Su sonrisa es tenue no lo suficientemente escandalosa o un risa divertida, es lo más simple que ha visto hacer a Itachi desde que lo ha conocido, nada comparado a lo inexpresivo y terriblemente serio que puede llegar a ser.
—Nunca te agradecí —Itachi comienza a decir e instintivamente se acerca solo un poco a Ino, ella mueve sus hombros solo un poco, él vuelve a sonreír porque sabe que es un mero nerviosismo— nunca te agradecí por salvar y ayudar a que existiera otra oportunidad.
—No es algo que debas agradecer —Ino sonríe con ojos cerrados y eleva sus hombros, es la misma reacción de cuando se siente jodidamente avergonzada como solía hacerlo de niña cuando recién era amiga de Sakura o cuando conoció a Sai— era lo correcto, después de todo lo que han hecho.
—No me refiero a la segunda oportunidad de Shisui —Ino recuerda un poco la versión adulta del Uchiha, siempre tan directo y sensato— me refiero a que nunca pensé que el plan que tenía Danzō tuviese otro lado, pensé que, no existiría otra realidad en la que pudiera cambiar.
—En realidad —Ino está divertida a pesar de la circunstancia— no ha cambiado mucho o en nada.
Itachi ríe y asiente comprendiendo, podría no ser divertido, pero tiene que serlo por los últimos momentos de paz que pueden tener.
—Me dio tiempo de tener una vida más simple.
Ino sonríe contenta, es la primera vez en mucho tiempo que es capaz de sentir la paz que tiene Itachi, una paz que siempre deseó qué él sintiera, su chakra es tranquilo.
—Todos merecemos una vida simple —Ino explica como si fuese el consejo con mayor sabiduría que haya tenido en toda su vida— lo más real posible.
Itachi inclina su cabeza y no es consciente de la cercanía que existe entre ambos.
—¿Real? —pregunta Itachi.
—Él me hizo pensar —Ino se encoge de hombros y aguarda su propio cuerpo en su brazos para brindar un poco de calor a sí misma— en lo que me enseñó que podría ser o no una ilusión de... —Está a punto de decir Obito— ese hombre —corrige—. ¿Y si esto es una creación de él así como lo hizo en su dimensión, traer el mundo real al mundo recreando?
—¿Crees que esto es una simulación?
Ino muerde su labio inferior puede sonar a una locura pero la idea sigue rondando su mente, sería la razón por la que dijo que usó a Sakura y Hinata para el mismo fin y que ellas terminaron por fallar.
—Explicaría el eco en los hechos —dice Ino— sería la razón por la que tú eres tú en el futuro y las cosas no han cambiado en nada.
—Esto no sería real —Itachi interpreta— pero existiría una autoconsciencia entre tú, yo, Shisui y en todos.
—Pero nos limitaría el tiempo —explica Ino sin dejar de mirar a Itachi— el tiempo es lo único que él puede controlar y esa sería la razón por la que esto podría construirlo él.
Itachi lo entiende perfectamente si tan solo eso es una especie de genjutsu por supuesto que el tiempo puede ser manipulado como suele hacerlo en Tsukuyomi, el tiempo de la realidad en la que sumerge a las personas puede ser manipulada para que la persona en dicho genjutsu sienta la percepción distorsionada mediante los sentidos. Sin embargo, eso no explicaría otros sucesos pero sí el hecho de que Ino no puede salir más que a decisión del otro.
—Eso no te preocupa —infiere Itachi cuando ve el rostro relajado de Ino— no te preocupa que sea una ilusión.
—Me preocupa que no sea real para ti —termina por decir Ino, Itachi aún siente un poco de sorpresa por la forma tan directa de revelar información de su parte— que todo esto sea falso y... —Ino muere su labio para no hipar— nada tenga sentido.
Tras un prolongado silencio y la atención de Ino en la inmensidad del bosque, la risa de Itachi la logra sacar de aquel bucle de pensamiento que tiene una y otra vez.
—¿De qué te ríes? –Ino alza la ceja molesta. Ella habla de sus inseguridades y él ríe—. Uchiha tenías que ser.
—Es solo que... —Itachi sigue sonriendo con sus ojos cerrados, su voz es tan pacifica y con un atisbo de madurez que le hace recordar a Itachi en su futuro, siempre tan tranquilo, siempre tan él— te pareces mucho a Shisui.
—¿Shisui? —Ino intenta con mucha dificultad encontrar las similitudes en ambos y es casi imposible.
—Suelen tener ideas muy similares —responde Itachi con simpleza, ya no sonríe pero su mirada comunica algo tan peculiar... ¿Es acaso cariño lo que ve?— Eso es todo.
—¿A qué juegas, Itachi Uchiha? —Ino se quiere mostrar altiva y con desdén, en cambio, se ve divertida y ligera como nunca se ha permitido serlo desde hace mucho pero mucho tiempo.
Itachi ríe e Ino se pregunta... ¿Es así como Itachi es en realidad? Sin máscaras, sin ese semblante serio, tan fresco, elegante y ligero. Ino lo sabe por la creciente calidez en el pecho, sabe que es así, que no puede dejar de mentir y la única razón que puede decir es que, ella ha conocido como ni siquiera Sasuke lo ha hecho, como las malas ideas de Sakura o el compañerismo de Kakashi alguna vez tuvo.
Él es lo que está dentro de la versión futura de sí mismo.
—Tú lo eres —dice él Uchiha, entre tanto, Ino espera a que él continúe— tú eres real, tú hiciste todo esto real.
—Puede ser un genjutsu ¿lo sabes, verdad?
—Lo sé —Itachi es tan cínico y ya muestra lo altivo que puede ser en su versión adulta— eso no quita la posibilidad de que lo que vivamos no sea real.
—¿Qué significa eso? —Cuestiona Ino repentinamente nerviosa hay tantas palabras que pueden salir de la boca de Itachi, tantas cosas que muy dentro de sí que desea que él exprese.
—Para mí todo lo que has hecho ha sido bastante real —Itachi se muestra sereno, nada de seriedad o un mensaje oculto, es Itachi siendo Itachi— para mí tú eres real tanto como si no lo fueras.
Ino siente sus mejillas enrojecer, su corazón golpea tan fuerte que cree que puede salirse de su caja torácica, sus manos comienzan a sudar y no sabe la razón exacta pero quiere más, necesita más.
—Itachi... —susurra Ino con un esfuerzo en vano de esconderse detrás de su flequillo.
Por otra parte, Itachi la mira fijamente, se enfoca en sus grandes ojos azules con un poco de verde, en su piel un poco más pálida de costumbre, sus mejillas sonrojadas y la torpeza con la que se esconde. Francamente, lo piensa y no quiere ocultarlo lo estúpidamente embelesado que se siente.
Durante mucho tiempo decidió ocultarlo, ignorarlo y en cierto punto hacerse un lado. Itachi Uchiha no tiene mucha experiencia con el género femenino, nunca fue muy perspicaz para eso, ese siempre fue el papel de Shisui, ni siquiera la importaba con tantos problemas en los que fue sometido como un genio entre genios, simplemente había pasado.
Y después, está Shisui estúpidamente enamorado de Ino, incluso podría decirse en una relación, pero también sabe que Shisui por mucho que ame a alguien es capaz de hacerse un lado y agradecer lo vivido. No puede negar que Ino hizo feliz en el tiempo que ha estado a Shisui, y él está conforme con eso.
Itachi como si fuese de un movimiento en automático acerca su mano a la mejilla de Ino, ella se aleja un poco asustada.
—¿Ocurre algo? —Pregunta preocupado con las entrañas revolcándose porque ella se aleja.
—Yo... —Responde apenada, Ino está avergonzada y es que, todavía puede sentir la mano de Obito sostener su mejilla, arrastrándola contra la pared y su lengua en su boca. Siente temor—. No... Él...
—¿Te hizo algo? —El tono de voz de Itachi se vuelve oscuro, oscuro, oscuro.
—No... —Ino niega e Itachi comprende que lo que vivió en la dimensión del enmascarado es más fuerte a los otros genjutsu en los que había jugado con ella—. Él está obsesionado con algo sobre mí... sobre ti... Quiere que esté con él... Aunque no estoy segura si es conmigo realmente...
Ino mira la inmensidad temblando, recordando todos los momentos que Obito la hizo vivir, su historia, su infancia, sus recuerdos con el equipo diez, con Sakura e incluso Naruto. Puede sentir a flor de piel cada aroma, textura y emoción que se quedó impregnado en su inconsciente, como si todo fuese una línea qué viaja de inicio a final entre saltos, sin entender qué siente o ve.
—Está obsesionado —concluye Itachi— con su pasado y contigo.
—Me mostró parte de mi vida —Ino está avergonzada porque Obito le había rotó en muchos sentidos y había sido débil, había bajado la guardia y mostró sus más oscuros deseos; siente pena, baja la cabeza para que Itachi no pueda ver que ella no es la misma chica fuerte que él cree que es— él me rompió... caí en su trampa...
Ino siente el calor del cuerpo de Obito y un ligero temblor la acompaña.
—No te sientas culpable —Itachi es directo y acerca su cuerpo al de ella, sin notarlo ella lo deja de hacer, deja de temblar— te ha manipulado tanto tiempo.
—Mi padre morirá, Neji morirá, Shikaku morirá... tú morirás... Inojin... —susurra Ino sin poder levantar la mirada, recuerdo a recuerdo, golpe a golpe.
—¿Tienes miedo a estar sola? —Itachi se levanta de su lugar y ofrece su mano a Ino, ella parpadea un poco pero termina cediendo.
Ambos están parados uno frente al otro e Ino al fin puede ver lo mucho que ha crecido Itachi, es casi la versión adulta que ella recuerda o que poco ha visto.
—Tengo miedo que tú mueras —admite por primera vez Ino en voz alta y a Itachi.
El Uchiha por su parte sonríe y el pecho de Ino se detiene, la bonita sonrisa de Itachi la hace temblar una y otra vez, entonces, se da cuenta que todo lo que ha hecho no solo ha sido para ver a su aldea caer en manos oscuras si no en poder ver a Itachi una última vez más sonreír.
Itachi entiende el gesto de sorpresa con las mejillas sonrojadas como una señal para poder repetir el gesto, lleva su mano a la mejilla de Ino de una forma suave y lenta, ella no se quita y, por el contrario, se acerca más para poder sentir el contacto más de cerca. La mano de Itachi refleja su temperatura cálida, sus manos ásperas y callosas por los entrenamientos, sin embargo, para Ino es el toque más sabe que podría haber experimentado.
Itachi acuna su rostro con su mano quiere acercarse lo suficiente para poder sentirla como en su entrenamiento piel con piel, aliento con aliento, frente con frente, pero Ino es más rápida y ella siempre lo ha sido, coqueta, directa y extrovertida porqué sonríe y en un movimiento tan rápido pega su rostro con el de Itachi.
Ino siente la calidez del cuerpo de Itachi emanar y como si fuese un golpe, siente su calor cubrirla, cierra los ojos con parsimonia, está en calma y ella misma desea profundizar el tacto, acerca más su cuerpo y, es solo entonces, que Itachi termina por descender su mano hasta su cuello y la sostiene con firmeza evitando que se aleje, desea el tacto, desea tenerla ahí.
—No quiero que mueras —susurra ella con un ligero hilo de voz.
Itachi sonríe a medias sobre los labios de Ino, puede sentir su calidez, su cuerpo empalmar con el suyo. Todo perfectamente acomodado, como si una parte de ellos se hubiese encontrado.
Itachi con firmeza y raramente con delicadeza toma en cuello y mejilla de Ino para acercarse más, el aliento de Itachi golpea parte de la mejilla de Ino para descender hasta su oreja, una oleada de calor la invade. Es esa misma sensación de su entrenamiento, inhala y exhala, y un intenso golpe en su vientre la hace marearse. Itachi la sostiene con más firmeza y entonces Ino entiende que, el Uchiha sintió lo mismo.
—Debes irte... —dice él con un murmuro y los cabellos de su nuca se erizan.
Un sonido los distrae, Ino extiende su red de chakra para sentir a tres presencias desconocidas. El sonido son las explosiones del papel bomba para saber si alguien viene detrás de ellos.
—Se dieron cuenta de tu ausencia —advierte Ino— son persona de Suna.
No detecta bien la presencia de quienes son pero si sus intenciones.
Itachi asiente.
—Debes regresar —Ino habla sabiendo ya el camino— yo me encontraré con ella, ya debe saber que la busco.
Itachi, sin embargo, no deja de mirarla. Es cuestión de tiempo a que los encuentren y debe evitar que se den cuenta de la presencia de ella, pan comido.
—Descuida sé cuidarme sola —explica Ino guiñando el ojo— esta conversación...
Ino está a punto de irse cuando siente la mano de Itachi tomar su brazo. Observa pacientemente cómo Itachi acerca sus dos dedos de la mano izquierda a su frente y con ligero golpe susurra:
—Será para la próxima...
Ino mira hacia arriba encontrándose con Itachi y una tonta sonrisa, sus ojos cerrados, su cabello bailando al son del viento. Ino ahora —y siempre— lo ha sabido.
Itachi desaparece en un parpadeo y, es entonces, que Ino está convencida que Obito e Itachi no son iguales. Siempre lo supo, pero ahora está consciente que salvando a Sasuke es salvar a Itachi.
—Tú también eres real, Itachi.
¿Debería preocuparse porqué Hinata no ha aparecido en días? Quizás, no la subestima, pero regrésate a Konoha o a sus cercanía no debería de ser un problema, él lo ha hecho y espera haber sido de gran ayuda para que Hinata pudiera ser tan capaz para pasar desapercibida.
El preocuparse lo ha comenzado a estresar de sobre manera, preocuparse por el estado de Sasuke, la ubicación de Hinata y la estadía de Ino es un martirio. Puede sentir la sangre de sus ojos descender por sus mejillas, ha intentando regresar al pasado para poder asegurar la estadía de Ino, algo dentro de sí se remueve porque siente que algo ha pasado, que algo le han hecho.
Itachi toca su sien con un terrible dolor, siente su cabeza taladrar, unas náuseas increíbles y la fuerza física cada vez desaparece.
Intenta tomar entre sus dedos la pequeña tetera con té de jazmín y las pequeñas tazas que Hinata se encargó de traer.
—Espero pueda ayudarle a sentirse mejor —dijo ella con una cálida sonrisa y cosas de color morado dentro de una bolsa, una tetera, tazas, cobijas y un par de cosmos. Ella sonrió más cuando él se dio cuenta del detalle— el color morado puede ayudar —fue lo único que dijo.
Itachi sonríe, Hinata Hyūga es sin duda un alma dulce y siente un pequeño deber con ella, el evitar que salga lastimada entre sus problemas. Hinata parece ni siquiera dudar de lo que dijo, de su historia en cómo había conocido a Ino o peor aún, de la explicación que había de la desaparición de la chica.
Hinata es paciente, amable y tranquila, de alguna forma le recuerda a él y por anécdotas de Hinata, Ino le recuerda un poco a Shisui. Shisui... ellos deben de estar juntos ahora, Itachi se tensa un poco, él le dijo que estuvieran juntos pero eso en absoluto lo hace sentir en calma.
Acaricia el tono morado de la tetera...
Cuando mira a su lado con tal rapidez.
—¿Qué significa esto?
Itachi no se sorprende por la interrupción en su escondite, le sorprende que en ese lugar esté Madara y de su mano derecha sostenga de una manera delicada pero firme el brazo de Hinata.
—Puedes explicarte de mejor forma —habla Itachi sin dejar de sostener la tetera entre sus manos— ¿gustas un poco?
—¿Qué significa? —Repite Obito con molestia sin dejar de sostener a Hinata del brazo—. ¿No deberías estar ocupándote de Sasuke en lugar de beber té?
—Sasuke no me ha buscado —responde Itachi sin mirarlo y sirve tres tazas de té— eso es todo.
—No estoy jugando Itachi —Obito está molesto pero dentro de sí está más confundido que molesto, Itachi puede sentir su confusión de haber querido ya habría matado a Hinata—. ¿Qué pretendes con traer a esta niña aquí?
Obito avienta sin fuerza a Hinata, ella da unos pequeños pasos y cae por culpa de una silla arañando sus piernas en el proceso.
—Hinata —llama Itachi cuando la ayuda a levantarse y revisar que todo esté en orden.
—Hmp... torpe... —habla Obito encontrándose con la mirada confundida de Hinata— no respondiste, Itachi. ¿Qué hacen aquí?
—¿Qué haces tú aquí? —Cuestiona Itachi.
Obito ríe y hace abrir los ojos a Itachi, Obito se da cuenta de lo sorprendido que se encuentra. Se pregunta ¿Qué está pasando con Itachi y por qué tiene una alianza con alguien de Konoha?
Obito es diferente, en el sentido de la palabra diferente. Es el mismo sujeto que recuerda, estoico, simple y con un estado de serenidad envidiable a comparación del otro. Poco silencioso, ruidoso a la hora de jactarse, obsesionado y sobre todo con hambre en atender a Ino porqué aunque quiera disimularlo a observado a Hinata por una fracción de segundo.
—Estoy esperando mi respuesta, Itachi.
—¿Dónde habías estado en todo este tiempo? —Itachi es perspicaz y Obito lo sabe.
—¿Me estás pidiendo explicaciones? —Obito lo mira con desdén, pero Itachi no se inmuta y por el contrario ayuda a Hinata a sentarse con cuidado en la mesa.
—¿Conoces al Clan Yamanaka? —Pregunta Itachi con calma.
—No —Obito es concreto y por un momento mira a Hinata quién ya había preguntado algo similar— conozco su historia como cualquiera en Konoha. ¿Qué quieres, Itachi? ¿Por qué ahora tanta rebeldía?
Hinata lo observa detenidamente, intenta provocar a Itachi, pero con lo poco que lo ha conocido sabe que no es tan fácil. Obito la mira de vuelta y por un momento el negro y el blanco colapsan por un segundo.
Hinata quita su vista avergonzada de inmediato y Obito sonríe debajo de su máscara.
—Contéstame.
Pero Itachi no menciona algo todavía lo mira analizando la situación. Es Madara, pero no es Madara, el actuar es diferente. Es consciente y de alguna forma curioso, algo que la persona en el pasado no es, el otro se jacta se saber todo y tiene poca cordura como ha estado manejando el pasado a su antojo. Es decir, el hombre frente a él es Madara o quién sea.
Hay preguntas, pero ¿es la misma persona? ¿De un tiempo diferente? Se pregunta Itachi.
—Itachi.
—¿Conoces a Ino? —Itachi tantea un poco el terreno si es la misma persona debe tener un poco de noción de quién es ella.
Hinata se sorprende por la naturalidad de Itachi, es deliberado llamarla de esa forma, pero no entiende bien a qué quiere llegar el Uchiha.
—No —responde Obito con calma, ya bastante intrigado por la insistencia de Itachi— como se lo dije a tu... amiga... no conozco a nadie con ese nombre y me supongo es parte del Clan Yamanaka.
Itachi no niega o afirma la información. Entonces, ¿qué sucede?
—No miente —explica Hinata cuando Itachi no pretende comentar algo más, tiene activado su Byakugan— si lo hiciera su chakra tendría una mínima vacilación y no existe.
—Hazle caso a tu amiga, Itachi —Obito se acerca a la mesa en la que está sentada Hinata con un rasguño profundo en su brazo izquierdo debido a la caída, con su mano cubierta en un guante negro, toma entre sus dedos en rostro de Hinata y la mira fijamente, los grandes y blanquecinos orbes lo miran curiosa y con un deje de sorpresa— deja de buscar lo que sea que estés buscando y apégate al plan.
Itachi no quita su atención de la forma en la que Madara toma el rostro de Hinata sin amedrentarla, por el contrario, él se muestra cauteloso.
Itachi se distrae cuando tose y unas gotas de sangre sale de su boca.
—Itachi —Hinata es cuidadosa y no permite que el próximo mareo del Uchiha lo haga caer, lo sostiene con fuerza para ayudarlo a sentarlo en dónde ella se encontraba.
Obito no deja de mirarlos.
—Haz lo que tengas que hacer —Obito se da la vuelta para salir con Kamui— y si tu amiga sabe demasiado conoces su destino.
Obito la mira de reojo para que ella sea capaz de encontrar el color rojizo de su ojo, Hinata está asustada y está a punto de decir algo, sin embargo, Itachi la detiene tomando su mano.
Hinata siente la mano de Itachi demasiado fría no es buena señal.
—Ahora no —responde él.
Una vez que Obito se ha ido y Hinata intenta descifrar qué sucede.
—No es él —dice Itachi mirando por dónde salió Madara— él no se llevó a Ino.
—¿Eh? —Hinata sigue teniendo esas facciones inocentes que siempre ha tenido a pesar de tener ya ser una mujer en toda su palabra—. ¿Qué quiere decir?
—Él no es quién buscamos.
—¿Alguien más se llevó a Ino? ¿Alguien que se hace pasar por Madara? ¿De dónde?
—No de dónde sino de cuándo.
Hinata lo sabe eso cambia las cosas de una forma completamente diferente, mira a Itachi, está cansado y no le queda mucho tiempo.
Solo espera a que Itachi viva lo suficiente para ayuda a Ino y si no tendrá que buscar a otro aliado, y ya sabe a quién tiene en mente.
Muchas gracias por leerme. Espero les haya gustado el capítulo, una disculpa por la demora al escribirlo, tenía la mitad en un mes y tuve bloqueo creativo, y de la nada la idea fluyó.
Quiero decir que retomé el nombre de torpe de un fanfic de mi amiga inari_nun, se me hace un forma linda de Obito llamar a Hinata. No podía evitar escribir de estos dos, ambos ayudan a que la trama tenga más romance y que avance de una forma más rápida. Personalmente, me gusta mucho el equipo que hace Hinata e Itachi para descubrir cómo evitar el caos que se avecina y también las posturas opuestas de Obito e Ino en el pasado, son dos dúos que tiene mucho que dar.
¡Por fin lo esperado! Un momento ItaIno<3 me siento escritora de K-drama cuando se tarda un poco en darse el romance, pero espero me entiendan que, las cosas entre ambos es priorizar otras. Prometo más momentos ahora que las cosas están a punto de ponerse más intensas.
Díganme qué tal les pareció este capítulo.
¿Qué teoría tienen?
Una vez más... ¡gracias por leerme!
Nos leemos. :) <3
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