Fueron pasando las semanas, Gi-Hun siempre apoyaba a Ali y lo ayudaba a entender todo los que los demás decían.

Aunque la mayor parte del tiempo, los vecinos de Gi-Hun, acosiaban el comportamiento extraño de Ali, que podría ser un carisma extraño o simplemente trataba de ser gracioso a su manera.

Mientras que los niños no entendían tanto de la rareza de Ali, ellos simplemente jugaban con Ali y el adoraba a esos pequeños, siempre estaba ahí con ellos, y no le importaba si los padres lo veían raro, no tenia que preocuparse por eso el era feliz así

Gi-Hun confiaba mucho en Ali, aunque eso si no lo dejaba ir al supermercado solo, la ultima vez que lo dejo ir, trajo un monto de cosas duplicadas, el no era de poder ir solo a ninguna lugar.

—Cariño no necesitamos cinco abrelatas.—
Gi-Hun como siempre le tocaba supervisar que Ali no llevara la misma cosa varias veces

—¿Porque no? Tenemos latas diferentes de comida Gi-Hun—
Ali hizo uno de sus pucheros

—Ali Cariño todos los abrelatas son lo mismo—
Gi-Hun dejo los abrelatas en el lugar donde estaban antes

—¿Podemos llevar cereal?
Pregunto Ali apuntando a los cereales

—Si lleva el que quieras—
Gi-Hun le sonrió

Ali fue rápido corriendo a los cereales y tomo uno cualquiera, al final se llevaron solo lo necesario, mientras que Gi-Hun pagaba, Ali metió una bolsa de comida para gato.

—Ali ¿Porqué llevas comida para gato?—
Gi-Hun antes de pagar miro a Ali

—Para los gatos de la calle
Ali le sonrió a Gi-Hun

Y bueno como era de pensarse uno de los gatos, que Ali alimento los siguió a casa y Gi-Hun tuvo que adoptarlo a petición de Ali.