Dedicación para user12371433

Ocho Hargreeves

El tiempo pasó, las estaciones cambiaron y los años pasaron rápidamente. Cuando menos me di cuenta ya habían pasado casi diecisiete años desde la última vez que vi a Cinco, a pesar de haber hecho el trato con la Encargada aún no había señales de él.

Por si se preguntaban qué fue lo que pasó después de irme de mi casa se los contaré, en cuanto acepte su trato llegamos a el lugar donde he estado trabajando todo esté tiempo: La Comisión. Ellos se encargan de mantener la línea de espacio tiempo como debe de ser para que no resulte afectada porque como según dice la Encargada; "Lo que será, será". Ella me ayudó a perfeccionarme en este "trabajo" —si es que así se le puede llamar a esto —y a tomar mis habilidades como ventaja convirtiéndome así en la mejor asesina del espacio tiempo, algo que no es del todo bueno.

—Hargreeves, que bueno que te veo —hablando de la reina de Roma, detuve mi pasó y me giré a mirarla —. Quiero verte en mi oficina, te tengo una misión, pero no irás sola.

Yo solo asentí haciendo que ella se diera la vuelta y comenzará a caminar a su oficina por lo que la empecé a seguir.

—¿Es en serio? —exclamé con fastidio al ver quién estaba sentado en la silla —. ¿Tendré una misión con el homeless?

El homeless o vagabundo, como yo le digo, es un recluta que llegó hace un tiempo. Cuando lo vi por primera vez lucía bastante mal, ropa desgastada, barba y cabello largo y tieso, cara y manos sucias y con bastante apetito, es por eso por lo que lo llamé así además de que no se su nombre ni él el mío ya que la Encargada nos lo prohibió. Con el tiempo se ha vuelto de los mejores reclutas, claro después de mi pues con trabajos me pisa los talones, pero eso no quita que es bueno en lo que hace.

—A mí tampoco me alegra verte baby girl —rodé los ojos ante su comentario pues él me llamaba así por ser menor que él.

—¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así, vagabundo? —dije acercándome enojada —. Tendré solo veintinueve, pero eso no quita el hecho de que sea mejor que tú aun cuando me doblas la edad —sonreí cínica haciendo que él frunciera el ceño.

—¡Ya basta! No los llame para que estén discutiendo mejor tomen asiento —ambos nos miramos enfadados e hicimos caso —. Bien, ustedes dos son los mejores de la Comisión por lo que les asignare la siguiente misión —dijo deslizando un folder rojo por la mesa el cual tomé y abrí.

—¿"El asesinato de John F. Kennedy"? —leí para luego acercarme un poco a mi compañero y leer juntos el caso.

—Así es, pueden irse —hizo un ademán con su mano mientras sonreía. ¿Acaso no se cansaba de sonreí? Me lo he preguntado desde que la vi por primera vez.

Asentimos y salimos de la oficina, ambos nos detuvimos fuera y continuamos viendo el expediente hasta que noté tenía la mirada ida viendo al frente, parecía se había quedado pensativo, algo que me inquieto y dio bastante curiosidad por lo que sin previo hice que una leve luz ámbar saliera de mis dedos y toque con esta su hombro, mis ojos cosquillearon indicando como se tornaban seguramente del mismo color entrando un poco en su mente y lo que vi me aterro. Todo completamente destrozado, como aquella vez en la que tuve una visión sobre Cinco...

—¿Qué carajos? —hablé en voz alta retrocediendo bruscamente mientras analizaba lo que acababa de ver, causando que me mirara raro.

—¿Qué te ocurre bebita? —regresó el tono de burla, pero no le di importancia y lo jalé hasta buscar algún lugar vacío —. ¿Qué te pasa? —exclamó molesto mientras yo cerraba la puerta —. Te aviso de una vez que mi corazón está reservado desde que tengo memoria y con estos modos no vas a conquistarme.

—¿Qué? ¡No! —exclamé con una mueca, miré de nuevo alrededor corroborando que estuviéramos solos y suspiré —. ¿De dónde vienes? —hablé con nervio haciendo que soltara una carcajada.

—Se que esta belleza es de otro universo, pero no es para tanto —dijo un tanto coqueto mientras elevaba el mentón al igual que su ego.

—Estoy hablando en serio, ¿De dónde te recogió ella? ¿Por qué todo estaba en ruinas? ¿Y por qué...?

—¿Cómo sabes eso? —me interrumpió.

—Eso no importa, quiero saber todo ya —lo mire a los ojos seriamente.

Nunca lo había mirado a los ojos, pero su color era realmente lindo, era un verde demasiado penetrante pero hermoso, a decir verdad. No pude evitar recordar los de Cinco, los de él eran idénticos, fue casi imposible no sentir un cosquilleo en mis ojos tras pensar en los ojos de mi amado... Creo que hoy he pensado mucho en él, pero no importa, siempre voy a tener presente la mirada de aquellos ojos que me enamoraron.

Él abrió su boca ligeramente al ver mis ojos cambiar, a lo que yo parpadee repetidas veces para hacerlos regresar a la normalidad. Tras eso sentí como me miraba de arriba hacia abajo como si me analizara para luego soltar un suspiro pesado. Miró a todos lados de nuevo ahora él siendo quien quería confirmar que estábamos solos, se rascó la nuca y cuando la "comezón" que tenía se esfumó comenzó a hablar.

—Bien, pase cuarenta y cinco años de mi vida atrapado en un futuro postapocalíptico —iba a hablar pues comenzaba a tener dudas, pero me interrumpió —. Trate por años de volver con mi familia, pero me ha sido imposible y ahora he estado planeando volver con ellos para detener el apocalipsis y salvarlos.

—¿Y-y tienes algún indicio? —tartamudee analizando todo.

—Sólo uno, pero no puedo hacer nada hasta que vuelva a casa así que gracias a esto —dijo señalando el folder rojo que nos dio la Encargada que tenía en su mano —. Es mi boleto a casa.

—Wow... También tengo que volver con mi familia ahora —exclamé de pronto mordiendo mi labio pensando en un plan hasta que algo se me ocurrió —. Creo que tengo una idea, pero para eso tú irás solo a esa misión, ese es tu boleto y el mío está por llegar —no pude evitar formar una sonrisa.

—¿Y cuál es tu plan? —habló con una sonrisa de lado.

—Ya lo verás...

Narrador Omnisciente

La chica fue rápidamente a guardar sus cosas, o bueno, sus libretas y la última botella que le quedaba de lágrimas, pero no noto que está se resbaló y termino cayendo, aunque no rompiéndose, solo rodo debajo de la cama de dónde se quedaba.

Salió decidida a hablar con la que era su jefa, pero al llegar a la oficina notó la puerta entreabierta por lo que antes de entrar decidió asomarse un poco y vio una escena que no era mucho de su agrado pues vio al "homeless" acorralado contra el escritorio mientras la Encargada trataba de acercarse a él para lo que parecía besarlo, aunque por lo que se notaba él no lo quería. Sin previo aviso, como lo había hecho antes, sus ojos se tornaron ámbar y entro a la mente de él.

—Por favor, que alguien haga algo. Lo que sea. No quiero que nada pase con ella... —leyó en su mente.

Se sentía algo mal por la situación del mayor por lo que tomó la mayor cantidad de aire y abrió lo que restaba de la puerta haciendo que la Encargada se separara de golpe.

—Perdone la interrupción, pero quería hablar con usted —dijo sería.

El mayor agradeció en sus adentros y suspiro mientras que la de cabello blanco la miró con una sonrisa demasiado falsa.

—Dime cariño —dijo tomando asiento en su escritorio.

—Él irá solo a la misión —habló Ocho antes de que el "vagabundo" saliera de ahí.

—¿Qué? —dijeron los dos mayores al mismo tiempo.

—¿Qué es lo que haces? Pensé no se lo dirías —le susurró él algo cerca.

—Confía en mi —le dijo en el mismo tono mirándolo a los ojos —. Tendrá que ir solo porque yo tengo una charla con usted —elevó la voz y le dedico una sonrisa forzada a la mayor.

—De acuerdo, luego terminamos —dijo guiñándole el ojo a lo que él asintió incomodo y salió casi corriendo de ahí —. ¿Ahora que ocurre, cariño? Se que él no te agrada, pero...

—No vine para hablar de él, ¿Por qué no me dijo que habrá un apocalipsis? —la Encargada de pronto soltó el cigarrillo que iba a prender para luego reír y tomarlo de nuevo —. ¿Qué le parece gracioso?

—Así que al fin te diste cuenta, hasta que tú amorcito te lo dijo —la mejor levanto una ceja y la miró sería.

—¿Qué? —volvió a cuestionar pues la comenzaba a confundir.

—Claro, por eso fingían odiarse, buen truco —dio una calada a su cigarrillo mientras Ocho fruncía el ceño —. Oh, espera —dijo exhalando el humo —. No sabías que él era Cinco ¿O sí? —hablo burlona.

En ese momento algo hizo clic dentro de la menor, los ojos similares, el ego siempre alto y el lugar similar de dónde venían, además de que se comportaba a si con ella porque así se comportaba frente a terceros. Su sangre comenzó a hervir y sus ojos se tornaron morados por el enfado.

—Hija de perra... —murmuró haciendo que la Encargada sólo riera.

—¿Ocurre algo? —hablo burlona.

—Así es, lo que sucede es que... ¡Renuncio! —exclamó para salir corriendo de ahí.

De inmediato fue con un rumbo fijo, la sala de maletines. Cada que alguno de los de seguridad trataba de interponerse en su camino le lanzaba algún rayo o lo saca volando fuera de su camino. Al estar cerca de las escaleras solo salto y con ayuda de su poder descendió con cuidado hasta aterrizar sana y salva, pero varios de seguridad la rodearon con armas, ella los miro y sonrió burlona mientras el morado de sus ojos comenzaba a brillar al igual que su pecho, de dónde salió un campo de fuera lanzando a todos por los aires.

Entro decidida por un maletín y atasco la puerta, tomo el primer maletín que vio y lo configuro, pero justo cuando lo iba a abrir para llegar a 2019 la puerta fue abierta abruptamente. Una de las personas de seguridad entró y disparo justo cuando la chica se iba por lo que la bala impacto directo en el maletín mientras ella desaparecía.

—¡Alto! —grito la Encargada entrando —. ¿Dónde está ella? —sonrío al ver que ya no estaba.

—Logro escapar —hablo el que le había disparado a Ocho hace un momento.

—Perfecto.

—¿Por qué nos detuvo? —pregunto uno de los de seguridad frente al escritorio de la mayor.

—La necesitamos en 2019, ¿Cómo puede haber un apocalipsis si no tenemos a nuestras bombas juntas? —dijo con una sonrisa malvada en rostro para luego soltar una carcajada.

Aquí les dejo la introducción de la segunda parte ksjzjwbw.

Si quieren que les dedique algún capítulo no duden en comentarlo aquí.

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