Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

::20::

~Alarick~

Mi mente estaba bloqueada, no podía recordar algún hechizo o algo que me ayudará a detener la hemorragia.

Caminaba en círculos por toda la habitación, desesperado por no saber que hacer. Mis manos y mi varita estaban llenas de sangre y en suelo un camino de gotas carmesí que guiaban hasta la cama, lo seguí hasta dar con ella, tendida sobre esta con su ropa vuelta rojo, y con sus ojos apagados.

Mi propio grito me despertó, fue solo un mal sueño. La luz de la luna iluminaba la mitad de mi rostro, todo permanecía en silencio. Me había quedado dormido cuidando de mi hermana en la enfermería.  Era su segunda noche aquí, la señora Pomphrey me explicó que el desmayo se debía a la presión y estrés que estaba pasando por los T.I.M.O.S, eso fue lo que dijo y lo que prefiero que crea.

Me serví  agua, esperando me mantuviera un poco despierto, no era tan tarde, más el estar todo el día aquí sin salir me estaba matando. Angeline solo despertó unas cuantas veces, necesitaba descansar muchisimo, ni siquiera despertó cuando sus amigos vinieron a despedirse.

Mientras bebía de mi vaso, unos pasos a mis espaldas me hicieron apartar la vista al cielo estrellado. Malfoy se sorprendió de verme tanto como yo a él. 

— ¿Sucede algo? 

Malfoy trago saliva antes de hablar, miro unos instantes a mi hermana. Era la primera vez que estaba tan calmada, que dormía sin importar si el mundo estuviese acabando, su cabello rubio caía como una cascada sobre sus hombros, su piel resplandecia con la luz lunar, Malfoy se perdió en su belleza y serenidad, tanto que incluso olvidó que estaba presente, aclaré la garganta para ganarme su atención. 

— Hay algo que cumplir.  — me contestó irritado, mostrando una botella que sostenía en su mano derecha.

— ¿No lo puedes hacer tu? Creó que es obvio que Angeline no puede.

— Hablo de ti. Edevane, no soy estúpido, se que tu hermana no esta en condiciones y ya hay varios profesores que no me quitan el ojo de encima. — relajó sus hombros. — ¿Podrás? ¿O es demasiado ? — el sarcasmo volvió a plantarse en su rostro.

— Da igual.  — me acerque para arrebatarle botella de su mano.  — quédate hasta que regrese.

— ¿Qué? — me miro con las cejas fruncidas. 

— A veces despierta intranquila, no quiero que cuando lo haga este sola.

— Estas loco, Edevane, no soy un maldito enfermero —lo tome del brazo con fuerza, haciendole perder un poco el equilibrio, quedamos centímetros de nuestros rostros.

— Lo vas hacer, Malfoy.  — Lo vi intimidarse ante mi mirada y la autoridad en que le pedí las cosas. Se solto, acomodo su ropa y se quedó parado viendo a la nada. — No tardo.

Si fuera quizás el primer año conociendolo, nunca me atrevería s pedirle tal favor. Sin embargo, se que no tiene malas intenciones hacía mi hermana, ni siquiera hacía a mi. Probablemente le de igual lo que estemos sintiendo, pero se que Malfoy, no es tan despiadado como creí. 

Subí a mi habitación. Tenía la suerte que no hubiese tantos compañeros en nuestra casa, la habitación estaba sola. Solo nos encontrabamos Malfoy y yo, los demás pasaban navidad en sus casas. Busque en mi pequeño maletín de pociones, un regalo que me otorgó Ares antes de venir, si bien no quisiera nada de el, esto si me estaba sirviendo. Tome el frasco más pequeño que había, lo destape con mucho cuidado, ignorando el olor tan fuerte que emanaba y verti el líquido naranjoso en la botella con sumo cuidado. 

Baje hasta el aula dónde el profesor Horace se encontraba dando clases especiales para los T.I.M.O.S a algunos compañeros que prefirieron quedarse. Al dar por terminada la clase, entré esperando a quedarnos solos.

— Alarick, muchacho. ¿Qué te trae por aquí?

— Le he traído algo señor.  — le entregue la botella decorada perfectamente con un listón gris. — Es agua de miel de pino.

— ¡Excelente, muchacho! ¡Que gratificante! Y ¿a qué se debe el obsequio señor Edevane? — preguntó, tomando la botella en sus manos mientras la examinaba un poco.

— Bueno su clase es mi favorita. Además, se la merece. He aprendido y mejorado bastante gracias a usted. 

— Alarick, realmente me alagas...verás, te contaré algo...

El profesor hablaba cosas que no me interesaban del todo, se dio la vuelta a su mesa de trabajo para acomodar sus utensilios. Aproveche para sacar mi varita y apuntar a su cabeza.

— ¡Obliviate

Horace me miró confundido, miro el aula sin entender que hacía aquí. Supe entonces que el hechizo funcionó. 

— Alarick, muchacho ¿Qué  hacemos aquí?

— Ah, bueno. Terminó de dar sus clases especiales y me contaba...— tal vez era dar mucha información, me arriesgaba bastante pero la curiosidad era más fuerte en mi. — Acerca de mi padre.

— Sí, si...— su semblante confundido paso a ser de gusto. — Ares Edevane, hacía tanto que no pronunciaba el nombre en voz alta. Fue un gran alumno, el más excepcional de mi clase. Y no solo en mi clase, D.C.A.O, hechizos...Aún  recuerdo la primera vez que lo vi entrar a este salón.  — miro a su alrededor con una amplía y soñadora sonrisa.  — El era muy tímido...un muchacho bastante penoso con todos, la mayoría del tiempo sus compañeros lo molestaban, quizás eso lo hizo volverse callado y aislado. Tal vez, el tener talento no siempre te hará ser admirado..

Me quede enredado ante sus palabras, no esperaba estas declaraciones sobre mi padre, ese hombre frívolo, arrogante y temerario.

— Solo ella lo hacía sentir comodo. — tomo asiento en uno de los banquitos altos, mirando especificamente a una mesa en el fondo. — solo Demetria se atrevió a sacarlo de esa soledad. Solo ella logro hacer que creyera que el valía mucho, justo en esa mesa — señalo con su regordete dedo. — fue cuando cruzarón palabras por primera vez. Demetria fue una ravenclaw excepcional, tan amable, tan llena de energía, contagiaba su alegría con solo dar una sonrisa. Eso fue lo que atrapó al solitario Ares, fue entonces que para el, ningún insulto, ningún mal trato lo volvió a hundir. Por ahí lo escuche decir "Ella hace que ser valiente sea sencillo."

A pesar de la credebilidad de sus palabras. La pequeña historia se sentía protagonizada por alguien que no es quien conozco. El profesor miraba con nostalgia y bastante apreció aquel rincón, reviviendo vagos recuerdos. 

— Lástima que ambos tuvieron un terrible final... — su mirada soñadora se apagó. Volviendo a captar mi rostro con sus ojos brillosos y una sonrisa melancólica.  — Eres igual que el.

No supe que responder o que expresión poner, solo me aleje, no sin antes decirle que la botella era enviada por el profesor Dumbledore. Al volver a la enfermería, me sorprendió que Malfoy estuviese ahí, no esperaba se quedará tanto tiempo.

— Tardas siglos, Edevane. 

— Si, lo siento...Horace se puso nostálgico. — respondí al aire. No podía quitar la historia de mi cabeza.  — Gracias por cuidarla...

— Que no vuelva a pasar. — mantuvo su arrogancia, yo solo asentí, acercandome a mi hermana para darle un beso en la frente. Malfoy seguía parado junto a nosotros simplemente observando, sabía que intentaba decirme algo, abrió sus labios pero antes de que palabra alguna saliera de su boca,fuimos interrumpidos por Dumbledore.

Malfoy de inmediato se fue, dejandonos a nosotros tres. El director se acercó con una sonrisa paternal.

— ¿Cómo se encuentra la señorita Edevane?

— Mucho mejor, director...

— Me alegró.  Lo siento también por Celeste, tengo entendido que ella es quien lleva su tutela, no será sencillo pasar la Navidad sin sus nietos.

— Si, bueno...la abuela esta muy bien. — la culpa me causo una jaqueca horrible, sobe ligeramente mis sienes. 

— ¿Sabes? Vengo de hablar con Horace. — la sangre  se me subió s la cabeza.

— ¿Sí? — no supe que contestar, esperaba lo peor.

— Sí, hablamos del excelente desempeño que has llevado en su materia. Horace es un profesor bastante orgulloso de sus alumnos y esta muy contento de tus notas y tus cualidades en pociones. 

Creí que me desmayaria por el cambió tan brusco de emociones.

— Si, bueno. La materia es mi preferida. — no estaba controlado mis nervios, me estaba riendo un poco, algo que hizó acomodar a mi hermana mejor en la camilla, pense que despertaría, más continuó durmiendo. 

— ¿Qué haras Alarick, cuando todo termine?

— ¿Perdón?

— ¿Qué haras cuando termines la escuela? 

— Oh, eso.  — suspire aliviado — Bueno, no se aún que me espera, no lo tengo muy claro.

— Horace estaría gustoso que fueses su sucesor. El siguiente profesor de pociones, tu padre esperaba serlo...lástima que no haya sido así. 

Me mantuve callado al no encontrar una respuesta. No esperaba que la gente supiera quien fuese mi padre, solo me mantiene aliviado que lo crean muerto...

—Alarick lo que nuestros padres fueron o son no determina quienes seremos nosotros. Grábate eso y...podrás hacer el cambio.

Dumbledore se alejó dejándome más pensativo y confundido. Estoy creyendo que el sospecha si no es que sabe todo ya.

— ¿Alarick? 

Angeline me habló con voz cansada, apenas podía abrir bien sus ojos. Le sonreí y acaricie su mejilla. 

— ¿Cómo te sientes? 

— Cansada, ya no quiero dormir más. — se enderezo en la pequeña camilla, bostezando y estirando sus brazos. — ¿Puedes darme agua?

— Claro...

Le serví un vaso de agua el cual tomo lentamente, notaba que le costaba abrir sus ojos. Miro alrededor y luego a las ventanas, se encontraba nevando. 

— ¿Alguien las vio? — acomodó las mangas de su pijama. 

— Descuida, no. — sonreí. — Iré por la señora Pomfrey, supongo que querras irte.

— No te vayas.  — se aferró a la manga de mi sueter. 

— Angeline, no tardaré solo es para...

— No, no quiero. — lágrimas empezaban a bajar por su rostro.  — no me dejes sola.

— Angeline ¿Qué pasa? — me sente a su lado. — Dime.

— Quiero irme a casa, quiero estar con la abuela, quiero que estemos lejos de esto. Quiero vivir como antes...preferiría seguir bajo esa mentira que vivir esta tortura. 

— Estas alterada, por favor, dejame ir por...

— ¡No!

Jamás vi a mi hermana tan aferrada a mi. Se abalanzo a mi pecho, soltando un fuerte llanto, me partió el corazón escucharla llorar de esta forma, la rodee con mis brazos con todas mis fuerzas, y deje que se desahogara. Intento yo mismo detener mis emociones.

— No quiero que te pase nada, no quiero perderte. 

— Pequeña...nunca me vas a perder. — seque una lágrima de mi ojo derecho — Nunca te dejaría. 

—Sí, si algo te pasa sería la única que lloraria por ti, y me quedaría sola en este mundo. — me miro a los ojos, automáticamente empece a secar sus lágrimas.  — no tenemos a nadie, Alarick, solo el uno al otro.

— Y por eso no dejaría que algo sucediese. Angeline, jamás me perdonaría si algo malo te pasará, moriría primero.

Entendí su miedo, sus emociones. No es fácil cumplir con algo sabiendo que si fallas, tu vida y la de quienes aman, corren peligro. 

— Desearía  jamás haber recibido esa carta. Que jamás nos hubiésemos enterado de la verdad. Desearía no saber de esto. — volvió abrazarme.

Escuché un ruido fuera de la enfermería.

— Debe ser la señora Pomprey, iré a ver ¿si? Ya seca esas lagrimas. — bese su frente.

Antes de llegar a la salida escuché los pasos de alguien alejarse, mi sorpresa fue saber que era Malfoy el que nos había escuchado.


Las semanas pasaron y solo nos enteramos de que Ron Weasley fue quien bebió de la botella del profesor Horace,  otra misión fallida. Por otro lado mi hermana se encontraba más controlada, logré preparar algo que vertia todas las noches en su cena, le ayudaba a relajarse y poder dormir, sus amigos también le ayudaban a mantenerse ocupada, agradecía muchisimo eso. 

Más el tiempo pasaba volando y esto me estaba poniendo cada vez peor. La presión y la impotencia de que no se lograba lo que queríamos, aumentaba mucho más. 

— Tranquilo ya Alarick. — me dijo Angeline entrando junto conmigo al gran comedor. Al menos ya se encontraba mejor.

— Aún no sabemos si Malfoy reparó el armario ¿Has ido con el? 

— El puede solo...— dirigió la mirada a su plato de comida. — No habló con el desde mi desmayo. 

— ¿Hay algo entre ustedes? 

— ¿Qué insinúas? 

— Soy tu mellizo, Angeline, se muy bien que hay algo entre ustedes...además, me sorprendió que el fuese quien te llevará a la enfermería.

— Bueno, peleamos y ya, nada diferente. — se encogió de hombros.

— ¿Qué fue lo que te alteró tanto? 

— Solo...— jugaba con su comida — eso ya no importa. 

— Mmm...Bueno, solo te diré que fue a visitarte a la enfermería  y te cuidó.  

— ¿Qué dices?

Malfoy camino atras de nosotros, deteniendose a mitad del gran comedor. De la nada se fue casi corriendo y vimos a Potter hacer lo mismo.

— Problemas, vamos





HE VUELTO, y hago lo posible para que la historia quede bien, pese a que la hago en el celular jaja, no me juzguen es la primera vez que escribo desde aquí.

¿Alguien más quiere un Alarick? ¿No creen que es la cosa más tierna que existe?
Comenten, cual mellizo es su favorito. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro