៚018
La mañana llegó con rapidez. La vibracion del teléfono, lo hizo soltar un bufido. Ya no podría dormir. Al hecharle un vistazo se encontró con el mensaje del vicepresidente. Se incorporo rápidamente y abrió el Chat. El Alfa lo citaba a las 7:10 en el hotel central y pasaría a recogerlo.
¿Era una cita?
No, no era una cita. ¡Es un trabajo del medio tiempo! Resopló, recordando que siempre recibía este tipo de mensajes a menudo. Frunció el ceño, recordando las miles de escenas que han montado para deshacerse de los omegas que estaban detrás del Alfa. Se había ganado mil maldiciones, pero de igual forma miles de muestras de cariño.
Se sentía raro, había sido traicionado incontables veces. Pero, el vicepresidente no lo había engañado.
Llego a hotel donde el Alfa apenas lo vio lo tomó de la mano entrelazando sus dedos. Emano sus feromonas y el solo cerró los ojos deleitándose con el delicioso aroma. Cada vez que lo veía, quería besarlo de nuevo. Desde aquella vez frente a su departamento no se habían besado otra vez.
–Siento haberte hecho venir a la habitación del hotel –dijo cuando ambos se sentaron en el sofá.
Jimin fingió una sonrisa.
–Esta bien. ¿Hoy será el último día?
–Creo que sí.
Desde lo más profundo de su corazón, deseaba que fueran una pareja de verdad. Siendo felices junto a su hijo. Giyoon lo amaría. Cuando más tiempo pasaban juntos más anhelaba tenerlo siempre con el. Pero, ¿sería posible que un Alfa como el lo amara? ¿El no lo había elegido para satisfacer sus necesidades? Tal vez era alguien fácil a quien podía desechar. ¿Por qué no podía evitar sentir esas emociones? Y si se diera la oportunidad y llegaban a salir. ¿Cómo sería su final? No quería imaginárselo. Eran completamente diferentes. Seria peor que antes.
–Señor Park. –el Alfa se acercó.
No sería menos miserable por estar con él. Había un final para todo. ¿Amar? Tan fácil como se enciende, es fácil de extinguir. Después de pasar la noche con él y tener a Giyoon, fingió que no sabía lo obvio. No quería que lo menosprecie y que se lo quitase. Una pequeña discusión es capaz de desatar el mayor de los desastres. ¿Qué podría esperar de esa relación, que tanto anhelaba?
Jimin volteo evitando la mirada del Alfa. No podían estar más involucrados. Antes de que le crezcan más las expectativas.
–Vicepresidente, en realidad. Me casé. –Jimin maldijo por lo que salió de su boca.
–¿Qué?
–Tengo un hijo. Ya no puedo hacer esto, me voy –salió corriendo.
Esto era lo mejor.
Yoongi acarició la puente de su nariz.
–Patético –se maldijo y también salió de esa habitación.
Los días pasaron y Jimin se preguntaba una y otra vez. ¿Te rendiste? Era un alivio, pero había algo que seguía molestandolo y no sabía que era.
El gerente choi le ordenó hacer un documento de aprobación. Y se preguntó si era para el vicepresidente, pero se encontró con la sorpresa de que ya no era necesario ir a su oficina. Era lo mejor, tenía más tiempo para trabajar.
Yoongi no quería verlo. Fue el quien dijo estar casado. Quizás este decepcionado. Eso era bueno. Todo había salido según lo planeado y su lobo lloriqueaba por eso. ¿Por qué se interesaría en él?.
–Vicepresidente. No has ido últimamente al área de marketing. –hablo Hoseok.
Yoongi solo guardo silencio y siguió con los suyo. Hoseok se preguntó por qué estaba tan tenso.
–¿No tenias un chequeo medico el día de hoy? ¿Te gustaría ir ahora?
Yoongi asintio y acepto lo dicho.
Al mismo tiempo Giyoon estaba siendo recogido por su tío Xiumin. Quien lo saludo a otro lado de la calle. El niño saludo y salió corriendo hacia su tío. Sin mirar la calle.
Un auto venía a gran velocidad. El niño entró en shock y cerró los ojos. Minseok corrió en la ayuda de su sobrino.
Un chirrido y un gran impacto se escuchó en aquella cuadra.
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