°🌹Souh Goushin🌹°
Advertencia: Palabras mal escritas con intención.
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El frío viento de la mañana impacto contra su piel desnuda haciéndola estremecer, se removió en el colchón más de una vez en busca del calor de su novio pero todos los intentos fueron fallidos; no quería abrir los ojos a pesar de ya estar despierta. Tanteó con cuidado a un lado de su cama y al sentir lo que parecía una mano sonrió levemente, con delicadeza tomo la mano del chico y la acercó hasta su cintura para incitar a abrazarla, y sin esperar mucho pudo sentir como unos pequeños brazos se aferraban a su cadera, desconcertada abrió los ojos solo para llevarse la sorpresa de su vida; su novio convertido en un pequeño niño.
—¡¿Pero qué?! —logro pronunciar Hayami, no comprendía lo que pasaba, estaba en shock.
Y como si fuera poco en ese momento sintió como las diminutas manos de su novio envolvían su cintura, o bueno al menos lo intentaban, la ojiazul se estremeció de pies a cabeza por dicho acto y un escalofrío le recorrió la espina dorsal, ambos estaban desnudos y eso no ayudaba. Algo tensa trato de separarse del agarre del infante, retirando sus manos con mucho cuidado para no despertarlo y al cabo de unos minutos lo había logrado.
Cogio entre brazos algo de ropa limpia y sin perder ni un solo segundo entro a la ducha, dejando a Souh aún durmiendo en la cama.
Tomo un rápido baño pues sabía que en cualquier momento el pequeño podría despertar. Sin pensar tanto en ¿cómo paso? o ¿por qué había ocurrido esto? lo que ahora en verdad le preocupaba era que haría con él, no podía llevarlo a su casa en esas condiciones. Tendría que hacerse cargo ella —valla suerte que su madre se había ido de vacaciones— pero ¿cómo? no tenía ni el más mínimo conocimiento acerca de niños, no era hija única, tenía un hermano pero se criaron separados por lo tanto nunca antes habia tenido que cuidar de alguien más que no fuera ella misma. Era demasiada responsabilidad atender a un pequeño; entre más lo pensaba más le frustraba.
—¿Mami? —dijo Souh mientras se tallaba sus ojitos.
—Eh no...no —Hayami nego con las manos y la cabeza repetidas veces.
—¿Quien elles? —volvio a preguntar haciendo un pequeño puchero.
La pelinaranja se heló al escuchar la cuestión que el infante le formulaba, ¿ahora que haría?, no podía decirle que era su novia, tendría que inventarse algo y rápido.
—Mmm...eh yo...yo soy tu niñera —fue lo primero que cruzó por su mente.
—¿Hum, mi Niñela? —se dijo asimismo el albino— ¿Dónde está mi lopa?
Oh no, esto no iba por buen camino.
—Eh pues es que estaba sucia y la fui a lavar —contesto nerviosa, a la vez que empujaba con su pie la chaqueta de Souh por debajo de su cama.
—Tengo fio —declaro con los ojos levemente llorosos.
—No, no pasa nada, porfavor no llores —pidio al pequeño en forma de súplica.
A la velocidad de la luz corrio hasta su armario en busca de alguna prenda para vestir a el ojimiel, no muy convencida opto por ponerle un pequeño conjunto de ropa de su hermano menor que por azares del destino encontró.
—Sigo teniendo fio.
—¿Hum?...pues —tomo una manta—, ten cubrete con ésto.
El pequeño solo asintió y se envolvió con aquella sábana, un gruñido por parte del estómago del menor resonó por la habitación.
—Tengo hambe —miro con reproche a la chica.
—Ahhh —solto un suspiro— Ven, vamos a comer.
Dicho eso tomo entre brazos a su ahora pequeño novio y lo llevo hasta la sala de su casa dejándolo en el sillón.
Se dirigió a la cocina y comenzó con lo suyo, no era buena en este ámbito pero ahora Souh dependía de ella y de su poca experiencia culinaria.
Cuando el aceite estuvo lo suficientemente caliente hecho un par de huevos a la sartén y con nerviosismo movió su temblorosa mano para evitar que el comestible se pegará.
Ding Dong Ding Dong
Un pequeño tic apareció en su ojo luego de escuchar el timbre de su casa sonar.
—¡Hay voy! —grito desde la cocina pero al parecer quien estaba detrás de la puerta era un completo sordo, pues no atendía sus palabras.
Ding Dong Ding Ding Dong Ding Dong
—¡¿Por el amor de dios no pueden esperarme ni un solo segundo?!
Se pregunto así misma con molestia.
—¡Oye, Hayami! ¿Estás ahí? —conocía a la perfección esa voz.
—¡¿Dame un minuto, quieres!?
Y lo siguiente que se escuchó fue un grito de horror, cosa que hizo que la chica corría asustada hasta la entrada de su hogar.
—¡¿Que sucede?! —pregunto alarmada, pero en cuando vio la escena dedujo lo que había ocurrido.
—¡Hayami, Souh es un niño! ¡Un niño! —gritaba eufórico Aiger.
—Dime algo que no sepa —replico con gracia.
—¡¿Pero como ocurrió esto?!
—Créeme, no tengo ni la menor idea —contesto ella tomando en brazos al ojimiel y llevándolo de vuelta al sillón.
—¡¿Tú estabas con él?! ¡Deberías saberlo! —riño él apedillado Akabane.
—Por favor Aiger, deja de gritar que me está dando jaqueca —la chica llevo ambas manos a la altura de su frente solo para masajear su cien.
Un silencio se formó después de su respuesta, Hayami dio media vuelta y regreso a la cocina dejando al pequeño Souh y a Aiger juntos.
—¿Tu quien elles?
—Mi nombre es Aiger, Aiger Akabane, ¿no me recuerdas?
—Lo siento, nunca antes te había visto —respondio inocente Souh.
—Oh. A, por cierto a lo que venia —se dijo asimismo el pelirrojo—. Hayami, ¿de casualidad no deje a Aquiles aquí?
—Si, está en la repisa de la televisión —contesto ella sirviendo el desayuno.
—¡Gracias! —agradecio tomando rumbo a la salida.
—Aiger —el mencionado ya estaba un paso fuera de la casa— Por favor, no le digas a nadie acerca de esto.
El contrario asintió con una sonrisa y se despidió de su amiga.
—¿Ya vamos a comel?
Su mirada viajo para abajo, donde Souh tiraba dulcemente de su camiseta.
—Si, vamos a lavarte.
Con una sonrisa en el rostro el albino se había terminado su desayuno. Hayami por su parte estaba completamente sorprendida, tenía bien en claro que no cocinaba delicioso y es por ello que se preguntaba porque se había comido todo sin reprochar de su sazón, lo único que se le ocurría era que Souh tenía demasiada hambre como para darse cuenta del sabor de sus alimentos, si definitivamente era lo más probable.
Las 9 de la mañana ya eran, algo temprano para ella pues siempre solía levantarse hasta las 12.
—¿Y ahola que alemos? —la dulce vocecita de su novio la saco de su trance.
Sinceramente solo quería ir a acostarse otro rato, pero sabía de antemano que le sería imposible conciliar el sueño. Divagando en su pensamientos pensó en alguna actividad entretenida para él y que no la durmiera a ella, al paso de unos minutos dio en el blanco.
Se levantó de su asiento y fue hasta uno de los cajones de la alacena, saco lo que necesitaría y subió a su habitación, el pequeño solo le veía con curiosidad esperando a que regresará.
—Ten ponte esto —hablo la chica captando su atención, tomo entre sus manos el sombrero que le daba y se lo coloco, ella también traía puesto uno.
La de apellido Izumi volvio a la cocina abrió el grifo y lleno lo que parecía ser dos regaderas para plantas, una pequeña y una grande.
—Vamos —lo tomo de la mano y lo llevo hasta el patio, donde se acercaron a una jardinera que estaba debajo la sombra de un árbol.
—Se que te gustan las flores —le extendió la regadera pequeña.
—Si, me gustan mucho, son muy bonitas —declaro con una sonrisa surcando sus rodados labios, Hayami imitó su acción.
El tiempo comenzó a transcurrir y ambos aún seguían dándole mantenimiento a su jardín, estaban en completo silencio, claro cabe mencionar que para nada incómodo.
—Señolita Hayami —dijo Souh haciendo que la antes mencionada se diera la vuelta.
—Tome —le extendió una rosa roja que había cortado— Se parece mucho a uste —y un leve sonrojo pero notorio sonrojo se apoderó de sus mejillas— Es muy bonita —tras decir esto el corazón de Hayami se derretia de toda la dulzura que estaba recibiendo.
Sin previo aviso el pequeño albino le robo un beso en la mejilla a Hayami, vaya que era un atrevido, ante ello la pelinaranja no sabía cómo reaccionar, su cara estaba roja incluso más roja que la rosa que le había sido obsequiaba por su pequeño novio.
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Y hasta aquí el One-shot por su cumpleaños que fue el 9, un día después que el de Wakiya:b y como soy buena persona y en este perfil queremos a todos por igual no iba a dejar pasar el cumple del Souh
(・∀・)
Y ahora algunas imágenes...
¡Feliz cumple Souh!
—Peanut fuera...💕🥜
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