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°🍬Lui Shirosagui🍬°

Advertencia: Uso de palabras altisonantes

Universo alterno.

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San Valentín día para festejar del amor y la amistad, día para convivir con tus amigos o pareja, el día en que nada puede salir mal...pero obvio no era el caso de Hayami.
Todo comenzó a salir mal desde antes que llegara a la escuela, definitivamente hoy no era su día de suerte y si enumeramos todos los malos acontecimientos que le habían pasado no nos alcanzarían los dedos para contarlos; levantarse tarde, no haber desayunado antes de salir de casa, el transporte escolar se retrasó, llegando a la escuela un reporte por la impuntualidad, bien, no eran tantas cosas malas pero aún asi parecía que el día no iba para mejor...

Las clases comenzaron a pasar rapido en el aula de tercer grado, dando paso a el descanso.
Era algo embarazoso ver como todos los demás se entregaban cajas de chocolates o presentes los unos a los otros. Hayami no era el tipo de chica que se sintiera comoda con ese tipo de acciones, pero hoy era un día especial, o bueno eso era lo que la mayoría decía.

La pelinaranja salió del salón con una pequeña caja de chocolates entre sus manos, al principio creyo que era algo completamente absurdo, después de todo ni siquiera podia ver a la cara al chico que le gustaba.
Luego de todos los pensamientos negativos que llegaron a su mente, su valor y coraje tomo partido. Era algo que la caracterizaba, siempre lograba todo lo que se proponía, ella no dejaba pasar el problema; lo enfrentaría a como fuera lugar...pero entonces otra cuestión de adueñó de su subconsciente.

Inmersa en sus pensamientos continuo con su andar, hasta que en un cruze de pasillos choco con algo o más bien con alguien, provocando que los dos cayeran al suelo en una posición algo comprometedora.

—Ayyy —se quejo la ojiazul al sentir un gran peso sobre ella.

—Eso dolió.

Expreso un rubio, con molestia en sus palabras, una de sus manos sobaban su cabeza, aún se encontraba encima de la chica.

—¡Free! —exclamó enojada al ver el "culpable" de su caída.

—Hayami —rechisto y se paro inmediatamente—. Disculpa.

Su rostro seguía reflejando aburrimiento, a pesar de ello le extendió la mano a la chica para que pudiera levantarse.

—No pasa nada, en parte también fue mi culpa —declaró mientras sacudía su falda.

—Estúpidos libros, no me dejeban ver —señalo dicho objeto inanimado, se inclinó y comenzó a levantar todo.

—Hum...—imitó su acción—. ¿A dónde ibas?

—Chris , me ha pedido de favor que los llevará a la biblioteca.

—Te acompaño, son muchos libros, podrías volver a chocar con alguien...

Una corriente eléctrica la hizo paralizarse al recordar que no llevaba consigo los chocolates...o no vaya error.

—¿Esto es tuyo? —cuestionó Free tomando una caja, en forma de corazón.

—¡Si es mío! —los nervios se la comían viva— ¡Free, dámelo!

Hayami intentaba quitarle la caja a Free pero no podía, sabía que la diferencia de fuerza era grande y contra eso no podía hacer nada.

—Así que te gusta Lui.

Y cómo si fuera poco el peliceleste apareció, y... no se encontraron de la mejor forma.

—¡Malditasea!

Grito tirado en el suelo, pues había tropezado con Free ocasionando su caída.

—¿Se puede saber que mierda estaban haciendo? —dijo levantándose y sacudiendo su ropa.

—El suelo estaba triste y nos agachamos a darle un abrazo — contestó sarcástico el rubio.

El peliazul solo chasqueo la lengua.

—Ah, es que tropecé con Free y todos los libros cayeron, lo ayudaba a juntarlos —sonrió nerviosa, tratando de evitar la asesina mirada del peliceleste.

Lui observó fastidiado a ambos chicos y se dio media vuelta sin decir nada.

—Ahhh —bostezó el del mechón rojo—. ¿Me ayudas? —señalo los libros una vez más.

—Ahh...si

Con una sonrisa, que más bien parecía una mueca, asintió.

Un silencio incomodo se hizo presente en el resto del camino a la biblioteca, llegaron a está, y dejaron los libros en su lugar, Hayami camino velozmente a la salida con clara intención de evadir al rubio pues sabía de antemano que esté la iba a hacer todo un interrogatorio, sobre su ya no secreta declaración de amor.

—Oye, espera —y lo que más tenía se cumplió.

—¿Sucede algo? —trataba de sonar lo más normal, aunque en estas condiciones eso era algo imposible.

—No eres muy buena expresando tus sentimientos ¿Cierto?

«Ja, mira quién lo dice»
Pensó, y la verdad tenía razón, quien era él para cuestionarla; un chico antipático, sarcástico de mirada muerta y emociones en la misma situación.

—¿Ehh?...bueno yo...—claramente no era la pregunta que esperaba, y las palabras no acudieron a su boca al igual que los pensamientos a su cabeza.

No sabía que decir, después de todo en sus palabras había verdad, nunca antes se había sentido atraída por un chico, está era una nueva sensación, por lo tanto no tenía tanta experiencia demostrando sus sentimientos.

—Lo sabía —un bostezo salió de su boa—. Ten, lo has olvidado —y con una sonrisa en el rostro ladeó la cabeza.

—Lui tampoco es bueno expresándose, no, más bien es pésimo —corrigió—. No es igual a ti, no es alegré u optimista, pero desde que lo conozco siempre ha dado lo mejor de sí —alzo los hombros restándole importancia.

La chica solto una risita a la declaración del chico, esté la vio encarando una ceja.

—Free, ¿porque me dices ésto?

—¿Hum? No lo sé, talvez pensé que te daría el valor suficiente para decirle lo que sientes.

—¿Encerio? —se quedó perpleja ante sus palabras, Free dando consejos se amor, esto es algo que no se ve todos los días.

Al paso de unos minutos, comprendió el mensaje que el rubio le daba entre líneas.
Sintió como si un balde agua fría impactará contra su ser, ahora lo entendia. Si Lui podía dar lo mejor de sí y nuca se rendía, ella también podría hacerlo.
Al principio creyó que iba a ser fácil, solo entregar la caja y ya, pero no, vaya que estaba equivocada, no sé trataba de solo eso, había que demostrar lo que sentía y talvez la palabras no saldrían en el momento pero al menos daría su mejor esfuerzo.

—Suerte con los chocolates

Se despidió y con paso lento avanzó hasta perderse entre los tantos pasillos del instituto al que asistían.

Hayami aferro con sentimiento la caja de chocolates a su pecho.

—Gracias Free —susurro hechando una última mirada a por dónde se había marchado el chico, le estaba muy agradecida, le había hecho abrir los ojos, e internamente bendicio el momento en el que chocaron.

Bien, después de todo lo que pasó era hora de decir lo que sentía, estaba más que segura, no había rastro de duda en ella ante lo que estaba a punto de hacer.

Caminaste por toda la escuela es busca del peliceleste, pero ni rastro de él, vaya el día sí que estaba en su contra.

Desilusionada se resignó de buscar a Lui y entró a su salón, de nuevo las clases pasaron como de costumbre, lentas pero demasiado lentas, sin ningún problema o alguna interrupción.

Ring, ring, ring

Y ahí estaba de nuevo, aquel sonido irritante pero causante también de satisfacción, era fin de semana y el lunes no habría clases. La pelinaranja tomo sus cosas de la banca, las aguardo y sin esperara ni un minuto más salió del aula con aquella caja de chocolates en mano, la cual le habría traído tantos problemas.

—¡Hayami senpai! —gritaron su nombre desde una ventana, ya se encontraba fuera del campus.

—Drum, ¿qué sucede? —preguntó  cuando su compañero de clase menor llegó.

—Free...senpai, Free senpai...ahh...—estaba muy agitado, trataba de hablar pero su esfuerzo por correr lo había dejado sin aliento.

—¿Free senpai...? —repitió su frase para que el siguiera.

—Free senpai la estaba buscando... —completo la oración el pequeño rubio.

—¿A mi?

Se señalo a si misma, preguntándose porqué razón querría verla.

—Si, el sigue dentro.

—Ohh...está bien, gracias Drum — agradeció con una sonrisa de amabilidad en su pálido rostro.

—D...de nada Hayami senpai —susurro con un sonrrojo en sus mejillas.

Y ahí iba Hayami, de regreso a la escuela, rogaba por que fuera algo importante.

Con pesadez en sus pasos llegó hasta al aula de Free, él se encontraba guardando sus cosas y apunto de salir del salón.

—¿Qué pasa? ¿Para que me buscabas?

La chica estaba algo disgustado y una mueca estaba impresa en su semblante.

—Ahhh Hayami —nego con la cabeza repetidas veces, una medía sonrisa se formaba en sus labios.

—¿Acaso mi sufrimiento es gracioso?

—Solo para mí. Ven, vamonos —la  empujó hacía la salida del aula.

—¿A donde vamos?

—Se que no le has dado los chocolates a Lui, así que vamos a su casa.

—Pe...pero... —tartamudeo.

¡¿Ir a su casa?! No eso si que no, si no podía ni verlo a la cara mucho menos presentarse en su casa y peor aún,
¡A entregarle una caja de
chocolates!

—Nada, además no lo hago solo por ti.

«Si, ya era demasiado bueno para ser verdad»

—Aver si así deja de joderme —susurro  él.

En la escuela se corría el rumor de que Lui andaba tras Free, claro, tratándose de Lui ya han de aver imaginado el escándalo que se armo cuando dicho chisme llegó a sus oídos —a pesar de que fuera verdad—

Los dos tomaron la estación del tren y el silencio sepulcral se hizo presente una vez más, la pelinaranja ya estaba más que acostumbrada a la actitud de su vago amigo así que trato de no tomarle importancia y/o incomodarse por la situación.

Luego del largo camino ya estaban frente la puerta de la residencia
Shirosagui, Hayami simplemente se  quedo en shock.

—Vamos, ¿que esperas? —vaya ánimo que le daba Free, quien se encontraba tumbado bajo la sombra de un árbol, bien podría pasar desapercibido por un vagabundo de la ciudad.

—No, no puedo hacerlo —murmuro  para si misma, sin embargo Free logro escuchar y a paso lento se acercó.

—Deja de perder el tiempo y hazlo — su voz tranquila paso a ser demandante.

La actitud de Free tenso ferozmente a Hayami, ella solo jugaba nerviosamente con sus manos.

—Suficiente —rechisto acercándose a la pelinaranja y sin previo aviso presiono el timbre de la puerta—, no era tan difícil.

—Free...gracias por todo —agradeció y en un descuido por parte del chico, Hayami le arrojó la caja de  a la cara y se hecho a correr.

—¡Hayami, espera!...Ahhh —soltó un suspiro al ver que desapareció de su campo de visión—

«¿Fui muy duro con ella?»  Aquella cuestión acaparó su subconsciente.

—¿Free?...—se escucho desde la puerta la cual estaba siendo abierta por un peliceleste, un leve sonrojo aparecio en el rostro de este al ver la caja de chocolates que traía el rubio.

—¡¿Ehh Lui?!...Mierda —susurro esto último.

Si bien, haber corrido no fue la mejor decisión que Hayami pudo tomar pero en ese momento tus piernas flaquearon y lo único que se le ocurrió hacer fue irse de ese lugar, con un enorme sonrojo en sus mejillas.

El martes tendría que darles una disculpa a los chicos.





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Hola, espero que les haya gustado el capítulo. Bueno les aviso rápido, ya no estaré actualizando seguido porque regrese al colegio —más bien mañana— y pues las clases en línea y todo el rollo me va a dar una jaqueca:'( sin mencionar que ando corta de inspiración:'/
Bien creo que nada más era eso, suerte a todas las personitas que ya van a entrar al colegio, ¡vamos! ¡si se puede, si se puede! Ya saben si algo en lo que les pueda apoyar un mensajito y corto les caigo. Sin nada más que escribir me despido de ustedes cacahuatitos hermosos.



—Peanut fuera...🥜💕

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