Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 50


El video se reprodujo.

— Hola chicos. Mi nombre es Amanda Speerling, tengo 27 años y tuve un mal presentimiento desde la primera vez que me encontré con mi villano. Decir su nombre ahorita podría significar muchísimas cosas respecto a que estan mirando este video que le encargué a Gideon que compartiera en el momento en que yo muriera y todos estuviera presentes. Bueno, esta es mi historia.

» Yo era muy pequeña cuando supe lo que era el rechazo familiar: mi madre bilógica y mi padre adoptivo no me querían simplemente por haber tenido una mancha en mi historial. Era hija de él. Aquel que en alguna parte de mi vida, me la arrebató. Pasé por muchísimas inseguridades, odio, rechazo y todo empeoró cuando perdí a mi hermana por primera vez, por lo que tuve que aprender a vivir prácticamente sola y por mi cuenta empezando a trabajar manteniendome. Comprando mi propia comida porque con las personas que estaba jamás volvieron a compartir comida conmigo.

» Al cumplir los veintiséis podía decir que era libre. Había ahorrado de mis dos trabajos en México y por fin podía continuar mis estudios por dos años en Ciudad Central, donde yo pasaría una vida normal sin involucrarme en algo que bueno, fuera literalmente imposible. Ahí los conocí.

» En CCPD escuchaba incoherencias, había llegado tras un robo en mi apartamento. Miré a Cisco por primera vez a los ojos sin saber que sería aquella primera vez en la que yo conocía a mi primer amor. Después subí al autobús equivocado conociendo a una persona en especial que me delataría diciendo que yo estaba escapando de prisión, cuando fue una mentira y yo quería comer algo. Ahí ocurrió el inicio de toda la loca historia.

» Me encontré con mi mejor amigo Wally. Quien besé tras sentirme incompleta, se que estuvo mal porque de inmediato me separé, pero supe realmente que lo que me faltaba era una clase de afecto que tardé en encontrar en la persona indicada, para ese entonces apenas conocía a mi segunda parada quien sería el primero en entrar en mi corazón.

» Cisco; Lo primero que miré de ti fue tu hermoso cabello envidioso, jamás había conocido a alguien que lo tuviera mejor que el mío. Lo segundo fueron tus ojos profundos. Lo tercero, tus chistes. Después todo ocurrió, nuestro primer beso fue en un baño de mi universidad al que se te cayó el pie al inodoro, intentamos cubrirnos de saber que un chico nos había encontrado. No me había percatado, hasta que fui caminando a mi propia aula y me di cuenta que nos besamos. Nuestra duró poco, pero fue lo mejor que pude haber tenido porque me di cuenta de que tú fuiste mi primer amor, la primera persona de la que mi corazón latió.

» Barry; uno de mis velocistas favoritos. No tuvimos el mejor inicio del mundo, no te culpo, creo que sentiría lo mismo si no tuvieras control de tus poderes y se controlaran por las emociones y cuando te enojaras hicieras temblar todo el lugar, claro está. Me ayudarte Barry, cuando no tenía a nadie. Ni mis padres, mi novio, mi mejor amigo..., había perdido a cada uno que sentía que yo ya no hubiera podido con más, fuiste mi consuelo, fuiste los brazos que necesitaba y por eso siempre estaré agradecida.

» Nora West-Allen; por ahí dicen que fui tu tía favorita, la tía Dybs que todo el mundo quiere ¿no? Pues no mentiré en decirte que fue demasiado descabellado cuando llegaste diciendo que eras del futuro. Te juro que pensé que ya había visto todo, pero no y no puedo quedar más sorprendida de que yo ya te quería incluso antes de estar en el vientre de Iris, tus bonitas palabras, tu sonrisa, es como si te conociera de muchísimo. Por favor, jamás me olvides ¿quieres?

» Harry; jamás creí que conocería a un hombre que volviera locas mis hormonas, ¿sabes? Me vuelves loca Wells. Cuando me dijeron la versión mala con tu rostro, créeme que casi se me sale la baba de solo pensarlo. Pero bueno, ese es otro tema ¿no? Te diría que eres como un padre, pero la verdad es que sería casi incesto , por lo que digo ahora que has sido ese compañero al que le contaría todo, con el que puedes tener conversaciones de madrugada, al que ouedes escuchar hablar y no importaría si no entendiera nada, porque tú eras tan buena persona que me lo hubieras explicado. Daba risa cuando te enojabas y lanzabas cosas. Eres un confidente, un buen aliado, y bueno, tu hija me conoce y dice que no hay ningún problema en que sea su madrastra..., en fin. Jamás dijo eso. Harry, nunca terminaría de hablar si te contara cuan importante te volviste para mi, por favor, sigue usando bien tu cerebro, eres alabado.

» Randha; mi bebita hermosa que vería crecer. La pequeña que aún no tenía pero que ya amaba mucho antes de poder conocerte desde la emoción al saber que te tendría hasta el nacimiento. Puede que al principio no quería ni creerlo porque me dijeron la noticia de que jamás te tendría, al menos, esa fue la noticia que yo recibí que al enterarme, me dió mucho miedo, pero Randha. Yo te amo. Te amo ahora y te amaré siempre incluso antes de conocerte ¿sabes? Te amo.

» Marcus; mi pequeño bebé, ese pequeño bebé que tiene un parecido increíble a su padre. A ti tampoco te he conocido aún, pero muero por poder hacerlo. Muero por cargarte en mis brazos y decir que has sido mi pequeñito siempre; contarte historias de cuando te conocí de adulto, todo un hombre enamorado de la hija de tus tíos que en sí no son tus tíos, pero lo que más importa es que sepas que, jamás creí enamorarme de ti y de tu hermana hasta ahora. No saben cuan importante son en mi vida.

» Ralph; te conocí y te amé en ese momento. Te amé y jamás me detuve a pensar que era aquel extraño sentimiento al ver que el alcalde te disparaba y que yo no pude haber hecho nada. Jamás olvidaré aquel sentimiento de miedo y temor por perderte aquel día. El sentimiento de culpa y el sentimiento sobre el poder querer ser alguien importante en la primera discusión con Barry. No podía hacer nada. Después te perdí, pensé que jamás volvería a volver a ver esa hermosa sonrisa, o tu nariz que se mueve cada vez que "hueles" el misterio, tu mandíbula, tu barbilla, tus ojos cautivadores, simplemente creí que habías muerto para siempre y lo que más me asustó fue que jamás te dije mis sentimientos en ese momento, me arrepentí tanto de no haberlo dicho ahí mismo, aunque despues me dio miedo con la típica frase "¿y si no?". Te volví a ver, lleno de vida. Casi te vuelvo a perder, pero no lo hice; jamás se fue aquel miedo de jamás volverte a ver con tus ojos abiertos o contando chistes en momentos serios. Ralph, te amo como no tienes ni la maldita idea. Has sido mi verdadero amor y por eso estaré eternamente agradecida.


























RALPH


No había latido, estaba seguro. ¿Estaba seguro? Bomb. Silencio largo. Bomb otra vez. Lo supe.

— ¡Sigue respirando! ¡Flash!

Barry la tomó en los hombros, era noticia local que Explosive había sido atacada; Wally me agarro del brazo llegando al hospital rápidamente y fue ahí donde miré como Amanda estaba siendo llevada probablemente a cirugía con sus ojos cerrados.

Nos quedamos en la sala de espera, Cisco estaba de pie a un lado mío mientras yo me encontraba sentado jugando con mis manos, rezando a quien sea que fuera necesario para pedir que ella estuviera bien. Barry se acercó con un café entregándomelo, pero no pude digerir ni una gota hasta saber qué había ocurrido con ella.

— Ralph, te traje tu auto — Wally llegó entregandome las llaves de mi auto—. ¿Aún no hay noticias?

— Nada — Dije mirando un punto fijo en la pared.

— He avisado a las Leyendas — Me dijo mientras sentía como ponía una mano sobre mi hombro —, Mick dijo que vendría en algún momento. Amanda es fuerte y lo sabes.

— Creí que la había perdido, dió su último suspiro y sus ojos..., vi como su alma se iba de su cuerpo — Miré a Wally con lágrimas en mis ojos.

— Ella estará bien.

Y así transcurrían los minutos. Yo pensaba en cada momento feliz que tuvimos, pero mi mente era tan traicionera que comenzaba con los malos recuerdos, recordaba todas las veces malas que la llegué a perder aunque fuera por unos momentos, Amanda no ha sido verdaderamente feliz y no quiero dejarla morir sin haber estado feliz conmigo. ¿Fue feliz conmigo? Maldita mente, claro que tuvo sus momentos felices, juntos, cada beso y caricia que nos dábamos, los "te amo".

Amanda sí fue feliz, podrá haber tardado, pero estoy seguro que sí fue feliz en su momento con cada uno de nosotros, estoy seguro que fue feliz conmigo porque yo sí fui muy feliz con ella.

Su sonrisa, las arrugas debajo de sus ojos al hacerlo. Sus ojos brillosos al verla, sus labios rosados, cada risa, carcajada, sus manos entrelazadas con las mías, cada beso, cada mirada. Mierda.

La perdí muchas veces, pero perderla para siempre era una cosa diferente a que ella volviera a la vida para seguir viéndola. No podía perderla, no ahora. Pero parece que las plegarias hacia el mundo no se estaban a mi favor el día de hoy cuando miré al doctor con aquella mirada que entiendes que hicieron todo, pero no se logró por completo. Me levanté sin expresión porque sabía, yo lo sabía, sentía dentro de mí que esto había sido todo, que había terminado.

— Las heridas de la señorita Speerling eran demasiado graves, intentamos lo que pudimos...

Entonces cerré mis ojos sintiendo algo correr por mi mejilla; di media vuelta para irme de ahí sintiendo las miradas de todos los presentes. Me llamaban o al menos es lo que creo, escuchaba mi nombre como si tuviera los oídos tapados y no pudiera escuchar bien, atrapado y ahogado.

Llegué a mi auto, abriendo y cerrándolo con fuerza mientras tomaba el volante con todas mis fuerzas posibles, podía sentir mi rostro hervir de ira hacia una persona en lo principal, las lágrimas rodaban por todas mis mejillas y las limpié con dureza, golpeando el volante jadeante ante el llanto. También grité. Grité porque sabía que era definitivo.

La puerta de la pequeña cajuela se abrió tras un golpe captando mi atención una extraña bolsa. La tomé entre lágrimas, sorbiendo mi nariz sacando lo que había dentro. Sabía lo que era, pero no quería saberlo. Le tomé una fotografía para mandárselo a Caitlin quien me contestó rápido aquella duda.

"Son pruebas de embarazo en positivo, ¿por qué preguntas? ¿De quién es?"

"Una amiga, gracias Cait."

Al dejar mi celular en el asiento, me puse a analizarlas recordando el día en que Amanda había tomado mi auto, son de ella. Amanda estaba embarazada.

Me sobresalté escuchando como tocaban el vidrio del auto, Randha y Marcus entraron después, Randha enfrente y Marcus detrás de Randha en el asiento trasero, les sonreí guardando las pruebas de embarazo en la bolsa dejándolas debajo de mi asiento, ellos no sabían la noticia de Amanda aún y tenía que ser yo el que se las dijera.

— Papá — Randha dijo —. Algo le pasó a mamá ¿cierto? — Le miré sintiendo un dolor en mi pecho, se parecía tanto a ella. Tragué saliva, mis ojos se humedecieron porque batallé un poco en poder verla bien.

— Cariño..., Amanda — Negué viéndola, ella asintió viendo hacia enfrente, pude notar una lágrima caer por su mejilla.

— ¿Sabes qué significa, verdad? — No entendí a lo que se refería, ella giró a verme—. Significa que nosotros nunca existiremos, moriremos pronto, es como si ella nunca nos hubiera tenido.

— ¿Qué? — No había pensando en eso, negué rápidamente—. No, ustedes estarán bien. Deben ir con Gideon, para seguir aquí, no arruinaría su línea temporal.

— Papá, la línea temporal ha cambiado dos veces — Marcus se escuchó serio, como si supiera lo que pasaría, me preocupaba el que estarían pensando—. Con la llegada de Nora diciendo que no podían tener hijos, aprecimos nosotros y cambió la primera vez, la segunda fue cuando Malcom hizo lo que hizo.

— No sé qué hacer, no puedo perderlos a ustedes también— Dije mirando el volante, tomándolo con fuerza.

— No tenemos miedo — Escuché a mi hija —, estaremos bien papá, solo una cosa — Cerré mis ojos soltando un suspiro —. Por favor no nos olvides.

Cuando dijo eso, sentí mi corazón añicarse. ¿Cómo podría olvidarme de ellos? Jamás. Cuando giré a verla para abrazarla junto con su hermano, ellos ya habían desaparecido. Mi pecho dolió, se quebró más. Pensé que no podías sentir tanto dolor, creí que era imposible, creo que todos en algún punto de nuestras vidas pensamos que no nos dolerá tanto una muerte, hasta que ocurre. En especial de una persona que amas, en mi caso, tres.










El servicio funebre fue al día siguiente, yo no me he atrevido a verla, porque verla era poner fin a nuestra historia y no quería. Aún pienso que ella va a entrar por la puerta de su hogar, del mío, del córtex cuando estemos todos esperando a una típica reunión, no se siente real, ninguna muerte se siente real.

La muerte no tiene sentido.

— Ralph, ¿cómo te sientes? — Frost llegó a mi lado, yo bebía un vaso de whiskey mientras tenía una cajetilla de cigarrillos frente de mi. Suspiré mirándola—. Bien, pregunta estúpida.

— No estoy preparado — Fueron las únicas palabras que dije.

— Vino mucha gente, incluso sus alumnos. Trajeron flores blancas y otras de color morado, ya sabes, porque...

— Ese era su color — Le miré dejando el vaso de whiskey en la barra para abrazarla —. No quiero decirle adiós.

— Nadie quiere, Ralph — Ella me abrazó por unos segundos, se convirtió en Caitlin de nuevo, me separé para verle con una sonrisa ladina—. Killer Frost y yo estaremos aquí para ti en lo que necesites.

Asentí para salir tomando su mano directo hacia la asamblea donde velarían a Amanda a cuerpo presente, una enorme imagen adornaba el lugar, aquella imagen que una vez le tomé en su universidad, la que ella encontró y le tuve que platicar de mi momento acosador, pero ella se veía feliz.

Al entrar pude ver a los presentes, parecían ser admiradores de ella o al menos, de Explosive. Sonreí tiernamente al ver a los niños que dejaban una pequeña flor morada a sus pies del ataúd. Yo fui caminando por el pasillo central captando la atención de todos, giré cuando llegué enfrete viendo a todos. Noté a Alex que estaba ahí, se acercó y me abrazó con fuerza, respondí.

— Lo siento tanto, lo hago — Ella dijo.

— Gracias.

La puerta se volvió a abrir dejando ver a una señora mayor, acercándose a pasos lentos lado de otro hlmnre mayor. La gente platicaba entre ellos mismos mientras yo veía como se acercaban, Barry se puso a mi lado.

— ¿Quiénes son?

— No lo sé.

— Oh Dios — Dijo la señora neutral, reconocí la voz de inmediato, Amanda no hubiera querido que estuviera ahí—. Finalmente ninguna carga.

— ¿Disculpe? No puede decir eso de ella aquí.

— Tú debes ser Ralph Dibny, el novio o lo que sea que hayas sido. ¿Sabes? Deberías de sentirte aliviado de que ella finalmente esté muerta, era una terrible carga, una mala hija, y peor cuando te enteras quien era su verdadero padre.

— Malcom también está muerto — Dije, para que supiera, aunque sabía que no le iba a importar. Pero no puedo creer que su propia madre la odie tanto.

— ¡Aleluya! — Dijo a los vientos, captando la atención de algunos presentes —. La maldita bruja con su padre muertos al fin. Si murió es porque ella lo merecía.

— Largo — Dije entre dientes sin pensarlo —. ¡Largo de aquí! — Grité. La señora sonrió melancólica retirandose junto con el señor quien me miraba con odio, pero no tanto del como estaba yo.

— Todos deberían de estar felices de que esa niña idiota sin futuro muriera — La señora dijo antes de salir del lugar, suspiré negando y alejando mis malos pensamientos sobre que ella se hubiera muerto de lugar de Amanda. Pero la muerte no se le desea ni a tu peor enemigo.

— ¿Malcom murió?— Escuché la voz detrás de mi, miré a Barry negando.

— No, solamente lo dije para ver su reacción. Ella se verdad amaba a Malcom, pero al parecer, solo fue por un momento porque pude ver su rostro aliviarse.

— No puedo creer que solo vino desde México a decir al felicidad al saber que su hija murió.

— La odio.

A lo lejos miré a Cisco entrar al lado de Las Leyendas en especial de Mick; intercambiamos miradas y se acercó sin dudarlo, yo di unos pasos quedando frente de él, soltó un suspiro abrazandome con fuerza.

— Lo lamento, sé lo que significaba para ti — Fueron mis palabras, él se separó y pude ver sus ojos húmedos.

— Ella significaba para mi, pero para ti lo fue. Ella te amaba, pude verlo en sus ojos y en su rostro cuando el maldito bastardo de Malcom te clavó aquella extraña espada. Bro, ella estaba enamorada de ti.

— Y yo lo estaba de ella.

El servicio continuó, cada uno dijo algunas palabras a ella; yo sería el último después de Cisco, pero no quería decirlo o mas bien no podría decirlo porque nunca sé cuales serían las palabras perfectas. Sentí mi corazón latir a mil por hora, mis últimas palabras, mi adiós. Mi final.

— Amanda Carolina Speerling, hubiera sido futura de Dibny — Comencé, relamiendo mis labios viendo a cada uno de forma rápida, miré hacia el ataúd con su cuerpo en él, pensando en que abriera los ojos de una vez no teniendo suerte—. Ella vino hace dos años a estudiar sin saber lo que tendría en el futuro. Claro, se escapó de la policía porque tenía hambre y yo le acusé — solté una leve risa —. Les juro que parecía que había escapado, aunque también le compré un café junto con el boleto de autobús.

La gente se rió un poco.

— Ese día, fue el día en que obtuve mis poderes. Los de ella se simplemente se activaron. Llegué a los laboratorios y pude conocerla mejor. Era alegre, se preocupaba por la gente que ni conocía, cariñosa, y recuerdo que adoraba las gomitas con mucha pasión. También a Harry lo amaba mucho, a ese guapo hombre que anda sentado por allá — Señalé a Harry quien sonreía ladinamente —. Le decías algo frente de él y Amanda simplemente miraba con baba cayendo al hombre.?

» Ella era buena persona, ¿saben? Creo que cuando la vi sonreír en ese momento cuando me dijo que le gustaban las gomitas con chamoy, lo supe. Supe que ella sería mi mujer algún día, aunque perdí esperanzas al ver que estaba con Cisco. No queria admitirlo, pero me había perdido en sus ojos y el sonido de su risa. 

» Si hablara de lo feliz que me hacía estaríamos aquí durante un gran tiempo. Aún recuerdo la primera vez que nuestros labios se tocaron, ¿saben? Creo que jamás había sentido una chispa como esa. — Dije mientras miraba mis pies y rascaba mi ceja —. Amanda vivió 27 años, pero los vivió con emoción, trabajo y ganas de salir adelante. Así que, por Amanda.

Alcé una copa que estaba a mi lado, todos hicieron lo mismo con la bebida que tenían en sus manos. Me acerqué a ella para acariciar su mano, sonreí viendo el anillo en su mano izquierda, me había dicho que sí. Besé su frente entiendo que era hora.

— Gracias Amanda, hasta pronto, adiós. 



















FIN.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro