Capítulo 39
— Déjame ver sí entendí todo — Cisco talló sus ojos y después me miró —, tuviste un sueño donde escuchas decir a Malcom que es tu padre.
— Sí.
— Pero fue un sueño.
— Sí.
— Algo que no es verdad, lo soñaste, no pasó...
— No sé.
— ¿Cómo no vas a saber, Amanda? Aunque, si te soy honesto, me encantaría escucharte con un apellido de chico malo.
— Cisco...— Suspiré para negar, levantandome de la silla de la que me encontraba para caminar por todo el córtex. Había llegado temprano, Ralph se había ido con Randha y Marcus por un helado, creo que se quedaron en su casa desde anoche y auntno llegan—. Sé que es una locura, pero lo soñé y lo sentí tan malditamente real.
— ¿Sabes qué es real?— Se acercó tomando mi mano para alzarla a su mejilla y la tocara, también con su cabello —. Esto sí es real.
— ¿Y si también mi sueño es real? — Él negó girando sus ojos con un seño de fastidio total—. Tendré que preguntarle, buscar respuestas.
— No puedes ir a hablar con un supervillano sólo porque sí ¿sabes?
— ¡No es sólo porque sí!— Dije alto, en eso llegó Ralph con los chicos quienes nos miraron confundidos, si era honesta parecíamos pareja de recién casados—. Hola chicos — rasqué mi ceja.
— ¿Qué sucede? — Preguntó Ralph.
— Le estoy contando sobre mi sueño con Malcom...
— ¿Malcom? ¿Malcom Blake? — Cisco, Ralph y yo giramos a ver a Randha quien había dicho aquello, parecía que lo conocían.
— ¿Sí? Supongo.
— Malcom Blake fue quien mató a nuestra tía Ana como mil veces ¿no? — Rió, pero no una risa graciosa, mas bien una molesta con odio. Asentí —. ¿Por qué soñaste con él?
— Oh bueno — Dije mientras jugaba con mis manos y me acercaba a ella —, tuve un sueño de una bebé que era yo, en los brazos de Malcom. Después apareció frente de mí como una adulta diciéndome «hija».
— Raro — Marcus dijo —, pero podría ser una pista de que Randha sea hija de Malcom, tienen un leve parecido — Miré con atención a Marcus, sentí un escalofrío correr por mi espina dorsal, miré a Ralph quien también me miraba con una ceja alzada—..., pensándolo bien, sería mas como un abuelo, un abuelo bien arreglado y muy guapo.
— Marcus — Randha le dió un golpe en el hombro algo molesta por las palabras, yo respiré un poco recordando la vez en la que Randha me dijo que iba a concebirla—. No creo que sea algo ¿o sí? Si fuera tu padre, creo que ya lo hubiera hecho saber.
Cuando cumpla veintiséis.
Hice una mueca al escuchar esa voz en mi cabeza, la toqué y rápidamente Ralph apareció a mi lado; el ardor era algo fuerte, pero fue pasajero hasta que abrí mis ojos mirando a todos con sus gestos de precaución.
— Para saberlo tengo que ir a preguntarle.
— No, definitivamente no.
— Ralph...
— Ese hombre es un villano, aunque te ha salvado dos veces, pero es malo, te ha atacado...— Tomé sus mejillas y me acerqué a besarlo lentamente, me separé segundos después mirándolo.
— Iré, estaré muy bien.
— Entonces iré contigo.
Ralph estaba dispuesto a ir conmigo, pero yo no lo iba a permitir. Mientras caminamos por el pasillo de los laboratorios, me detuve frente a la entrada de la mini-prisión que tenían de los metahumanos. Él también se detuvo, pero no iba a arriesgar al hombre que yo quería.
— Ralph — Susurré para verlo, él bajó su mirada —. ¿En serio quieres acompañarme?
— Siempre lo haré, no importa las circunstancias en las que estemos — Él me miró, entonces tomé sus mejillas para juntar sus labios contra los míos en un beso apasionado, pero que mostraba realmente todo lo que sentía por él.
— Lo siento...
— ¿Por qué?
Cuando nos separamos de imprevisto, yo usé mis poderes para empujarlo hasta el cubículo, cerrando de inmediato en cuestión de segundos. Él quedó sorprendido por lo que iba a hacer, entonces le di media espalda para no verlo.
— ¡Amanda! Debes dejarme ir, ¡no puedes ir tú sola! — Gritó, golpeando las paredes —. ¡Amanda, por favor!
Entonces salí de ahí corriendo, sin importar si alguien me miraba. Llegué al pequeño asensor entrando sin nervios, yo ya iba completamente decidida a lo que haría.
Llegué a un extraño lugar, abandonado y era gigante. Parecía de bastantes años sin usar, aunque podía sentir la energía que emanaba.
— ¿Cómo me comunico con... ¡ah! Ya se — Recordé cuando me pude comunicar con Marcus para que vinieran a ayuarme, cerré los ojos y pensé en él como villano, pero pensamientos rápidos venían hacia mí sobre llamarlo mi padre.
— Amanda — Apareció, yo di un pequeño brinco asustada girando hacia donde lo había escuchado, entonces lo vi. Sus ojos captaron los míos y pude sentir algo similar a cuando conocí a mis hijos—. ¿Qué haces aquí?— Él sabía.
— Necesito la verdad — Susurré acercandome —. He tenido sueños sobre ti, cargando una bebé, mi bebé digo,myo de bebé me refería— Estaba nerviosa como no podía imaginar, ¿quién diría que al hombre a quien debería amar con todo mi corazón como padre fue el que mató a muchas personas? ¿Tori, Ana...?
— No sé de qué verdad me estas hablando, Amanda.
— Yo sé que debería llamarme Amanda Blake, sé que soy tu hija ¿y sabes cómo lo se dejando de lado los sueños? Porque lo siento y lo estoy sintiendo bastante fuerte aquí que te miro a los ojos, es como si mi poder supiera que llegó a la base de su creación.
— Amanda...
— No me mientas Malcom, mi madre y mi supuesto padre no me prestaron ninguna atención, soy la hija abandonada y Ana fue la que recibió todo lo que alguna vez yo pude recibir tal vez por ti...— Cuando mencioné el nombre de Ana, él pareció ponerse tenso —. Sé que eres mi padre, pero necesito saber la verdad.
— Sí — Fue lo único que dijo dejando un silencio algo tenso, pesado, sin nada más que decir hasta que dió unos pasos a mí —. Eres mi hija, tu madre se divorció de mí por unos estupidos pensamientos, pero lo primero que pienso es acerca que la razón principal fue porque ella ya había conseguido a alguien más y me decía que yo le había engañado.
— ¿Y lo hiciste?
— ¿Qué? ¡Claro que no! Yo la amaba, pero le juré la muerte y no solo a ella — Sus ojos se encendieron —, también a mi única hija— Su voz cambió e iba a golpearme con algo de su poder, pero dije lo primero que se me vino a la mente.
— ¡Tienes nietos!— Dije rápido, él parpadeó mostrando de nuevo sus ojos normales —. Randha y Marcus — Sonreí ladina, él se mostró algo serio —. Tengo fotos, mira... esta es Randha — Se acercó a mi celular mirando la foto de Randha sonriente —, y este es Marcus — Dije mostrando la otra foto.
— Randha se parece a ti — Susurró.
— Y obtuvo los mismos poderes — Me alejé mostrándole mi atención—. No puedes matarme, perderías el legado sobre tus nietos, de mí y nadie más podrá tener los mismos poderes.
— Amanda — Dijo él mostrándose decente por un momento —. Serás mi hija— Habló amablemente, pero su rostro cambió a uno sin importancia —, pero podré hacer más.
Me quedé sorprendida por sus palabras, extrañamente me sentía ofendida y bastante triste, sus palabras habían dolido y ya estaba completamente acostumbrada a que no me quisieran mis propios padres, pero esto me dolió de la mierda.
Malcom había sacado una extraña katana de su espalda, yo me quedé inmóvil cerrando mis ojos esperando a que actuara y terminara mi vida de una ves por todas, pero escuché un grito ahogado, no abrí mis ojos porque me había rendido en ese momento, ¿qué mas da? He muerto ya muchas veces, ya no quiero seguir muriendo y reviviendo después. Me había rendido.
— Amanda — Escuché, sentí aquel caliente aliento sobre mis mejillas, abrí mis ojos y miré a Ralph frente de mí, la espada simplemente quedaría atrapada en su cuerpo, le sonreí tomandos sus mejillas, hasta que sonrió y escupió un poco de sangre. Mi rostro cambió radicalmente, lo sostuve en mis brazos cayendo al suelo, lo tenía en mis piernas con una mano en su herida, alcé la vista viendo a Malcom quien tenía su mirada seria.
— Ralph...— Susurré volviendo mi vista a él, las lágrimas salieron rápidamente sin previo aviso, no podía perderlo otra vez ¿o si?
— ¡Caitlin! ¡Caitlin!
Grité, ella apareció ayudándome con Ralph mientras los demás nos miraban algo sorprendidos, ¿cómo pudieron atravesar a Ralph? Es de hule. Ella lo recostó en una camilla, estaba su frente sudada y parecía que tenía frío, sus labios se pusieron morados con una tonslidad roja vivo tras la sangre.
— Oye, ¿me escuchas?— Yo estaba a su lado tomando sus mejillas, mostrándole algo de calor —. Estarás bien — Parecía estar asustado, tomé sus mejillas, limpiaba las lágrimas que caían de mi rostro al de él—. Estarás bien, no te voy a perder otra vez, ¿ok? No lo haré — Dije acercándome a besar su frente—. Eres tú, siempre has sido tú..., por favor — Susurraba sintiendo que mi cuerpo dolía de una extraña forma, estaba molesta, asustada y temía por la seguridad de él —. Ralph por favor, tenemos dos hijos, tendremos dos hijos...— Pero la máquina a la que Caitlin había conectado a Ralph comenzó a sonar extrañamente.
— ¡Está entrando en shock!— Gritó, yo me asusté porque no sabía que hacer, Nora y Barry llegaron corriendo a ver que sucedía—. ¡Barry, llévate a Amanda! — Miré a Caitlin sin dudarlo.
— ¡No! ¡No se te ocurra Allen!— Dije eufórica, pero él se acercaba lentamente para abrazarme, yo comencé a forcejear — ¡No! ¡Ralph, por favor!— Eran gritos de desespero, dolor, lágrimas involuvradas. Sentía como mi garganta ardía ante el grito—. ¡Ralph! ¡Ralph!
Barry me sacó de la habitación y me abrazó con fuerza mientras yo lloraba desconsoladamente. No podía permitirme perder a Ralph de nuevo. Mi pecho ardía, sentía una fuerte presión, sentía que mi llanto jamás cesaría. Sentí la mano de Barry acariciar mi cabello mientras yo cerraba los ojos y me dejaba caer en su pecho.
Randha y Marcus llegaron, probablemente estaban con Cisco o no lo sé, me miraron y se acercaron corriendo directo a mi, yo me separé de Barry, había empadado su camisa y él dijo que no había ningún problema. Abracé a mi pequeños con fuerza mientras sentía algo reconfortante en mi.
— ¿Qué le pasó?— Preguntó Marcus, por un instante como si fuerq un flash, pude ver a un bebé Marcus haciendo un puchero. Yo acaricié su mejilla.
— Tu..., Malcom — Corregí —, le clavó una extraña katana intentanto protegerme, esa pude haber sido yo.
— ¿Cómo es eso posible, mamá?— Randha dijo —, su cuerpo no puede ser atravesado por nada, ni siquiera una bala.
— Lo sé...
— Yo sí sé— Cisco apareció, me acerqué a él buscando alguna respuesta inmediata—. Al parecer la katana con la que Ralph fue atravesado tenía una clase de materia oscura jamás antes vista — Nos mostró unas fotos de la ropa de Ralph y luego un test de sangre —. Es como algo de Thawne junto con Savitar y todos los locos del futuro — Mis hijos le miraron—. Sin ofender.
— Como sea, yo puedo ayudar Cisco — Dijo Randha —, estudié siete carreras, tengo tres títulos y voy por el cuatro.
— ¿Estudiaste qué...?— Pregunté sorprendida —. Yo apenas estudié una y no he ido a trabajar.
— Pero hay algo más que debo decirles — Cisco habló, le miré —. La sangre de Ralph está contaminada, va a ser muy difícil que despierte. Está combatiendo su sangre contra la materia oscura, lo siento.
— No se preocupen, yo me quedo con él — Dije, mis hijos asintieron yéndose con Cisco dejándome ahí con Barry a quien volví a abrazar —. Perdón por mojar tu camisa.
— No pasa nada — Acarició mi cabeza —. Yo entiendo tu sentimiento, yo sé cuanto lo quieres Amanda — Susurró, me separé secando mis mejillas y sorbiendo mi nariz un poco —. Yo también lo quiero muchísimo, es un gran amigo.
— Gracias Barry, por estar para mí — Besé su mejilla y le di un fuerte y último fuerte abrazo —. No sé que haría sin tu ayuda.
— Todos te hemos ayudado, inclusive Wally y las Leyendas.
— Lo sé — Tuve un vago recuerdo de Mick.
Caitlin dijo que necesitaba reposo, yo entré quedándome a su lado mientras lo miraba con mi pecho en nudos. Acaricié su mano esperando a que lo sienta, incliné mi cuerpo para dejar un beso en su mejilla. Me senté en la silla sacando mi celular mandando un mensaje, no sabía que lo necesitaba tanto.
Amanda: Hola, tanto tiempo... ¿cómo estás? Algo pasó y no sabía a quien confiar.
Mickey: Ey, ¿qué ocurrió?
Amanda: Hubo un accidente con Ralph, y siento que todo es mi culpa.
Mickey: Nada es tu culpa, Amanda. Probablemente ocurrió en un lugar que literalmente debería no haber estado ahí. Momento incorrecto dicen.
Amanda: Mick, creo que necesito una cerveza.
Mickey: Hablas con la persona correcta, pasaré por ti en un momento ¿te parece bien?
Amanda: Ok, aquí te espero. Aunque no me quiero tarda mucho, quiero estar cuando Ralph despierte.
Mickey: Tengo un plan.
Al cabo de unos minutos, Mick apareció con una gran cubeta de cervezas en ella, junto traía algunas golosinas, gomitas con chamoy que me recordó a Harry. Cuando dejó todo en una pequeña mesita por ahí, a los pies de Ralph, se acercó a mí estrechándome en un fuerte abrazo que yo sentí bastante reconfortante. Me escondí en su pecho y me sentía bastante cómoda, me separé y le miré fijamente, él se acercó dejando un beso en mi mejilla, me separé tomando una cerveza que él abrió para mi.
— Entonces, ¿él es Ralph? — Preguntó señalando con su cerveza a Ralph, asentí dándole un trago—. ¿Y qué pasó con el enano? Ese tal, Cisco.
— Las cosas no funcionaron, pero sí tuvimos un buen final podría decirse — Dije —. ¿Y tú? Me enteré por ahí que tienes una hija.
— Sí — Dijo él, sonriendo y escondiendo la sonrisa de inmediato—. La amo.
— Eso es lindo.
— ¿Y tú?— Preguntó, no entendí bien la pregunta—. ¿Tú lo amas? — Señaló a Ralph y sonrió pícaramente, yo casi me atraganto con la cerveza, pero la verdad lo hacía porque nunca me había puesto a pensar en si en verdad lo amaba.
— Yo... — Entonces, Ralph hizo un sonido de sus labios, me levanté rápidamente acercándome a él, Mick también se levantó y tomé su mano—. ¿Ralph? ¿Me escuchas?
— ¿Amanda...?— susurró, yo me acerqué a besar sus labios y acariciar su cabello, no me alejaba de su rostro, quería que sintiera mi respiración y supiera que estaba ahí.
— Aquí estoy — Decía, volviendo a besarlo. Me separé y grité:— ¡Caitlin! — Ella llegó corriendo, mirando a Ralph despierto yendo a darle un chequeo. Yo mordí mi uña pulgar, al que Ralph estiró su mano quitando mi mano de ahí y entrelazando nuestros dedos.
— Ralph se encuentra en muy buenas condiciones — Dice Cait—, todavía hay un poco de esa extraña materia irreconocible incluso por Gideon. Pero, puede irse a casa, aunque debe hacer reposo.
— Gracias Cait.
— Sí, gracias — Ralph dijo—. También a Frosty.
— Ella también se alegra de saber que estas bien.
Caitlin se despide dejándonos a Ralph, Mick y yo juntos, miro a Mick con una sonrisa mientras tomaba con algo de fuerza y cariño la mano de Ralph.
— Mick, ¿qué tal?
— Todo bien — Dijo —. Me iré ahora, venía a hacerle compañía a mi pequeña bomba — Sonreí enternecida ante el apodo, después le di un abrazo al que se fue abriendo un portal. Me giro con el chico del que yo me encontraba completamente loca y le sonreí.
— Randha y Marcus fueron a ayudar a Cisco, para ver si podían crear algo que te curara, pero te ves bien la verdad — Me siento a su lado, él coloca su mano sobre mi pierna y yo pongo la mía sobre la de él.
— Me siento mejor — Sonreímos, era un silencio realmente cómodo donde podía prestarle atención y admirar aún mas su rostro. Él hace un movimiento dándome a entender que quería que me acostara a un lado, y eso hice. Me acomodé dejando reposar mi cabeza en su pecho, mi mano sobre su abdomen, cierro mis ojos y él acaricia mi espalda.— Deberíamos tener una cita — Mencionó de golpe.
— ¿A si? ¿Y en dónde sería eso?
— Puede ser en Jitters, son muy buenos los cafés.
— También pueden ser en mi casa que es tu casa — Digo alzando la vista para verlo, dejo un pequeño beso en su barbilla y él en mi frente —, podemos tomarnos unas copas de vino, ver películas, estar en cams juntos.
— Suena bien — Dijo soltando una pequeña risa, lo abrazo como si no quisiera que se fuera, quería recordar cada sentimiento con él, cada momento, sentía en mi corazón que no quería que terminara.— ¿Amanda?
— ¿Qué? — Susurré, sorbiendo mi nariz.
— ¿Por qué estás llorando, amor?— La última palabra me hizo sentir bonito y bien conmigo misma, alcé la vista viéndolo de nuevo encogiéndome de hombros.
— No lo sé, sólo que te quiero muchísimo.
— Yo también te quiero muchisísimo, ¿entiendes? Tu y yo contra el mundo.
— Tu y yo contra el mundo.
Contesté, sonreí ampliamente y ambos juntamos nuestros labios en un cálido beso amoroso. Este beso me hizo darme cuenta de algo referente a la pregunta pasada: amo a Ralph. Y siempre lo he hecho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro