Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15

MALCANA, SEGUNDA PARTE.


—¿Recuerdas este lugar? —Susurró Ana, no había prestado atención a la vista más que a su extraño y asqueroso olor—. Es nuestra casa, o más bien, era— Como si fueran hologramas, salieron frente de mí nosotras de pequeñas corriendo antes de que mamá y papá llegaran—. ¿Recuerdas cuando te dieron tu primer libro?

—Te lo dieron a ti, después me lo diste a mí porque había sido el libro que había pedido por mucho tiempo.

—¿Por qué me buscas?

—¿Por qué mataste a mí amiga? —Pregunté contra ella analizando su mirada que lucía confusa sin poder entenderla.

—No la maté —Murmuró—. Tal vez fue Malcom, si supieras como le encanta hacer a las personas sufrir.

—¿Por qué te uniste a él? ¡Él fue el que te mató! Más bien, ¿por qué no estás muerta enterrada diez metros bajo tierra? —Mis manos se hicieron puño intentando calmar mis poderes, ella parecía darse cuenta.

—¿Cómo los obtuviste?

—Me subí a un autobús.

—¿Y por eso tu novio te dejó? —Sentí impotencia antes sus palabras.

—No tiene sentido lo que dices.

—Tú no tienes sentido, porque, en primer lugar, no trabajo con Malcom —Entonces mi rostro de confusión se hizo más notorio, sentí una quemazón en mi estómago, después por todo mi esófago para terminar tosiendo un poco se sangre, parpadeé confundida y Ana se acercó a verme mirando mis manos donde había tapado aquel sonido—. Cielos, ¿qué te hizo?

—¿A mí? ¿O a ti?

—¡Amanda! —Dijo fuerte—. No trabajo con él, intento capturarlo para poder matarlo por lo que me hizo —Sus ojos se tornaron un poco rojizos y lágrimas salieron de ellos, la miré y después la abracé con todas mis fuerzas posibles atrayéndola a mí, no quería soltarla, no quería volver a perderla.

—Te amo muchísimo, Ana, por favor ya no vuelvas a irte así.

—Lamento tanto estos años desperdiciados... —Murmuró, yo me sentí débil y fui cayendo directo hacia el suelo donde ella me sostenía con sus brazos—. ¿Amy? ¿Qué pasa?

—Necesitas llevarme a los laboratorios, ya mismo —Asintió para buscar en dónde llevarme, pero tomé su mano deteniéndola—. Tengo un aparato en mi chaqueta, es como un pequeño llavero, presiónalo y luego pasemos por ahí.

—Sí, está bien, está bien.

Eso hizo, abrió el extraño portal para poder pasar por él.

Aterricé en mis rodillas tosiendo como si estuviera desesperada, sangre manchaba por completo mi ropa y el piso del laboratorio, Ralph y Caitlin se encontraban ahí en el lugar ayudándome de inmediato. En cuanto todo terminó dándome un tratamiento por intravenosa, me sentía un poco débil, pero disponible por lo que fuera que me necesitaran, así que salí de cuarto colocándome una pequeña manta sobre mis hombros, me había dado un poco de frío.

Miré a Ana quien estaba cruzada de brazos mientras sus rubios cabellos caían de sus hombros, Ralph y Caitlin le miraban de una forma intrigante, juzgadora. Relamí mis labios acercándome a ellos con una sonrisa amplia.

—Hey.

—¿Quién es ella? —Dijo Caitlin, Ana le miró alzando ambas de sus cejas en modo interrogativo.

—Tranquilos chicos, ella es Ana —Les dije—. Mi hermana.

—¿Ana? ¿La que Malcom había matado hace más de seis años? —Preguntó Ralph, yo asentí—. Eso si que es de locos, al menos ya no es una alucinación.

—Nunca morí, o al menos al principio sí lo hice, pero estoy bien ahora —Habló seriamente, como si fuera tan normal hablar sobre eso.

—¿Tienes poderes?

—No es eso, niño —Giró hacia Ralph, él parecía indignado por haberle dicho niño —. No sé a dónde me llevaron, me metieron a un jacuzzi o algo así.

—¡Oh! Yo conozco un lugar así, los amigos de Barry habían llevado a Sara ahí, la revivieron, pero su alma había sido trastornada, hasta que le pidieron ayuda a un chico, no recuerdo su nombre— Mi hermana asintió a todo lo que había dicho Caitlin, sonriendo ladinamente.

—El problema es que no recuerdo nada, simplemente mirar los ojos de Malcom sin ninguna pizca de arrepentimiento, lo hacía con orgullo.

—Lo atraparemos —Fue cuando intervine, los chicos me miraron algo preocupados y sobre todo Ralph—. Creo que Cisco me ayudaría.

—Solamente que hay un problema aquí y es que Cisco no está, así que no creo que te ayude demasiado —Me crucé de brazos mirando a Ralph algo dolida, pero tenía mucha razón respecto a eso—. Creo que mejor nosotros te ayudamos.

—No —Ana interrumpió—. No dejaré que se acerquen a él, es demasiado peligroso, nadie puede hacerle ningún daño, es como el mismísimo diablo en persona.

—Creo que necesitaremos a la detective Decker —Dijo Ralph, pero le miré sin entender—. ¿En serio? ¿No han visto Lucifer? Está genial.

—Bueno, lo que decía —Continuó Ana—. No puedo dejarlos participar en esto y mucho menos a ti, hermanita —Dijo acercándose a mí tomando mis manos—. Es mi pelea, no quiero que te haga algo, no podría permitirlo.

—Desde el momento en que te arrebató de mí, se volvió en mí pelea también —Le dije decidida de mis planes, pero no parecía muy convencida.

—Amanda, no puedo dejar que te haga algo..., no quiero que mueras, ¿sí? No podría verte en un maldito ataúd.

—Ana —Dije sintiendo mis ojos picar y mi garganta arder—. Yo te miré en un maldito ataúd, yo te lloré, te miré morir, créeme que entre ambas tú eres más fuerte, pero perderte de nuevo, yo no podría —Relamí mis labios, miré su rostro donde una pequeña lágrima caía por sus mejillas, la jalé a mí pecho y la abracé con todas mis fuerzas posibles.

—Te amo.

—Yo también te amo.

°°°

—Hola Cisco, soy yo de nuevo —Dije al teléfono—. Tal vez estés ocupado, pero necesito a mí novio a mí lado, aparte, ¡te quiero presentar a mí hermana! Sí, al parecer Ana está viva y muy bien, me gustaría que se conocieran. Por favor, regrésame la llamada, te quiero.

—¿Amanda? ¿Tienes novio? —Ana llegó a donde estaba yo, guardé mi celular en el bolsillo de mí pantalón y asentí—. ¡No puede ser! Quién diría que mi hermana terminaría con novio primero que yo, ¿eh? Y dime, ¿cómo se llama?

—Se llama Cisco, es técnico y hace trajes increíbles —Asentí, ella me miró algo confundida.

—¿Trajes?

—Sí —Le dije emocionada, le mostré la insignia de mi pecho—. Tal vez sólo parezca una insignia común, un collar o algo parecido, pero — Toqué dos veces como me había dicho y el traje comenzó a ajustarse en mi cuerpo, cuando se acomodó, Ana se quedó con la boca bien abierta.

—No puede ser — Se acercó a admirarme por completo, incluso llegó a tocarlo con mucho cuidado, tal vez por miedo a que se rompa—. Increíble. En serio quiero llegar a conocerlo para que me haga uno a mí.

—Amanda —Llegó Ralph corriendo—. Encontramos a Malcom.

Ambas nos miramos y fuimos corriendo al córtex, Harry estaba ahí hablando con Caitlin, los tres llegamos al mismo tiempo mirando la pantalla una foto sobre Malcom y su posible ubicación, Ana se acercó un poco más con su rostro demasiado concentrado en él. Yo sentí algo que jamás había sentido al verla, ella quería hacer algo más que sólo pelear, no quería llevarlo a la justicia, quería hacerle lo mismo que él le había hecho a ella.

—Lo encontramos en Jitters, no entendemos que es lo que hace ahí, pero es como si esperara por ustedes, como si supiera que lo están buscando —Caitlin comenzó.

—Probablemente sea una trampa, no estoy de acuerdo en que vayan, ninguna de las dos —Harry opinó, yo me acerqué a él y tomé su mano en forma de apoyo—. No me gustaría que les hiciera algo.

—Harry, sé que me cuidas como lo harías con Jesse, pero yo puedo cuidarme sola.

—No hará falta que la cuide, señor Harry —Dijo Ana, le miré algo confusa—. Porque Amanda se quedará aquí, yo seré la que irá a ver qué es lo que quiere.

—Lleva ahí más de tres horas— Murmuró Iris—. Está esperando por alguien.

—Soy yo.

—No —Corregí a Ana—. Soy yo.

—Seas o no, no irás, Amanda.

—Nadie irá —Giré a donde había escuchado la voz, miré a Barry con Joe entrando al córtex, sonreí ampliamente sintiéndome feliz al ver a mi amigo ahí. Ralph había logrado sacar a Barry de prisión, me acerqué para darle un corto abrazo.

—Barry, me alegro de que ya estés aquí.

—Yo igual —Dijo, pero después cambió de tema—. Pero ninguno de ustedes irá, yo correré por él, lo traeré a los laboratorios y se quedará encerrado en una celda por el bien de todos.

—No —Insistí—. No dejaré que ninguno de ustedes tome esos riesgos con él, es mí problema.

—¡Amanda! —Gritó Ana, pero abrí mis palmas mostrando mi poder, los chicos se hicieron para atrás mirándome algo asustados y confundidos, los amenacé provocando que se hiciera más grande mi magia—. ¡Amy! ¡Por favor! Tranquila, podemos hacerlo como tu amigo lo dijo, sería más fácil poder hablar con él.

—Déjanos ayudarte —Iris habló, la miré sin ninguna expresión.

—Amanda, nosotros te podemos ayudar —Ahora fue Barry el que habló intentando acercarse—. Lo haremos pagar, podrás tener un momento a solas con él para poder preguntarle lo que gustes si eso es lo que necesitas.

—Lo que necesito Barry —Dije entrando en modo flash, él también lo hizo todo estaba tan lento, me acerqué pasos cortos a él y le miré a los ojos—, lo que necesito no se arreglan con palabras —Susurré—. Lo mataré —En ese momento, lo empujé con toda mi fuerza lanzando un gran campo de fuerza, no sólo alejándolo a él, sino a todos los demás para así poder desaparecer con facilidad.

°°°

Entré lentamente a la cafetería, lo miré sentado bebiendo del vaso que tenía su nombre plasmado, cuando llegué me senté frente de él llamando a la mesera pidiéndole un café negro con cuatro de azúcar y un poco de leche, junté mis manos entrelazando mis dedos, sus ojos pasaron del periódico que tenía a un lado topándose con los míos, su sonrisa fue tan cínica.

—Siendo honesto, esperaba a tu hermana para así poderla matar de nuevo —No mentiría si digo que esas palabras no me hicieron sentir impotencia—. Sí, Amanda, sé que tu hermana sigue viva, ¿por qué? Es la pregunta.

—Será porque fallaste —Él se rio por unos segundos, transformándose en otra persona golpeando la mesa con su puño, mirándome serio.

—Te prometo que esta vez no fallaré —Amenazó.

—Y yo te prometo, que esta vez volverás a fallar, porque tus días de asesino serial han terminado —Dije en susurros, nuestros rostros estaban algo juntos, la distancia era mínima, podía sentir su respiración golpeando mis mejillas, sonreí con burla mirando sus ojos molestos, me daba tanta risa, relamí mis labios, él no me daba miedo. Me acomodé recargándome en mi lugar tomando del café que me había traído la mesera.

—Eres una maldita perra —Me dijo entre dientes—. Te mataré primero a ti, después a ella y a cada uno de tus seres amados, y eso, Amanda Speerling —Se levantó, acercándose a mí apuntándome con su dedo índice—, es una promesa. Yo no rompo promesas.

—Largo.

Él hizo sus manos puños, se dio media vuelta yéndose del lugar, era claro que no me haría nada frente a tanta gente, para hacerlo debería estar escondido donde nadie lo mirara. En cuanto salió del café, solté todo el aire que estaba conteniendo mi cuerpo sin darme cuenta, tragué bien el café y después me sentí completa. Fue más difícil de lo que había esperado.

Salí del café volviendo a los laboratorios, escuché una plática de Caitlin, al parecer hablaba por teléfono, no era mi asunto saber de qué hablaban, o al menos hasta que escuche mi nombre y el de Cisco en una misma oración. —"Creo que deberías hablar con Amanda, Cisco"—. Pasé de largo, si él no quería hablar conmigo no era su obligación. Miré a los demás en el córtex, Iris y Barry estaban hablando algo entre ellos, cuando entré me miraron ambos con su rostro serio, Iris estaba un poco más molesta. Harry llegó y Ralph estaba jugando con algo en su teléfono, estaba de espaldas a mí.

—¿Por qué me miran? —Carraspeé, él se giró y asintió—. Oh, miraban a Amanda. Hola Amanda —Dijo alegre, pero parecía algo incómodo.

—Todo está bien, creo que lo único que debemos hacer es cuidar nuestras espaldas cada uno, así todo estará bien —Sonreí, pero ellos no lo hacían.

—Amanda —Comenzó Iris—. Eres una excelente persona y tienes unos increíbles poderes, pero ¿cuál es tu problema? Es un equipo, trabajamos en equipo y lo que hiciste estuvo demasiado mal. No eres una niña pequeña para que te digamos que es lo que tienes que hacer, lo sabes y no lo pones en práctica —Se acercó a mí—. Así que, en nombre de todos, quedas completamente suspendida. No puedes hacer ningún acto "heroico", no puedes salir a la calle como superhéroe y quedas botada del caso de Malcom.

—Iris...

—Amanda, tiene razón —Barry llegó, claro, siempre haciendo lo que ella hace—. Quedas fuera de este caso y suspendida hasta nuevo aviso, no es lo que queríamos, pero no nos dejaste ninguna opción. Si vas a tomar tus propias decisiones, que no sea en un lugar donde trabajas en equipo.

—Púdranse todos ustedes—Dije, molesta y cansada sobre ese tema, yo sólo quería ayudar, capturar al que hizo mi vida miserable tras haber matado a mi hermana..., mi hermana—. ¿Dónde rayos está Ana?

—¿Ana? —Preguntó Caitlin—. Ella salió después de que te fuiste, no dijo nada, simplemente se fue. Lucía bastante molesta, así que creo que no deberías de acercarte en estos momentos, porque de ser honesta, yo también lo estoy, lo siento.

—No Cait, no debes sentir algo que tú no tienes la culpa —Iris continuó—. Por favor abandona los Laboratorios y entrégame tu credencial —Miré los ojos de la morena frente de mí, solté un bufido molesta entregándole todo, me separé y me alejé de los demás.

—¡Quiero que sepan algo! Están cometiendo un error y ustedes me necesitan.

Dicho esto, me fui delos laboratorios intentando buscar a mí hermana o intentar comunicarme conCisco quien no me hablaba desde hace un poco más de dos semanas. Cuando lleguéa mí apartamento, me recosté en el sofá mirando el techo, hasta que un mensajeme hizo salir de mi momento. Sonreí al leer el nombre de mi primer mejor amigo,al menos no todo era tan malo. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro